Tentaciones 2. Capítulo 1: Entre las dudas
Aún siendo un matrimonio feliz, Abdullah y Florián todavía tienen entre ellos dudas y secretos no compartidos. En el amor verdadero hay confianza mutua al 100 %... ¿o tal vez no?
Cuatro meses antes . . .
Abdullah y Florián cumplían ese día ocho meses de casados. Ocho meses en los cuales el bello e irresistible moreno se había desvivido por hacer que su amado asistente continuara su nueva vida en una eterna luna de miel. Y así estaba siendo.
A pesar de que habían formado una familia, al ser padres primerizos de una hermosa niña a la que habían llamado Fátima y que contribuía a hacerles más dichosa la existencia.
Pero . . .
Abdullah estaba teniendo en las últimas semanas diversos problemas de salud, y si bien no se lo había comentado a su marido más de lo necesario, Florián no era ignorante, y ya se había dado cuenta de algo. Pero Florián tampoco se quedaba atras; sí era feliz en su nueva vida de hombre casado y padre (el cambio supuso que ahora fuera Florián El Hakim, y también que fuera musulmán y viviera en el apartamento de su familia política) , sentía que aún no e acostumbraba y que había dejado en el camino una parte de su vida. La cual no había perdido, como así pensaba.
El moreno aún se hallaba durmiendo en su cama, después de haber vivido una renovada pasión nocturna que por cinco veces le había hecho llegar al cielo del éxtasis, cuando Florián lo despertó.
- Buenos días- le susurró su contrario al oído.
Abdullah sólo se limitó a responderle con un beso apasionado en los labios.
¿ No te cansas de hacerme ver que eres maravilloso? - Florián se quedó sentado a su lado, vestido con una bata y mirando a su esposo con amor.
Ya sabes que para mí tú eres maravilloso- Abdullah se incorporó abrazándole-. ¿ Y nuestro pequeño solecito?
Todavía duerme - le dijo su asistente-. Aún no puedo creer que nosotros dos . . .
Lo sé - el moreno volvió a besarle-. Tal vez hayan sido demasiados cambios para tí en estos meses.
Florián le miró.
No me arrepiento de las decisiones que he tomado, amor. Ni de haberme casado contigo, ni de cambiar de apellido y religión.
Pronto será tu primer Ramadán- le recordó su marido.
Su marido puso una mueca que casi le hizo reir.
Sí, por un mes nada de comer, beber y otras cosas - Florián enfatizó el `` otras cosas´´- hasta la puesta de sol.
Bueno, piensa que por la noche - Abdullah empezó a besarle el cuello - tendrás tu premio especial . . .
Tú lo has dicho - Florián le detuvo, pues conocía de sobra esos intentos ardientes de amor mutuo de su contrario - . Pero ahora no- le aclaró mientras se levantaba de la cama.
No me digas eso- Abdullah hizo un falso puchero.
Florián le devolvió la mirada.
Don papi, sabes que mi hija necesita comer y nosotros también, ¿no? Así que ya puedes ir levantando tu hermoso trasero desnudo.
¿ Y si no lo hago? - Abdullah le miró divertido.
Bueno, hay varias opciones. Siempre puedo cortarte los huevos- su esposo hizo el gesto de las tijeras con los dedos- después de que me dejes volver a follarte.
Abdullah suspiró, y al levantarse se puso unos boxer.
- Quiero la revancha, Florián El Hakim. Después del desayuno y en la ducha. Y no admito negativas.
Florían le palmeó el culo.
- Eso ya lo veremos- le añadió mientras se iba al cuarto de su hija que estaba al lado del suyo.
Abdullah suspiró, sonriendo después. Una sonrisa que enseguida desapareció cuando recibió en su móvil unos mensajes de WhatsApp de su médico de cabecera.
`` abdullah, pasado mañana en mi consulta a las 12 del mediodía´´
`` acabo d recibir los resultados de tus analisis´´
El moreno se quedó sin saber qué hacer. Hasta que Florián apareció de cuenta nueva con Fátima entre sus brazos.
Volvió a sonreir al verles y se les acercó. Sus dos amores le hacían sentirse aún más vivo. Eso lo tenía más que claro.
Más aún que las dudas que ambos tenían sobre sus vidas.