Tentacion (2)

Cuando las pasiones mas profundas salen a flor de piel.

Habían pasado varios días desde aquel incidente y no había tenido noticias de Toni, que así se llamaba el “novio” de mi hija que había disfrutado de mí sin ningún tipo de mesura. Cuando recordaba la situación sentimientos contradictorios me recorrían, por un lado me sentía sucia y despreciable por mi actitud sumisa y complaciente, por otro me excitaba sobremanera, el blanco de mi dualidad fue mi marido que todas las noches disfruto de una hembra hambrienta que lo buscaba para ser poseída, pero el no me llevaba a donde pretendía, y eso era lo grave.

Así que me arme de valor y decide hacer participe a mi hermana de lo que me pasaba, no vivía lejos de mi casa así que aproveche el día libre y me dirigí allí a tomar un café y hablar.

Su cara era todo un poema, yo era la responsable y oír de mis labios lo que me paso no pudo mas que sorprenderla, y me puso la balanza de mi matrimonio o mis deseos que evidentemente debía bascular al lado de la razón, pero aun así mis dudas y sobre todo mi desazón no me dejaban tener claridad en mis ideas.

Me dijo que necesitaba despejarme y nos encaminamos al centro comercial a hacer eso que tan bien hacemos las mujeres, ir de compras para tapar nuestras penas, que no disiparlas.

Tengo que reconocer que después de una hora de tiendas y probaturas andaba más feliz, me había comprado un vestido, y ya tenía otro entre ceja y ceja, cuando a mi espalda oí una voz que me dejo helada.

“ese te sentara de miedo, y tengo ganas de follarte con el”

Toni había aparecido de la nada y sin ningún recato estaba magreándome el culo, mi hermana andaba en otra parte de la tienda así que no se percataba de lo que pasaba.

“por favor, estoy con mi hermana, aquí no” le dije

“pues dile que vas a probarte eso, te espero en los probadores”, y cogiendo un pantalón se fue para allá con esa sonrisa en la boca que tanto me aterraba pero que me atraía

Podía haber cojido a mi hermana y haber salido de allí pitando pero por el contrario coji el vestido, fui a donde estaba mi hermana y le dije que me iba a probar, que ahora salía, a lo cual me dijo un vale casi sin mirarme, y me dirigí al probador.

Cuando entre no había nadie y solo había un probador ocupado, así que supuse que estaría allí, no lo había cerrado del todo así que pude verle, y el a mi, me hizo una seña para que entrara, y una vez dentro el se desabrocho la bragueta y se saco su miembro mientras yo observaba pegada a la pared con el vestido agarrado en mis manos y paralizada.

El me quito el vestido de las manos y agarrándome del pelo me llevo de rodillas ante su pene aun flácido.

“venga hazme una mamada que ando cargadito”

Y me la metí en la boca mientras mi mano se deslizo dentro de mis braguitas, encontrando mi sexo húmedo, tanto dilema para sucumbir en 30 segundos, me tenia atada, aquella polla horadaba mi boca y su sonrisa mi mente, y casi enseguida su semen mi garganta, se corrió abundantemente.

Metió su mano en mis bragas y me tiro de los pelos, y avisándome que la próxima vez me los arrancaría a tirones. Se fue metiéndose su pene en el pantalón y yo me quede tirada en el suelo, no pude más que seguir con mi paja hasta correrme mojando mis bragas de mi propia debilidad.

Al poco llego mi, hermana, pero ya me había arreglado un poco y salí diciendo que no me quedaba bien, yo ya no compre nada, pero seguí con aquel teatro hasta la hora de comer. Estábamos comiendo cuando sonó el móvil.

“hola putita” oí al otro lado

“hola” pude responder

“Antes de que me lo preguntes tu numero lo saque del móvil de la puta de tu hija, por cierto tu hermana tiene un buen polvo, si lo lleváis en los genes igual a ella también me la follare, ese culo se lo merece”

“si claro” dije yo ante la inquisidora mirada de mi hermana

“no te la has follado tu”

“no eso no”

“ya te la follaras, no te preocupes, por cierto, esta tarde a las 5 te quiero en el aparcamiento del parque X, que tengo ganas de follarte” y colgó

“vale adiós nos vemos” dije disimulando

“que seria te has puesto” me dijo mi hermana

“Nada líos del trabajo” dije cerrando la conversación y hundiéndome en mi comida para tratar de evitar un orgasmo que mi sexo reclamaba ante mi lógica resistencia, la cual no fue mucha ya que minutos después y en el baño mi mano martirizo mi clítoris hasta explotar. Al salir de allí mi hermana me llevo a mi casa. Eran casi las 3 y media y tenía el tiempo justo para llegar donde me había dicho. Depile mi sexo y después de una ducha rápida lo cubrí con un tanga negro y después de remirar mi armario termine por ponerme una falda amplia por las rodillas y una camisa.

Cogi la chaqueta y salí pitando, aquel parque estaba a casi media hora de mi casa así que cuando llegue eran casi las cinco y media, estaba atacada e los nervios y cuando le vi en la entrada del parking sentado esperándome fue todavía peor, me temblaba todo , pare a su lado y subió al coche.

“vete al fondo”

Era noviembre, pero, aunque hacia buen tiempo no había mucha gente ya que empezaba a anochecer, además aquel parking como el parque, por estar algo alejado tenía fama de picadero.

“ve a la parte de detrás”

Salí del coche y el tiro el asiento del conductor hacia delante, yo tengo un todoterreno grande así que cuando subí detrás había mucho espacio, el se bajo y también tiro su asiento para adelante, y con mucha tranquilidad cerro la puerta y subió la parte de detrás encendiendo un cigarro.

“vaya mierda de vestuario llevas, tu lo de verter sexy no lo tienes muy entrenado, a ver desabotónate cuatro botones de la camisa”

No podía mirarle, el corazón se me salía, comence a desabrochármelos y cuando llegue al final el abrió la camisa y miro dentro.

“veo que al menos llevas las tetas como debes, sueltas, como una buena puta, ahora apóyate el la puerta y ponte frente a mi”

“llevas tanga?”

“si” respondí

“pues quítatelo y pon una pierna sobre el asiento”

Me levante un poco para poder bajarme el tanga, el  cual deslice por mis piernas hasta dejarlo en el suelo del coche, depuse levante la pierna, quedando abierta lo cual tape un poco con la falda.

“te metes mi polla en la boca y ahora vas con remilgos, me encantan las contradicciones de las zorras casadas como tu, a ver, levántate la falda”

Subí mi falda hasta poco mas del pubis dejando a la vista mi sexo depilado, aun rosado por el efecto de la cuchilla.

“vaya, veo que por fin mi putita hace caso, o quizás era el miedo a que te los arrancara?”

No respondí

“abre la ventanilla que hace calor”

Abrí la ventanilla, afuera estaba anocheciendo y muchos coches ya se habían ido, solo se veían unos cuantos salpicando el inmenso parking de tierra

“hazte una paja como la del otro día, a ver que tal lo haces”

No podía mirarle así que cerré los ojos y mi mano se deslizo a mi clítoris y empecé a acariciarlo, mi sexo andaba ya muy mojado, el tanga ya había recibido lo suyo pero mis flujos seguían desbocados.

“Muy bien, ahora desabróchate toda la camisa y ábrela”

Con la otra mano desabroche los botones que faltaban y la saque de mi falda con unos tirones dejando todo mi pecho descubierto, note como el se acercaba y tironeaba mis pezones.

“ahora quietecita que te van a sobar bien las tetas” susurro a mi oído y mientras el se hincaba entre mis piernas y apartando mis manos se dedico a lamerme mi ya receptivo clítoris una mano se deslizo por mi hombro y comenzó a amasarme el pecho. Alguien de fuera estaba robándome las tetas mientras Toni me llevaba al inevitable orgasmo. Mis jadeos ya eran sonoros y por fuera se oían otros que no podía ser mas que aquel extraño masturbándose con mi teta entre sus dedos. Me corrí en la boca de Toni y mis gritos de placer espolearon al extraño al que oí gemir de placer, después su mano se retiro y unos paso alejándose me dejaron sola con mi placer ya que aquel demonio seguía martirizándome mi sexo, cambio de postura volviendo a poner su cara a la altura de mi cabeza e introdujo dos dejos en mi encharcado coño comenzado a recorrer mi interior, aquel juego me deshacía por dentro, y no tardo en llegar un segundo orgasmo que empapo su mano con mis flujos.

“vaya, parece que a mi putita le gusta que le trabajen el coño no?”

“Te gustaría comerle el coño?”

“ostia si” dijo una voz fuera de coche, yo me quede de piedra, Toni se desplazo al fondo acostándome  en el asiento, la puerta se abrió y como se encendió la luz de atrás un chaval larguirucho de unos 20 años con el pene en la mano se arrastro hasta mi coño, y comenzó a lamerlo, allí estaba abierta de piernas con aquel desconocido disfrutando de mi intimidad, y lo peor de todo es que mi sexo se restregaba contra su cara buscando mas, mientras, Toni se dedico a apretar mis pezones y acariciar mis pechos con lo que mi cuerpo andaba con excedentes de estímulos, que provocaron un profundo orgasmo que derritió mi sexo y provoco que aquel chico se corriera en mis piernas, cuando acabo de sacudírsela se retiro.

Cuando mira afuera había dos tíos en la puerta mirando con sus penes fuera, masturbándose con la escena.

“ves y ayúdalos, solo con la boca” y dirigiéndose a ellos “ y vosotros cuando os corráis hacerlo en sus tetas”

Salí del coche y protegiéndome con la puerta empecé a mamarsela al primero que casi al instante de sentir mi boca sobre su pene comenzó a gemir y sacándola apunto a mis pechos lanzando dos disparos de leche que cayeron en mis pechos, se retiro y el segundo tomo su lugar, este se tomo su tiempo disfrutando de mi boca, incluso me la follo a su ritmo y cuando me la saco empezó a disparar chorros de semen que se estrellaron por toda mi delantera. Entonces al levantarme vi que Toni  había salido al borde del asiento y tenia su polla fuera, me puso de espaldas a el, y me la hinco por detrás de un solo movimiento y empezó a follarme cojiendome de los hombros, de forma salvaje, notaba su polla introducirse en lo mas profundo de mi ser y no tarde en correrme salvajemente, al poco me dijo que me diera la vuelta y arrodillándome ante el comenzó a descargar su leche sobre mi cara mis pechos, mi falda, hasta 5 descargas regaron mi cuerpo después me la puso en la boca para que se la limpiara.

“muy bien zorrita ahora a casa, que tendrás que asearte” dijo riéndose y se alejo de allí dejándome hecha un desastre, mi cuerpo y mi ropa rebosaba semen por todos lados, y el olor me rodeaba. Me rehice la ropa como pude y utilice la chaqueta para tapar todas las manchas.

Cuando llegue a casa aun no había llegado nadie así que lo metí todo en la lavadora y una ducha acabo con los rastros de esa tarde, eso si, los visibles, los internos se han quedado grabados a fuego dentro de mi.