Tenis y sexo.

Me reúno después de 10 años con mi amigo Jorge y terminamos gozando de una manera que no esperábamos.

La verdad no soy muy buena en los deportes, pero no pude rechazar la invitación de mi amigo Jorge ¡que no veía hace 10 años! Había cambiado muchísimo desde que se fue a vivir a Holanda,  al parecer pego un buen estirón e hizo mucho ejercicio, lo cual le sentaba muy bien.

Era verano, así que quedamos a las 9 de la mañana en la cancha de tenis, no sabía que ponerme , así que fui de compras, termine con un conjunto rosado, una faldita rosa y un top del mismo color. Ya sé, con el tamaño de mis pechos debería ponerme algo que sujete bien mis tetas por si salto o me muevo mucho, pero dudo hacerlo, así que con un top es más que suficiente.

Llego el día, cuando me vio quedo con la boca abierta

-Caro! Qué producción muñeca, esta hermosa, perdón que te lo diga, pero estas muy sensual.

-Gracias Jorge, con esto de que no hago deporte me puse lo primero que vi, está mal?

-No, está muy bien, si lo que Queres es matar de un infarto al otro jugador –rio con una sonrisa pícara y me dio un beso en la mejilla- ¡vamos a jugar!

Comenzamos a jugar un poco, no tan profesionalmente por mi falta de experiencia, aunque hay que admitir que tan mala no resulte, a medida que pasaba el tiempo comencé a jugar bastante intenso, lo malo es que cuando saltaba mis pechos rebotaban demasiado, así que pare

-Perdón Jorge, no sabía que me gustaría tanto el tenis, y creo que esta ropa no va…

-A mí no me molesta, eh. Es más, tengo una vista hermosa.

-Que tonto  -reímos un rato- bueno, si no te molesta seguimos.

Continuamos con el juego, mis pechos se movían de tal manera que su concentración no era la pelota, mi colita quedaba descubierta por la falda corta que se levantaba seguido. Al final gane.

-Vamos Jorge, jugas hace un montón y te gana una principiante

-Pero si estas buenísima y me distraes cariño

-Ya ya… no pasa nada, tu derrota queda entre nosotros –reímos un rato- ¿jugamos mañana?

-Vendré más preparado, te llevo a tu casa.

Al otro día nos reunimos de nuevo para jugar, esta vez yo usaba una falda negra con un top rosado. Comenzamos a jugar, me pasaba lo mismo, todo mi cuerpo quedaba expuesto ante quien pasara por la cancha y ante Jorge, pero no me importaba, por algún motivo me gustaba.

La partida era cada vez más intensa, por lo tanto también mis movimientos, hasta que en un momento siento una brisa y mis pechos habían escapado, automáticamente me cubrí mis pechos con las manos pero no me subí el top, Jorge automáticamente puso una cara de bobo

-Wow, eso fue…

-Qué vergüenza! No pensé que me pasaría esto!

-No te preocupes… fue… hermoso.

-No seas bobo! –Yo seguía con las manos en mis pechos, con mis mejillas sonrojadas-

-Y si las dejas así? –dijo tímidamente-

-Así? –No comprendía nada pero me gustaba la idea-

Sin pensarlo mucho solté mis pechos, que quedaron totalmente expuestos y seguimos jugando, pero solo por unos segundo, el seguía mirándome como encantado por lo que estaba pasando. Por mi parte me sentía extraña, pero me encantaba. Él se acercó, sin decir nada note que me pedía permiso para continuar, así que asentí con la cabeza, continúo y me tomo por la cintura acercándome a su cuerpo, mis tetas contra su pecho, no entendíamos lo que pasaba pero ya no había vuelta atrás. Comenzó a besarme  y levanto toda mi falda, dejando a la vista mi tanga.  Las caricias comenzaron a ser más y más intensas, así que tome un poco el control y me desnude, en ese mismo instante logre ver que llegaba el encargado de la cancha, supongo que para avisar que ya había terminado nuestro tiempo, pero cuando nos vio no soltó palabra, solo se sentó en la tribuna y comenzó a tocarse su miembro. No le dimos mucha importancia pero me calentaba muchísimo toda la situación. Jorge para no dejarme sola se quitó toda su ropa, nuestros cuerpos calientes  y cubiertos solo por el sol pedían una sola cosa: placer.

Me arrodille para poder meter su pene en mi boca, ya lo tenía super erecto, así que sin mucho protocolo comencé a mamarlo, sin dejar rincón al descubierto, pasaba mi lengua por cada parte de su polla y los huevos. Después de un rato, el cambio su actitud, estaba super decidido y caliente, me empujo sobre la red, yo quede en el aire, solo sostenida por la red que estaba baja, él se arrodillo y comenzó a chupar mi coño, y como lo hacía, pasaba su lengua sin parar, jugaba con el clítoris en círculos y la metía para poder saborear mis flujos. Tomo un poco de mis flujos y me beso, lo que me calentó más, así que me di vuelta para que me la meta lo más rápido posible, miramos a la tribuna de la cancha y el tipo seguía ahí, mirando sin decir nada, pero ahora con el pene en sus manos, no le dimos mucha importancia y Jorge acaricio toda mi vulva con su pene, hasta que lo metió lentamente por mi estrecha vagina, hizo movimientos lentos, a los que luego le sumo movimientos circulares. Cuanto termino con esa deliciosa dilatación, me bombeo intensamente, sentía como su pene lleno de mis flujos entraba y salía de mi vagina, y yo apoyada en esa red, a la vista de un desconocido que cada vez gozaba  más con el show que le dábamos, no pude evitarlo y me corrí, casualmente Jorge igual. Termino afuera, y lo hizo en mi espalda. No sabíamos que decirnos, así que nos continuamos besando, porque estábamos haciendo algo tan nuevo que la calentura no paraba. El hombre de la cancha había eyaculado todo el asiento a su lado, nos miraba con una sonrisa de placer que nos calentaba más. Nos quedamos con un poco de ganas, pero ya nos teníamos que ir porque la próxima pareja estaba esperando la cancha, en el salón, sin saber que estaban por jugar en donde sentimos tanto placer. Supongo que el tenis será mi deporte favorito desde ahora. Planeo más encuentros con Jorge.


¡Muchas gracias por leer! Y si, quedan encuentros pendientes. Espero que te guste y que me dejes tu comentario que me sería de mucha ayuda para ir mejorando. Si tenes más sugerencias caroluzrelatos@gmail.com , me encantaría que me escribas. Un beso gigante♥