Tengo una buena comunicación con mi vecina
Tengo una buena comunicación con mi vecina........., cuando deja caer unas bragas blancas en mi terraza quiere decir que puedo subir a su casa, me espera para tener una interminable sesión de sexo, en cambio si deja caer un tanga de cualquier color está diciendo que puede bajar a mi casa; la muy puta sabe perfectamente cuando estoy disponible.
Tengo una buena comunicación con mi vecina........., cuando deja caer unas bragas blancas en mi terraza quiere decir que puedo subir a su casa, me espera para tener una interminable sesión de sexo, en cambio si deja caer un tanga de cualquier color está diciendo que puede bajar a mi casa; la muy puta sabe perfectamente cuando estoy disponible.
¿Como es ella? Pues...no es lo que parece.
Es una señora, de 55 años, muy elegante, viste siempre ropa de marca, zapatos caros, reloj y bolsos imitación de marcas de superlujo. Parece muy discreta y recatada, se queja que su marido no la atiende debidamente, y aunque no lo parezca es una máquina de sexo, sensual, dispuesta a todo, a todo todo.
Ayer dejó caer un tanga blanco, aunque el mensaje no estaba muy claro subí a su casa. Me estaba esperando, maquillada, recién llegada de la peluquería, su melena negra perfectamente cortada y peinada. Llevaba puesto un pantalón negro que marcaba sus muslos grandes y un culo rotundo, me encantan sus carnes, blancas, abundantes.
Un top sin mangas de cuello cisne blanco ajustado ocultaba y la vez resaltaba unos pechos redondos, esféricos, apetitosos, deslumbrantes.
-Te he echado de menos, estaba en la peluquería pensando en ti, y no paraba de mover las piernas, la peluquera me ha preguntado si me encontraba mal...
-¿Es guapa la peluquera?
-Es una chiquita de unos 20 años, siento algo extraño cuando me roza con sus tetas, me gusta, pienso en ella a veces....por las noches...me gustaría conocerla mejor...
-Si eso, me avisas...así que las tetas de tu peluquera te han excitado....
-Necesitaba verte, mi marido me aburre, y tú sabes como animarme
Pasamos a la cocina, su marido le ha regalado una cafetera Nespresso, y le gusta que lo primero que hagamos sea tomar un café. Pone un café en la máquina y aprieta el botón de café largo, mientras sale el café el abrazo por detrás. Deslizo mis manos entre su top blanco y su piel desnuda, le acaricio el estómago, le beso la nuca, noto cómo se rinde, me ofrece su oreja que mordisqueo muy suavemente, mis manos llegan a su sujetador, acaricio sus pechos a través de ellos, noto como sus pezones crecen, como su respiración se hace más pesada, como sus piernas tiemblan, ella nota mi erección en su cuerpo, en sus nalgas. Mis manos suavemente van colocándose dentro de su sujetador, cubriendo la mayor parte de sus desnudos pechos. Mis dedos juegan con sus pezones, erectos, dispuestos, reflejando un estado de gran excitación, de deseo, de lujuria.
Continúo abrazándola por la espalda, ella coge mi brazo derecho y lo guía hacia su cintura, desabotono su pantalón, acaricio su cadera, llena de carne blanda y caliente, toco sus pequeñas braguitas de encaje, y las bordeo con mis ansiosos dedos, al llegar a su pubis encuentro sus deliciosos pelitos y jugueteo con ellos, ella frota su culo contra mi cuerpo, deslizo mi mano dentro de sus braguitas, acaricio todos sus pelitos y mis dedos se encuentran con su clítoris, pequeño y oculto al principio, pero poco a poco crece y se hincha. Antes de continuar acariciándolo mis dedos recogen le humedad que produce su vagina, y lubricados con sus jugos acaricio su clítoris, lo pellizco suavemente, lo acaricio con mi pulgar mientras que mis otros dedos se colocan entre los labios de su coño, excitado, dispuesto, completamente lubricado con sus jugos.
-voy a mojar el pantalón..........susurra
-desnúdate y no te lo mojarás
Se desnuda , se quita el top mostrando un sujetador de encaje negro, precioso, mientras se quita el pantalón veo sus bragas negras, a juego con el sujetador, compradas especialmente para mí, con el dinero que le dio su marido para que se comprara algo en su cumpleaños.
Al quitarse el pantalón admiro su cuerpo en ropa interior, sus pechos grandes, sus duros pezones apuntando a través del encaje, sus gruesas piernas, su blanca piel hace resaltar el negro de sus braguitas en las que se nota un rastro de humedad, de sus jugos. Veo asomar sus recortados pelitos por los bordes de su braguitas.
Se toma el café mientras me desnudo, me besa y tomo un sorbo de café de su boca, mi pene erecto frota los pelitos de su hambriento pubis, acaricia sus pechos contra mi cuerpo, nuestras miradas se cruzan, se hablan con lujuria, tenemos hambre de sexo y vamos a la habitación.
Su cama nos espera, se acuesta, le acaricio las caderas mientras mis labios juegan con sus pechos, muerden suavemente alrededor de sus pezones.
Ella coge el teléfono y llama a su marido, le habla de cosas intrascendentes, que ha ido a la peluquería, que va a hacer unas compras, que llegará tarde, que no venga a comer, que está haciendo la comida.....
Mientras hablan, ella abre las piernas, acaricia mi pene y lo lleva hacia su clítoris, mi duro pene acaricia alrededor de su sexo, de sus hinchados labios, entre su coño y su culo, hacia su clítoris, me paso minutos masturbándola con mi pene, sin penetrarla, rozando su sexo, acariciando su clítoris mientras habla con su marido...
-Tengo que colgarte, voy a ocuparme la comida, tengo que meter la carne en el horno....
Se ríe mientras me agarra de las caderas y su hambriento coño engulle mi polla.
Mis manos sujetan sus brazos contra la cama , sus piernas abiertas atrapan mi cuerpo, mi pene se introduce lentamente dentro de su cuerpo, entrando y saliendo suavemente, centímetro a centímetro, deteniéndose unos segundos cada vez dentro de ella, gime de placer, oleadas de sus jugos fluyen de dentro de su cuerpo, cuando está a punto de llegar al orgasmo, me detengo, saco mi pene y durante unos segundos lo utilizo para acariciar su clítoris, se vuelve loca, me suplica que se lo meta y continúe, le mordisqueo sus pechos con sus labios, y cuando empieza a quejarse le follo violentamente, duro y rápido, metiendo toda mi polla en su coño, acariciando a veces su clítoris con mis dedos, parando unos segundos, continuando, una y otra vez, hasta que un torrente de placer la lleva a un orgasmo que le hace gritar, que hace que una gran cantidad de sus jugos salga violentamente de su coño, taladrado una y otra vez con mi polla, hasta que mi semen es bombeado dentro de su cuerpo.
Después de eyacular continúo follándola suavemente, mientras nos besamos, mientras ella acaricia mi polla y su clítoris a la vez.
-Ahora el postre me susurra en la oreja, excitada y traviesa
Me lame el cuello, continúa lamiendo hacia abajo, mi pecho, mi ombligo, dando un rodeo por mi cadera, hacia mi entrepierna, noto su lengua recorriendo mis testículos, cubiertos de sus líquidos, saboreándolos en mi piel, se relame y con su lengua recorre mi pene, empapado de mi semen mezclados con sus jugos, sus labios abrazan mi pene. Mientras tanto le devuelvo el favor, mi lengua aterriza entre sus piernas, recogiendo hasta le última gota de sus líquidos, saboreándolos, recorriendo los empapados pelitos de su pubis, limpiándolos, acariciando muy suavemente su hinchado y sensible clítoris, mis labios se encuentran el líquido que gotea de su coño, mi semen mezclado con el suyo, abro la boca hasta que mis labios cubren los labios de su pubis, que acaricio con mi lengua, recibiendo dentro de mi boca todo el líquido que ahora expulsa, mi lengua se mete dentro de su cuerpo. Mi polla crece dentro de su boca hasta ocuparla toda, su lengua la acaricia a la vez que yo le follo con la mía.
Hasta que un orgasmo simultáneo nos sacude, sentimos una corriente eléctrica recorrer nuestros cuerpos y nos quedamos así, con nuestras lenguas dentro de nuestros cuerpos.
Se ríe
-Ha sido increíble, me parece que lo voy a compartir con mi marido, le daré un beso en la boca cuando llegue a casa, para que lo pruebe....