Tengo un tesoro
El placer se sentierse deseada y admirada no tiene precio, creo que es uan experiecia muy apetecible para una mujer ver que los tíos la miran y desean.
TENGO UN TESORO
Hola me llamo Lucía; vivo en el norte de España y curso 2 de Bachillerato (letras), no se si otras mujeres leerán este relato, pero seguro que aunque muchas se quejen de que los tíos las miran a ellas les encanta.
Hasta hace poco tiempo, cuando entraba en el autobús o en el metro con mi madre era ignorada por todo el mundo, es como si no existiera a los ojos de los demás, en cambio ahora, a mis 17 años mi cuerpo esta en plenitud sexual, los estrógenos y otras hormonas han obrado el milagro, ahora mis tetas y mi culo ya no son planos, mis caderas han dejado de ser rectas para adquirir forma de guitarra, que es como tiene que ser el cuerpo de una chica, tengo unos pechos relativamente grandes con pezones redondos color marrón y también de un tamaño superior al de mis amigas, sobre mis nalgas les diré que son blanquitas redondas y una magnífica percha para los pantalones vaqueros, mi pipiolo (vagina) esta poblada de un bello que va, desde, 11 centímetros por debajo del ombligo, hasta mi ano donde se torna mucho mas suave que el de delante.
Me gusta como a todas las chicas de mi edad vestir sexy, para no pasar desapercibida, cortas minifaldas, escotes provocadores etc. A veces cuando mi padre esta en el salón con algún compañero de trabajo entro, los saludo, doy varias vueltas por la habitación haciendo como que busco algo, me despido y rápidamente me giro de improviso para pillar al amigo de mi padre con su mirada clavada en mi trasero, mientras; mi padre sigue leyendo informes en voz alta, eso a los hombres los pone ruborizados y muy nerviosos.
Existen varios itinerarios para ir de mi casa al instituto, yo siempre elijo pasar por una calle donde hay un edificio en obras, el primer día solo había un albañil encofrando sobre el andamio, este se limito a expresar un protocolario piropo; ¡guapaa ! Su sorpresa vino cuando gire la cabeza y le brinde una sonrisa y un gracias, conforme me alejaba oía una batería de piropos de aquel sufrido trabajador. Al día siguiente había dos, creo que ya empezaban a conocer mis horarios, los dos me decían cositas lindas que tanto nos gusta a las que empezamos a ser mujeres. Al cabo de media semana o poco mas, o estaba toda la cuadrilla esperándome, o un silbido de algún compañero los hacía ir corriendo para asomarse a verme, mientras yo ralentizaba el paso para que pudiesen tener tiempo de rendir tributo a la diosa inalcanzable que era para ellos.
En la casa de veraneo de mi abuela, solemos coincidir los veranos varios primos, es un chalet antiguo con varias habitaciones, las calidades son pésimas ya que las puertas están realizadas en un panel muy fino con lo que el pomo de la puerta esta descolgado de su sitio dejando una rendija en la parte superior, yo se que dos de primos se encaraman a mirar cada vez que me ducho, por eso procuro no colgar la toalla en el pomo, para permitirles mirar todo lo que les apetezca, lo cual no es nuevo, ya que lo vienen haciendo desde que era pequeña, solo ahora sé hasta donde puede llegar la lascivia varonil, me quito la ropa muy despacio, cuando estoy en bragas y sostén me miro un rato en el espejo, para soltar la goma y dejar mis tetas al aire, después me bajo las bragas y las coloco encima del grifo del bidet (se que en cuanto deje el cuarto de baño libre alguno entrara a masturbarse con mis braguitas, pues nunca aparecen en la misma posición exacta que las dejo) una vez desnuda abro el grifo y hago como que compruebo la temperatura poniéndome con el culo en pompa hacía la puerta para que se excite el afortunado que ha llegado primero a la rendija.
A veces, cuando entro en la barbería de mi barrio para preguntar si le queda mucho a mi padre, me deleito con la mirada que echan los hombres que están esperando, y me pregunto a mi misma ¿Cuántos de esos hombres de cuarenta, cincuenta o mas años, estarían dispuestos a entregar el sueldo del mes por solo clavarse de rodillas y besarme el culo? ¿Qué darían por que les calentara la cama, en vez de esas feas mujeres menopausicas y gordas que tienen? Una masturbada, un 69, o cualquier guarrería les haría ronronear de gusto, y recobrar un poco de los años y los placeres perdidos.
Ya he estado en playas nudistas, pero como he ido con mi hermano no me he quitado nada, pese a ser una exhibicionista a mi manera, pero me he fijado en esos hombres solitarios, que pasean por estas playas dando la nota vestidos completamente, pienso para este verano ir solo y ponerlo a mil, para que se jodan por mirones, les voy a dar un espectáculo que van a desear quedarse a vivir en la playa.
La razón por la que hago esto es porque se que cuantos mas tíos me miran, mas posibilidades tengo de conseguir un novio guapo y con dinero, me hubiese gustado relatar mas sexo, pero quiero escribir solo cosas de verdad y no imaginarias, que este texto sirva de estudio sociológico para conocer la psicología femenina o al menos la mía propia, ruego valoración y comentarios para seguir escribiendo conforme mis experiencias vallan creciendo, prometo contaros todas mi experiencias sexuales dentro del anonimato y confidencialidad que nos dan estas páginas. Muchas gracias a todos los que me habéis leido.