Tengo un culo
Cuando me entra la calentura, mi culito pide que lo castiguen. Este,como todos los relatos, esta basado en mis experiencias personales.
Tengo un culo. . . .
Tengo muy buen culo, no lo niego ni quiero esconderlo. Mis nalgas son duras, musculosas, grandes y llena de vellos sedosos. Mi entradita es discreta, pequeña y bonita, nada de granos ni lunares mal puestos. Cuando yo mismo me lo veo, me dan ganas de meter la lengua entre estas dos sandías y cogerme yo mismo.
El lunes pasado fui a una entrevista de trabajo, no para buscar sino para dar. Es un lugar apartado de mi ciudad, una isla turística. A mis 34 años asesoro una importante empresa internacional que coloca ejecutivos a dirigir negocios incipientes. En la entrevista conocí a... , llamémosle Andrés. 21 años, cabello largo y sedoso, ojos negros, delgado y mas bien desgarbado. Iba bien vestido pero su hoja de vida no me impresionó para nada. Lo siento muchacho, sigue buscando pero aquí no tenemos nada para ti.
En la noche, mientras me tomaba un bloody mary en el bar del hotel, veo pasar a Andres, Andy, pasa y me saluda, no me guarda rencor. Camino con el por el lobby y me fijo que carga un pantalón cargo, su cuerpo no tiene nada del otro mundo, piernas flacas y velludas. Nada que ver contigo, pienso. Camino y siento como se posa su mirada en mi trasero. Parece que cuando me lo miran lo meneo mas rico, con mas cadencia y mis nalgas llaman la atención. Como tengo excelentes piernas, éstas resaltan mis dos globos.
Yo, tomado, comienzo a hablar con Andres y lo invito a mi cuarto. Apenas entramos, siento que me agarra el culo con sus dos manos, me aprieta de manera durísima y me tira en la cama. Encima de mi pantalón muerde mis nalgas. Que pedazon de culo mas rico, papacito, parece que hoy voy a comer bien, dice en voz baja.
Me acuesto bocabajo, sintiendo su peso y a la vez siento como su verga se va parando, se la saca, es blanca, con la cabezona rosada, llena de venas y rodeada de un contrastante vello negro. Es larga, le llega mas debajo de los huevones. Cuando se le va parando veo como va subiendo por su muslo y llega a su ombligo, no, va mas arriba, pasa casi toda la cabeza del ombligo, elchico tiene su tranca bien proporcionada.
Comienzo a mamarle la verga, me la meto hasta el fondo, sale llena de baba, deslizándose por mi garganta. Ay que pinga tan rica tienes, dejame sacarte la leche, le digo yo.
Callate y mama, sigue mamando que me gusta sentir tu garganta, chucha de tu madre.
Siento su olor, rico, de hombre, sudado, limpio, dulce, agrio. Me intoxico, sigo mamando como un deseperado por 20 minutos, subiendo y bajando de su verga con mi lengua y mis labios, repasando sus huevos, mordisqueándole el culito y el se echa para atrás para poder sentir como le voy casi sacando la leche con mi experta lengua.
Ahora yo, me dice. Pienso que me va a mamar la pinga a mi pero no, me voltea y me pone en cuatro, con sus manos huesudas va abriéndome el culo, las nalgas, poniendo a la luz mi ano velludo y ahí mete su lenguota, la que le babea y lubrica todo. Me pega, zas!!!, duro en la nalga derecha. Culote papito, culote mas rico que tienes. Me sigue metiendo la lengua y ahora un dedo. Me muerde salvajemente las nalgas, apretándomelas hasta que le pido que no mas.
¿ No más hideputa? No Más? Y me mete dos dedos casi secos en el culo, hacia adentro y moviéndolos en círculos para que se abra más.
¿No Más? Y se moja con un poco de lubricante otro dedo, ya son tres los que siento, con una mano me los mete y con la otra separa los cachetes para tener mas acceso visual y fisicmo con mi ano.
Siento como me va abriendo el culo y comienzo a gemir. Me quejo del dolor-placer y el me sigue metiendo dedos y mordiendo salvajemente las nalgas, los muslos y la espalda.
Papacito, meteme toda la mano si quieres, rompeme el culo, haz que sufra pro perra. El se excita y se pone rápidamente un condón. Hace que me siente encima de el y me ensarta de una sola, siento como el culo me duele pero el placer es tan grande que no me importa. Siento como su pinga me ha abierto todo, de una sola estocada. Siento como su cabezona me remueve los intestinos y me masajea la próstata.
Ahora me tiene de lado, acostado, con las piernas abiertas, como palanca me va metiendo su pingona mientras yo me masturbo. Me cago en la puta madre, tienes el culo bien rico, te voy a culear duro, prepárate.
Acelera el bombeo, con rabia. Me muerde las pantorrillas, sus huevos golpean contra mi nalga y mis propios huevos tanto que duele. Me va abriendo. Siento el orgasmo. Sin tocarme me lleno de leche todo el estómago. El se saca la verga y se pajea encima de mi, echándome la leche en todo el ojo del culo, el que ahora siento caliente y vacío-
Es un relato casi textual de la vida real. Por supuesto que eso fue el lunes y ya ayer esta trabajando de mesero en un hotel de un cliente. Escríbeme.