Tengo miedo de quererte...3

Por favor Daniela si no era por mi Edith ¡te hubiera dejado por alguien más!

Tengo miedo de quererte 3

Los días, las semanas han pasado y parecen años. Daniela no me dirige la palabra y Edith, bueno desde que aquella noche la deje sin decirle nada, no me ha buscado, lo cual me duele pero sé que es mejor así.

Bajo a la cocina a desayunar algo rápido, últimamente no he podido dormir bien y estoy dejando de lado la U. soy un completo desastre.

-Hija ya es tarde, ya deberías haberte ido. – me dice algo molesto mi padre

-lo lamento, es que me desvele haciendo un trabajo

-huy tu hija perfecta ya toma el mal camino. – bajo diciendo Daniela con una cara de pocos amigos

-¡¡Daniela por favor!! – dijo mi papá cansado de que siempre se fuera contra mi.

Decidí salirme sin desayunar, la verdad que ni hambre tenía y no estaba de humor para aguantar a Daniela que últimamente lo único que hacía era molestarme.

Esperaba un taxi afuera cuando veo llegar su moto, se estaciona al otro lado de la calle, se quita el casco y me mira fijamente. Yo solo atino a parar el taxi que llegaba e irme, me dolió mucho pero probablemente sea lo mejor.

Llegue a la U. con 30 min de retraso, el profesor era muy estricto con la puntualidad así que decidí quedarme fuera y tomarme un café para despertar y relajarme un poco. Me quede pensando en ella… en Edith, sé que solo la trate por unos días pero la extraño, es algo que no había sentido antes.

-¿Que haces aquí tan sola? – me dijo con una sonrisa Mariana

-nada, aquí pensando un poco.

Mariana es mi mejor amiga desde la primaria, nunca nos habíamos separado hasta que decidimos estudiar carreras diferentes y poco a poco nos alejamos pero aun teníamos contacto.

-estas triste

-no, para nada

-no fue una pregunta, fue una afirmación… ¿que pasa?

-pues… conocí a alguien

-¿y luego? ¿No te corresponde?

-al contrario es quien me busca

-y entonces ¿que mas quieres?

-Dani… esta enamorada de la misma persona

-¿que? Pero… ¿como fue que paso?

-Yo la conocí por Daniela

-¿LA conociste? –dijo claramente remarcando el “la”

-si… LA conocí… te hablo de una mujer

-¿eres lesbiana? – me dijo mirándome con extrañeza

-supongo que… bisexual

-¡vaya! Pues ya no sé que decirte

-no es necesario que digas nada

-bueno… solo queda decirte que soy tu amiga y eso por nada del mundo cambiara- me dijo tomándome de la mano, yo solo le respondí con una sonrisa.

Al menos contaba con alguien y que me escucharía y me apoyaría.

-ahora me dirás que ¿por ella te alejaste de mi? - interrumpió Edith con el ceño fruncido

Mariana se quedo como estatua al escuchar eso y volteo a verme - ¿es ella? –pregunto en un murmullo. Yo solo asentí con la cabeza.

-Que haces aquí Edith? –dije en tono molesto

-bueno, yo quería arreglar las cosas contigo, aunque no sé que culpa tengo yo aquí cuando la que se enojo eres tu.

-a lo mejor eso es una señal de que no debes buscarme

-si… probablemente- miro por ultima vez que Mariana y yo seguíamos tomadas de las manos y se fue

-¡¡pero que fue todo eso Lizeth!! – me miro sorprendida

-pues… nada

-ella es la mujer que quieres y ¿la tratas así?

-entiende por favor ¡Daniela es mi hermana!

-Yo lo único que entiendo es que rechazas ser feliz, solo por tu hermana, si entiendo que es tu familia, pero date cuenta que esta chava no quiere con ella, quiere contigo y si Daniela de verdad te quiere lo aceptara solo dale tiempo.

-No estoy tan segura de que lo aceptara

-si a ella de verdad le importas, querrá tu felicidad, bueno me voy a clase piénsalo. – Se fue dejándome con un montón de pensamientos y sentimientos… solo me confundió más. Yo también tenía clases las cuales se me hicieron eternas ya que no pude concentrarme en ninguna.

Me fui directo a casa, me sorprendió ver que Daniela… no había ido a la U. Estaba fuera hablando con Edith en cuanto llegue se metió a la casa y yo ni siquiera voltee a verla y seguí a Daniela.

-Dani ¿porque no fuiste a la U.?

-que te importa

-¡no me gusta que estemos así por favor!

-Yo… te confié mis problemas, te conté por lo que estaba pasando y solo llegas y arruinas todo.

-¿arruinar todo? Por favor Daniela si no era por mi Edith ¡te hubiera dejado por alguien más! – dije bastante molesta.

Dani solo me miraba con dolor – si, probablemente hubiera sido así… pero hubiera sido distinto. Eres m hermana, como te hubieras sentido si a ti te hubiera pasado ¡¡¡ponte en mis zapatos y dime que sentirías!!! – me decía con voz cortada y los ojos llenos de lagrimas

-no sabes como me siento respecto a eso, me duele mucho esta situación… pero no te preocupes que entre Edith y yo no habrá más.

-yo nunca te pedí que te alejaras de ella

-¿a que te refieres?

-que por mi no te detengas… tienes razón Edith no me quiere, y si te corresponde a ti pues ¡adelante! – no podía creer que Dani me dijera eso.

-Dani…

-¿que?

-pero aun así no puedo estar con ella a costa de tu felicidad

-¿eso que? Deja de ser tan cursi y haz lo que te hace feliz a ti –me dijo en tono molesto

-hay Dani tu nunca cambias

-¿y porque habría de cambiar? – solo le respondí con una sonrisa

Me fui a mi recamara pensando en lo que había pasado hoy, no se si hice bien al tratar así a Edith, ahora tengo miedo por lo que me dijo Dani ¿En verdad no le importa que salga con ella? Bueno, supongo que si le importa pero ya se resigno a que no hay un futuro entre ellas. Tendré que pensar bien que es lo que tengo que hacer.

Decido bañarme y siento como si el agua se llevara las cosas malas que he cargado durante tantos días, las gotas recorren mi cuerpo y es como un pequeño masaje… después de estar bajo el agua, solo me envuelvo en una toalla, seco mi cabello y me acuesto en mi cama, me cubro con las cobijas y no se más de mi.

….

Me despierta el sonido de mi celular,  veo y atravez de la ventana veo que ya anocheció, hace mucho no había dormido así… de verdad descanse. El ruido insesante del celular me hace correr hacía mi bolsa que estaba en mi tocador “numero desconocido” parpadea en la pantalla.

-¿bueno? – contesto con voz ronca

-¿Liz? – es su… voz?

-¿Quién habla? – pregunto ansiando la respuesta

-Soy Edith – Mi mundo se ponía de cabeza al confirmarme que era ella… mi corazón latía a una velocidad impresionante.

-E… Edith Hola!

-Hola Liz…

-¿Cómo conseguiste mi número?

-Me lo dio Daniela espero que no te moleste

-¿Daniela?

-si… hablé con ella

-oh! ¿Y para que me llamas?

-Estoy fuera de tu casa – O.O Me quede helada, fui hacía la ventana y con cuidado me asome, no quería que me viera solo en toalla… la vi en su moto al otro lado de la calle.

-Si, ya te vi

-¿Podrías salir por favor? – todo mi ser me pedía a gritos ir contigo pero mi razón me decía que no debía.

-No puedo

-¿Por qué no?

-Ya es noche – es lo único que atine a decir

-¡Hay tu siempre tan responsable! Entonces tocare a tu puerta.

-¡No! Si mi padre te escucha me mata. Espera que ya salgo. – Bueno creo que gano mi corazón.

Me puse rápidamente unos jeans rotos, una playera y unos converse, ni siquiera me peine solo tome mis llaves y al salir vi el reloj 12:00 pm. -¡Pero esta mujer esta loca! –pensé, solo me reí estaba feliz. Baje las escaleras sin hacer ruido, abrí mi puerta y ahí estaba ella esperándome con una gran sonrisa… esa sonrisa que tanto había extrañado.

Corrí hacía ella y la abrace, sentí mi cuerpo temblar en sus brazos, mi corazón latía rápidamente y yo solo podía sonreír. Me aleje un poco de ella y la miré a los ojos… esos ojos que tanto añore aun tenían ese brillo que me encantaba.

-Creí que no saldrías

-si creías eso… ¿Por qué viniste?

-No perdía la esperanza

-Perdón

-No, ¿Por qué pides perdón?

-Porque todos estos días me aleje de ti sin darte una razón

-Creo que la razón era obvia

-si, pero eso no es justificación

-no importa

-¡Pero a mi si me importa…! – solo me sonrió y me dio un casco

-Daremos un paseo

Sin pensarlo me lo puse y me senté atrás de ella cubriendo con mis brazos su cintura, uf! Había olvidado lo bien que se siente estar así… Encendió la moto y emprendimos nuestro camino

¿A dónde? Ni yo lo sabía.

Umiiz:

¡Hey! Antes que nada GRACIAS por leer y aquellas personas que me comentan y me han mandado correos de verdad que se los agradezco mucho. Las palabras que me dieron respecto a “Te extraño” me hicieron sentir mejor. Gladys tu de verdad me hiciste entender tantas cosas.  :)

Espero que les siga gustando la historia.

Cuídense y Besos!