Tengo miedo de quererte...1
Yo... solo pido que comenten quiero saber que les parece C: Espero que les guste.
Tengo miedo de quererte:
Como siempre, Lizeth estaba enojada y preocupada por la nueva actitud de su hermana Daniela, Daniela en realidad era adoptada pero a Liz jamás le importo eso, ella solo quería una amiga, alguien con quien jugar y no sentirse sola, ya que ella fue hija única, su madre murió cuando tenía 5 años de edad y se quedó con su padre, un hombre honesto y justo ante los ojos de cualquiera, un empresario muy conocido en todo el país.
Estaba cansada de escuchar las discusiones de Daniela y su papá, a ella le molestaba tanto como a su padre que pasara más tiempo en la calle que en la casa, ambos estábamos de acuerdo que una familia tan reconocida como la nuestra debía guardar apariencias falsas frente a los demás, no podíamos vernos débiles. Pero al parecer a Daniela no le importaba nada, me molestaba aún más que mis amigos se burlaran de la clase de hermana que tenía.
Desde que entramos a la adolescencia Daniela y yo ni nos dirigíamos la palabra, éramos polos opuestos. Daniela es una persona, segura de sí misma, no teme decir lo que piensa aunque con sus comentarios lastime a los demás, es arrogante y sarcástica, pero la mayoría de personas le pasaban por alto todo lo anterior, debido que a pesar de todo es una mujer muy hermosa. Nunca pasa desapercibida, siempre bien vestida y perfectamente maquillada, un cuerpo que cualquier mujer envidiaría, unos ojos color miel que combinaban a la perfección con su cabellera rubia y su piel bronceada.
Como siempre se hacía lo que ella quería, a pesar de que no era hija biológica de mi padre, la quería como tal y veía por su felicidad. Claro conmigo no era la excepción, solo que yo no le doy tantos problemas a comparación con ella. Yo intentaba ser la hija modelo, ya era suficiente con lo que le hacia mi hermana, mantenía un buen promedio en la universidad, casi no salía a fiestas. Jamás me encontrarían mal vestida, soy una persona perfeccionista y cuando algo no se hace como lo quiero soy rencorosa, egoísta, envidiosa, pero sabía utilizar bien mis encantos para conseguir lo que yo quería. Lo más importante para mí, es el físico, siempre maquillada sin exagerar, con mi vestimenta ceñida a mi cuerpo, que hacia resaltar mis curvas, que aunque tengo pocas sé cómo sacarle provecho con mi ropa.
Escuche a lo lejos como Daniela azotaba fuertemente la puerta, gesto que hacia cada que mi papá la castigaba por sus constantes fiestas a las cuales no la dejaría ir en mucho tiempo.
Baje cautelosa, no quería tener algún enfrentamiento con ella, solo quería ir con mi papá, a ver si se le ofrecía algo. La sala estaba desierta, escuche unos pasos provenientes de su estudio, estaba dispuesta a ir, cuando escuche el timbre de la casa. Me gire para ir a abrir la puerta, escucho de nuevo el sonido del timbre - “que desesperados” – es lo único que atino a pensar.
Abro la puerta y ante mí, está una mujer de aproximadamente 22 años, tiene un estilo muy roquero, unos ojos cafés con un brillo muy especial y una dulce sonrisa.
-hola, ¿se encuentra Daniela? – su voz era muy dulce, hacia una combinación algo graciosa debido a su apariencia, parecía ruda.
-adelante, ¡pasa! Le avisare que estas aquí.
-sí, claro
Subí rápidamente a la habitación de Dani
-¡Daniela!
-¿qué es lo que quieres?
-oye todavía que te hago un favor te pones de arrogante
-¡yo no te he pedido ningún favor!
-mejor ¡cállate! Una amiga tuya te espera abajo.
-¡¿quién?!
-ah, pues no le pregunte…
-ay que tonta eres, ¡ni para eso sirves!
Omití los comentarios y me fui a mi habitación, olvide por completo preguntarle su nombre. Escuche que Daniela bajaba las escaleras y de nuevo solo que esta vez iban subiendo. ¿Mi hermana porque tiene esa clase de amistades? ¡Es obvio que no tiene la misma clase social que nosotras…! Pero no puedo negar que es muy linda. Hay en que cosas piensas, es obvio que ya te están afectando los problemas de esta casa. Azoto su puerta y se escuchaban risas, me entro curiosidad Y decidí ir a ver que escuchaba.
-entonces ¿no vamos a ir?
-claro que vamos, no me lo perdería por nada
-uf, menos mal quiero estar contigo todo lo que sea posible
-jajá calma, estamos en mi casa
-y eso ¿qué? ¿Tienes miedo?
-jajá yo nunca tengo miedo, ven acá
Comencé a escuchar mucho ruido y de pronto se escuchaban gemidos, no puede ser mi hermana… ¿esta con ella? Pero no, no puede ser. Tenía muchos sentimientos extraños, no sé ni por qué abrí la puerta lo más lento que pude, tenía algo de miedo que me viera, vi como las manos de su amiga recorrían su cuerpo descaradamente, mientras mi hermana no dejaba de besarla, poco a poco las vi caminar hasta la cama, ahí fue cuando no soporte más y cerré la puerta. ¿Qué debía de hacer? Decirle a mi papá ¿qué Daniela estaba por acostarse con una mujer? Escuchaba cada vez más fuerte los gemidos, fui corriendo a mi cuarto y puse algo de música, pero de mi cabeza no salían esas imágenes… ¿y si yo soy la que la enfrenta? Es que ver como se tocaban y se besaban fue… impactante.
Decidí tranquilizarme, baje a la cocina por un vaso con agua, al cual le siguieron muchos más. Pronto el agua hizo de las suyas y tuve que ir al baño y de paso apagar la música que ya me estaba poniendo de malas, no me dejaba pensar.
Subí las escaleras lo más rápido que pude, ya que sabía lo que pasaba detrás de esa puerta, seguí hasta que llegue al baño, sorpresa me lleve cuando vi a la mujer con la que hace unos momentos estaba mi hermana.
-oh! Disculpa pensé que no había nadie – dije algo asustada
-no te preocupes ya salía – me dijo con una sonrisa
-ok – no sabía ni cómo comportarme con ella, era una sensación tan nueva y tan extraña
-¿estás bien?
-sí, ¿por qué?
-bueno, es que no se, pareces preocupada
-no, ¡no! Para nada
-¿segura?
-si
-ok, bueno compermiso
Cuando vi que salía del baño, sentí la necesidad de tenerla cerca, una sensación que jamás había tenido, no entiendo esta reacción jamás la había tenido con nadie, no sabía ni que decirle, tenía miedo. Lo único que se me ocurrió fue acercarla a mí y besarla, wow, era… era… algo único, no creía que ella me estuviera respondiendo el beso. Sentí como ella abría la puerta del baño y me metía dentro, me subió al lavabo, mientras recorría mi cuerpo con sus manos, eran tan suaves, no quería que parara a pesar de que sabía que estaba mal. Ella no dejaba de tocarme, yo le comencé a quitar la chaqueta negra que traía, mientras ella subía mi falda, comenzó a besar mi cuello, mis suspiros no se hacían esperar, me sentí muy húmeda, quería sentirla, me sentía demasiado excitada.
Le quite la playera que llevaba, cuando vi su cuerpo me sorprendí, una figura hermosa se escondía detrás de esas ropas flojas que se ponía. Me quito mi blusa, ese día no me había puesto sostén, cosa que le sorprendió pero siguió con su labor y comenzó a chuparlo mientras masajeaba el otro, comencé a gemir, tanto placer que me estaba dando en este momento, sentía su respiración agitada, sentía sus manos en mis nalgas, ella las sobaba con rapidez, poco a poco bajo su boca y con sus dientes bajo mi tanga que para esos momentos estaba demasiado húmeda, al sentir su respiración cerca de mi muslo me puse como loca, ella solo me dedico una sonrisa y metió su cabeza entre mis piernas, sentía su lengua suave recorrerme toda, mis gemidos se escucharían en toda la casa de no ser por la música, sentí un fuerte calor, ya no podía más, mis músculos se tensaban, un orgasmo había llegado a mí.
La empuje con fuerza, ella me miro confundida, yo solo le sonreí, era momento de devolverle lo que me hizo sentir. Despoje sus pechos de su sostén, vaya! eran redondos y medianos, los lleve a mi boca, sentía entre mi lengua sus pezones bien parados, ella gemía, lo cual me indicaba que iba por buen camino, comencé a morderla, ella comenzó a gemir más fuerte, baje mis manos a su pantalón el que comencé a desabrochar, metí mis manos y sentí sus bellos entre mis dedos, bese sus labios con mucha delicadeza mientras mis dedos buscaban entrar, poco a poco sentí un calor en mis dedos, comencé a meterlos y sacarlos, ella no dejaba de gemir, hasta que de pronto un gritito se escapó de ella.
Le dedique mi mejor sonrisa, mientras ella se volvía a acercarse y me besaba tiernamente, era la primera vez que alguien me besaba de esa forma, algo extraño se alojó en mi estómago, y en mi cabeza algo me decía que lo que hice estaba mal, ¡era la novia de mi hermana!¿que estoy haciendo?!
-bueno, un gusto conocerte, bye – dije cortante ante esta situación
-oye, oye gracias por esto fue algo…
-si sí, de nada ahora si me disculpas tengo que arreglarme
-ahh ok… oye ¿luego podemos hablar?
-mira, no tengo nada que hablar contigo… por cierto ¿cuál es tu nombre?
-ahh… soy Edith el tuyo es Liz ¿no?
-si… bueno ya basta de platica, bye
Sé que me comporte de la peor forma, porque ella me estaba buscando, pero no podía hacerle más daño a mi hermana, si se llega a enterar me muero. Pero sé que a Edith no le ayudara si dice algo, así que al menos me quedo un poco más tranquila.
Pero por Dios Liz ¿que acabas de hacer? ¡Una mujer! ¡¡¡Una mujer!!! Y no cualquiera… ¡la novia de tu hermana! Soy de lo peor. ¿Qué me está pasando?
Después de media hora de estarme peleando conmigo misma decidí salir y de nuevo fui al baño, me bañe mientras recordaba lo de esta tarde, fue algo tan único… pero debía de olvidar lo que paso. Recuerda es la novia de tu hermana.
Al salir vi a mi hermana con una mochila en la mano.
-¿a dónde vas?
-que te importa
-¡vaya! ahí se notan tus modales
-¡ja! Si, como digas
-dime a dónde vas, si no, no te cubriré con papá
-ash ¡te odio! – Me miro con mucho enojo – voy a una fiesta, una amiga pasara por mi
-¿a qué hora regresas?
-yo creo en la mañana
-te vas a ir con Edith?
-… si – me miro un tanto extrañada
-ok, cuídate mucho por favor, y regresa temprano, si papá se da cuenta
-tranquila, muchas veces me he ido y ni tu ni él se dan cuenta ok?
-ok… te quiero
-que cursi eres… bye
Mi hermana, como la quiero, a pesar de que es muy diferente a mí, me acerque a la ventana y efectivamente estaba Edith esperándola en una moto. Sentí un hueco enorme cuando vi a mi hermana darle un beso fugaz en sus labios, Edith miro hacia mi ventana un breve momento y se fue. Unas lágrimas salieron de mí, estos sentimientos jamás los había tenido, no sé si es preocupación por mi hermana… o es…??? ¡NO! Obvio es la preocupación por mi hermana.
No podía dormir, ¿que estarían haciendo? Ah! Estoy tan molesta, pero ¿cómo hace que mi hermana salga a estas horas? ¿Y si le pasa algo? Edith, solo quiere jugar con ella, se nota que no la toma enserio, pero yo que digo, a mí que me importa, esa es decisión de mi hermana. Ya deja de pensar en todo eso. 3:30 am. Y mi hermana aun en la calle, pero y ¿si les pasa algo? ¿A qué hora vendrán? 5:45 am. Siguen sin aparecer, estaba por dormirme, cuando escuche unos murmullos y pasos en las escaleras.
Abrí lentamente mi puerta, quería saber que decían.
-Daniela ya que nos van a escuchar
-me vale que nos escuchen – al parecer se le habían pasado las copas
-Dany, por favor
-¿te quedaras conmigo? –le pasaba los brazos alrededor del cuello
-… no
-¿por qué?
-tengo que llegar a mi casa
-hum, creo que me ocultas algo
-no te oculto nada, ya vamos a tu cuarto
Subieron las escaleras y entraron a la habitación de Daniela, cerré la puerta… mi hermana se dio cuenta de lo que pasó con Edith? Escuche cerrarse la puerta de mi hermana y después unos pasos en el pasillo pero se detuvieron y no los escuche más, no podía ya haberse ido, la puerta principal no había sonado. Mi curiosidad fue mucha así que abrí mi puerta y ahí estaba frente a mí.
-sabía que me habías visto – me dijo con una gran sonrisa
-¿qué haces aquí?
-bueno… vine a dejar a tu hermana
-ya la dejaste ¿no? Ahora vete
-¿por qué eres así? Tú fuiste la que me busco
-¡¡eres la novia de mi hermana!!
-jaja no somos novias
-¿entonces?
-mira, de repente tenemos nuestras aventuras, pero no pasa de ahí - ¿aventuras?
-bueno… como sea… ¡vete!
-¿qué? ¿Me tienes miedo?
-no tengo por qué tenerlo
- ¿ah no?
-no, ahora me voy a dormir
-¿y no me invitas?
-oye que te pasa… lárgate o llamo a mi papá
-jajajajaja! ¡Vaya! sonaste muy infantil
-mira ya… vete ¿sí?
-ok… solo porque me lo pides…. Mi pequeña Liz descansa – se acercó a mí y me dio un beso en los labios y se fue.
¿Por qué le dije que se fuera?, ahorita ella estaría aquí conmigo… bueno… sé que no es novia de mi hermana pero… se acuesta con ella, no quiero que me vea como a un juguete, ¡¡Hay Daniela con que personas te metes!! Ahh! Yo que digo, ¡si estoy igual!
Me acosté furiosa conmigo, de pronto llegaron a mí los recuerdo de la tarde, sus labios devorando los míos con frenesí, poco a poco mis ojos se fueron cerrando del cansancio.
8:30 am. Me despertó un gran escándalo en la habitación de Daniela, me levante asustada y me dirigí a su habitación. Abrí lentamente su puerta y ante mi estaba una Daniela totalmente indefensa, sentada en el suelo al lado de su cama llorando desconsoladamente, automáticamente llegue hasta a ella y la abrace lo más tiernamente que pude, se abrazó a mi cuerpo y continuo llorando mientras acariciaba su largo cabello, observe la habitación y parecía un campo de batalla.
Sentía mucha impotencia de no saber cómo calmarla, no sabía que es lo que debía hacer, ella había llegado a mi vida para llenarla de alegría después de la muerte de mi madre, le rogué a mi padre por una hermana, así que adopto a Dani que era de mi misma edad. Recuerdo el día en que llego a la casa, estaba esperando en las escaleras y en cuanto entro por la puerta supe que seriamos inseparables, se acercó a mí y me dijo “que bonito cabello” yo le respondí el tuyo es aún más bonito, sonreímos y nos fuimos a jugar al patio como si nos conociéramos desde siempre
-Gracias – me dijo entre sollozos sacándome de mis recuerdos
-¿por qué? – pregunte confundida
-por haber venido
-siempre estaré aquí para ti – me sonrió sinceramente, mostrándome sus grandes ojos rojos e hinchados de tanto llorar.
-me quieres contar ¿Qué fue lo que paso?
-hay Liz, es que no creo que lo entiendas
-¿porque lo dices?
-es que… te tendría que contar mi más grande secreto
-ah sí… y ¿cuál es?
-ok… es que… soy lesbiana – es verdad que yo ya lo sabía pero… escucharlo de ella fue algo extraño.
-¿y luego?
-¿no te molesta?
-¿qué cosa? ¿Qué seas lesbiana?
-si
-no tengo derecho de juzgar a nadie… además yo… también tuve que ver con una mujer– dije recordado lo vivido con Edith.
-¿enserio? – me dijo mirándome fijamente tratando de encontrar una seña de duda en mi rostro
-sí, pero bueno, cuéntame
-bueno ¿recuerdas a Edith? La chica que vino ayer
-amm… si maso menos la recuerdo – se me hizo un nudo en la garganta cuando por mi cabeza pasaron imágenes de Edith.
-bueno pues… me enamore de ella, no sé ni cómo fue, comenzamos a salir sin ningún compromiso y cuando me di cuenta ya estaba muy dentro de mi corazón. - ¿enamorada? ¿Escuche bien?
-¡Vaya! Y ¿ella te corresponde? – está enamorada y yo… le falle
-no, ayer trate de demostrarle de todas las maneras posibles que la amaba y no me respondía
-¿por eso lloras?
-en la mañana le llame y me dijo “nuestro trato era solo divertirnos pero creo que tú ya me ves como algo más” le dije que si… que la amaba, que hace tiempo comencé a sentir estas cosas por ella, le pedí una oportunidad ella solo me dijo “no puedo, seré sincera me interesa alguien más… perdón” - ¡le interesa alguien más! ¿Quién será?
-Dani… no sé qué decirte, solo sé que no tienes que llorar por quien no te valora
-eso ya lo sé… pero es difícil – mi corazón estaba tan acelerado, tenía miedo de que Dani un día se enterara de lo que paso con Edith
-mira nada mas como dejaste este cuarto… vamos a limpiarlo
Pasamos parte de la mañana recogiendo todo lo que tiro Daniela, después bajamos a desayunar, hace mucho tiempo que no teníamos una plática así, y mucho menos el pasar tiempo juntas, era como regresar a cuando éramos pequeñas y nos llevábamos de maravilla.
Terminamos la tarde viendo películas románticas, a pesar de que no le gustan le entretuvieron bastante, lloro con algunas y me comento que con algunas escenas recordaba algo que vivió con Edith.
7:00pm Teníamos hambre, la casa estaba sola y pues la gastronomía no se nos da bien a ninguna, así que optamos por comprar una pizza. Buscábamos que películas ver en lo que llegaba, de pronto se escuchó el timbre de la casa, Dani bajo por la pizza mientras yo ponía la película para empezar.
-¡¡¡Liz!!! ¡¡¡Liz!!! Miraaa! – Se escucharon sus pasos rápidos subiendo las escaleras, no tardó en llegar a mi habitación… - ¡Mira lo que te llego!
Entre sus manos sostenía un pequeño baúl de madera. – ¿a mí me llego? ¿Segura?
-¡¡sí!! A ver ¿qué es?
Me senté en la cama con el baúl entre mis manos, al frente de él tenía “Lizeth” tallado en él, lo abrí lentamente y dentro había un pequeño cisne de cristal, lo sostuve entre mis manos y brillaba de una manera impresionante, sus alas estaban extendidas, mientras su cabeza miraba hacia la derecha… me parecía impresionante, además ¿quién me había mandado tan bello detalle?
-¿quién te lo entrego?
-no sé, estaba en la puerta, creí que era la pizza
-huumm… es que no se de quien podrá ser
-un admirador secreto jajaa!
-no creo…
-mira dentro del baúl
Me fije en el baúl y me emocione tanto con el cisne que olvide checar si traía tarjeta. Comencé a leer nerviosamente aquella tarjeta.
Liz:
Estuve buscando un detalle que fuera perfecto para ti, pero no lo encontré… hoy tan solo te entrego una parte…
El cisne es muestra de fragilidad y belleza interior y exterior, así es como te miro a la distancia. Única e inigualable… tan inalcanzable.
Gracias por lo de ayer.
Mi mente se quedó en blanco, mi corazón quería Salir de mi pecho, tenía un nudo en mi garganta. Daniela solo gritaba de emoción para que le dijera quien me la había enviado, era obvio que había sido Edith, no Salí en todo el día… solo estuve con ella.
-anda, ¡cuéntamelo todo!
-pero… es que en verdad no se
-hay ¿cómo no sabes? A ver ¿qué dice en la tarjeta?
-no dice quien la manda – leo en voz alta lo de la tarjeta omitiendo lo de “Gracias por lo de ayer”
-humm… hay que averiguar quién te la envió
-si… bueno mejor veamos la peli
Pasamos el resto de la noche viendo películas y comiendo pizza, pero mi mente no se lograba concentrar, mi mente se iba con Edith. ¿Por qué tuvo este gesto conmigo? Dani dijo que Edith estaba interesada en alguien más… será que ¿yo le gusto? Naah! Ya ando alucinando. Nos quedamos completamente dormidas, hasta que mi despertador comienza a sonar. Es hora de ir a la U. a veces envidio a mi hermana por ir en el turno de la tarde. Me baño y me arreglo, me visto casualmente, acomodo mi cabello en una coleta y me maquillo lo más natural posible.
Salgo de mi casa y frente a mi esta ella… Edith, me sonríe y se acerca a mí
-¿te gusto lo que te envié?
-¿qué haces aquí? –dije tratando de parecer molesta
-vine a verte, ahora si responde… ¿te gusto lo que te envié?
-¿por qué lo hiciste?
-porque lo vi y me pareció perfecto para ti -
-mira te agradezco el detalle, ahora vete
-oye que modales son esos
-¿qué es lo que quieres?
-¿por qué me tratas así? –pregunto mostrándome desilusión en sus ojos
-¿cómo se supone que debo de tratarte? – me mordí la lengua para contestarle de esta forma
-olvídalo, espero y te haya gustado lo de ayer – se dio la media vuelta y comenzó a caminar hacia su moto. ¿Por qué le conteste así?
Mi corazón latía sin control, todo mi cuerpo y mi ser me gritaba que fuera tras ella, y así lo hice, corrí hasta el otro lado de la calle para alcanzarla.
-… Edith
-dime
-perdón – me dio una pequeña sonrisa y me dio un casco
-¡vamos!
-¿me llevaras a la U. en moto?
-¿quién dijo que irías a la U?
-¿entonces? –pregunte extrañada
-ya verás… - no me importo a donde me llevaba, solo le di una sonrisa y me puse el casco
-ok… solo no me mates
-tendré cuidado te lo aseguro
Me acomode detrás de ella, rodeando su cintura con mis brazos, mi cuerpo estaba temblando un poco al estar de esta forma con ella, Edith encendió su moto y a modo que avanzaba subía la velocidad, sentía una opresión en mi estómago, no sabía si era por la velocidad o por Edith, solo cerré los ojos y me dispuse a disfrutar de todas las emociones… de todo lo que sentía en estos momentos.
Cerca de 30 min. Sentí como la velocidad disminuía hasta detenernos, abrí lentamente mis ojos y ante mi estaba una pequeña cabaña rodeada de naturaleza, unos árboles enormes, estábamos en un bosque no había duda, pero… jamás había venido aquí.
Edith se levantó y me extendió su mano para que la tomara, caminamos hasta la cabaña, mientras ella abría la puerta yo estaba embobada con el paisaje y embriagándome con el olor de la naturaleza que tanto me encantaba. De pronto sentí sus brazos rodeando mi cintura, me beso el cuello.
-¿te gusta el lugar?
-claro, como no me va a gustar… es hermoso
-esta cabaña es de mi familia, siempre vengo aquí cuando estoy feliz o simplemente cuando quiero estar sola.
-¿por qué me trajiste aquí?
-porque es uno de los lugares que más amo…