Tener suerte en el casino
Lo que sucedió en Las Vegas se queda en Las Vegas, le dijo su esposo.
Tener suerte en el casino
Hace aproximadamente seis meses, mi esposa y yo estuvimos en Las Vegas... A ella le encanta este lugar por las iluminaciones y los espectáculos... Y a mi me encanta apostar en los Casinos.
Me sorprendió cuando se acercó a mí, que estaba jugando en la mesa de dados, y me susurró:
- "Qué hombre negro más guapo está en el otro extremo de la mesa."
Eso no fue algo inusual que ella me dijera eso, lo ha hecho en otras ocasiones, pero miré en su dirección y pude ver en ese hombre de color un poco de lujuria en sus ojos.
Mi esposa tiene treinta y seis años y es bastante guapa, pero no es una mujer apasionada sexualmente... Hacemos el amor sólo una vez a la semana y lo dejamos la semana en que ella está en su período.
Tampoco le apetece hacer el amor durante el día o en un lugar inusual... Ella no sabe que follo tres o cuatro veces a la semana con otras mujeres para dar rienda suelta a mi apetito sexual.
Así que estaba muy emocionado de verla mostrando este toque de interés sexual y encima por un hombre de color... Mi mente se preguntaba si le gustaría hacer algo en Las Vegas que no lo haría en ningún otro lugar.
Mientras los dados se preparaban para ser tirados, hice una apuesta de 25 dólares en la línea y lancé otra ficha verde al centro de la mesa.
- "Al ocho", dije, que es una apuesta al doble cuatro.
El crupier preguntó si podía lanzar los dados y acepté... Esta apuesta paga 10 por 1 y guapo hombre de color que tenía enfrente lanzó un cuatro-cuatro en su primera tirada.
Me volví hacia Nina para explicarle lo que estaba haciendo, lo cual era bastante escandaloso para mis estándares de apuestas, y ni siquiera estaba mirando cuando escuché al crupier decir:
- "Ganador ocho."
Me di la vuelta y agregué mi voz a los vítores... Ahora teníamos la mesa más emocionante del casino, y yo tenía una pila de fichas negras y verdes que llegaban a los 2.500 dólares y además, todavía tenía los 250 dólares iniciales con los que entré en el Casino.
El guapo hombre de color estuvo jugando a los dados durante diez minutos, lo cual es bastante lógico, y acertó un ocho más... Yo gané en otras buenas apuestas de las que obtuve entre 50 a 500 dólares cada vez.
Tan pronto como el guapo hombre de color se fue, yo también me retiré y me fui con más de 12.000 dólares, y todo porque a mi esposa le había gustado un chico negro tipo estrella de cine.
Nos dirigimos hacia el cajero, ambos emocionados, y le dije:
- "Nina, sabes el significado de ‘ Lo que sucede en Las Vegas se queda en Las Vegas ’."
Ella dijo que sí y entonces le respondí:
- "¿Te gustaría hacerle el amor a ese negro y dejarme mirar para que siempre podamos recordar esta noche increíble?
Ese tipo de pregunta podría haber arruinado mi matrimonio si lo hubiera hecho en casa... Hasta el día de hoy me sorprende haberlo dicho... Su respuesta fue:
- "¿Es verdad lo que me estás diciendo o es una broma?"
Con su respuesta, casi me corro en mis pantalones.
- "Si, es verdad... Y nadie lo sabrá nunca excepto tú y yo... Sería nuestro secreto de Las Vegas", le dije.
Entonces ella recobró el sentido y me respondió:
"No, no podría hacer eso... Sólo me estás tomando el pelo."
"Te amo... Y no estoy bromeando... Sería una aventura para los dos y podríamos hablar de ello durante los próximos cuarenta años... Iré a buscar al tipo si quieres", le dije.
La vi mirar a su alrededor... Esa fue mi señal... Le puse las fichas en las manos y le dije que fuera a cobrarlas en la caja... Luego cogí de su mano una ficha verde y cuatro rojas y le dije:
- "Te veré junto al cajero."
Solo me tomó unos segundos encontrar al guapo hombre de color... Hablaba con dos amigos no lejos de la mesa.
"Oye, gracias por el gran tiro", le dije.
"No hay de qué, hombre", respondió.
Vi unas manos bonitas y limpias y un anillo de bodas.
- "Aquí tienes... Estos también son tuyos... Mi esposa hizo una apuesta de ocho por ti y quiere que tengas las ganancias", le dije poniendo las cinco fichas que llevaba en su montón de fichas.
Uno de sus amigos entendió la broma y dijo:
- "Tom tiene mucho más que ocho"... Y todos nos reímos.
Tras este comentario, me sentí muy atrevido y le dije:
- "Viste a mi esposa, ¿no?... Joven, rubia, guapa... Quiere conocerte."
Los amigos de Tom vieron lo que estaba pasando y dijeron que tenían que irse.
Diez horas más tarde, Nina estaba recién duchada, con el pelo seco y envuelta en una gran bata de baño blanca de hotel... Se veía deslumbrante y yo no podía apartar mis manos de ella, palpándola y calentándola... Pero eran ya las 23,15 h. y Tom todavía no había llegado.
Yo le había lamido el coño a Nina tres o cuatro veces... Traté de hacerla correrse, pero estaba demasiado nerviosa y yo tenía demasiada prisa para que ella se corriera.
Finalmente escuchamos llamar a la puerta.
Tom, el guapo hombre de color me dijo:
- "¿Todavía están seguros de que quieren hacer esto?"
Lo invité a pasar y, tras presentarle Nina, le dije ante ella, con un gesto de manos.
"Aquí está su premio, por ser un tirador de dados tan fantástico."
"Hola, Nina... ¿Estarás nerviosa supongo?", le dijo educadamente.
Ella le respondió que estaba muy nerviosa, pero que era obvio que estaba lista.
- "¿Abre tu bata y deja que Tom vea cómo eres?", Le dije.
Ella cerró los ojos, se despasó el cinturón y dejó caer las manos a los costados... Tom vio por primera vez sus pequeñas pero perfectas tetas bronceadas, su hermosa barriga plana y su área del bikini afeitada y bronceada.
- "Vaya... Eres más hermosa de lo que eras esta tarde", le dijo.
Se acercó a ella, abrió un poco más la bata y se inclinó para darle un beso muy ligero en los labios... Poco después, sus grandes manos palparon sus pechos y se deslizaron por la pendiente de su cuerpo... La besó de nuevo y añadió un poco de lengua... Ella abrió la boca y le devolvió el beso de lengua.
Por alguna razón, no estaba ni un poco celoso... Esta era su aventura y la mía también.
Mientras se besaban, él llevó sus manos a los hombros y le quitó la bata... Allí estaba ella, desnuda como una stripper, con los pezones erectos, el coño húmedo y las rodillas débiles.
Le puso las manos a cada lado de la cintura y la levantó como si no pesara nada... La sostuvo lo suficientemente alto como para besarle la barriga mientras caminaba hacia la cama tamaño king y la colocaba allí.
Con rapidez fui a la cama y quité la colcha y la sábana superior.
- "¿Quieres que me quite la ropa?" preguntó.
Ella dijo que sí... De hecho, me sorprendió que aún pudiera hablar.
Arrojó su camisa sobre una silla y dejó caer sus pantalones al suelo, mostrando un impresionante perfil de polla debajo de sus calzoncillos. Luego se los quitó y masajeó su monstrua semi-erecta polla para que se pusiera dura y tiesa.
Debería medir sobre unos veinticinco centímetros de larga y era tan gruesa como una lata de Coca-Cola.
Se arrodilló en la cama y comenzó a masajear el cuerpo de mi esposa con sus grandes manos... Follársela no era una cosa para hacerla de inmediato... Besó sus pechos, su barriga, sus brazos y sus labios.
Ella gimió y le sonrió como si fuera el hombre más importante del mundo... Y yo no me molesté lo más mínimo... Nunca dejo de asombrarme por mi participación en esto.
Finalmente, puso todo su cuerpo encima de ella y su dura polla se dio a conocer... La besó profundamente y ellos se movieron hacia arriba, sentándose a horcajadas sobre ella, para poner su polla contra sus labios.
Nina lamió sus jugos, la besó y la agarró con ambas manos como un bate de béisbol... Intentó chuparla, pero era demasiado grande... Lo más que podía meterse en la boca era la cabeza y poco más.
"¿Crees que esto entrará en mi coño?", le preguntó mi esposa.
"Ya verás cómo te sorprenderá gratamente", le respondió.
Luego, Tom se movió hacia abajo para agregar humedad con la lengua y sondear un poco con los dedos... Fue en este momento cuando Nina alargó su mano y me cogió la mía... Era la primera vez en diez minutos que yo había existido en esta escena... Estaba feliz de que ella me incluyera.
Tom puso la punta de su monstruosa polla contra su raja y comenzó a hacer una pequeña presión... Ella se apretó contra él... Yo vi que apenas hubo penetración.
Entonces Tom agarró su tronco y lo frotó arriba y abajo de sus labios vaginales para provocarle mayor secreción de jugo y poder esparcírselos con su polla, de arriba a abajo.
Cuando volvió a poner su enorme polla contra su coño, encontró que se había abierto más su orificio vaginal y comenzó a metérsela dentro de su coño.
Ella agarró con más fuerza mi mano y luego la soltó para incorporarse un poco y con sus manos abrir los labios de su vagina para poder ver lo que estaba sucediendo.
Tom le había metido unos diez centímetros y se movía suavemente hacia adentro y hacia afuera, haciendo que su gran polla avanzase un poco más con cada penetración.
Nina, inesperadamente para nosotros, comenzó a tener un orgasmo... Tom todavía no había hecho mucho, pero supongo que todo lo que estaba sucediendo hizo que explotase y se corriera por primera vez.
Vi también que Nina aumentaba el ritmo de sus empujes pélvicos, como lo hace cuando se corre... Y pronto ella fue la principal impulsora de estos empujes... Estaba esperando cada penetración para mover la pelvis hacia delante y meterse la enorme polla más adentro de su coño.
En estos momentos, me pareció que Tom tenía metidos unos veinte centímetros de su gran polla dentro de ella y aún le quedaba más polla por meter.
Nina comenzó a hacer ruidos de venirle otro orgasmo por sus expresiones faciales... Nunca antes la había estado tener un orgasmo de esta manera.
Tom se acostó contra ella para sentir todo su cuerpo en este nuevo tipo de respuesta.. y luego comenzó a bombear con fuerza dentro de su coño... Y Nina tuvo ahora un órgano gigantesco y gritó:
- "Aaaah... Meee coorrroooo, Tom."
Se inclinó para poder besar su rostro como agradecimiento por esta fuerte corrida que le dio... Su pelvis todavía estaba golpeando contra él y luego Tom cambió su ritmo en lo que sólo podía ser la anticipación de su corrida.
"¿Quieres que me corra en tu coño?", le dijo Tom.
"En mi coño... Lléname, cariño... Dame tu semen."
Al escuchar sus palabras, Tom lanzo un sonido ‘ Aaaggh ’ y se la metió tan profundo que ella gritó como si tuviera dolor, pero no lo era... Esa placer.
Lo vi apretar las piernas y las nalgas cuatro o cinco veces mientras arrojaba su carga de semen profundamente en mi esposa... Ella tenía las piernas tan abiertas como podía.
Segundos después, ella ya no movía su pelvis y él tampoco la penetraba... Simplemente se quedaron allí pegados, muy juntos... Estaban agotados.
Poco después, escuche:
"Nina, esa fue la mejor follada de mi vida... No bromeo... Eres fantástica follando", le dijo Tom.
"Gracias", le respondió.
Y Nina volvió a coger mi mano... Giró su bonito rostro hacia mí y me dijo:
- "Bésame, cariño"... Y lo hice con mucho gusto.
Tom se retiró silenciosamente... Miré su polla goteando, todavía enorme pero ya no totalmente erecta.
“Me voy a ir para que puedan disfrutar de su noche especial", nos dijo sonriendo.
"¿Puedo llamarte de nuevo mañana, Nina?"
"Sí, puedes... Puede que me duela el coño, pero quiero que me llames... ¿Me lo prometes?", le respondió Nina.
Tom se fue unos minutos después y yo me quité las bermudas que llevaba.... Durante todo este tiempo yo no había tocado la polla... Ahora iba a entrar en juego... La tenía dura como una roca y me preguntaba cómo me sentiría dentro de unos instantes.
Miré el coño de Nina y supe de inmediato que no quería que estuviera sucia... Quería comérmela... Quería besar, lamer y oler ese lugar de placer que yacía frente a mis ojos... Le dije lo guapa que se veía y comencé a hacer grandes lamidas de abajo hacia arriba en su coño.
- "¿Te gusta eso?", me preguntó.
Entre sorbos y besos le dije que sí.
- "A mi también me gusta que lo hagas... Estoy muy feliz de haber hecho esto... Fue totalmente maravilloso y no siento que hayamos hecho nada malo... Lo repetiría siempre que me lo pidieses", me dijo.
Tampoco yo sentí que nada que estuviera mal.
Seguí abriendo sus labios vaginales y sorbiendo bonitos tragos de semen blanco y espeso.
Cuando pensé que tenía mucho de su sabor en mi boca, me moví hacia arriba y la besé profundamente... Mientras nos besábamos, mi polla encontró su agujero vaginal y nos quedamos allí juntos.
Su coño no tenía la familiar sensación de estar apretado como lo estaba antes, pero yo ya tenía otros planes para mi corrida... Cuando me vino se lo tiré en su cara.
- “Aquí tienes, mi amor... Quiero que me chupe y disfrutes mi sabor."
El teléfono sonó a la mañana siguiente... Serían sobre las 10 h... Estábamos desayunando con el servicio de habitaciones...Respondí y era Tom.
Aceptó de nuevo venir a nuestra habitación y todo fue igual o mejor que la noche anterior.
Ahora tenemos dos historias que recordar y las vivimos cada semana cuando hacemos el amor, y de vez en cuando ella me deja tener una sesión a mitad de semana.
Y un día me dijo:
- “Llamó Tom para preguntar cuando volvemos a las Vegas... ¿Quieres que vayamos a jugar en el casino, cariño?”, me sonrió esperando que yo lo aprobase... Y por supuesto que lo aprobé... Ya estaba mojada.
F I N