Temporada 2 mis dias en prision 9
Continúan las aventuras de luli en prisión...
TEMPORADA 2
MIS DIAS EN PRISION 9
DIA OCHENTA Y DOS
Aquella mañana Pedazo vino a verme a mi cama.
__No hemos podido hablar desde el otro día
__¿De qué?
__¡De la visita!
__¿Qué pasa Pedazo con la visita?
__¡Me enteré que estuvo un Tío o algo así!!
__¿Estas celoso? ¡A ti vino a verte tu mujer y nadie ha dicho nada!!
__¡Es que nada pude hacer!
__¿Como nada pude hacer?
__¡No pude!!
__Bueno suele ocurrir, no es tan grave Pedazo…__ dije para aliviarlo
__¡Nunca me había pasado!
__¡Siempre hay una primera vez!!!__ el miró mi rostro extrañado, yo le sonreí para que se tranquilizara, no sé si lo logré, pero el pensativo se retiró a su cama y se tendió allí, creo que un poco desconcertado.
Habiéndome despertado me levanté y fui a los baños y por un buen desayuno. Tenía hambre. Los días pasaban lentos en aquel lugar. No quería angustiarme, pero estaba empezando a pesarme aquel encierro.
Estaba muy tranquilo en el comedor cuando se acercó un guardia que no conocía muy bien a decirme que el director me llamaba.
Hacía rato que no hablaba con Al Sanpietri. Golpee la puerta y me dejo entrar.
__¡Hola Luli!¿Cómo has estado?
__¡Muy bien Señor director!!
__¡Llámame Al!¿O no tenemos confianza?__ dijo el hombre acercándose a mis hombros. Olio mi cuello y lo lamió. Me estremecí un poco.
__¡Eres tan atractivo!
__¡Gracias Al!
__¡Pero siéntate, ponte cómodo!!
__¡Bueno!
__¡Mira necesito una ayudita de tu parte!__ dijo Al
__¡Bueno tu dirás!
__En unos momentos está por llegar un importante empresario de la construcción, en realidad tienen negocios de todo tipo…bueno la cosa es que necesito que firme unos contratos conmigo, en la cual saldrán beneficiados ustedes…
__¿Y yo qué puedo hacer?
__¡Bueno el tiene gustos…un poco extraños!!
__¿Le gustan los varoncitos?
__¡Sí, pero con algunos detalles!
__¿Qué detalles?
__¡Por ejemplo!¡Mira ven!!__ lo seguí y me llevo a la habitación contigua, allí había una cama. Sobre ella, una minifalda muy pequeña, con una tanguita color negro diminuta.
__¿Y eso?__ pregunté riendo
__¡Necesito que lo uses!
__¿Eso es lo que le gusta al empresario?
__¡Entre otras cosas!!
Entendí a la perfección. Al me pidió que me bañara bien, que me perfumara, así lo hice. Nunca me había vestido de esa manera. Pero no me disgustaba. Al me llevó al cuarto, me ayudo a vestirme entre caricias y besos furtivos, como si fuera un adolescente caliente, yo empecé a excitarme a fuego. Me contó que el empresario se llamaba Rick. Solo me dijo el nombre de pila. Me senté en el borde de la cama a esperar. Antes de retirarse el director de la prisión, mientras apretaba mi pija contra la tela de la tanga me susurró al oído lo siguiente __¡Si no fuese el director de esta prisión te hubiese llevado a mi casa!
__¿A tu casa?
__¡Si. De solo pensar que te vas a ir de aquí me pongo loco!!__ yo me quedé mudo. Dicho esto cerró la puerta. Y quedé solo.
Al rato entró a la habitación un hombre alto, vestido de traje muy formal. Levanté la cara. El me miro y fue hacia la mesita a servirse un whisky.
__¡Así que tu eres Luli!__ dijo en un susurro
__¡Soy yo!
__¡Ponte de pie!__ dijo, pero no sonó a orden. Me puse de pie.
__¿Aquí está bien?__ pregunté jugando al inocente
__¡Tus pechitos son tan lindos!! ¡Acércate!!¡Ven, por favor!__ dijo mientras se quitaba el saco. Me tomo de los hombros y me giró, levantando apenas la mini.
__¡Tu culo es una belleza!
__¿Te gusta?__ preguntó
__¡Claro!__ me tocó las nalgas. Las acarició y me dio una pequeña palmada. Un chirlo hice un pequeño lamento. Se paro delante de mi y bebió un sorbo de su vaso y luego me dio a beber.
Tomo mi barbilla y me besó en la boca dulcemente, tomándose su tiempo. Acarició mis tetillas con los dedos. Me dio a beber otros tragos. Con la otra mano se adueñó de mis genitales. Ya estaba duro por completo. Me tocó a gusto y lo sentí resoplar y resoplar de gusto. Noté que le gustaba.
__¡No tienes vello!¡Me excitas tanto!__ dejo el vaso en la mesita y se quitó la camisa. Yo siempre de pie. Se volvió a acercar a mi. Apoyo mi cabeza en su pecho. Las tetillas estaban duras. Paradas. Lamí las puntas y se quejó gustoso. No fingió. Se estremeció y su piel se erizo.
Alcanzó mis nalgas y las sobó encarnizadamente. Pellizcando. Sus manazas se refregaban sin control en mi piel en llamas. Noté su bulto duro.
__¡Quítame el pantalón!__ afloje su cinturón. Uno a uno los botones de la bragueta. El pantalón cayó al suelo. Saltó hacia adelante una poronga realmente maravillosa. Era gruesa. Grande. Muy parecida a la de Pedazo. Venosa. Un tronco magnífico. La rocé con los dedos.
__¿Y qué opinas?
__¡Es hermosa!__ dije y la agarré firme. La masajee, el entrecerró los ojos y gimió más fuerte. Rocé la cabezota con los dedos. Había gotas en el ojo de la serpiente. Las retiré con un dedo y chupé, el miraba obnubilado y enloquecía de calentura. Tomé sus bolas. Eran enormes. Estaban duras y gordas, llenas de semen.
__¿Todo esto es para mi?__ pregunté
__¡Si quieres ordeñarme!!__ respondió
__¡Me encantaría!__ lo reté. Acto seguido me tomo de la mano y se sentó al borde de la cama. Me arrodillé y respire cerca de la poronga gigante. Pasé la lengua sutilmente. Dibuje extrañas formas en su cabezota que lanzaba llamas. Le di un primer bocado superficial. El se arqueó y grito. Hice una extraña sopapa sobre aquella espada enorme y hermosa. Por supuesto que no la pude tragar entera, era demasiado grande y gruesa, pero con mi lengua iba y venía por el tronco, y a el parecía gustarle porque no dejaba de gruñir y llamarme niñita. Así estuve un rato en el mástil de Rick, besaba sus bolas y subía a su vergota. En un momento empujó mi cabeza hacia más abajo. Levantó sus caderas y me ofreció su anillo. Con la lengua rodee el agujero. Lo salive. Lo fui abriendo de a poco. El se desarmaba en gritos y gruñidos, para darle más placer hundí un dedo en su esfínter baboso y entró sin problema alguno. Su muñeco en tanto saltaba a mi vista de un lado a otro.
__¡Uhhh Luli, eres del infierno!¡¡Quiero que metas tu cosa en mi agujero, ahhh, sí!!
__¿Quieres que te coja?__ pregunté sorprendido
__¡Ven sube a la cama y ponte detrás de mí, anda!!__ así lo hice, debo decir que mi pija estaba muy parada, muy dura. El se abrió un poco con una mano, recostado detrás de el, empuje mi verga, el guió con su mano, en un instante estuve dentro de aquel macho formidable, que al parecer le gustaba completamente la pija y los culos.
__¡Oh si si si Luli, ahhh, la siento, cógeme!!__ iba y venía dentro del ojete. Mordía los hombros del hombre aquel. Con una mano alcanzaba a tocar y masajear su propio garrote. Mis bolas golpeaban con sus cachas y el hombre gemía y resoplaba. Sabía que en cualquier momento lo llenaría con mi leche. Su culito me apretaba muy bien la pija. La sentía friccionar de manera caliente. Con su tripa me agarraba, me atraía, me sentía pegado a su culo hermoso.
__¡Luli, Luli, eres tan dulce!!¿Te gusta mi cola, dime?
__¡Me encanta!
__¡Llénalo de leche entonces, anda, vacíate en mi!¡Ohhh!!!__ como si fuese un salvaje, apure mis bombeadas. Desenfrenado, como si tuviera que correr una carrera. No quería retener mas mi esperma. Trepé a su espalda como un mono, lo puse contra el colchón, boca abajo, y las últimas estocadas mías las hice casi sobre su espalda, apenas levantó un poco su ojete y entonces me dejé ir en su interior. Rebalsé de semen aquel canal. Rick no dejaba de moverse con mi estaca aún clavada en su culito. Murmuraba cosas que no entendía. Se quedó quieto . Yo saqué mi pene adormecido y babeante. Se giró y enseguida me mostró su monstruo palpitante y enervado como siempre.
__¡Súbete a mi cara !!__ así lo hice y su lengua entró directamente en mi ojete listo y espumante. Su lengua se metía hasta el fondo. Me escarbaba sin temor. Algunas gotas de semen caían sobre sus cabellos, pero eso a el no le importaba. Su molusco abría de para en par mis paredes íntimas, dejándome abierto y receptivo para su garrote gigante. Me clavaría en cualquier momento. Su saliva mojaba y humedecía mi abertura, solo había corrido la tanga, nunca la quitó, como tampoco quitó la pollerita, seguramente me veía como una sissy de lo más ardiente y sensual.
Me tendió de espaldas finalmente. Buscando mi boca se prendió a mi lengua con toda la pasión. Eran besos profundos, sanguíneos, fuertes. Lentamente fue subiendo mis piernas a sus hombros anchos y perversos. Apoyó la cabezota en la entrada de mi orificio. Empujó. Fue entrando. Rick sonreía y lo hacía despacio, sin hacerme daño, al menos eso creería él. Desconocía mi práctica con los sementales negros.
Su espada se fue perdiendo en mi interior. Yo gemía y me retorcía. Realmente era grande. Pero por fin entró hasta el fondo. Era una tripa de unos 28 centímetros y unos 6 o 7 de diámetro.
__¡Oh que culito precioso, tienes mi chica, mi zorrita, oh eres tan bella Luli!!__ decía el macho mientras me taladraba a su gusto. Golpeando mis nalgas con sus terribles bolas cargadas de jugos.
De vez en cuando la sacaba, acariciaba mis bolas y volvía a clavar su mecha en mi ojete. Yo gemía y la estaba pasando realmente bien. Eso a Rick lo volvía loco.
__¡Es tan apretadito!!
__¡Es tuyo papi, mete tu estaca en mi cola, métela!!
__¡Ohhh, como gozas pequeña putita!!__ enterraba su espada tan profundo que se notaba que tenía buena resistencia porque otro en su lugar ya me habría regado con sus jugos. Rick seguía bombeando. Un poco más lento, un poco más rápido. Seguía sacando su garrote de mi y al momento volvía a ensartarme.
Cuando retiraba su lanza de mi, buscaba como desesperado mis labios. Los envolvía con su bocaza y me tragaba por completo. Chupaba mi lengua, jugaba con ella, hacía estallar sonidos extraños y volvía a meter su daga en mi orto.
__¡ohh papito me gusta tu poronga déjala ahí déjala!!¡Ay, ay ay !!__ gemía en su oído y eso lo enloquecía. Apuraba sus embestidas. Su mecha perforaba más y más. Mi placer era volcánico. El macho aquel no se cansaba. Le gustaba hundir su mástil en las profundidades de la carne.
Al rato sacó su poronga. se sentó al borde de la cama, me llamó a su lado. Chorreando jugos fui a sus rodillas. De costado fue enterrando su magnánima herramienta en mi cola hecha brasa.
__¡Ay papi, papito, cuanto placer me das!!
__¡Sí me encanta que goces perrita!¡quiero que sientas a tu macho!!
__¡Eres mi macho, si, lo eres, ay, ay, ay, papito!!__ subía y bajaba de aquella barra de carne. Abrazado a su cuello, Rick chupaba mis pezones parados y rígidos. Mi pija volvía a levantarse y aquel macho no dejaba de hundir su tronco en mi anillo jugoso. Con mis dedos acariciaba sus bolas, las sopesaba y jugaba con ellas. Arrancaba gemidos de final. En tanto seguía subiendo y bajando de aquella espada triunfal y bella.
__¡Quieres que llene tu colita Luli!!!
__Claro papito, llénala, es toda tuya!!__ sentí que aceleraba su pitón. La sentí tan adentro que fue una lluvia imparable cuando empezó a llenar mi túnel. Era tan abundante la catarata que en seguida chorree mis piernas, aunque su ariete estaba enterrado aún en mi. Busco mi boca y nos fundimos en besos calientes. Acariciaba mis nalgas, las pellizcaba, pellizcaba mis tetillas, no podía dejar de tocarme. Dejó unos buenos momento su serpiente dentro. Parecía que no se iba a desinflar nunca.
Pasaron largos minutos y dejo que me tirara en la cama. Siempre vestido con la tanguita y la pollerita. Se recostó a mi lado.
__¡Como me gustaría llevarte de aquí!
__¡Recién nos conocemos!
__¡Mereces algo mejor que esto!
__¿Tu crees?
__¡Seguro!__ dijo aquel macho. Estuvimos cogiendo toda la noche. Hasta que tuvo que marcharse, no sin antes prometerme que dejaría su número en la oficina de Al, cuando me fuera de allí que lo llamará, que me ayudaría en todo y que la invitación para estar con él seguiría en pie.-