Te voy a coger nalgona...¡

Una historia que no es mia, pero que he tratado de construir, la historia de una chica descubriendo su naciente sexualidad y la forma en que manejará el deseo de los hombres por su cuerpo lleno de curvas y morbo.....

Desde muy joven desarrollé curvas; una diminuta cintura y unas prominentes caderas me acompañaron desde temprana edad, también desde muy chica me di cuenta que mi sexualidad estaba a flor de piel, cuando empecé a tener novios sentía que con los besos y las caricias me mojaba con mucha facilidad.

De alguna manera logré llegar virgen al matrimonio, hoy al paso del tiempo no sé cómo lo logré, creo que fue una combinación de convicción pero sobre todo falta de capacidad de mis parejas.

Completamente ingenua llegué al matrimonio, mi historia no pudo ser peor, un marido inseguro, lleno de traumas pero sobre todo completamente incompetente en materia sexual hicieron mi vida muy compleja en esta etapa.

Llena de dudas sobre el futuro, supe desde muy pronto que había cometido un error aunque no sabía cómo enmendarlo; tratar de darle oportunidades a la relación? Esperar que las cosas mejoraran? Cortar por lo sano y salir de ahí antes que llegaran los hijos? Simplemente no sabía qué hacer, lo que si estaba segura es que la infidelidad no era nunca una opción.

Siempre gocé de la admiración de los hombres, a pesar de que siempre tuve una actitud distante me encantaba captar miradas pero nunca me gustó que me faltaran al respeto o que me buscaran para una aventura, sabía que muchos querían llevarme a la cama y tener un encuentro casual conmigo, esto me alagaba pero estaba completamente fuera de mis intenciones.

Poco antes de casarme había entrado a trabajar en un banco de mi ciudad, desde el inicio, todo tipo de gente, jóvenes y viejos, colegas y jefes buscaron acercarse a mí con las más sucias intenciones yo siempre amable traté de nunca dar motivos para una falta de respeto pero siempre procuré llevar la fiesta en paz y no dejar de socializar.

Rápidamente mei hice de amigas, pronto hice afinidad con dos chicas de mi edad, una de ellas en una relación bastante estable y la otra soltera y por lo que puede darme cuenta con mucha rapidez, bastante puta.

Las dos eran chicas muy abiertas, sencillas y agradables, ambas hablaban sin tapujos de su vida sexual una llena de amantes y la otra bastante bien atendida por su novio.

En ese entrono yo guardaba silencio, primero por mi virginidad en la soltería y luego por mi insatisfacción en el matrimonio.

Mi amiga con novio y yo nos casamos más o menos en la misma época, solo que ella tenía una vida sexual bastante mejor a la mía, luego me di cuenta que no es que su vida sexual fuera extraordinaria, lo que pasaba es que mía era pésima.

El tema con mis amigas es que les encantaba hablar de sexo, sobre todo a la chica soltera, pasaba mucho tiempo contándonos de sus aventuras sexuales, de sus múltiples novios y su fuerte capacidad para llevarse a la cama a casi cualquier tipo si éste medianamente le atraía.

Desde que entré a trabajar al banco hicimos un buen grupo con varias personas de la misma edad, en el grupo había además algunas chicas aparte de mis dos amigas, (aunque con ellas dos fue con quien mejor relación tuve al inicio) y bastantes chicos, todos insisto más o menos de la misma edad, salíamos constantemente, nos divertíamos y nos enfiestábamos en grupo.

En el grupo había un chico un poco mayor que yo de nombre Reynaldo, no era del todo feo pero no era tampoco nada atractivo, era un tipo bastante normal, eso sí muy extrovertido carismático.

El tipo era la versión masculina de mi amiga puta, cada vez que salimos siempre estaba buscando enganchar a alguna chica y por lo general siempre lo conseguía, además era sabido que en el trabajo varias habían caído en sus garras e incluso en el numeroso grupo que tuvimos, había al menos un par que ya había pasado por su cama.

El tipo era soltero y vivía solo, así que no quiero imaginarme las cosas que por ahí pasaban, yo lo conocí desde que entré a trabajar al banco y desde el día uno, no paró de mirarme y lanzarse conmigo, el tema es que a mí no me gustaba ni en lo físico ni en su trato, para mí era un patán siempre lleno de comentarios llenos de doble sentido, irrespetuoso y en muchos sentidos un maleducado.

Constantemente me decía piropos pero no de los lindos, sino de los vulgares, esta actitud solo me generaba repugnancia y rechazo.

Al casarme invité a todo mi grupo de amigos a la boda y hube de invitarlo a él, más por compromiso que por gusto, en la fiesta bailó y tomó de lo lindo, en medio de la fiesta me lo topé de camino al baño, tomado se acercó a felicitarme, (cosa que ya había hecho algunas horas antes cuando estaba sobrio) el tipo me dio un abrazo lleno de morbo me apretó fuertemente y puso sus manos sobre la parte de debajo de mi cintura o la parte de arriba de mi enorme trasero, además de me dio un beso que estuvo cerca de llegar a mi boca, como pude me alejé de él y regresé a la fiesta, no puede dejar de notar que a la salida salió tomado de la mano con una chica que justo conoció en el evento.

Con mis primeros meses de mi frustrante matrimonio, mi carácter tradicionalmente alegre comenzó a deteriorarse, era demasiada la frustración y yo estaba cada vez más irritable, el darme cuenta que mis amigas gozaban de una vida muy distinta a la vida tampoco ayudaba.

A pesar del matrimonio, seguí saliendo mucho con mis amigos del trabajo creo que hasta con mayor gusto deseaba estas salidas para no estar en casa, no había evento al que me invitaran que yo no asistiera, en ese entorno constantemente me encontraba a Reynaldo y su manera vulgar de ser no cambiaba solo que yo con mi carácter, cada vez era menos tolerante y procuraba evitarlo.

A pesar de ello he de confesar que este comportamiento se daba en mayor medida en el ambiente de fiesta, cuando estábamos en ambiente laboral si era distinto, era más caballeroso y hasta lindo, desafortunadamente me tocaba tratarlo mucho en la fiesta y con esa actitud rápidamente me hacía olvidar todas las partes buenas de su carácter.

Un buen día mí vida cambió drásticamente, conocí a un muchacho que de entrada no me cayó muy bien pero que poco a poco fue ganándose mi estima y al poco tiempo aún casada, ya el chico me gustaba demasiado.

El fuerte gusto por el chico y mi enorme insatisfacción sexual conspiraron para que lo nunca pensé que pasar en mi vida sucediera: la infidelidad, durante semanas y meses el chico fue eliminando  mis barreras, se tomó su tiempo y en un punto en el tiempo me dejé llevar y así se convirtió en el segundo hombre que me llevó a la cama.

A partir de ahí mi vida cambió, ahora si conocí el verdadero sexo, el chico era todo un caballero fuera la alcoba y todo un macho cabrón en la cama, me introdujo a un mundo de sexo y morbo completamente desconocido para mí, el tema es que yo entre más cosas conocía, más cosas quería experimentar y más me daba cuenta de lo mal que estaba mi matrimonio y de lo mucho que me gustaba el sexo.

Entendí lo que era ser una puta, su puta, pero no en el sentido de la palabra que antes conocía, sino como algo distinto, como una demostración de mujer sexosa, entregada a su macho, una mujer que disfruta su sexualidad y no tiene miedo a gozarla.

A pesar de que este texto podía llenarse de hojas de esas experiencias y de cómo abiertamente le fui infiel  mi pobre y pendejo marido, el texto llevará otra sentido, creo que en palabras simples no abordaré mi puteria de principiante y abordaré mi puteria avanzada.

Ya metida en este relación comencé a gozar ampliamente el exhibir mi cuerpo, en varias ocasiones salí de vacaciones con mi amante a alguna playa, y ahí el tipo comenzó a despertar a la puta morbosa en mí, me exhibía alegremente, me cogía en lugares públicos, yo siempre me dejaba hacer y cada paso que daba me encantaba, todo era un descubrimiento un revelación para mí, me ganaba cada vez más el morbo y la fascinación de saber qué seguía, saber qué más cosas estaba dispuesta a hacer y para mi sorpresa cada paso que daba me encantaba y quería seguir probando nuevas cosas.

Con todo ello la relación no era solo sexo, el tipo me encantaba completo, además de sexo empezó a existir amor, un día no puede más y decidí divorciarme, al hacerlo era libre para no esconderme con mi nueva pareja y pronto nos convertimos en una pareja sólida llena de sexo pero también de buenos momentos.

Mi novio vivía solo en un departamento, yo al divorciarme regresé a casa de mis padres pero ya como una mujer más madura, así que pasaba gran parte del tiempo en el departamento de mi novio y la mayor parte de los días ahí me quedaba a dormir.

Con mis amigas también logré cambiar mi actitud, pasé de escuchar a conversar y hasta presumir, entre más avanzaba más me daba cuenta de que ahora yo les llevaba ventaja, mi novio era mucho mejor amante y estaba mucho mejor dotado que cualquiera de los amantes de la puta y más aún que el marido de la casada.

Así de golpe y porrazo pasé a ser la envida de mis amigas, de ser la frustrada, la tonta e inexperta pase a ser la experta, la puta.

Como dije, entre más pasaba el tiempo más quería experimentar, mas quería saber del sexo, conocer mi cuerpo, quitarme tabúes e inhibiciones.

Dos cosas empezaron a llamarme fuertemente la atención, empecé a tener fantasías con mujeres a mojarme mucho cuando veía escenas lésbicas en películas porno y además empecé a cuestionarme seriamente mi capacidad sexual.

Me explico, solo conocía dos vergas en mi vida y la experiencia era diametralmente opuesta, una pequeña la otra grande y poderosa, uno complemente macho y el otro completamente inútil.

Así que en ese ecuación donde quedaba yo? Era la casi frígida de mi matrimonio o la casi puta de mi noviazgo? Que tanto podía gozar en una tercer experiencia? Era lo suficientemente puta para gozar con otra verga o todo el reconocimiento se lo llevaba las habilidades de mi macho?

La duda era mucha, alguna vez en plena cogida le confesé a mi novio que quería probar otras vergas, no por necesidad sino por puta, nada más porque me moría de la curiosidad de saber que tan placentero podría ser esta experiencia.

Mi novio desarrolló un extraño gusto por hacerme hablar de todas mis perversiones mientras me cogía y me calentaba al extremo, sentía que el buen sexo era algo así como un suero de la verdad, sentía que mientras cogía era incapaz de mentir, con el sexo admití todas mis perversiones y morbosidades, las cosas que tradicionalmente me guardaba para mí, y que solo cogiendo era capaz de expresar.

Poco a poco esta dinámica me hacía sentir cómoda, sabía que lo que confesaba en el sexo no tenía ningún tipo de repercusiones y esto me animaba a seguir expresándome con toda apertura.

Así que no tardé en admitir abiertamente mis ganas de probar el sexo con una chica y sobretodo mi enorme inquietud por probar otra verga, insisto nada más por puta.

Ya metida en este entorno me operé los senos y me quedaron hermosos, era las parte que me faltaba para completar mi cuerpo lleno de curvas, había invertido una buena cantidad de dinero, y no dudaba en mostrarlos alegremente, si a esto le sumamos mi nueva condición sexual y mi gusto por exhibirme, la combinación fue de lo más explosiva, faltas cortas, pantalones embarrados, escotes pronunciados, cintura al descubierto etc.  A mi novio no le causaba problema el exhibirme y a mí me encantaba.

Mi novio no hacia vida social con mis amigos, era más grande de edad y con mayor jerarquía en la empresa, guardaba su distancia y gustaba de darme mi espacio, eran mis amigos y los dos pensábamos que era mejor así.

Durante todo este tiempo, ni de soltera, ni de casada, ni de divorciada, ni con novio, nuestro amigo Reynaldo no dejó de devorarme con los ojos, de buscar el menor pretexto para acercarse a mi o tocarme, de decirme piropos y groserías subidas de tono, su comportamiento hacia mí no cambió en lo más mínimo desde el primer día que lo conocí.

Como digo, él no cambio, pero creo que yo sí, a pesar de que seguía sin darle la mínima apertura a sus groserías, ahora que mi novio me llamaba abiertamente puta, zorra, perra y me trataba como su sumisa, pues mi grado de tolerancia a sus palabras era muy distinto, en muchos sentidos sus comentarios sonaban a un juego de niños comparado con lo que mi novio me decía y me hacía decir en la intimidad.

Así que mi actitud cambió de un completo desagrado a una natural indiferencia a los comentarios de mi amigo y compañero de trabajo, tal vez el chico lo mal interpretó o lo bien interpretó y comenzó a subir aún más sus comentarios y avances conmigo, yo no hacía por detenerlo pero tampoco le daba razones para provocarlo o incitarlo.

Muy dentro de mi tenía claro que a pesar de mi curiosidad de probar otras vergas, no tenía el valor de hacerlo, estaba demasiado a gusto con mi pareja y quería tener un futuro con él, no quería arriesgar todo esto por una calentura, además ahora a diferencia de antes, no lo necesitaba.

Con ello en mente en nuestras constantes salidas rechacé sistemáticamente a varios lanzados que quisieron llevarme a la cama y buscar en acostón conmigo, en mi condición de divorciada, sexosa, y con una vestimenta nada recatada, era como miel para las moscas, además creo que mi buena vida sexual irradiaba feromonas porque si siempre tuve éxito con el sexo opuesto ahora simplemente estaba que arrasaba en cualquier lugar que pisaba, no puedo más que aceptar que me encantaba.

Era de esperarse que uno de los más activos siempre fue Reynaldo, muy a pesar mío no podía lograr que el chico me cayera mal, valoraba que era buen tipo y además era por demás gracioso, adicionalmente como ya lo he dicho sus piropos ya no me parecían tan subidos de tono.

Empezó a llamarme con cierta regularidad “buenota” al ver que no protesté avanzó un poco y eventualmente me llamaba “nalgona” yo en lo mismo, nunca le pedí que dejara de hacerlo aunque nunca demostré que me causara gracia que me llamara así.

Un noche de juerga el tipo se puso bastante tomado, al principio me sacó a bailar y lo hacía bastante bien, me tomaba muy rico de la cintura y era muy fácil de dejarse llevar y pasar un rato agradable, el buen baile siempre es sensual y yo entendía que este elemento le ayudaba mucho en su evidente suerte con las chicas, el tipo pensó que estaba avanzando conmigo y quiso dar pasos mayores, trataba de meterme mano y sutilmente lo rechazaba, a pesar de ello me encanta bailar y la pasaba bien, no sé si el hecho de seguir bailando con él le mandaba un mensaje de aceptación y por ello seguía insistiendo, pero llegamos a un punto tal que intentó besarme y yo cortésmente primero solo quitaba mi cara.

Como no dejaba de bailar con él, en un momento dado el tipo vuelve a intentarlo, yo vuelo a rechazarlo sin hacer mucho escándalo, luego a la tercera y cuarta vez y ante su borrachera creo que es tiempo de parar a pesar de lo bien que lo pasaba en la pista de baile y le digo que quiero ir al baño.

No sé si no le ha quedado claro y simplemente ya está fuera de sí, pero me acompaña al baño y me sorprende a la salida, ahí aprovecha la oscuridad y la lejanía y al salir se abalanza a mí, ahora si yo muy molesta forcejeo con él, le hablo fuerte y lo pongo en su lugar, como puedo me zafo de él, camino hacia nuestra mesa y el tipo me sigue y no sé qué tantas cosas me dicen, yo alterada y molesta al extremo no le escucho y camino aceleradamente hacia donde se encuentra nuestro grupo de amigos.

Apenas al llegar a la mesa me alcanza y me jala el brazo, yo presa del enojo y ya desesperada no me lo pienso y con mi mano libre le he pegado una cachetada de campeonato, todos se han dado cuenta, de la sorpresa inicial y con la enorme borrachera que tiene el grupo en cuestión de segundos la situación se convierte en burla, todo es cuestión que la primera persona se ría cuando el tiempo todos se burlan de él y lo ponen en evidencia:

-          Hasta que te encontraste una que no cayo¡¡

-          Ahora sí que te madrearon por hacerte el galán¡¡

Y así las burlas no paran, el tipo borracho al extremo no lo toma a bien, se traga su coraje se pone rojo y sonríe tímidamente, aguanta como puede porque sabe que si demuestra coraje peor le va, así el tiempo se le hace eterno y poco a poco las cosas vuelven a la normalidad.

Ya con los ánimos más calmados se acerca a mí y me ofrece una disculpa aunque no se le ve del todo sincero, yo decidida a pasármela bien no le doy más importancia.

Al terminar la velada confieso que yo también termino tomada y cundo tomo me pongo muy cachonda, quiero regresar al departamento de mi novio y despertarlo para que me viole salvajemente, en el inter he bailado y movido el culo una barbaridad.

En señal de paz he vuelto a bailar con Reynaldo simplemente porque ya estoy tomada, caliente, porque quiero dar la señal que todo se ha olvidado  pero sobre todo porque confieso que me encanta como baila.

El tipo me toma delicioso de la cintura y yo muevo mis caderas, luego me pone de espaldas y yo saco el culo, a pesar de ello creo que ha aprendido su lección y no hay más comentarios.

Yo caliente por el alcohol y por lo que sé que va a pasarme al llegar a casa, le digo a mi amigo que debo ir al baño ahora no me sigue, yo para entonces ya me siento perversa y muy caliente, en el baño me desojo del bra para que se vean mi pezones sobre la fina tela de una blusa amarilla que me encanta porque es fácilmente manipulable, la prenda es de tirantes pero puede amarrarse a la cintura y puede jugarse con los tirantes para hacer mas pronunciado el escote, hago ambas cosas, amarro la blusa muy arriba en cintura y ajusto el escote a su máxima expresión, al salir todos me miran a mi paso, la oscuridad ayuda para que mis pezones no sean tan evidentes, pero aun así mis senos son un escándalo, además he dejado “accidentalmente” a la vista los tirantes de tanga por encima de mi cintura desnuda y mi pantalón blanco súper entallado. De camino de regreso le restriego mis tetas en la espalda de un suertudo desconocido, lo hago solo por el morbo, solo por puta.

Regreso a mi grupo, y sigo bailando con mi admirador, le muevo el culo con gusto simplemente porque me encanta y porque el tipo sabe moverse, pero mi cuerpo está reservado para mi macho y creo que ya lo he dejado claro, todo esto me sirve para calentarme al extremo y estar lista para que mi dueño me trate como la gran puta que soy.

Con todo y todo Reynaldo no pierde oportunidad de explorar mi cuerpo, acaricia mi cintura y levemente recorre mis curvas, creo que sabe que esa silueta que recorre no es suya, nunca lo será y solo por un momento le permito explorarla levemente.

El tiempo pasa volando y el lugar debe de cerrar, yo ya muy tomada y caliente me despido todos, al acércame a Reynaldo le sonrío y le digo

-          Nos damos un abrazo de amigos?

-          Claro nalgona con gusto

Y le arrimo las tetas una barbaridad a su pecho solo por diversión al despedirme solo me dice al oído:

-          Ahora si va en serio nalgona, te voy a coger, no sé cuándo, pero te voy coger.

Yo para ese entonces ya con la borrachera solo me causa mucha gracia el comentario

-          No cambias, nada mas no entiendes bye

-          Vas a ver, de mi te acuerdas

Así me despedí, no sabía que pensar del comentario, no sé si me agradó o me fue indiferente, estaba caliente, no sabría decir si lo que escuché me calentó más, no lo creo pero poco importaba.

Corrí a mi auto deseosa por llegar a recibir verga, apenas al salir el cabron me mando un mensaje por instagram confirmando su promesa, no me importó, estaba ansiosa y muy pero muy caliente, el camino no era corto, así que se me ocurrió llamar por teléfono y despertar a mi novio, a los pocos segundos ya tenía su voz varonil del otro lado del teléfono.

-          Hola papi

-          Hola putita

-          Mmm papi, estoy borracha y ya sabes cómo me pongo cuando tomo

-          Como te pones puta?

-          Muy caliente papi

-          Quieres verga puta?

-          Mmm no sabes cuánto amor, puteame un rato papito en lo llego a casa

-          Que llevas puesto?

-          La blusa amarilla y el pantalón blanco, no llevo bra

-          Eres una zorra

-          Si rey me lo quité hace rato en el antro, quería exhibirme, estaba caliente

-          Y ahora?

-          Estoy ardiendo

-          Sácate las tetas

-          Si papi

Y así mientras manejaba saqué mis enormes tetas, tenía el teléfono en altavoz para poder accionar de mejor manera, las calles estaban desiertas pero si por casualidad alguien cruzaba en mi camino podía haber visto a una hembra caliente con el pecho desnudo encaminada a ser cogida como lo merecía.

-          Tócate

-          Siii

Comencé a tocarme mi seno izquierdo con una mano mientras continuaba en el volante

-          Moviste el culo perrita?

-          Si papi, lo moví mucho, me devoraron con los ojos y me encantó

-          Paraste muchas vergas?

-          Mmm creo que si¡¡

-          Ahora desabrocha tu pantalón y bájalo

-          Siiii

Me detuve un rato, bajé mi pantalón y regresé al teléfono

-          Listo rey

-          Tócate, estas mojada?

-          Mucho¡¡¡¿

-          Entonces me decías que paraste muchas vergas?

-          Si¡¡ incluso un cabrón intentó besarme varias veces

-          Te quería coger?

-          Siiii, se moría de ganas el pendejo

-          Y te gustó?

-          Mmmm al principio no, pero ahora así como ando se me hace muy perverso que me tenga tantas ganas ahhhh

-          Y te gusta?

-          Noooo no me gusta para nada, ahhh pero se me hace cachondo que me quiera cogerrrr ahhh

-          Te lo cogerías?

-          Nuncaaaaaa

-          Pero has dicho que se te antojan otras vergas?

-          Si mucho pero con él nunca, ahhhh no me gusta nada, solo  quiero tu verga papi, lo demás es pura fantasía

-          Estas caliente?

-          Mucho¡¡¡ ya no aguanto ahhhh puedo terminar???

-          No puedes, así llegarás más caliente

-          Ok papi, te puedo colgar para llegar más rápido?

-          Si puedes

Entonces colgué el teléfono y me apresuré a llegar, para ese momento ya estaba muy cerca, al llegar a la casa al acercarme a la puerta tenía una nota pegada a la puerta:

-          Quítate la ropa antes de entrar

Ahí casi las piernas me fallaron con la calentura de la orden, me dispuse a acatar la instrucción, me quité toda la ropa con el riesgo de ser vista por cualquier vecino, desnuda entré a la casa y a los pocos segundos ya estaba ensartada en su enorme verga, estaba tan caliente que a pesar de la enorme cogida, a mí no se me bajaban del todo las ganas, durante toda la cogida me porté de lo más puta, grité y gemí, acepté lo puta que era y el gusto que me había dado ir parando vergas y exhibiéndome minutos antes.

Así aún caliente dormí plácidamente, durante todo mi sueño, soñé con sexo, sólo sexo duro y salvaje, tanto lo soñé que desperté aun cachonda, con la desvelada podría haber dormido bastante pero mi celular me despertó y era aún temprano, se trataba de una de mis amigas, habíamos quedado de desayunar ese día, ellas no habían salido conmigo la noche anterior, una no tenía permiso del marido y al otra tenía un compromiso familiar.

Contesté el teléfono y me dijeron que ya venían en camino a la casa de mi novio para ir al restaurante, les dije que me había desvelado y que justo estaba levantándome, así que les propuse desayunar en la casa de mi novio y yo cocinar, mi novio tenía un partido, así que tomaría algo ligero y nos dejaría solas para conversar.

Sin mucha opción aceptaron, les dije que estaba la puerta abierta para que entraran porque tal vez estuviéramos bañándonos cuando llegaran.

Colgué el teléfono y vi a mi novio desnudo, dormido tendido en la cama, mi calentura aun no bajaba, me quité la ropa y arrime mis tetas a su enorme espalda así estuve un rato, movía mis tetas contra su piel y la sensación era deliciosa, en segundos estaba al límite y a punta de besos lo terminé de despertar, apenas empezó a moverse y mi boca se dirigió a su verga, la mamé con devoción, no tardé mucho tiempo en tenerla completamente erecta y dura en mi boquita de la ahora experta mamadora en que me había convertido.

Al poco rato mi novio me tenía en cuatro patas montada como yegua en celo, nalgadas y embestidas durante varios minutos y un orgasmo seguido de otro, era la cogida que necesitaba para terminar de bajarme las ganas, la sesión de la noche había sido la urgente, esta era la necesaria.

El tiempo pasó y no reparé en el hecho de mis amigas venían a la casa o tal vez inconscientemente tenía el morbo de que llegaran mientras yo estaba bien ensartada en este delicioso pedazo de carne, unas voces me sacaron de mi concentración:

-          Amiga¡¡ ya llegamos¡¡

Me excitó demasiado al saber que a unos metros estaban las chicas que hace apenas unos meses me sacaban un montón de ventaja en temas sexuales y ahora yo les aventajaba por kilómetros, al instante sentí electricidad por todo mi cuerpo, como pude solo expresé:

-          Mmm en un rato bajoooo ya casi terminooooo aquiiii ahhhh¡

Y al instante terminé riquísimo, no disimulé los gritos y los gemidos, quería que mis amigas supieran lo que me estaban haciendo pero sobre todo la calidad de lo que me estaban haciendo

-          Ahhhhhhhh¡¡¡¡¡¡ uyyyyyyyyyy¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Mi novio se fue a tomar un baño, yo ya no pude hacer lo propio y creo que tampoco quería hacerlo, quería bajar toda cogida y presumir a mis amigas, tome una camisa de mi novio y me la puse como única prenda, así bajé con una sonrisa plena, al verme mis amigas rieron a carcajadas y yo estaba encantada.

Preparamos el desayuno, al poco rato bajo mi novio, comió algo rápido, saludó y se despidió, a solas platicamos de lo lindo, todo lleno de picardía y buen humor

Les platiqué lo sucedido el día anterior y lo que pasó con Reynaldo, ellas gozaron de la conversación, no perdí detalle y terminé diciéndoles lo que el tipo me dijo al despedirme.

-          Pues algo tendrá el cabrón que varias caen

-          Si seguro y no te gusta ni un poquito?

-          Para nada¡¡ que no oyeron como me trata mi novio? Me trae pendeja el cabrón

-          Mmm eso sí, tienes razón

Y seguimos riendo y hablando picardías, justo en ese momento, parece que invocamos a nuestro amigo cuando me llegó un mensaje en mi instragram danielaacosta1816:

-          Hola nalgona buenos días¡¡

Al verlo solo le dije a mis amigas:

-          Miren quien se reportó¡¡

-          Woww contéstale a que te dice

-          Ok

-          Hola como te amaneció?

-          Bien gracias por preguntar, recuerdas lo que te dije anoche

-          Dijiste muchas cosas

-          No te hagas, lo que te dije al final

-          Ahh si recuerdo, creí que era por la borrachera

-          No es en serio, a partir de ahora no descanso hasta cogerte

-          Pues espera sentado, porque no va a pasar niño

-          Bueno ya veremos, es más te voy a decir cómo voy a iniciar la estrategia

-          Ok

-          Mira me voy a coger a tus amigas y les voy a ordenar que te cuenten lo rico que me las cogí.

Wowwww al leer el mensaje aventé el teléfono de sorpresa, no lo podía creer, que seguridad tenia este tipo, él sabía que yo le diría a mis amigas de sus planes por lo que su plan era casi imposible entre el orgullo de mis amigas y la condición de casada de una de ellas la misión era una locura, además justo estaba con ellas al llegar el mensaje, solté una carcajada al instante

-          No puede ser¡¡

-          Que paso?

-          Miren el mensaje que mandó este pendejo¡

Así les enseñé el mensaje, las chicas no salían de su asombro, entre sorpresa y coraje despotricaron y se burlaron:

-          Que le pasa a este pendejo?

-          Mmmm y luego él, sería el último si está bien feo el cabrón¡¡

-          Mi marido esta mucho mejor

-          Deja eso cualquiera de mis  novios

-          Y todavía lo anuncia el pendejo¡¡ qué le pasa?¡¡

La verdad el mensaje nos hizo el día, no le contesté, pasaron las horas mi novio regresó y nosotras seguíamos platicando

Al rato nos despedimos y cada una siguió con su plan para el fin de semana, ese día era sábado, yo cené con mi novio y después de una cogidita mucho menos salvaje, nos dormimos temprano.

Por la mañana mi novio se fue temprano, tenía un partido, yo había dormido desnuda, al  marcharse se acercó a mí para despedirme, saqué su verga y le di unos besitos en su deliciosa pene, al tiempo ya estaba caliente mamando de lo lindo.

-          Dame un cogidita papi estoy caliente¡

-          Ya voy tarde, pero espera un rato y regreso

Así desnuda y calientita tomé mi teléfono y para entonces ya tenía un mensaje con el siguiente texto: Ya cayó la primera ¡

Asustada y asombrada me a apresuré a abrir el mensaje, contenía un video, en él mi amiga la puta estaba en 4 patas, a grito partido, con una mano el tipo le jalaba salvajemente el pelo y con la otra la nalgueaban con la misma intensidad.

Entre gritos el tipo la dominaba y la puteaba de lo lindo, entre gritos y jadeos se oía decir

-          Te gusta puta?

-          Me encanta Rey¡¡¡

-          Eres mi puta?

-          Si papi ahhh soy tu puta¡¡¡ ahh que rico¡¡¡

-          Cuéntale a tu amiga como te estoy cogiendo??

-          Ahhh muy rico, amiga, este cabrón me está partiendo dossss¡¡¡ a que rico¡¡¡

En eso terminó la grabación yo me quedé completamente sorprendida por lo que acababa de ver, no daba crédito, en menos de 24 horas este cabrón ya se había cogido a una de mis amigas, era cierto que era una chica bastante fácil pero esto no dejaba de sorprender.

Aun presa de la sorpresa vi el video varias veces estaba súper intrigada en saber cómo se habían dado las cosas, no pasó mucho tiempo cuando supe con lujo de detalles lo que había sucedido.

Al momento mi teléfono sonó era mi amiga:

-          Hola

-          Holaaaa

-          Que paso?

-          Mm Reynaldo vio que abriste el mensaje y me hizo llamarte aahhh

-          Ok y que pasó?

-          Ayyy amigaaa me tiene enzartadaaaa el cabrón, me está cogiendo ahhh me ordenó que te llamara así sentada en su vergaaa para contarte qué paso.

Pude haber cortado de inmediato y no ser partícipe de ese juego perverso pero algo me hizo quedarme en la línea.

-          Dime

-          La verdad cuando me contaste lo qué pasó me puse muy caliente, te mentí, ahhh, luego a las pocas horas este cabrón me llamó para invitarme a salir ahhhh mmmm

-          Y??

-          Me encantó como me trató, él sabía que yo sabía que me quería coger y así no le importó ohhhh, me invitó a salir como si nada ahhh, su invitación era un invitación descarada a coger y me calentó, me calentó mucho oooohhhh

-          Y que más paso??

-          Apenas al subirme a su carro el muy cabrón se sacó la verga ahhhh¡ no me dijo palabra, solo me tomó la nuca y me hizo mamársela ahhhh, no sabes amiga que rico, me trajo a un motel y desde entonces no ha parado de cogerme el muy cabrón ahhh, si papi, siiiii¡

En eso recapacité y en ese momento ambas putas estábamos desnudas y calientes, solo que una muy intrigada y la otra muy cogida

-          Ya debo dejarte amiga ahhhh, luego te llamo ohhhhh, si papi, así asi, que rico me lo haces cabrón¡¡¡¡

Al llegar mi novio no pude más que violarlo, había estado caliente todo el día y he de confesar que vi el video varias veces en el inter.

Al día siguiente nuestra amiga nos contó a nosotras dos con lujo de detalles lo que había sucedido, estaba hecha un desastre, pero con una sonrisa de satisfacción de oreja a oreja, a pesar de haber tenido varios amantes en su vida, simplemente expresó que nunca había tenido una noche y un macho como ese.

Mi amiga casada simplemente no salía de su sorpresa, preguntaba con curiosidad cada detalle, yo por mi parte me portaba mucho más indiferente.

Con todo y todo mi amiga sabía que no debía hacerse muchas ilusiones, sabía el tipo de persona que era el tipo y sabía porque la habían buscado, ambos eran prácticos, habían pasado un buen rato y eso era lo único que les unía, se vieron un par de fines de semana más, siempre me mandaron evidencia de su encuentros, siempre lo que vi fue salvaje y duro, y siempre vi a mi amiga gozar y gritar como perra en celo, casualmente todos los mensajes llegaron por la mañana, casualmente yo lo revisé todos desnuda y sola metida en la cama de mi novio.

continuara...................