Te vendo mis braguitas

Como mi primera venta de braguitas usadas se convirtió en un trío

Era temprano cuando el sonido del vibrador del móvil me hacía despertar.

Era Ian. Había comenzado el juego.

"Buenos días! Como habéis dormido? Preparados? Ya estoy ansioso"

Jota y yo nos miramos con una sonrisa maléfica.

Tanteé con mi mano su entrepierna y ahí estaba! Una erección de caballo!

Me apresure a acercar mis labios a su miembro en mi mano.

Saco el móvil cuando estaba a punto de metérmela en la boca y saco una foto.

Mientras mi lengua se deslizaba por su glande, el escribía algo en su móvil.

  • Le acabo de mandar la foto a Ian para darle envidia.

Una sonrisa chulesca mezclada con los gestos de placer le aderezaban su cara vespertina y bonita.

En segundos recibía un vídeo de Ian para acompañarnos un poco junto a un mensaje que decía: "Dile a Irene que me tiene loco. Estoy deseando que sus labios rocen mi polla mientras te toca a tí la tuya. Voy a tocar sus pezones mientras los voy lamiendo poco a poco y tú le tocas un poco."

En segundos mi cuerpo reaccionaba con un calambre entre mis piernas.

La noche anterior había elegido un tanga de encaje como me había pedido Ian.

Jota se apresuraba a ver si estaba ya cachonda. No sin antes rozarme un poco por encima del tanga notando mi clítoris hinchado y palpitante, expectante de sus caricias.

Apartaba mi tanga y sacaba otra foto.

Obviamente Ian debía estar que explotaba. Mis partes estaban ya mojadas y se habían sonrosado.

Yo seguía trabajando con mi lengua su glande y mi mano recorría su pene de arriba a abajo bien lubricada de mi saliva.

Me mostró el móvil.

Sin dejar de lamer y chupar, veía un vídeo de una gran polla siendo masturbada hasta correrse. Y con el mismo semen se masajeaba el glande para seguir alargando el orgasmo.

  • Bufff! Jota, parar ya porque al final voy a querer que me folles!

  • Tú sigue ahí que lo haces muy bien! Ya te tocará.

Seguí a lo mío.

Jota cada vez estaba más duro. Había tirado el móvil a un lado para seguir disfrutando al 100% de su momento.

Me esmeré un poco más...

Comencé a masajear sus testículos con las yemas de mis dedos y de vez en cuando dejaba deslizar alguno en su ano para acariciarlo y ofrecerle un poco de presión.

Comenzaba a gemir cada vez más entre respiraciones más fuertes.

Yo sentía como si mi coño fuese a explotar y aún me animaba más en su disfrute. Si seguía así, iba a correrme sin ni siquiera rozarme.

Mi tanga ya no soportaba más flujo y una gota asomaba ya comenzando a resbalar por el interior de mi pierna.

Sentía la necesidad de tocarme y acabar de explotar en un orgasmo, pero no me dejaban...

El miembro de jota empezó a sacudirse mientras se ponía en su dureza máxima, jota entre gritaba y un chorro de semen caliente inundaba mi boca mientras seguía moviendo mis manos en su culo y su polla.

Poco a poco dejaba de moverlas hasta llegar a la calma.

De nuevo cogió su móvil y me dijo:

-  Enséñale mi leche en tu lengua.

Abrí mi boca y sacando un poco la lengua le mostré que aún no había tragado todo lo que me había dado.

Saco otra foto y la envío de nuevo.

La respuesta fue otra imagen de la polla de Ian en pie de nuevo junto a otro texto:

"Me tenéis cachondo perdido! Que delicia de mujer"

Nos levantamos de la cama y comenzamos nuestro "día de".

A eso de las 12, mientras trabajaba, recibía un mensaje de Jota:

" Me encantas. Hasta donde tú quieras llegareh! Yo te lo voy a comer, eso sí! Para que vea cómo te corres con mi lengua y mis dedos acariciándote. Te quiero!"

Sentada en mi silla, note como mi tanga volvía a empaparse repentinamente de nuevo. Aún no se habría secado del flujo de esta mañana y ya estaba otra vez así.

El simple roce de la silla me parecía alcanzar límites que no había sentido hasta ahora y me restregue un poco recreandome en la imagen que se formaba en mi cabeza de Jota entre mis piernas amorrado a mi chochito, lamiendo mis jugos.

Tuve que contenerme un poco más.

Habíamos quedado a eso de las dos para hacer una cerveza y cerrar en negocio.

Llegaba al bar cuando los vi allí sentados, charlando animadamente. Me vieron, se miraron y una sonrisa de lujuria muy cómplice salió en sus bocas. Comenzaron a mirarme mientras me acercaba y yo aminoré mi paso para recrearme un poco.

Caminaba en plan sexy subida en mis tacones. Pare un momento posando un poco para ellos mientras me hacía la tonta haciendo ver que los buscaba metiendo mi dedo en mi boca a modo de pensamiento.

Enseguida note que todos los chicos del bar se habían percatado de mi tontería y aún me crecí más. Así que los saludé con la mano de lejos y dejé caer las llaves que llevaba en mi mano para agacharme a recogerlas y dejar entrever el precioso tanga que Ian había pedido.

Al levantarme, sus caras parecían las de dos lobos ante su presa y Jota le decía con un manotazo en el hombro:

  • Lo ves? Lo que le gusta provocar... ya los tiene a todos empalmados fijo!

Llegue a la mesa y le planté un beso a Jota chupándole el labio y mordiendoselo un poco.

  • Mira Ian, ella es Irene- decía Jota.

  • Encantadísima! Has visto que lo llevo?- contesté.

  • Claro! Lo hemos visto todos! Y si todos estan igual que yo... De aquí un rato hacemos cola en el baño para echarnos una paja!jajajaja!

Nos unimos los tres en una gran carcajada.

Me gustaba tener tantas pollas duras a mí alrededor.

-Me has traido mis papeles?- pregunté.

  • Claro! Aquí los tienes!- respondió Ian mientras me alargaba un pequeño sobre.

Mire el interior y el dinero estaba correcto.

  • Pues vámonos ya a comer, no?- les dije mientras me levantaba y les dedicaba un giño y una sacada de lengua pizpireta.

Nos levantamos y nos dirigimos al parquing dos calles más allá.

Yo caminaba de la mano de Jota y agarrada al brazo de Ian charlábamos mientras.

Jota abrió la furgo e invito a Ian a pasar y sentarse en uno de los asientos de la parte trasera, luego me ayudó a subir y por último entró él, cerrando la puerta y sentándose al lado de Ian.

  • Venga, enséñame lo que tienes para mí!- dijo Ian.

  • Sabes que llevo todo el día cachonda pensando en este momento?- conteste mientras empezaba a subirme un poco la falda.

Lo hacía lentamente contoneandome y deleitándome en sus caras.

Jota sonreía satisfecho con mi comportamiento e Ian... Ian tenía la cara desencajada! Se mordía los labios, se relamía...

No tardó en empezar a tocarse por encima del pantalón una polla que se empalma a cada vez más.

Comencé a tocarme por encima del tanga para que se empapase bien de nuevo al tiempo que gemía suavemente y respiraba más dificultosamente.

  • Tócate conmigo- le dije a Ian.

Se apresuró a desabrocharse los vaqueros, bajarse los calzoncillos y cogerse la polla para menearsela poco a poco.

  • Jota, ponte detrás y me tocas un poco anda...

Jota se levantó y se colocó detrás de mi.

Note bajo sus pantalones y apretada contra mis nalgas su enorme polla dura.

Acarició con una mano mis caderas mientras yo colocaba una pierna en el asiento junto a la pierna de Ian.

Jota bajo su mano por mi vientre, manteniéndose detrás de mi.

Me acarició por encima del tanga un poco, metió su mano para rozar mi excitadisimo clítoris y acto seguido la sacó para apartar el tanga a un lado y enseñarle a Ian como estaba de mojado.

Ian se reclinó un poco hacia adelante para acercar su cara a mí coño mojado mientras Jota seguía tocándome. Aceleró el ritmo de su mano en su polla y su nariz se abría para inspirar el olor que podía.

Jota metió un dedo en mi interior y un gemido más fuerte se escapo. Con la otra mano me tapo suavemente la boca mientras me susurraba al oído un -sssshhhht!- y seguía tocándome con suavidad.

Metió un dedo más.

Los impregnaba de flujo, los sacaba y los frotaba en mi clítoris.

Podía sentir el calor de la cara de Ian. Cada vez más cerca. Ya casi rozándome.

Baje la pierna del asiento y me quite el tanga entregándoselo con un pié a Ian, quien lo recogía con suma lujuria mientras lamía mi pierna desde el tobillo hasta la rodilla.

Lo entrecerró en su puño, se lo apretó en la cara e inhaló su aroma.

Se lo puso en la polla y siguió pajeándosela con ello.

Mientras, desabroché el pantalón y saqué la polla de Jota, que seguía detrás de mí. Volví a colocar mi pierna junto a Ian y baje la mano de jota a mi coño para que siguiese con lo que hacía antes.

Jota me metió los dos dedos y con la otra mano frotaba mi clítoris. Yo gemía desesperadamente. Me habían tenido cachonda desde hacía dos días sin poder ni siquiera tocarme.

Mi flujo resbalaba por sus dedos, que se movían cada vez más acelerados.

Mis manos se movían por su miembro también cada vez más rápido.

Entonces le dije a Jota:

-Me dejas tocar?

Me miró, miró a Ian y contesto:

-Claro!

Me puse de rodillas entre los dos e Ian se puso de pie.

Agarre una polla con cada mano y empecé a lamer la de Jota mientras seguía  moviendo la de Ian. Luego lamiendo la de Ian y moviendo la de Jota, y así un buen rato. Cada vez mas cachonda, cada vez más mojada.

Jota se corrió en mi boca y después de enseñarles como me relamía y me tragaba todo, seguí dedicándome a Ian.

Jota seguía empalmado, así que me ordenó levantarme si dejar de comérsela a Ian y de una suave embestida me metió su pollón dentro. Gemí y se la seguí comiendo a Ian con desesperación, quien viendo todo aquello por primera vez  no pudo aguantar y acabó con un orgasmo en el que gemía y se tambaleaba.

Jota siguió follandome fuerte hasta que yo también llegué a correrme.

Se agachó para relamer mis flujos. Aunque Ian se le adelantó pasando un dedo como si de un pastel de nata se tratase y chupándoselo después.

Nos miramos los tres. Sudados, relajados y conectados.

  • Madre mía! Esto, a mí, no se me olvida en la vida!

-jajajajajaja!- reímos los tres a carcajadas.

  • Has disfrutado entonces?- Pregunté.

  • Que si he disfrutado? - se pasaba la mano por la frente retirándose el sudor y la enseñaba con un gesto de obviedad.

Nos vestimos poco a poco pasándonoslas prendas que encontrábamos a nuestro lado y nos apresuramos a abrir la puerta para refrescarnos un poco.

Ian se bajó de la furgo y nervioso pero con menos vergüenza que cuando llegó, se despidió con un apretón de manos, dos besos y un seguimos hablando.

Jota y yo nos besamos.

  • Me va a gustar esto de que vedas bragas eh! Jeje- me decía mientras recogía.

  • Pues al lío! Que me las quitan de las manos!

  • Sobre todo si son como Ian!

  • Era muy mono...-pense en voz alta...

  • Si, pero es que se ha dejado el tanga!

  • En serio? Eso es que ya se ha llevado lo que necesitaba!

  • Jajajajajajajaj!- volvimos a reír juntos con mucha complicidad.

  • Te quiero averiado! -le dije con tono burlesco.

  • Y yo a ti mi putilla!- contestó.