Te soñe!

Soñé que estaba dormida, que dormía a tu lado, luego me sentiste te diste vuelta y fingí seguir durmiendo...

Soñé que estaba dormida, que dormía a tu lado, luego me sentiste te diste vuelta y fingí seguir durmiendo dormitaba boca abajo, desnuda, solo con una tanga hilo dental (ok no fue un bóxer, prometo comprar próximamente) y sin sabana... suspirando por ser tan feliz, y tenerte a mi lado.

Encontrados en la oscuridad, solo con los reflejos de la luz callejera, vislumbrante sobre mi cuerpo... me sentiste. Posaste tu mano en mi espalda y con la sutileza que tienen tus dedos empezaste a subir y bajar... lentamente, como sabes me gusta sentirte... (por que lo sabes verdad????)  Acariciaste toda mi espalda.. posaste tu mano entera y sentí tu piel; me pones "tan especial" cuando haces esto... lo sabes...... solo que ahora es diferente y mas especial.. Siento tu mirada dulce y juguetona rondando mis pechos. las caricias poco a poco se hicieron de una intensidad tal, que tenia que abrir mis ojos y continuar con lo que habías iniciado, mis manos buscaron a tientas tu cuerpo para sentir tu calidez, el olor de tu cuerpo me enardecía, la excitación dentro de mí aumentaba de tal manera que no podía controlarme, un leve temblor inundaba todo mi ser, esta ves me detenía a cada momento para lamer cada parte de piel que iba descubriendo, deseaba saborearte como nunca antes lo había hecho, por tu parte, ibas besando y acariciando cada centímetro de mi, con esto me hacías temblar y desear que esto nunca terminara la sensación era tan fantástica.

Tanto así que estaba lista para lo que fuera y darte todo el placer que me pidieras, mi boca buscó con avidez tu miembro lo tome con mis manos, me acariciaste el cabello delicadamente, abrí mis labios para chupar tu pene, en cuanto metí la punta, escuché unos leves gemidos escapar de tu boca, lamí alrededor del glande para que sintieras mayor placer, me tomaste por la nuca y, con un movimiento muy leve, me incitaste a que siguiera, hacia unos pequeños recorridos con mi lengua. Pasados unos minutos pediste que parará, me levantaste  y me acostaste boca abajo, cariñosamente me cubriste de besos y caricias todo mi dorso, iniciaste tu recorrido por mis pies, subiste lamiendo y besando lentamente por mis piernas, alternabas tus caricias entre una y otra, al sentirte sobre mi, estaba trastornada por el goce, mis sentidos únicamente estaban concentrados en ti y tus mismos sentidos, en ese momento me sentí la mujer más feliz de la tierra, tu húmeda lengua se paseó por toda la profundidad que tenías a tu alcance, me estremecí por la deliciosa sensación, poco después, iniciaste nuevamente tu recorrido por mi cuerpo, mi espalda se arqueó cuando tu lengua se posó sobre ella, no detuviste tu marcha hasta llegar a la parte posterior de mi cuello, ¡eso me enloquece! mi conciencia se perdió en la inmensidad del placer, definitivamente, mi ser era ya arcilla que moldearías a tu antojo con tus poderosas manos.

¡Deseaba unirme a ti en ese mismo instante!, pero aún no terminaba tu labor, me volteaste y las caricias iniciaron ahora por mi cara, los besos que me diste eran ardientes y denotaban que tu agitación aumentaba, poco a poco fuiste bajando hasta hallar mis pechos que se movían agitadamente al compás de mi respiración, tus dedos buscaron mis pezones, en cuanto los encontraste, los tocaste levemente, como si quisieras tenerlos siempre entre tus manos, tus caricias aumentaron de intensidad, pellizcando cada vez más fuerte, al mismo tiempo que me levantaba para tenerte más cerca, con mis manos atraje tu cara hacia ellos para que pudieras saborearlos, entreabriste tus labios para introducirlos uno a uno en tu boca, emití un gemido desde el fondo de mi interior para hacerte saber que la deliciosa caricia que me aplicabas era definitivamente indescriptible, cambiabas de vez en cuando tus labios por tus dedos para apretar mis pezones, una mordida furtiva me hizo gritar, una especie de descarga eléctrica corrió por mi ser, mi cuerpo se levantó por la mezcla de dolor y placer al mismo tiempo, continuaste con las caricias y abriste mis piernas para poder alcanzar a besar mi entrepierna, ya estaba húmeda y lista para llegar contigo a donde quisieras, lamiste mi clítoris mientras que con tus dedos jugueteabas en mi interior y, con eso, lograste transportarme hasta llegar al orgasmo. Abriste con ternura mis piernas, te colocaste en medio de mi  y yo estaba  ansiosa de sentirte dentro lo  hiciste con la mayor lentitud que fue posible, yo disfruté cada milímetro de ti, pero aun así grité, era un dolor tan rico!!!!!!.

Cuanto llegaste al fondo iniciaste un movimiento hacia dentro de mí, rodeé con mis piernas tu espalda para que la penetración fuera total, te recostaste sobre mí y nuestros labios se fundieron en un interminable beso, con cada entrada sentía como si me fueras a partir en dos, tuve varios orgasmos mientras estabas dentro con cada movimiento tanto suave como fuertemente, la increíble experiencia duró mucho tiempo, ¿cuánto?, no lo se, pero lo que si estoy segura es que cuando ibas a terminar, me estrechaste tan fuerte como te fue posible, un beso en mi boca diste y luego quedaste desfallecido por el cansancio sobre mí.

No entiendo porque me das tanta paz Amor.. pero lo que siento a tu lado no tiene comparación... GRACIAS Ed!!!!!!!