Te regalo la oca

El nuevo juego de la oca, a mi manera y para ti. Dedicado al sevillano mas majo que conozco.

TE REGALO LA OCA

Javier y yo habíamos quedado para el puente de la inmaculada y así al fin poder conocernos. Él era un gran aficionado a leer relatos y ahí nos conocimos, comentando lo que mas nos gustaba, descubriendo lo real y la fantasía en la escritura, narrando nuevas y más locas experiencias que aun nos quedan guardadas en la memoria. Y así, poco a poco se levanto entre nosotros un morbo.

Le llamo mucho la atención un juego de la oca que yo había echo para mi novio y así poder hacer sexo sin aburrirnos.

Decidí darle una sorpresa y llevarle el juego como regalo para esa noche.

Quedaba poco más de una hora para vernos y yo aun no me había terminado de vestir, decidí ponerme ropa interior negra a juego con unas medias que llegan a mitad de los muslos, una falda a juego, un jersey porque hacía bastante frío y unos zapatos de tacones muy altos. Me recogí el pelo en una coleta alta, y me pinte un poco los labios. Aun así se me veía sexy.

Llegué una hora tarde a mi destino y allí estaba él esperando fuera del coche, estaba muy elegante con un traje oscuro. Aun así me reconoció y me recibió con una sonrisa.

  • Vaya eres mas guapa que en las fotos.

  • Gracias, pero no me digas cosas bonitas que me las creo jajaja.

  • Pues creértelas. Te has puesto muy guapa.

  • ¡Vale ya! O no podré con los colores jajaja ay me pones nerviosa.

  • ¿Nerviosa? Jajajaj yo solo pretendía ponerte cachonda.

  • Bueno con ese traje y esas pintas de ejecutivo no te creas que no me pones.

  • Mira la tímida jajaja ahora el que se pone colorado voy a ser yo.

Nos subimos al coche y nos fuimos hacía la casa que no quedaba muy lejos de allí, solo quince minutos.

  • Te tengo una sorpresa- Le dije.

  • ¿Cuál?

  • La oca.

  • Bueno ahora si que me has puesto cachondo. Ya no puedo esperar más a llegar.

Estuvimos cenando relajadamente hablando y conociéndonos un poco mas a fondo, aunque lo que realmente nos apetecía era arrancarnos la ropa y follar toda la noche sin parar, pero queríamos reservarnos y jugar a ese juego para que todo fuera como la primera vez. Así la diversión y el morbo estarían asegurados al 100%.

De postre teníamos banaba split con helado, sirope de chocolate y nata, que si no fuera porque allí dentro había calefacción no podríamos haber tomado ese postre frío.

  • Bueno, ¿saca el juego que empecemos no? – me dijo nervioso.

Me dirigí a mi bolso y saque un folio doblado, lo desplegué y lo coloque en la mesa, se quedo mirando los dibujos sacando a relucir una picara sonrisa.

  • ¿Quién empieza? -Pregunté

  • Las mujeres primero.

  • Que amable y que caballero por favor jajajaja.

Tiré el dado y saque un dos, caí en la casilla de darnos un beso corto. Sin decirnos nada acercamos nuestras bocas y juntamos nuestros labios fundiéndonos en un mas que esperado beso, nuestras lenguas empezaron a jugar la una con la otra, convirtiéndolo no en un pequeño beso si no mas bien en un beso apasionado, como apertura de que todo lo que nos estaba esperando.

  • Bueno, bueno, para ya que era un beso pequeñito jajaja – Le dije.

  • Ya no me gusta este juego, estoy que no puedo más jajaja, dame más.

  • Pues tira el dado y veremos que te toca.

Cogió el dado nervioso y lo tiro en la mesa, salió un tres, casilla de quitarse una prenda.

  • Vale me quito el zapato.- Dijo él.

  • Los zapatos jajaja zapato, calcetín, guantes, se cuentan como uno en este juego de la oca.

  • ¡Que mala eres! Jajaja Ves tirando eh, no pierdas tiempo.

  • ¡Cinco!

  • ¡Por el culo te la hinco! Jajajaja- Bromeó.

  • Mejor preguntamos al tablero jajajajaja

  • Vale prenda también.

  • ¡Bien! ¿Qué te quitas? ¿Qué te quitas?

  • El jersey porque tengo un calor

  • Madre mía eres una loba jajaja

Me saqué el jersey y me quedé con un sujetador negro de encaje apretando mis grandes pechos, él no podía quitar su mirada de ellos.

  • Uf niña… estoy muy malo eh jajajaja madre mía que pechos tienes.

  • Jajajaja gracias, tira corre a ver que te sale.

Esta vez sacó un uno. Besar en el cuello y oreja al compañero. Se acercó por detrás de mí, soplándome ligeramente por el cuelo, acercando sus perfectos labios a mi cuello poniéndome la carne de gallina y se dispuso a rozarme con ellos por todo mi cuello, llegando a mi oreja, lamiéndola y mordisqueándome el lóbulo, en seguida notó como mis pezones se ponían duros excitándome al instante y continuo besando mi cuello. Bajó su mano hasta mi pecho, rozando con sus dedos mi pezón duro y enorme dejándome escapar un gemido.

  • Venga tira el dado corre- Dijo apartándose.

  • No se si podré… ajajaja estoy súper caliente ahora mismo. Un uno, me tengo que tocar el coñito delante de ti.

Bajé mi mano despacio pasándolo por entre mis pechos, por mi ombligo, mis muslos y levante mi falda abriendo un poco mis muslos enseñándole mis braguitas negras a juego con el sujetador.

  • Esas medias me ponen un montón, no te las quites ni cuando te salga prenda eh jajaja no cuentan.

Sin contestarle metí mi mano despacio dentro de mis braguitas, mirándole a los ojos, se le notaba muy nervioso, y por el bulto que crecía en su pantalón diría que se estaba excitando demasiado, eso me excitaba a mí aun más de lo que ya lo estaba. Comencé a mover mi mano dentro de mis braguitas pero no lo hice mucho tiempo, quería reservar mi orgasmo para mejores cosas.

  • Tira el dado- Le dije.

  • Un seis, tire otra vez... a ver... un dos... oca, jaja y de oca en oca y te follo porque ya toca jajajajaja, un dos otra vez.

  • Pues venga, despojaté de toda tu ropa machote mío jajajajaja

Delante de mí y solo para mí comenzó a quitarse la ropa tarareando la música de nueve semanas y media. Su cuerpo me gustaba, con esa barriguita que lo hace tan simpático, esas piernas fuertes y robustas al igual que sus brazos, y sobre todo, su polla tan perfecta, gorda, rosa e increíble.

  • Ya me tienes desnudito jajajaja ahora tira el dado que si no paso del juego y te violo aquí en medio jajaja.

  • 3, te tengo que lamer la polla un ratito.

  • Sin ningún problema, si el juego lo dice no vamos a ir contra las normas jajajaja así que venga jajaja toda tuya.

Me arrodille delante de él, y sin perder tiempo hundí mi cabeza en su polla, lamiéndola como una gatita, la cogí con una mano y comencé a darle besitos en el capullo, alguno con lengua incluida, metiéndola un poco mas cada vez en mi boca. Con mi otra mano comencé a acariciarle los huevos lentamente, para después absorberlos a mi boca, jugando con ellos y con mi lengua.

  • Bueno creo que ahora te toca a ti – Dije apartándome de él.

  • Que va jajaja, creo que todavía estábamos en tu casilla. Este juego es una tortura.

  • 3, que casualidad, otra casilla de una mamada… pues nada nada sigue jajajaja

Continué justo donde le había dejado, chupándole los huevos, y continué apretando mis labios por toda su polla, lamiéndola todo lo larga que era, mordisqueándole la puntita, y esta vez si me la metí hasta el fondo de mi garganta, deleitándole una espectacular mamada.

  • Venga para que me voy a correr si seguimos así jaja.

  • 2, despojaté de tu ropa. – Leí.

  • De todo menos de esas medias y esos taconazos bonita.

Me di la vuelta y me desabroche la falda sensualmente y la deslicé por mis muslos dejándola caer al suelo, pase mis manos por mi espalda buscando el corchete que mantenía unido mi sujetador, y me lo saque sin darme la vuelta aun. Llevando mi mano a mi cabeza me quite el coletero dejando caer mi pelo largo y moreno sobre mi piel pálida, puse mis dedos en la goma de mis braguitas y las acompañe hasta el suelo, me había quedado como él quería, solo con mis medias y mis zapatos de tacón alto. Me volví a girar dejándole ver mis enormes pechos con los pezones durísimos, y un coñito bien depilado.

Sin decir nada tiró otra vez el dado muy nervioso.

  • Un cuatro, ¿juguete? ¿Tienes algún juguete que venga con el juego? Porque no he traído nada jajajaja, solo lo puesto.

  • Jajajajaja, pero que mas quieres jajajaja, pues no no he traído nada.

  • Espera aquí.

Salio corriendo a la cocina y volvió enseguida con una banana en la mano.

  • ¿Cómo lo prefieres, pelado o sin pelar?

  • Jajajajaja pélalo mejor.

  • ¿Si lo pelamos después te lo comerías?

  • Si lo hago, ¿qué harás tú a cambio?

  • Comerme la mitad si quieres.

  • De acuerdo. – Dije

Peló la banana que aun pelada parecía bastante larga y gruesa. Y me lo paso por los labios invitándome a chuparla igual que había echo antes con él. La bajo rozándome los pechos con ella hasta mi vientre, y me empujo sobre el sofá abriéndome las piernas.

Jugó con la banana roncándola fría por mi clítoris que comenzaba a endurecerse por la excitación que aquello me provocaba. De repente subió a mí proporcionándome un beso en la boca profundo y caliente, y con su mano comenzó a acariciarme el pecho. Su mano se deshizo de la banana y comenzó a acariciar mi clítoris desenfrenadamente, yo pensaba que ya se había cansado de jugar y quería pasar a mayores, lo que por una parte me parecía bien porque mi calentura no podía ser más alta. Pero me equivocaba, volvió a coger la banana con su mano y esta vez intento introducirla en mi coñito depilado. Abriéndolo y dejando paso a esa fruta. Poco a poco la iba teniendo dentro de mí. Me cogió el pecho con una mano de nuevo y comenzó un mete y saca con la banana mientras yo intentaba controlar mis gemidos.

  • Toma, cómetela. – Dijo

Me senté frente a él y comencé a simular una mamada mirándole fijamente a los ojos, y partiéndola por la mitad le di a comer su media parte.

  • Uhmmmmmmm, esta deliciosa.- Dijo él. – Tira que te toca.

  • Vale, un cinco, oca. Tiro otra vez, un seis, la postura del perrito. Bueno pues toca penetrar jajaja.

  • Por fin.

Me puse como me indicaba la casilla, a cuatro patas, esperando ansiosa que me metiera su enorme polla, y no se hizo de esperar, apuntando con la punta en mi coño empapado me agarró de un hombro y la cadera y comenzó a meterla hasta el fondo muy lentamente hasta que sus huevos chocaron con mis muslos, dirigió su mano a mi pecho y amarrándolo fuertemente comenzó a follarme con todas sus ganas, no haciéndose de rogar ni un segundo, embistiendo fuertemente. Estuvimos así cinco minutos, hasta que estuvimos a punto de corrernos juntos que la saco a toda prisa.

  • El juego aun no ha terminado, no pienso correrme ahora. Un cinco. Genial he ganado jajajajajaja, he llegado al final ;) Y ahí pone elegir al gusto y correrse, así que nena prepara el culo jajaja

Volví a ponerme a cuatro patas, y note su lengua caliente en mi culo, que bajaba por mis jugos vaginales y llegaba hasta mi clítoris haciéndome gemir sin poder aguantarlo, su dedo se introdujo en mi agujero, dilatándolo, lo movía en círculos, saco su dedo y separo mis cachetes del culo, escupiendo en el, introdujo esta vez dos dedos, dilatando mi culo perfectamente, se notaba que sabía lo que se hacia, así que me relaje y le deje hacer, hasta que note como colocaba su polla en mi entrada, y clavando mi cabeza en el sofá me apretaba contra su cuerpo, metiéndola muy lentamente, notando cada milímetro de su gruesa polla entrar en mi, la agarro con su mano haciendo mas fuerza consiguiendo meterla un poco mas, un dolor enorme me recorría el culo, echándome hacía adelante para evitar ese dolor, pero no me quiso soltar para no perder el camino que llevaba recorrido, así que se vino conmigo adelante metiéndome media polla mas dentro. Del dolor que me producía me tumbe en el sofá intentando sacarla de mi pero ya estaba dentro.

  • Espera no te salgas ahora que ya esta dentro, aguanta un poco que se acostumbre.

Me tranquilicé y pude notar como el dolor iba desapareciendo, él comenzó a moverse lentamente, tumbado encima de mi, besándome el cuello, y comencé a gemir de nuevo, no podía imaginar lo caliente que eso me ponía, él lo notaba así que empezó a dar pollazos mas grandes, sacándola mas y metiéndola mas fuerte, metió una mano debajo de mi abdomen, buscando mi clítoris que no le costo mucho encontrar, lo agarro con dos dedos y comenzó a moverlos rápidamente, mientras su polla entraba y salía muy rápido de mi culo, giré mi cabeza buscando su boca, que se fundieron en un profundo beso interrumpido en ocasiones por mis fuertes gemidos, mi cuerpo empezó a temblar, y el notaba en su mano unas fuertes palpitaciones que además le mojaban mas los huevos en sus embestidas, me estaba corriendo y él seguía fallándome con todas sus ganas, su orgasmo no tardó demasiado llenándome el culo de su leche caliente.

Todo se paro en ese instante, ninguno de los dos se movía. Hasta que su polla volvió a su tamaño inicial y la sacó de mi. Me di la vuelta y nos fundimos en un profundo beso con la respiración aun agitada.

No volvimos a jugar a la oca en toda la noche, pero si que seguimos llegando a la casilla de final ;)

Esta historia es para ese amigo de Sevilla que no dejaría escapar el morbo.

Espero que te guste.