Te quiero y te quiero follar (2)

Hola:

Soy Eñe y os voy a contar lo que me paso al poco de mandar mi relato del mes pasado (Te quiero y te quiero follar).

Resulta que mi novio me ha descubierto.

¿Cómo se te ocurre escribir una carta a todorelatos contando nuestras experiencias sexuales más íntimas?

Me dijo medio enfadado. Yo le dije que no había escrito nada. Pero empecé a ponerme un poco nerviosa, no sabía como había descubierto la carta, no sabía que se conectara a todorelatos. Para demostrarme que Eñe y Jota éramos nosotros dos me enseño el relato, que había bajado de Internet, me dijo:

Toma lee, si Eñe no eres tú yo no soy Jota, pero ciertamente esta pareja tiene las mismas experiencias que nosotros. Son clavados

Yo estaba un poco asustada, pero me estaba excitando a la vez. No pensaba que ocurriría, pero me había descubierto. Mientras lo leía recordé lo excitada que me puse el día que lo escribí, me estaba poniendo tan cachonda como entonces. El se quejaba diciendo ¡Que vergüenza, que todo el mundo lea esto tan íntimo! Tuve miedo de que se enfadara de verdad. Estaba excitada y no quería que se estropeara el encuentro. Entonces me vino la inspiración de novelista y le dije:

Esto lo has escrito tú. Me siento totalmente identificada con Eñe, podría ser yo. Nadie puede escribir esto de mí, excepto tú.

Hice el ver que me ruborizaba al pensar que todos podían leer lo que él cree que yo siento cuando me folla. No hay mejor defensa que un buen ataque. Pero para compensar le hice un halago para que no se enfadara:

La verdad que escribes muy bien, me gusta. Además me conoces muy bien, porque esto que dices es lo que siento realmente cuando hacemos el amor. ¿Cómo sabes lo que siento?

Él insistía en que no era el autor del relato y me acusaba de ser yo la escritora. Y así nos fuimos pasando la pelota mientras yo leía el escrito y me iba excitando cada vez más.

Antes de contaros como termino la noche os tengo que decir que de ahora en adelante no voy a sincerarme totalmente. Tal vez invente algunas cosillas, para que si lo lee Jota, tenga la duda de si Eñe y Jota somos nosotros o es una pareja que se nos parece demasiado. ¿Cuántas parejas puede haber en el mundo que se puedan sentir identificadas con mi relato? Seguro que unas cuantas. Así que sembraré la duda en Jota

Nunca le reconoceré que Eñe soy yo…Además, ahora estoy segura que Jota se pasa el día fisgando por todorelatos, a ver si lee alguna intimidad mía. Le puso tan caliente pensar que he tenido el morbo de escribir sobre nosotros. Así que perdonar que no sea cien por cien sincera, pero lo tengo que hacer para no ser desenmascarada.

Aquella noche fue distinta a las habituales. Estábamos en el sofá de mi casa, después de una cena íntima, al lado del fuego. A pesar del frío que hacía fuera, en casa se estaba calentito. Reconocí que me había excitado leer mis propios sentimientos y que me estaba poniendo a cien. Además, habíamos bebido más de la cuenta. ¡Ese orujito de hiervas helado, esta tan rico! El alcohol me corre por las venas a toda velocidad, me inunda como si me lo inyectará en vena. ¡Y pensar que antes de conocer a Jota no bebía! Este chico me esta pervirtiendo. ¡Pero me gusta tanto que me pervierta! El próximo día os contaré como termino la noche