Te quiero pequeña (01)
Tania y Fran descubren que son la mejor pareja padre hija
Tania, estudiante de 19 años, llevaba una vida volcada en su aprendizaje, no tenía tiempo para más que sus estudios y a las competiciones de natación que le habían abierto las puertas a la universidad de jóvenes deportistas profesionales. Todo sea dicho, venía de familia deportista profesional, pues su madre nadadora olímpica fue la que desde pequeña la había introducido en aquel deporte tan y tan sacrificado.
Con un
grupo
muy reducido de amigos, Tania poco tiempo tenia para disfrutar de salir tal y como alguien de su edad haría en esos años, pero no le importaba demasiado, se sentía muy bien consigo misma.
Sin chicos prácticamente por conocer, ella exploraba su vida de otra manera que la hacía sentirse llena, entrenar y estudios, sus únicas metas.
Su cuerpo estilizado, sus piernas torneadas y su único complejo, su falta de pecho, era una mujer digna de llamar la atención de cualquier persona que pasara por su lado.
Uno de los días que salía de la universidad, se encontró con su padrastro que, inesperadamente aquel día había salido antes del trabajo y había ido a buscarla.
Hola papi!!!
Hola mi vida!
Que haces hoy aquí???, No me digas que has venido a buscarme??
Pues si cariño, es que he tenido que ir a visitar a un cliente y estaba cerca, y he decidido venir a buscarte, darte esa sorpresa, ya que siempre llego tarde y nos vemos muy poco...
Cabe decir que tanto Tania cómo su padrastro Fran, se querían muchísimo, desde pequeña ella siempre lo consideró su padre, y él por su parte, ella era la niña de sus ojos.
Está tarde no entrenas verdad?
No papa...
Pues te acerco yo a casa y así de camino hablamos un ratillo te parece?
Claro!!!, Me encanta!
Durante el camino a casa mientras Fran conducía, ambos hablaban de mil temas pendientes... Y eso hizo que el recorrido hasta casa se hiciera incluso corto.
Llegaron a casa, vivían a las afueras de la gran ciudad, y aparcaron cerca de la misma sin meter el coche en el porche de la entrada como de costumbre.
Ambos entraron a casa y vieron por el colgador con la chaqueta y el bolso en el que Verónica, la madre de Tania y mujer de Fran, estaba en casa.
Ambos subieron las escaleras hacia la segunda planta, pues se oían ruidos allí, y suponían que ella estaría allí arriba.
Mientras subían y se acercaban a la habitación, se sentían pequeños golpes y hablar de lejos a Verónica, eran frases cortas, no muy entendibles, y Fran y su hija se miraban estrañados a medida que se acercaban a aquella puerta un poco entornada.
Ambos quedaron pedrificados al llegar a ella, Verónica estaba con otro hombre en la cama, y estando a cuatro patas sobre la misma, él la tenía estirandole del pelo fuerte y azotandole aquel glúteo rojo ya, mientras la penetraba con mucha fuerza y rabia.
Fran sintió un escalofrío y dolor fuerte dentro de sí mismo, miro a Tania con ojos llorosos y dio media vuelta, para bajar las escaleras e irse...
Tania por su parte, abrió la puerta de un golpe..
Mamá!!! Que haces joder!
Verónica se giró de golpe como pudo pues aquella posición era al contrario a donde le vino la voz de su hija...
Tania, que haces aquí???
Que hago??? Me preguntas que hago??
Ver lo puta que eres, y me voy con papá, lo has matado!!!
No!! Esperad, esperad ...
Verónica entre gritos entrecortados trataba de taparse y salir de la habitación para pedir que se esperaran, pero ambos salieron por la puerta sin decir nada más...
Fran y Tania se metieron en el coche, y ambos se fueron, mientras Verónica incrédula miraba desde la ventana de su habitación como aquel coche se iba.
Tania cariño, no tienes porqué venir si no quieres mi vida.
Papa no quiero estar en esa casa, quiero estar contigo, mamá siempre ha sido muy egoísta, y sabes, yo creo que con lo que le gusta coquetear, esto no es la primera vez que pasa, no tengo pruebas, pero tampoco solemos estar en casa a estas horas, tu bien lo sabes.
Fran dolido y con los ojos vidriosos miró a su pequeña y la abrazó fuerte.
Hoy no dormiré en casa, esta noche me iré a un hotel...
Papa yo contigo!! y no me digas que no, y no te preocupes más por mi, quiero estar contigo, y ahora más que nunca.
Eres mi pequeña, y te quiero con locura y lo sabes, y ya eres mayor y respeto todo lo que decidas, me has demostrado ser toda una mujer responsable siempre, es hora de que te demuestre que confío plenamente en tí.
Mientras tenían la conversación el teléfono de ambos no dejaba de sonar, pero ninguno dio el paso a descolgar pues ambos sabían quien era y no querían saber en aquel momento nada de Verónica.
Escogieron uno de los hoteles de la ciudad y ambos entraron en la habitación tras dar los datos en recepción, era de las pocas que les quedaban, justo aquellos días había congreso en una feria cercana y prácticamente estaba todo lleno.
Ambos miraron aquella habitación y era cama de matrimonio, aunque había un enorme sofá donde Fran dijo que el dormiría allí.
Callate, vas a dormir en un sofá!! Duermes en la cama como yo!
Pues voy a darme una ducha cariño, porque hoy la necesito, mientras mira lo que tienen para cenar y pide que lo suban a la habitación, no me apetece bajar al comedor para nada...
Ok papá! Lo que yo
quiera?
- Si...
-Fran se metió en la ducha y después de un rato sintió el timbre de la habitación, era la cena, así que salió de la ducha y con el albornoz fue directamente a la habitación, a una mesa donde Tania había dispuesto todo para cenar.
Cenaron hablando de temas de ellos, y no salió absolutamente nada de lo ocurrido esa misma tarde.
Fran descubrió que su pequeña había tenido durante un corto tiempo un muy buen amigo, pero que se cansaron pues la vida de ella es bastante estricta, y no lo suelen aguantar eso los chicos, y Fran le daba tristeza que no pudiera también disfrutar de esa manera su juventud...
Se estiraron en la cama y pusieron el televisor, y cambiando canales encontraron una película que le engancho nada más empezar.
Nos faltan palomitas papa!!
jajajaja si, pero es un poco estresante pasar esta peli a tu lado con tanta escena de cama ...
Ya soy mayor, no me trates como una cría papá.
Si ya lo sé... Pero es que no me acostumbro a verte mayor, y lo sabes.... Eres mi pequeña...
-Tania puso su cabeza en el pecho de Fran y mientras miraban la película, apareció en la pantalla una escena de aquella pareja de protagonistas que fue muy muy caliente, en si la película lo era demasiado...
Fran pues ante ver aquella escena, y solo cubierto por el albornoz, tuvo la reacción lógica ante esas imágenes tan eróticas, y aún tratando de cruzar sus piernas su erección se notaba entre los pliegues de la prenda que tapaba su cuerpo.
Intentaba disimular y pensar en otras cosas para bajar aquello pues estaba su pequeña allí...
Por otro lado Tania se había percatado de ello pero trataba de hacer ver que no se había dado cuenta y que miraba la TV pero la realidad es que miraba como aquel bulto no dejaba de crecer, y tenía cierta gana de descubrir cómo sería aquel miembro erecto, era su padre si, pero por su poca vida sexual, le empezó a dar curiosidad, aunque quería disimularlo.
Fran se sentía incómodo, era su pequeña... Y trato de levantarse con cualquier escusa.
Donde vas?
Al baño nena!
No ahora no papa que te pierdes lo mejor, se van a reconciliar...
Joder ya veo que se reconcilian ya...
Trató de girarse y en vez de tapar consiguió el efecto contrario, entre los pliegues del albornoz apareció su miembro erecto con el glande grueso y morado de apretar las piernas para tratar de sujetarlo y que no saliera...
Tania lo vio y quedó boquiabierta, pues para ella era impresionante el tamaño y lo tenía a escasos centímetros de su mano que estaba en la cintura de su padre abrazándolo.
Continuará...