Te pillé (6)

Al final, la familia unida, permanecera unida... para siempre

Poco a poco, fuimos vaciando la casa, Sonia se iría a casa de su novio Marcos, mi mujer y yo, le dijimos a Laura que teníamos una cena con unos amigos que no le caían demasiado bien, que si quería venir.

-No, se lo que pasa siempre… tu amigo no para de pellizcarme en la mejilla, como si fuera una niña….Y yo ya no soy una niña-y me miro a los ojos

-Pues como quieras… pero hay buffet libre…-para hacerlo mas real, provocándola

-En la nevera tengo también buffet libre, jajaja

Dicho esto se metió para el salón a ver la tele. Y nosotros cogimos nuestras chaquetas y salimos fuera. Nos juntamos con Sonia fuera y nos marchamos en el coche en dirección a la caseta del vicio. Una vez en la caseta, nos disfrazamos con ropa negra y pasamontañas, y unas pistolas de mentira, parecíamos terroristas. Fuimos acercándonos sigilosamente, para que no nos escuchara, cuando llegamos a la piscina, estaba toda la luz apagada excepto la luz del salón, nos asomamos con cuidado para que no nos viera y nos la encontramos abierta de piernas, masturbándose viendo una película porno.

-Dios vendito, como se nota que es hija mía – me susurro mi mujer

-Me muero por ayudarla – dijo también en voz baja Sonia

-Sabéis cual es el plan, lo cumpliremos.

El plan era sencillo, rompería una ventana para meterme en la casa, ella escucharía el ruido e intentaría salir corriendo, cuando saliera, iríamos corriendo detrás de ella sin pillarla, disparando con las pistolas de fogueo, para asustarla, y al final, le saldría al paso mi mujer, le apuntaría con la pistola a la cabeza y la cogeríamos, y hablaríamos entre nosotros como si fuéramos rusos, para que le diera mas miedo.

Tal como estaba planeado rompí una ventana de la cocina y entre dentro, ella al oírme se asusto y se incorporo, acomodándose un poco la poca ropa que llevaba, unas bragas y su camisón. En cuanto me vio, lanzó un grito y salio corriendo hacia la calle, empezó a correr y se iba a ir hacia la zona de la cochera, como habíamos previsto cuando Sonia le salio al paso, ella cambio su zona de escape e iba a bordear la casa, cuando entonces llegué yo. Su única salida era correr hacia el bosque, justo como nosotros queríamos, íbamos corriendo al lado suyo, para trazarle el camino, y ella, sin darse cuenta, estaba yendo donde nosotros queríamos, cuando llegó a los árboles, fue cuando apareció mi mujer.

-aaaaaahhhh!!! Dejadme!!! Aaaaaahhhhh –grito ella, a lo que mi mujer disparó al aire, no lo habíamos probado, pero la verdad es que parecía un tiro de verdad- no me matéis, por favor

-No vhhhamosss a matarte-dije poniendo un poco de acento ruso

-Nein, nein-dijo mi mujer

-Shhholo querrrremos fffiolaarrrte- Sonia era la que mejor acento tenía, parecía que había estado ensayando.

Laura se quedo con los ojos muy abiertos y con su rostro blanco. Cogimos unas cuerdas y la atamos, le pusimos una mordaza y le tapamos los ojos. La cogimos en brazos para que no supiera donde podíamos estar. Cuando abrieron Sonia y mi mujer la caseta, con las velas encendidas, con cortinas rojas, me encantó el sitio como lo habían dejado. Nada más entrar, estaba la mesa que yo había diseñado, era estrecha, poco más del tamaño de su cuerpo, la había acolchado un poco y había dispuesto varios alambres en la zona del culo y espalda. Le había colocado unas correas por la zona abdominal y otra por la cabeza, los brazos serían esposados por debajo de la mesa y las piernas estarían enganchadas por unas cadenas al techo. La idea era disponer de cada uno de sus agujeros a nuestro antojo. La zona de la cabeza tenía una articulación para poder girarla a nuestro antojo. Le quitamos toda la ropa, cortándosela, para que le diera más miedo, y empezamos a tumbarla, Sonia no lo pudo evitar, enseguida se metió un dedo en la boca y lo metió en el coñito de su hermana. Ya la teníamos tumbada, ahora quedaba atarla, empezamos por la cintura, para que no pudiera moverse, las manos, y las piernas. Me puse en la puerta para ver la obra de arte que habíamos hecho, era el cielo, mi mujer y Sonia, quitándose la ropa, poniéndose una ropa de Látex negro que dejaba libres sus tetas, coño y culo, a mi entera disposición, se colocaron una mascara también de látex negro, con una cremallera en la boca, al mas puro estilo de las webs en las que se metía Laurita. Me puse una camiseta de látex y unos pantalones que lo único que dejaban al aire era mi polla, que con aquel espectáculo, estaba bastante tiesa. Una vez que estábamos todos arreglados, con nuestras respectivas mascaras, le quitamos la capucha a Laura, que al vernos, lanzó un pequeño grito, que callé tapándole la boca y le dije.

-Errrrres nuestras esclaffva, fffvamos a fffiolarte- cada vez parecía mas real el acento- Las normas las ponemos nosotros- dije mientras giraba la articulación de la cabeza para que su boca quedara a la altura de mi polla.- Chúpala

-Noooo!!! Aparta!!!-acto seguido apreté un pulsador dispuesto debajo de la mesa- aaaaaaaggggghhhhhhhh-grito

Era normal que gritara, había dispuesto unos alambres por la zona donde estaba apoyada ella. Uno de los extremos de estos alambres iba directo al pulsador, mientras que el otro iba al positivo de una batería de camión, para que no nos faltara energía. Con lo cual cada vez que pulsáramos el botón ella recibiría una fuerte descarga eléctrica. En cuanto solté el botón, ella se metió mi polla en la boca y empezó a chapármela bastante rápido, como para que acabara pronto.

-Si haces que me corrra pronto, yo pulsar botón

Acto seguido bajo el ritmo sabiendo que le dolería, con lo que empezó a chuparla, casi con la misma dulzura que cuando me la follé. Pero teníamos que hacerla sufrir, así que Sonia cogió gel y empezó a lubricarle su culito, para introducirle un consolador que tenía preparado, mientras, mi mujer, estaba haciendo fotos y besándonos a Sonia y a mi, estaba cachondísima. Poco a poco, Sonia empezó a introducirle aquel consolador, como no era grande, no fue un problema. Mientras yo seguía disfrutando de aquella mamada, mi mujer le dio la cámara a Sonia y empezó a jugar con el consolador en el culito de Laura mientras recorría el coñito de Laura con su lengua. Entonces Sonia puso voz ronca y le dijo:

-Solo puedes corrrrerte cuando nosotrrrros digamos… ssssi te corrres antes… botón rrrojo

Justo al decirle eso le paso a su madre una pequeña bolita vibradora para que la pusiera en el clítoris de Laura, que mala que fue, empezó a darle velocidad, con lo que la pobre niña se estremecía, sabiendo que no podía correrse, sufría, se mordía los labios, contraía su cuerpecito preso, yo no me lo esperaba, pero me excite muchísimo de verla así, tanto, que sin controlarlo me corrí en su boca. Le volví a poner la cabeza mirando para arriba mediante la articulación de la mesa y le cogí la cámara a Sonia para fotografiarla, mientras le decía:

-Supongo que safbrrrrás que te lo tienes que tragar todo… si no… botón rojo

Y la pobre empezó a tragar, no hubiera puesto tan mala cara si hubiera sabido que esa leche que se estaba tomando, era mía. Sonia aprovecho y se subió en unas plataformas que habíamos puesto a la altura de la cabeza, para que pudiéramos subirnos y Laura nos comiera o la polla en mi caso, o el coñito de mis chicas. Así que Sonia le puso su lindo coñito en la boca y le dijo.

-Tienes cinco minutos parrrra que me corrrrra con tu boca… si no… botón rojo

Sonia estaba demostrando ser muy sádica, mientras Laura le comía el coño, mi mujer me dio la bolita a mi para que siguiera con la masturbación de Laura mientras ella se encargaba de volver a empalmarme con su boca, mientras yo, con la otra mano, dado el grado de excitación que tenía, metí los cuatro dedos en la boca de Laura para que me los ensalivara bien, y empecé a meterle en aquella postura un dedito a Sonia en su culito, dos… tres…conseguí que se corriera enseguida, lo que tranquilizo a Laura. Ahora le llego el turno a mi mujer, se subió también en la plataforma y le puso su coño en la boca de Laura, que sabia lo que tenia que hacer. Yo por mi parte, le di la bola a Sonia y la puse de espaldas a mi, apoye su pecho en el estomago de su hermana y empecé a follarme el culo de Sonia, tenía amor para todas mis chicas. Mientras le follaba el culo, Sonia empezó a pellizcarle los pezones a su hermana, y a la vez que apoyaba la bolita en su clítoris, se lo frotaba con fuerza, sin llegar a introducir nada en el coñito de su hermana, ya que la idea era, después, follarla salvajemente. De repente, sin que nos lo esperáramos ninguno, Laura lanzó un grito atronador, su cuerpo vibró entero durante varios segundos… se había corrido como no había visto nunca.

-pppaaarrrrece que alghhhien no ha entendido las normas… la perrrra se ha corrrido -Dijo Sonia… y pulso el botón rojo

-aaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhggggggggggg!!!!!!!!!!- Grito la pobre Laura

Reconozco que yo no hubiera sido capaz de pulsar el botón. Fue más cruel de lo que esperaba, pero aquí todo el mundo estaba metido en el papel.

-Fóllate ya a esta perrrrra… y si se fuelve a corrrrer te jurro que dejarrre mi dedo pegado al botón rojo…-Mi mujer también se lo había tomado en serio.

Así que me puse entre las piernas de Laura apoye mí polla en la entrada de coñito, que estaba totalmente mojado, empecé a introducir la cabeza de mi polla cuando grito mi mujer:

-Esperrra… yo te empujo

Se colocó detrás de mí, apoyo sus manos en mi culo, y me hizo penetrarla de un solo golpe, hasta el fondo, con lo que Laura lanzo un gemido, mas que de dolor… de placer.

-Destrózale el coño… quémaselo…-gritaba Sonia

Aquellas palabras fueron órdenes para mí, empecé a follarla muy pero que muy fuerte, casi intentado atravesarla en cada embestida, ella gemía muchísimo, se mordía los labios intentando no correrse… Estaba siendo un polvo salvaje, mi mujer y Sonia no paraban de pellizcarle los pezones, mordérselos, besarla en la boca. Como tenía su culito ya dilatadito, listo también para mi, saque mi polla de su coñito, saque el consolador que le habían puesto, y procedí de la misma manera a follarle el culo en plan salvaje, gritaba y se estremecía, mientras que mi mujer se había subido en la mesa, para poder comerle el coño mientras yo le follaba ese culito tan rico. La pobre Laura estaba luchando contra su cuerpo, no podía correrse y yo no podía mas, saque mi polla de su culo y lance toda mi leche al coñito de Laura, mi mujer, dada su posición, empezó a lamer toda mi leche, una vez que tenia toda mi leche en su boca, se fue hacia la boca de Laurita y empezó a besarla profundamente. Pensé que había llegado el momento que se corriera la pobre, así que empecé a masturbarla muy fuerte y le dije.

-Ahorrrra tienes que correrte!!! Fffamos puta córrete!!-acelerando cada vez mas mi mano.

Fue increíble, se corrió en decimas de segundo, llegando a salpicarme la mano con sus jugos. Dio un grito que nos dejo un poco preocupados, tal vez la habíamos retenido demasiado, pero había sido un orgasmo, seguro, inolvidable. Empezamos a desatarla, de las piernas, de la cintura, la cabeza y los brazos, la cogí fuertemente y le enganche los brazos de las cadenas del techo donde antes estaban sus piernas, quedando casi suspendida en el aire, cogimos otras cuerdas que teníamos preparadas para atarla por las rodillas, con el fin de que se quedara abierta de piernas, sin posibilidad de cerrarse. Nos quedamos mirándola, disfrutando de aquella imagen, Sonia se acerco a mi lado y me susurro:

-Cuando todo esto acabe, me tienes que poner en esa misma postura

Mi mujer cogió un látigo de cuero que había comprado y empezó a darle pequeños golpecitos en el culo, para que sintiera un poco de dolor, no queríamos pasarnos. Y Laura lanzo el grito que no nos esperábamos ninguno

-Dios, folladme dos a la vez… aaaahhhggg….. Pégame más… soy vuestra perra… soy vuestra esclava… folladme… ya

Aquellas palabras nos dieron la tranquilidad de que no nos estábamos pasando, así que mi mujer cogió un arnés con una polla de unos 16 centímetros y se lo puso. Lo apunto a la entrada de su culito y empezó a metérsela, Sonia, que estaba de espectadora, empezó a chupármela, como para ayudarme a que me volviera a empalmar, cosa que no tuvo que hacer durante mucho rato, ya que ver a mi mujer follándole el culito a Laura y ver como encima lo disfrutaba… me empalmo enseguida. Aparté a Sonia que se sentó en una silla, abierta de piernas, usando el consolador y la bola vibradora, masturbándose, viendo como su hermanita pequeña cumplía una fantasía que ella tenía desde hacía tiempo. Apunté mi polla a la entrada de su coñito y se la metí de golpe, pero esta vez no empecé con un ritmo frenético, me explico, empecé a metiéndola de golpe, haciendo una pausa de un segundo y volviendo a sacarla igual de rápido. Con mis manos tocaba las tetas de mi mujer mientras ella tocaba las de Laurita, estábamos muy bien compenetrados. Decidimos cambiar de postura, así que mi mujer se puso delante y yo me puse detrás, y ahora si que me volví loco en aquel culo, empecé a follármela salvajemente y le dije:

-Puedes correrte cuando quieras, eres libre

-No!-dijo Laura-Soy vuestra puta, solo me correré cuando me lo digáis

Miré con cara de sorpresa a mi mujer y a Sonia, que se había corrido ya y me sonreía. Se acerco y mientras nos la follábamos, puso en su clítoris aquella bolita vibradora diciendo.

-Pues vas a sufffrir- mientras la masturbaba con mucha fuerza y velocidad.

Yo en aquellas circunstancias no podía mas, y me corrí dentro de aquel maravilloso y apretado culito. Una vez que me corrí, hice gestos a las chicas para que se tumbaran en el suelo de manera que Sonia hiciera que su madre se corriera delante de Laurita, mientras yo la masturbaba con mi mano y la bolita. Mi mujer estaba tan caliente que en muy poco tiempo se corrió. Una vez que ya nos habíamos corrido todos, le ordené que se corriera.

-Córrete ya!-y seguí con el movimiento de mis manos

-aaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhggggggggggggggggg……….dios……….. Dios….. aaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhgggggggggg…… me corro……….. Me corro….

No os lo creeréis, pero en el suelo tenía un charco de sus jugos mezclados con los nuestros. Ya habíamos iniciado a Laura en la familia, y nosotros nos habíamos iniciado en el mundo del sexo extremo, mire a las chicas, les hice un gesto para que no dijeran nada y cogí yo la pistola, me acerque a ella apuntándola al estomago y le dije

-ahorra te tenemos que matarrrrrr… tienes ADN nuestro por todos sitios… te voy a dispararrrrr en el estomago… tardaras unas horas en morirrrrrrrr…. Adiós

-Nooo!!!-grito la pobre, con la cara desencajada- no me matéis, llevadme con vosotros, por favor!!! Seré vuestra esclava

Apreté el gatillo y el sonido ensordecedor la hizo dar un grito, a la vez que su cara se volvió totalmente seria, justo en ese momento me quite la máscara y sus ojos se llenaron de luz y en su rostro se dibujo una sonrisa.

-Papi!!! Pero… como … como sabias… pero … quienes son… dios

Mi mujer y Sonia se acercaron a ella y se quitaron las mascaras, empezaron a besarse entre ellas tres.

-Papi… mami… Sonia… os quiero!! Os quiero muchísimo!! Os amo!! -

-Ahora somos una familia totalmente feliz, verdad chicas?-les pregunte a mis tres ángeles, a lo que asintieron con la cabeza.

Soltamos a la pobre Laura que estaba destrozada, no podía ni andar, la cogí en brazos y apagamos las velas, salimos fuera y cerramos nuestra caseta del vicio. Laura no paraba de decirnos que nos quería, que era nuestra, que sería siempre nuestra esclava y me besaba, hasta que a los pocos minutos de ir con ella en brazos hacia casa se quedo dormida, estaba totalmente exhausta.

-Esa caseta tenemos que visitarla más veces… has visto como lo ha disfrutado?-dijo mi mujer

-Otro día quiero que me folléis también a mi los dos, que me habéis puesto súper cachonda

-Tranquila Sonia, si a partir de ahora, en casa no hay límites, no nos tenemos que esconder por ni para nada.

Nos metimos en casa, acostamos a Laura en su cama, acompañamos a Sonia a su cuarto y nos fuimos al nuestro. Ya en la cama me dijo mi mujer:

-Cariño, de cara a las visitas, la casa se va a quedar como está, pero vamos a arreglar el desván para dormir todos juntos arriba, compraremos unas camas muy grandes y será nuestro dormitorio, quiero que ellas puedan disfrutar de dormir contigo.

-Me parece una idea genial, mañana mismo vamos a ver muebles.

Y así fue como hicimos de una familia, una familia totalmente feliz y compenetrada, sobre todo esto último… penetrada