Te pillé (5)
A solas con Laurita
Mi mujer no salía de su asombro, su pequeña Laura, la niña de sus ojos, viendo webs de sado, lesbianas, sexo extremo, le daba igual. Cada cosa que le enseñaba iba dibujando una sonrisa mas pronunciada en su rostro.
-Esto tenemos que planearlo bien- dijo sin levantar la mirada del ordenador.
-Presiento que ya lo estas planeando
-Lo tenemos que hacer bien, no podemos dejar cabos sueltos, así que tendremos que hacer que paséis algún tiempo juntos, quiero que te vea con otros ojos, que sienta "algo" por ti.
-Algo por mi? Estas loca! Jajaja-pretendía que se enamorara de mi?- amor?
-Es mi hija, no voy a dejar que la "violes" sin su consentimiento- eso sonó tan tajante como amenazante.- tu déjame a mi empezar a organizaros.
Pasaron los días y de nuevo la rutina del trabajo, con la diferencia de que nuestros viajes al desván eran más continuos y más numerosos subíamos mi mujer y yo, y al abrir la puerta encontrábamos a Sonia medio desnuda esperándonos. Ya no había limites, disfrutábamos todos de todos y cuando caíamos rendidos, el tema de conversación era como conseguir que Laura se enamorara de mi, que si le gusta esto, que si le gusta lo otro.
Mi mujer preparo una escapada diciendo que le habían regalado unas entradas para un museo de animales disecados, algo que a Sonia le gustaba pero a Laura no. Laura no puso ningún inconveniente en quedarse conmigo, era muy sumisa. Así que mi mujer y Sonia organizaron todo como si se fueran a ir de verdad, ya que sus planes no eran irse, sino que su intención era pasar los dos días en la caseta de aperos donde me follé por primera vez a Sonia, para empezar a prepararla y limpiarla, para poder utilizarla en nuestra misión. Yo había construido varios artilugios de los que había visto por Internet, como potros de tortura, cadenas para colgar de los brazos o los pies y varias cosas más. Sonia y su madre irían a un sexshop y comprarían artículos para complementar y después se pondrían a cerrar ventanas con maderas, disponer velas por todos sitios, digamos que tenían que convertir aquella caseta de aperos, en la caseta del vicio. Claro que entre tarea y tarea se entretendrían probando artilugios, postura y demás, porque ellas eran tan viciosas como yo.
Después de mucho preparar, de mucho follar y organizar, llegó el esperado sábado por la mañana. Salimos Laura y yo a despedir a las chicas.
-Traedme algo-dijo Laura
-Cuidad el uno de la otra!-grito mi mujer
-Divertiros mucho y no traigáis ningún animal disecado!-les dije
Emprendieron la marcha y nos dejaron a los dos solos en casa, empezaba el plan, tenia que "ligarme" a Laura.
-Bueno, pues ya estamos tú y yo solos -para romper el hielo, porque estaba yo más nervioso que en mi primera cita- en que nos vamos a entretener. Tienes algo planeado?
-Bueno, me han dejado una película que quiero ver, pero prefiero hacerlo esta noche, si no te apetece la veo sola. Por lo demás, tomaré el sol en la piscina a ver si me pongo morenita. Jajaja.
-Que buena idea, que te parece, si esta noche nos preparamos una cena, algo que nos guste a los dos y luego vemos juntos la película?
-Pues si me parece buena idea, pero que sepas que la película es de miedo.
-Bueno, todo puede ser que acabe abrazado a ti sin poder mirar la película, jajaja
-Que tonto, mas bien tendré que abrazarme yo a ti, que para eso eres el hombre, jajaja
-Ya veremos como acaba la película, al final nos pasamos la noche sin poder dormir.-esa era mi intención real.
-Bueno, todo se verá, yo por el momento me voy a la piscina, te vienes?
-Voy a preparar unas cosas y luego voy y me baño.
La situación no tenia mala pinta, no sabia el sentimiento que tenia hacia mi Laura, pero por el momento empezábamos a preparar la velada juntos. Me fui a la cocina abrí la puerta del frigorífico para coger un poco de agua y al cerrar me encontré a Laura detrás de la puerta, casi me asustó, no me la esperaba.
-Serías tan amable de echarme un poco de crema, quiero ponerme morena, no quemarme.
-Claro que si, si te esperas un momento, me pongo el bañador y voy fuera contigo.
-Bien! Así no me aburro.-y se fue dando saltos para la piscina
Me fui a mi dormitorio y busque un bañador negro que tenia guardado, de esos que son tipo short, un poco ajustado, no unas bermudas ni un tanga, digamos algo intermedio. La cuestión es que mi mujer no me dejaba ponérmelo cuando íbamos a la playa ya que decía que las mujeres no dejaban de mirarme. Así que solo me lo ponía cuando estaba en casa con ella a solas. Busque la crema de protección y baje a la piscina. Laura estaba con su albornoz puesto sentada a la sombra en una silla. Le dije, venga vamos a darnos un chapuzón, se levantó y dejó caer el albornoz al suelo, la imagen era preciosa, Laurita llevaba un bikini blanco muy provocativo, creo incluso que era de Sonia, porque yo a ella no se lo había visto nunca. Me quede un poco mirándola y note como en mi bañador empezaba a haber poco espacio, así que antes de que se diera cuenta de lo que estaba pasando, me abalance encima de ella y la tiré a la piscina. Estuvimos jugando en el agua durante un buen rato, haciendo carreras, se me abrazaba al cuello para ahogarme, yo me abrazaba a ella como para ahogarla, un roce por aquí, otro por el otro lado. Fue un rato increíble, hasta que al final decidimos salirnos.
-Me vas a echar crema?-dijo ella
-Claro, ponte de espaldas.
Se puso de espaldas y se desabrocho la parte de arriba del bikini. Empecé a ponerme la crema en las manos y comencé a pasar mis manos por su cuerpecito, primero por sus piernas, disfrutaba de cada centímetro de su cuerpecito, subía por sus muslos hasta llegar casi a su culo, por el cual pasaba con movimientos rápidos, para que no pensara que le estaba tocando el culo a voluntad. Volví a echarme crema en las manos y empecé por la segunda parte, empecé por las manos, fui subiendo brazos arriba, llegué a su espalda, y empecé a bajar hasta llegar a su culito y volver a subir, le di también por los costados de manera que pude llegar a rozarle un poco sus tetitas. Yo tenía media erección, intentaba pensar en cualquier cosa que no fuera excitante, lo que fuera. Y de repente.
-Dame un poquito mas para abajo antes de que me de la vuelta, que luego al final siempre me quemo.
Pues mas abajo estaba el culo, así que, bajé más y más hasta untarle casi todo el culo de crema. Me puse de espaldas a ella para que no pudiera ver mi erección y se puso boca arriba, con sus gafas de sol puestas.
-Ya que has empezado, porque no me das también por delante?
Yo ya no sabía ni como ponerme, no sabia si ponerme de lado, de espaldas o de otro modo, lo único que sabia es que tener a Laurita, con el bikini desabrochado delante de mí para que le diera crema me estaba provocando una erección de vértigo. Así que use una toalla que había cerca y me la enrolle en la cintura, para poder disimular. Empecé a untarle las piernas y subía hasta casi llegar a su entrepierna, volvía a bajar, volvía a subir, empecé a esparcirle la crema también por su abdomen y llegaba casi hasta sus dos pechos y volvía a bajar, le daba por los hombros y bajaba hasta que de repente, con una mano bajo las gafas para mirarme a los ojos directamente, con una sonrisa mas picara que infantil me dijo:
-Hay mejor me doy yo la crema, no crees?
Automáticamente separé mis manos de su cuerpo como si de dos imanes del mismo polo se tratara.
-Ahora te toca a ti- como que me tocaba a mi? No pensaría que me iba a echar crema por el cuerpo, lo que me faltaba ya.- ponte, boca arriba o boca abajo?
-Déjalo, no te preocupes, yo no voy a estar mucho rato.
-Como que no, con los buenos masajes que doy yo! Pregúntale a mamá! Túmbate boca arriba o baca abajo y te lo demuestro.
Así que tuve que tumbarme boca abajo para que no pudiera notar mi erección, pensé en que sus manos serían torpes y de esa manera podría bajar la erección. Nada mas lejos de la realidad, de repente note unas manos calientes en mi espalda, bajando hasta llegar a mi culo y subiendo por mis dorsales, haciendo círculos por mi espalda y volviendo a bajar, ejerciendo presión donde debía y pasando los dedos mas suaves por otras zonas, así que empecé a imaginármela subida encima de mi mientras pasaba sus manos por mi pecho La erección continuaba y se aumentaba por momentos. Continúo con mis piernas masajeando y cuando subía notaba como me rozaba el culo. Que bien lo hacia, tenia toda la razón del mundo.
-Date la vuelta! ahora por delante.
-eh no, me voy a quedar un poco así, que me he quedado muy relajado
-Como quieras, pues yo voy a tumbarme, y no mires que me voy a quitar la parte de arriba, que luego se me quedan unas marcas muy feas.
Que no mirara? Poder ver aquella maravilla desde tan cerca y no mirara? No pude dejar de mirarla en toda la mañana, sin cambiar de postura, para que no notara mi erección. Cuando estaba llegando el medio día, me incorpore, de espaldas a ella y me puse otra vez la toalla, me giré un poco para decirle que me iba a preparar la comida y de repente exclamo:
-Me has mirado!- mientras se tapaba y me sonreía.
-Vaya, se te veía algo? No he visto nada, estoy deslumbrado con el sol, voy a preparar algo para comer- claro que la había visto, pero empezaba a tener dudas si había visto lo que yo había querido o lo que ella me había querido enseñar.
-Vale, pero no puedes volver a la piscina, que así puedo quitarme el bikini y me pongo morena entera-dijo con total naturalidad- prométeme que no vendrás a la piscina.
-Vale, vale, no vendré.-nadie había dicho nada de no mirar por las ventanas- a las 2 fuera de la piscina, que no tenga que venir a llamarte o te veré desnuda. Jajaja
-Vale, no dejaré de mirar mi reloj. La piscina solo para mí! Jajaja
Me fui para dentro, puse un poco la tele, y empecé a preparar tranquilamente la comida, mientras lo hacia daba viajes a la puerta del salón para poder ver a través de la ventana su cuerpo tomando el sol. Que pena, desde mi posición no tenia muy buen Angulo para verla entera, pero más o menos la veía. En una de mis escapadas al salón vi que se incorporaba, de espaldas a mí y se tiraba a la piscina, desapareció en el agua y apareció en la otra punta de la piscina, ver su cuerpo salir del agua, morenito, mojado, que imagen más bonita. Eran las dos menos cinco y no había entrado todavía en casa, me estaría provocando? Querría que fuera yo a buscarla? Cuando de repente.
-Me acabo de dar cuenta de que era casi la hora, así que me he metido rápido en casa, porque seguro que tu estabas mirando el reloj para salir y verme desnuda! Jajaja-dijo sonriendo, sin que yo pudiera distinguir entre sonrisa pícara o ingenua.
-No serías la primera mujer que veo desnuda.
-Uuuaauuu gracias por llamarme mujer no se a las que habrás visto, pero seguro que no has visto ninguna como yo jajaja- volvió a reírse y se fue a para dentro- voy a cambiarme! Hay que ponerse de gala?.
-No, no es una comida formal, he preparado algo ligero. No me pondré corbata. Jajaja.
-Vale, pero no comerás en bañador, no?
-Vale, ahora me cambio yo también.
Tenía preparada una ensalada como entrante, tan solo a falta de aliñarla, los solomillos estaban reposando en la salsa de setas, la cebolla ya estaba caramelizada, así que todo estaba controlado. Subí a mi cuarto me puse una camisa y un pantalón vaquero, me arreglé un poco el pelo, me eche un poco de Hugo y bajé. Mi sorpresa vino cuando la vi bajar por las escaleras, se había vestido como un lolita, solo con verla bajar por la escalera me puse malo, llevaba unos calcetines negros, hasta por encima de la rodilla, con una faldita rosa de cuadro escocés y una camisa blanca abrochada hasta donde empezaba el sujetador, y para rematar se había puesto dos coletas. Al parecer iba a tener guerra todo el día.
-Que bien huele, eres tu o la comida?-se acercó a mi, apoyo sus manos en mi cinturón, pegó su cuerpo al mío para acercar su nariz a mi cuello y me olió- mmm no se que huele mejor, tu o la comida jajaja
-Vaya no se que prefiero que huela mejor -esta niña me estaba poniendo nervioso
-Bueno, yo por si acaso voy a empezar comiéndome la comida que se enfría.
-Vamos a comer que será mejor.
Durante la comida, no hablamos de cosas importantes, solo cosas. Yo la miraba mucho, porque la verdad es que nunca se había vestido tan provocadora, me gustaba mucho la iniciativa que había tenido. Nos reíamos de cosas y enseguida apoyaba su mano en mi pierna. Se lo cayó un cubierto y me pidió si se lo podía recoger, al agacharme pude ver un poco mas sus lindas piernas. Si en vez de sentarnos uno al lado del otro me hubiera puesto enfrente que buen plano hubiera tenido. Acabamos de comer y preparé un postre sencillo, un flan de huevo con nata montada, casa más inocente por mi parte, pero ella empezó a comerse la nata con el dedo, diciendo que estaba buenísima, y haciéndolo de la manera más sensual. Estoy seguro de que lo hizo a propósito, de repente se le cayó un poco de nata por el escote, lo recogió con el otro dedo y me lo metió en la boca.
-Toma, que este tiene que estar mas bueno!
-mmmm si que esta bueno -yo no sabia si tirarme encima de ella, o estarme quieto, me estaba provocando directamente.
Me sacó el dedo de la boca, y se lo metió en la suya para terminarse la nata que había quedado. Se acabo el flan y se fue al salón a ver la tele. Yo me terminé el postre y me preparé un café. Me lo tomé tranquilamente. Y me fui al salón, allí estaba ella, recostada en el sillón, se había quitado los zapatos y tenía las piernas semiflexionadas, de manera que podía ver unas un poquito mas de carne de la que ya se veía.
-Al final te voy a acabar viendo el culo-le dije
-No dices que ya has visto otras mujeres? Tendré que demostrarte que no son como yo. Jajaja- y entre risas se levanto la falda un instante y la volvió a bajar igual de rápido, tuve tiempo suficiente para ver unas bonitas braguitas del mismo color rosa de la falta.
-Pero niña!- solo pude decir eso
-Que pasa? La abuela decía que lo que se comen los gusanos que lo disfruten los cristianos jajaja- y mas risas.
-Ya pero ten en cuenta que no se puede ir por hay provocando a la gente tu porque eres una niña, pero cuando seas una mujer esas cosas no se las puedes hacer a un hombre- me puse en plan padre protector.
-Vaya hace un rato me habías tratado como una mujer pensaba que ya me veías como una mujer pero parece que todavía soy una niña -mientras hablaba iba deslizando su mano por mi pierna arriba- pero una niña un poco traviesa- justo en ese momento, al decir traviesa, había apoyado su mano encima de mi polla que de la situación había vuelto a ganar volumen- Si pensaras en mi como una mujer a lo mejor podíamos hacer algo con eso
-Tu sabes hacer algo con esto se acabaron las formalidades, mientras decía eso, sacaba mi polla del pantalón no me esperaba que tu supieras hacer cosas con esto
-No se pero voy a aprender muy pero que muy rápido -acto seguido empezó a pasar su lengua por mi polla mientras me miraba a los ojos.- que ganas tenia de probar tu polla mmmmm que rica esta me daba envidia pensar que mamá podía disfrutarla cuando quisiera y yo desde que una vez te la vi mientras te cambiabas en la playa, he soñado con este momento- justo al decir esas palabras se la metió entera en la boca y volvió a sacarla- un sueño echo realidad ahora voy a chapártela y quiero probar tu leche, así que córrete dentro de mi boquita que quiero sentir tu sabor
Y empezó a chapármela, mejor de lo que me podía esperar, ya que experiencia no tenia, pero al parecer todo el material audiovisual que tenia le había servido. Disfruté de aquella boca tan joven y disfruté aquella imagen. Recordé los videos que ella veía y recordé que había algunos en los que chicas con ropa de colegiala, les follaban la boca cogiéndolas de la cabeza, bien duro, hasta que parecía que se atragantaban, así que la cogí de las dos coletas, y empecé a marcar un ritmo mas fuerte y profundo, había momentos en las que veía que se iba a atragantar, así que bajaba la presión, pero no paraba de follarle la boca, ella lanzaba pequeños gemidos, lo estaba disfrutando, con lo cual me daba alas para seguir. Con el frenesí del momento, no tarde demasiado en estar a punto de correrme, así que bombeé mas fuerte, mas rápido y empecé a correrme dentro de su boca, fui a sacarla de su boca para acabar de correrme fuera y ella me agarro la polla con la mano pajeándome salvajemente a la vez que succionaba de manera que no pude sacarla y me vacié entero en su boca. La situación era tan excitante, que no hizo falta demasiado para volver a estar preparado para el siguiente asalto. Me la lleve en brazos encima de la mesa del salón y la tumbé boca abajo, con las piernas colgando de la mesa, en esa postura, le arranque las bragas, separe sus muslos y mi lengua empezó a buscar aquel coñito tan deseado por mi. Yo quería follármela ya, no quería esperar ni un segundo más, así que con la mano derecha cogí mi polla para dirigirla a su coñito y con la otra mano le inmovilicé en la espalda sus dos brazos, para que se sintiera prisionera, para que se sintiera totalmente mía. Como no sabia lo acostumbrada que estaba, empecé a metérsela poco a poco, hasta que me tropecé con un obstáculo inesperado.
-Pero Eres virgen?...-Esto me hizo pensar que a lo mejor nos habíamos equivocado
-Llevo mucho tiempo esperando este momento.-me dijo entre gemidos y suspiros-Tenias que ser tú el primero aaaaggghhh te había visto con mamá y sabía que tenías que ser tú.
Dicho esto, empecé a hacer mas presión, y un poco más, hasta que al final atravesé su himen. Acababa de desvirgar a Laurita, la pequeña Laurita, que me había estado esperando todos estos años. Continué mi penetración hasta que toqué con mis huevos en la entrada de su coñito, recuerdo el suspiro que soltó en ese momento, como de satisfacción, tenía la deseada polla de su padrastro metida en sus entrañas. Una vez disfruté de aquellas maravillosas vistas, me incliné sobre ella y le susurré:
-Se acabaron las contemplaciones, querías follar conmigo, pues vamos a follar a mi manera-justo mientras le decía esto, saque y metí muy rápido mi polla, a lo que ella respondió con un grito.- Ahora vamos a follar de verdad
Y comencé a follarla muy duro, entrando y saliendo lo mas rápido que podía, os puedo decir que disfrutaba tanto de aquellas embestidas que se corrió a la cuarta o la quinta, los gritos se escuchaban por toda la casa, a cada embestida era un grito mayor que el anterior, al parecer, la pequeña Laurita era la mas escandalosa de mis chicas. Mientras la embestía, decidí ir preparándole su culito, así que empecé a introducirle un dedito, fui a meterle el segundo y entre gritos:
-..aaaaaagggggggghhhhhhhhhhhh Por el culo no aaaaaaaaaaggggggggggghhhhhhh, me va a doler . Aaaaaagggggghhhhh
-A partir de hoy me pedirás siempre que te la meta por el culo
Y acto seguido continué metiéndole los dos dedos hasta que le metí un tercero, cuando vi que estaba lista, saque mi polla de su coñito, y me dirigí a la entrada de su culito, empecé a entrar dentro de ella, mas y mas y mas sus gritos no eran como los de antes, pero tampoco eran gritos de dolor, eran una mezcla que se notaba que le estaba gustando. Empecé a meter y sacar sin hacérselo demasiado profundo, y en cada empujón le iba entrando un poco mas, y un poco mas, hasta que yo no pude aguantar mas y me corrí dentro de su culito. Estaba agotado, así que decidimos descansar un poco, Laura se sentó en el sofá y yo fui al baño a limpiarme un poco. Cuando volví estaba Laurita sentada en el sofá tal como la había dejado, pero mirándome y con las piernas totalmente abiertas, y me dijo.
-Porque no nos bañamos un poco?
-Vale-le respondí-voy a por el bañador
-Para que quieres el bañador mientras decía esto, se había puesto de pie y se estaba quitando toda la ropa
-Pues tienes razón, esta todo cerrado, nadie puede venir. Jajaja
Así que entre risas nos fuimos a la piscina, mientras yo admiraba por fin aquel cuerpo completamente desnudo delante de mí. Ella se metió primero a la piscina y me obligó a sentarme en la orilla, así que mientras yo estaba sentado y ella en el agua, estaba agarrada a mis piernas y chupándome la polla, para volver a ponerla en estado que tanto había descubierto que le gustaba. Pasaba su lengua por mi polla como si de un helado se tratara, como si fuera el helado del sabor más maravilloso del mundo, es que se le veía en la cara disfrutar a cada chupada. La empuje al agua y me metí yo también, se me abrazó y empezamos a besarnos, mientras nos besábamos fui metiendo mi polla en su coñito, ya no tan apretado, y empecé a embestirla. Como gritaba, y cuanto más gritaba, más cachondo me ponía, y más fuerte le daba.
No puedo recordar las veces que nos corrimos aquella tarde en la piscina. Si recuerdo que a la mañana siguiente no me despertó el sol, ni el ruido, ni cualquier otra cosa, me desperté al notar una presión en mi polla, era la boca de Laurita chupándomela. Estuvimos follando hasta que llegó el mediodía, ya que su madre y su hermana estaban a punto de llegar. No quise darle explicaciones de nuestras intenciones, prefería que fuera una sorpresa, cuando se viera follada por su madre, por su hermana y por mí.
En cuanto llegaron a casa, Sonia se fue con su hermana a la piscina y me quedé a solas con mi mujer, me miró riendo y me susurro.
-Vaya como grita Laurita, no sabíamos si la estabas follando o la estabas matando
-La estaba matando de gusto jajaja
-jajaja la caseta esta lista, le has dicho algo?
-No, no sabe nada. Y lo mejor es que no se lo espera.
-Muy bien, en que estas pensando?
-Es muy viciosa, así que le prepararemos una trampa, lo haremos esta noche.
-Vale, pero antes, podíamos subirnos tú y yo, meternos en la bañera y
-Claro que si mi vida
Ya solo nos faltaba rematar la faena, esta noche cerraríamos el círculo de nuestra familia.