Te pillé (1)

Lo que iba a ser una broma familiar cambio la forma que tenía de ver a mi hijastra.

Lo cierto es que siempre se me dio bien estar con las mujeres… y si eran mayores que yo me era más sencillo, desde muy joven. No era de extrañar que al final acabara casado con una mujer doce años mayor que yo. Ella era una viuda de 42 años, muy cariñosa, muy bien situada y una preciosidad, piel morena, ojos verdes, unos pechos grandes… era una mujer muy sensual. Nuestra vida la compartíamos en nuestra casita de las afueras con sus dos hijas, Sonia que contaba con 20 años de edad y Laura que la semana anterior había cumplido los 18 años, pero como era tan infantil y dulce, para nosotros era la pequeña Laurita. Eran su viva imagen, pero más guapas si cabía, la pequeña ya apuntaba maneras, de lejos se reconocía la silueta de su madre. La mayor era puro carácter, era un bombón, pero era una bomba de relojería, nunca le había gustado yo, decía que yo estaba con su madre por el dinero, que no la quería, que nunca ocuparía el lugar de su padre, tampoco era mi intención.

La casa no era muy grande, pero estaba dentro de un terreno cercado que le daba mucha intimidad, cuando alguna vez nos habíamos quedado solos mi mujer y yo (muy pocas veces por desgracia), habíamos follado como locos en el jardín, en la piscina, incluso apoyados en árboles, teníamos toda la intimidad para hacerlo.

El sexo con mi mujer era muy bueno, se animaba muy fácilmente y le gustaba jugar, pero siempre había que tener cuidado y no hacer ruido para que no se enteraran las niñas. Me encantaba cuando las niñas eran más pequeñas y las dejábamos con mis suegros y nos pegábamos el fin de semana sin salir de la habitación del hotel, pero eso era antes de que crecieran y hubiera que estar más pendientes de ellas.

Por mi trabajo, como representante de la empresa de mi suegro, tenia libertad de horario para poder trabajar mas horas unos días que otros y en su contra, en muchas ocasiones, cuando viajaba a otra ciudad, tenia que quedarme el fin de semana entero para visitar clientes el jueves, viernes, lunes y martes. Que fue como empezó esta historia.

Uno de estos viajes coincidió que mi mujer tenía una reunión-conferencia en las proximidades a un Balneario, con lo cual aprovecharía el fin de semana que yo no estaba para irse con sus hijas de relax, cosas de chicas… Laura estaba súper emocionada, le gustaba mucho el agua y los buffets de los hoteles. El único problema fue Sonia, que a la semana siguiente tenia varios exámenes y un trabajo que entregar, empezamos a decirle que podía llevarse las cosas para estudiar en el hotel, que era un sitio mas tranquilo, pero al final, mi mujer desistió por miedo a que empezara una tercera guerra mundial.

Por defunción del padre de uno de mis compañeros de trabajo suspendí antes de tiempo el viaje, regresando a casa el sábado por la noche metí el coche en la cochera y empecé a caminar hasta llegar a la puerta de casa, abrí y vi en la sala la luz tenue, entre y vi que habían preparado una pizza y habían encendido unas velas. No le di importancia, escuche música fuera y al asomarme vi a Sonia enrollándose con un tío, tumbados en el sofá del jardín. La situación me hizo gracia, ya que no conocía ningún novio de Sonia ni nada que se pareciera. Pensé en divertirme, subí a mi dormitorio y cogí mi cámara de fotos, le coloque un buen objetivo para no tener que acercarme demasiado y me dispuse a bajar a hacerle fotos enrollándose con este tío para luego reírnos de ella. Me Salí de la casa y busque un sitio desde donde yo los viera bien y ellos no me vieran a mi. Empecé a buscarlos y no los encontré hasta que de repente vi a Sonia sentada en la orilla de la piscina, con el cuerpo un poco hacia detrás apoyándose sobre sus manos y de repente una cabeza salio de entre sus piernas besando todo su cuerpo hasta llegar a sus labios.

-Te gusta?- preguntó el desconocido

-Sabes que me encanta – osea que el fulano no era la primera vez que le comía el coñito a la pequeña Sonia

Tenía una secuencia completa del fulano saliendo de entre sus piernas y subiendo hacia arriba, tal vez debería haberme ido en ese momento. Pero no lo hice, el salio del agua desnudo y se quedo mirándola, ella sin dejar de mirarlo a los ojos empezó a pasar su lengua por la base de su polla hasta llegar a la punta y metérsela entera en la boca para empezar una mamada de película. Yo estaba alucinando, como la había visto desde pequeña, nunca había pensado en ella como una mujer, y mucho menos como una mujer tan viciosa. Desde mi posición, gracias a la cámara, podía ver brillar lo ensalivada que el fulano tenia la polla. Entonces, ella se la saco de su boca y cogiéndosela con la mano le dijo:

-Yo creo que deberías metérmela pronto… porque me tienes chorreando

Así que se incorporo y se dirigió hacia el sofá sin soltarle la polla. Lo sentó en el sofá, le coloco un condón, se subió encima de él y comenzó a cabalgarlo. Empezaron despacio pero poco a poco fueron más y más rápido hasta que se corrieron. Se quedaron los dos recostados en el sofá mirando al cielo y hablando, en voz más baja con lo que solo algunas palabras podía entender.

-… a partir de mañana comenzare a tomar la píldora para que la próxima vez podamos follar sin condón y pueda sentir tu leche calentita dentro de mi… - dijo Sonia y se fundió en un largo beso.

Dadas las circunstancias no podía quedarme en casa, tenía que pensar. Lo que había pasado. Así que sigilosamente me fui hasta el coche y sin hacer ruido me fui de la finca sin encender las luces hasta que estaba bastante lejos. Me fui hasta una pensión que habían abierto no hacia mucho tiempo, tome una habitación, conecte mi portátil y me dispuse a ver las fotografías que había tomado. Era increíble, a las primeras fotos ya estaba empalmado, mientras las miraba empecé a hacerme una paja que fui incapaz de aguantar hasta ver todas las fotos, me corrí como un loco mientras veía como se la chupaba a aquel fulano.

Decidí acostarme a dormir para que al día siguiente mas despejado pudiera pensar lo que había pasado… y lo que iba a pasar.