Te perdí y te encontré (6)

Supuse que era una mujer por la hermosa cabellera, pero no logré mirarle el rostro, me acerqué cuidadosamente y ella giró hacia donde yo...

Mi hija despertó y comenzó a llorar, esto me sacó de golpe de esos pensamientos, continué llorando… Preparé el almuerzo y lo comí con mi hija. Por la tarde fui a la empresa y por supuesto me la llevé, la tenía en su portabebés en un sillón al lado de mi escritorio.

Entré a mis redes sociales y miré que mi Fer y yo aún aparecíamos como casadas, quité esa relación e indiqué que estaba viuda, hice una cuenta para mi hija y la use como tal tanto de Fer como mía. Tomé una foto con ella en brazos y actualicé mi foto de perfil.

Al anochecer regresamos a casa, cenamos y la llevé a su cuna, le di las gotas del medicamento para la gastritis y me instalé en la cama individual, pensaba dormir ahí por mucho tiempo, al menso hasta que Fer caminara por completo sola, leí un poco hasta quedarme dormida.

Fernandita me despertó a las cuatro de la mañana, tenía hambre, preparé su mamila y la cargué para dársela, se quedó dormida en mis brazos, la acomodé en su cuna y regresé a dormir. Desperté por la alarma del teléfono a las ocho y poco minutos, me di una ducha rápida y calenté algo de comida, comenzaba a desayunar cuando Fernandita lloró, por suerte ya tenía preparada la mamila así que fui hasta la habitación, le di un beso y me la llevé al comedor, le di su mamila y terminé de desayunar.

Cambié su pañal para irnos a la empresa, sería difícil pero tenía que cuidar de mi hija yo misma, no soportaba estar con alguien más, y su enfermedad empeoraría si no está cerca de mí, al menos eso dijo el médico. Trabajaba mientras la niña jugaba en silencio con su mordedera y un pequeño peluche.

Mi pequeña se quedó dormida y aproveché para salir a resolver unos pendientes, la dejé encargada con su tío Alonso. Tenía que ver a unos inversionistas interesados en que realizáramos la campaña de publicidad a una empresa, mientras conducía recordé a Fernanda, me encantaba ir con ella al volante, era cariñosa y muy tierna, por lo general tomaba mi mano y la colocaba en la palanca de velocidades.

Cuando llegué al corporativo me enteré que la encargada de la compañía no estaba, así que regresé a mi oficina. Fernandita aún dormía, eso era bueno, aunque no me imaginaba que iba a hacer dentro de unos meses cuando ya no durmiera todo el día. Diseñé unos carteles para un café, llevé el archivo al área de impresión, tardé un poco porque los colores no eran los que deseaba, tuvimos que sustituir algunos insumos de tóner.

Al regresar a mi oficina mi secretaria no estaba pues me pidió tiempo extra para ir a comer con su novio, abrí la puerta de mi oficina y miré una mujer sentada en el sofá de la sala que había en mi oficina, cargaba a mi hija y por alguna extraña razón ésta no lloraba como con las demás personas. Supuse que era una mujer por la hermosa cabellera, pero no logré mirarle el rostro, me acerqué cuidadosamente y la chica lentamente giró hacia donde yo estaba….