Te odio por hacerme amarte tanto (8)

Queridos lectores, muchas gracias por sus comentarios, en verdad son muy estimulantes. Disculpen la tardansa, pero aquí les dejo la continución. Espero les guste. Y bueno quiero aclararles algo sobre el título; Claudia comienza odiandola porque desde que la miró por primera vez la hizo desearla intensamente. Gracias por sus comentarios. Un beso

Sobre la mano de Silvia estaba mi celular deslizado, era un mensaje de texto que ella había escrito, y para no despertar a Yessenia así nos comunicaríamos. Luego siguieron una serie de mensajes escritos en borradores, así:

Silvia: qué piensas?

Claudia: y tu?

Silvia: pregunté primero

Claudia: ya sabes, respondes primero

Silvia: a ti nadie te gana verdad??

Claudia: que quieres ganarme??

Silvia: que quieres tu?

Claudia: de que?

Silvia: las manos

Claudia: te molesta??

Silvia: claro que no, me gusta

Claudia: mucho?

Silvia: me encanta, tus caricias son muy dulces y tiernas pero a la vez me provocan otras cosas

Claudia: que cosas??

Silvia: está interesante la peli verdad?

Claudia: pero ni la estás viendo, ya dime

Silvia: y tienes frio??

Claudia: me dices o dejo de responder??

Silvia: me excito demasiado con tus caricias

Claudia: ah! Y que quieres hacer??

Silvia: que no es obvio??

Claudia: ammm no, de hecho no

Silvia: estoy excitada, no adivinas lo que quiero hacer??

Claudia: nop

Silvia: quiero… olvídalo

Claudia: olvidar es dejar de lado, y si dejo de lado algo tuyo, te dejo de lado, anda dime

Silvia: quiero hacerlo

Claudia: hacer qué?

Silvia: no te hagas

Claudia: enserio no sé

Silvia: que quieres hacer tu?

Claudia: dormir

Silvia: entonces suéltame y duérmete.

Claudia: quiero dormir de tu mano

Silvia: sabes perfecto lo que deseo

Claudia: hacer el amor?

Silvia: si

Claudia: con quien?

Silvia: estas mensa o te haces

Claudia: no me hables así

Silvia: discúlpame, contigo. Eso es obvio

Claudia: conmigo?

Silvia: pues sí, tú me pusiste así

Claudia: yo? Pero si yo solo te tomé de la mano

Silvia: por eso

Claudia: ah! Entonces dos amigas no se pueden tomar de la mano??

Silvia: si, pero lo que siento contigo no lo siento con las demás

Claudia: entonces al menos se que soy única

Silvia: vanidosa

Claudia: así te gusto

Silvia: qué?

Claudia: bueno, así me quieres… o no??

Silvia: que quieres??

Claudia: de qué?

Silvia: Clau me enloquece tu mano

Claudia: Te llevo al manicomio??

Silvia: graciosa

Claudia: gracias

Silvia: ash! Olvídalo

Claudia: y si te llevo al manicomio y me quedo contigo?

Silvia: y si… no nada

Claudia: dilo

Silvia: ya por favor, me estoy muriendo

Claudia: porqué??

Silvia: de las ganas

Claudia: no te detengas

Silvia: nunca estuviste en una dieta??

Claudia: eso que tiene que ver?

Silvia: estuviste o no??

Claudia: estábamos hablando de tu excitación

Silvia: estuviste a dieta?

Claudia: y déjalo así, si no me quieres responder pues ya. Te suelto la mano y ya –cuando le regresé el celular esa vez, intenté apartar mi mano, pero no me lo permitió y siguió la comunicación por borradores.

Silvia: nunca te prohibieron comer un chocolate? O un helado cremoso? O algo que se te antojara en verdad pero no pudieras tomarlo porque te hace daño?

Claudia: de qué va esto?

Silvia: para mí, tú eres ese helado, o ese chocolate que tanto deseo, que me quiero comer y disfrutarlo demasiado –al leer esto mi espalda se estaba contrayendo- para mí eres esa gran tentación

Claudia: y porqué soy prohibida?

Silvia: eres mi mejor amiga, y te quiero mucho

Claudia: no se arruinará nada, esto solo mejorará. Ven.

Silvia: estás loca? Recuerda que no estamos solas

Claudia: vamos al baño

Silvia: no, Yessenia puede despertar

Claudia: anda vamos.

En eso, se escuchó que alguien tocaba la puerta de la casa, no solté a Silvia y no tenía planeado abrir la puerta, pero escuche que alguien subía las escaleras hacia mi habitación. Escuché como giraba la manilla de la puerta, así que solté a Silvia y vi como se habría lentamente la puerta.