Te odio por hacerme amarte tanto (5)

Bueno pues aqui les dejo la continuación y muchas gracias por sus comentarios. un beso :)

En el primer cuaderno que forramos, tardamos más de 8 horas. Es que estuvimos detallándolo bastante, además había inter en los que veíamos vídeos en la compu. Y claro, en ocasiones nos íbamos a la habitación de su madre a jugar, a hacernos cosquillas y cosas así. Estábamos por terminar de forrar la última pasta de los cuadernos, los cuales eran exactamente iguales, solo diferían en el nombre y número de lista. Además, nos dimos un tiempo para salir a tomar un helado, cuando caminábamos por la calle tomadas de la mano camino a su casa cuando comenzamos a jugar.

Claudia: dormimos juntas?? –le dije mientras pasaba nuestras manos entrelazadas por su pecho y acomodaba mi brazo sobre sus hombros.

Silvia: no –dijo en un intento por negarse- no quiero dormir contigo –dijo sarcásticamente mientras acariciaba mi mano con las yemas de sus dedos.

Claudia: ah! No?? –solté su mano y dejé de tocarla- bueno pues entonces no –me hice la enojada

Silvia: sabes que siempre quiero estar contigo –acarició mi espala con una mano y con la otra hizo que la punta de su helado tocara mi mejilla. Me quedé perpleja, eso me había despertado el deseo sexual.

Claudia: vamos a tu casa? –sugerí al verme como idiota ante sus caricias

Silvia: claro –tomó mi manto entre sus dedos y comenzó a caminar moviendo de atrás hacia adelante nuestras manos unidas.

Al llegar a su casa terminamos de forrar, limpiamos y luego fuimos a la habitación a ver una película. En eso entró la hermana de Silvia, una niña muy bonita de ojos negros, tez blanca y sonrisa angelical de apenas ocho años.

Andrea: hola, oigan vine por mi ropa, mi tía Claudia me espera en su auto. Me iré a dormir a su casa –dijo al tiempo que guardaba su pijama rosa en una pequeña bolsa rosa.

Silvia: ok –fue lo único que dijo mientras se recostaba a mi lado para ver la película.

Andrea: hasta mañana Clau, me despides de Silvia –Andrea reía porque su hermana no le hacía caso.

Claudia: Claro Andy, hasta mañana –Andrea se acercó a mí, le di un beso en la mejilla como despedida y se fue.

Andrea se fue, Silvia y yo estábamos de nuevo solas. Silvia se recostó a mi lado, y se quedó dormida. Cuando llegó su mamá, me pidió que saliera de la habitación, que era urgente que habláramos. Así lo hice, y fui conducida por ella a la sala de la pequeña casa.

Claudia: Mary qué pasa? –Creí que me correría de su casa-

Mary: ven por favor, siéntate –dio una palmadita al sillón

Claudia. Si –me senté a su lado- que pasa?

Mary: recuerdas que el martes de la semana pasada te pedí que invitaras a Silvia a dormir a tu casa para que yo pudiera salir?

Claudia: claro. Qué hay con eso?

Mary: me… -dudó un poco- podrías hacer el mismo favor hoy –eso en verdad me sacó de onda.

Claudia: por mí no hay problema, solo que en mi casa ya había avisado que me quedaría a dormir aquí

Mary: entonces… -estaba algo desanimada- puedes cuidar de Silvia por la noche???

Claudia: claro Mary, pero que harás tu??

Mary: Clau, eres la mejor amiga de mi hija, y a ti te tengo absoluta confianza, iré a encontrarme con un hombre. –mi expresión fue de sorpresa- no me juzgues

Claudia: jamás lo haría, es tu vida. Te respeto y estimo como eres. Además, eres aun joven y mereces ser feliz

Mary: el problema es que Silvia no quiere que yo me relacione con hombres, pero cuando ella y Andrea se vallan a hacer su vida con sus respectivas parejas yo me quedaré sola, y no quiero.

Claudia: entiendo, y por esa parte trataré de ayudarte. Así que sí, claro que cuido de tu hija esta y las noches que desees –dije emocionada, pues lo único que deseaba era estar con Silvia-

Mary: enserio?? Gracias Clau, te debo una.

Claudia: anda –me levanté del sillón- arréglate mujer –casi le grite alentándola- que queremos que ese hombre quede enamorado de ti.

Mary solo sonrío y se fue a bañar, regresé a la cama y vi que Silvia ya estaba despierta, pero no se acercó porque sabe que a su madre le gusta contarme cosas íntimas de su vida, cosas que ni Silvia se imagina, sabe perfecto que soy la confidente de su madre.

Luego de que Mary se bañara y vistiera elegante y sexy, nos pusimos a cocinar la cena, unos hot-dog’s que Silvia deseaba. Aun no sé cómo pero esa hermosura de niña siempre consigue que le cumplamos hasta el más mínimo capricho.

Cenamos las tres, y mientras Mary terminaba de maquillarse Silvia y yo mordíamos el mismo hot-dog. Mary le decía que tomara otro, pero Silvia solo quería un pretexto para estar en contacto conmigo y yo igual con mi niña hermosa. Silvia comenzó a tomar de mi jugo

Mary: Silvia deja que Claudia cene a gusto –la regañó y mi niña hermosa agacho su cabeza-

Claudia: para mí está bien que lo haga –dije hacia Mary- anda muerde –acerqué mi hot-dog a la boca de Silvia. Ella mordió y sonrió un poco entre su tristeza por el regaño. La besé en la mejilla y la abracé. Su madre seguía frente al espejo. Luego se despidió y se marchó, le mintió a Silvia, le dijo que iría casa de la directora del kínder, ella es educadora.

Silvia levantó los platos mientras yo cerraba las puertas de la casa y apagaba las luces, me tomo de la mano y entre risas me llevó a la habitación, llegamos a la cama, me puso frente a ella, de espaldas a la cama, colocó sus manos en mis hombros y me aventó a la cama, yo simplemente disfruté de lo que hacía. Luego hizo una mueca de beso, pero me dejó con las ganas, se levantó y caminó exagerando el movimiento de caderas, fue hasta la televisión y puso una película, de la cual no recuero el nombre.

Apagó la luz, creí que veríamos la película pero ella se puso sobre mí, en verdad me dominaba. Comenzó a forcejear conmigo, en juego obviamente, luego rodamos sobre la cama y quedé sobre ella, jugué con su cabello; y cuando me percaté que se estaba durmiendo con las caricias en su cabeza, me di cuenta de que era hermosa, y que estaña entre mis brazos, claro que pasaron por mi mente mil cosas que podía hacerle ahí mismo, pero me contuve. La dejé cuidadosamente y comencé a quedarme dormida. No me cobijé pues era agosto y el clima era aun cálido.

En medio de confusión desperté e las 3:00 de la mañana, me levanté a ver si el auto de Mary ya estaba dentro, y sí. Comencé a recordar cómo me dormí y recordé que me dormí con ropa, aun con los tenis puestos, y a la hora de despertar solo estaba en ropa interior, sin tenis y metida en la cama, entre las sábanas. Aun mi mente estaba confusa, regresé a la cama, pero esta vez me acosté en una orilla, al borde del colchón, sentí que Silvia se movió, y se acervaba dormida a mí. Así que me tiré de la cama, ella saltó, me ayudó a levantarme y me dijo que me acostara más en medio, me recosté donde mismo esperando que ella dejara las cosa así, pero se acerco de nuevo, esta vez dejando ver que estaba despierta.

Comenzó a tocarme la espalda, eso me excitaba pero a la vez me enfurecía porque era la primera vez que alguien me hacía desearle de esa manera. En ningún momento correspondí sus caricia, ella se percató y dejó de tocarme.

Silvia: por qué me evades??? –se alejó un poco de mi, temí que el deseo me ganara y rodara hasta tenerla junto a mí, pero no lo hice.

Claudia: de qué hablas?? –me hice la desentendida

Silvia: estas evadiendo mis caricias –giré hacia ella para quedar de frente

Claudia: no es cierto –negué incluso con la cabeza- anda, duerme.

No hablamos más, ella se volteó y comenzó a dormir, o al menos eso creía yo. Estaba en su cama, ella dispuesta a todo y yo no accedí por mi tonto orgullo de no tocarla, por mi fallido intento de odiarla por hacerme desearle de esa manera.

Al día siguiente desperté y Mary no estaba, se había ido a la maestría, solo esperaba que np haya dejado su tarea pues valla que me costó trabajo hacerla.

Cuando Silvia despertó nos vestimos rápidamente, y nos fuimos a mi nueva casa a desayunar, pues me había mudad y mi madre esperaba estrenar por fin el comedor. Desayunamos rápido y fuimos por Andrea para llevarla a casa de sus amigas, luego fuimos de nuevo a casa de Silvia, donde la dejé y nos despedimos.

Por la noche estuve en su casa, cenamos mientras Mary me contaba muy emocionada lo bien que le había ido con su trabajo y me agradecía la ayuda que le brindaba desde hacía algunos meses.

El primer día de clases llegó, mi padre me llevó a casa de Silvia, y de ahí el papá de ella nos llevó a la escuela, todo era felicidad ese día. Las clases no motivaban aunque había un maestro que desde el primer grado no me caía, pero ahora sería peor pues nos impartiría el curso de español todo el ciclo escolar. Los maestros nos dieron la lista de lo que ocuparíamos en sus materias y Silvia y yo quedamos de acuerdo en que los cuadernos fueran exactamente iguales (a excepción del nombre) y para la misma materia, serían demasiados cuadernos y libros que forrar además se necesitaba mucha creatividad pues cada diseño era único.

Pasamos esa primer semana de clases muy ocupadas, mientras Silvia imprimía imágenes de chicos actores sexys yo forraba los cuadernos son ellas, y entre las dos hacíamos las tareas. Nuestras mochilas eran exactamente iguales, todo era igual entre nosotras. Conforme pasaban los días nos íbamos acoplando al ritmo de trabajo de los nuevos profesores, Silvia siempre mantuvo calificaciones excelentes, yo buenas, pues prefería pasar las horas bromeando y haciéndola reír.

En los primeros días de Septiembre se lanzó la convocatoria para las tablas rítmicas del desfile conmemorativo de la Independencia de México, nuestro grupo obviamente participaría, por lo que necesitábamos un coreógrafo y quien mejor en esto que mi madre, que es maestra de danza; así que Silvia y yo fuimos a convencerla de que nos ayudara, ella montó más de la mitad de la coreografía, los ensayos con ella sí que eran agotadores pues nadie paraba ni un minuto.

Pero mi madre no continuó ayudándonos pues tenía demasiado trabajo en la papelería, así que los ensayos continuaron en un salón de fiestas que pertenecía a una chica de nuestro grupo. En las mañanas en clases, por las tardes los ensayos y tareas, era algo pesado. Además de eso, decidimos hacer un concurso entre algunas chicas del grupo, cierto grupo de amigas.

Este consistía en enviarnos recaditos durante las clases, y los temas de conversación eran, noviazgos, celos, amistad, niños índigo, fenómenos astrales, sexo, alcohol, sueños, homosexualidad, y metas en la vida. Silvia y yo éramos pareja en ese concurso; por lo que nos mandábamos recaditos en clases, un día estando en clases de inglés, me senté en una silla detrás de la de ella, y decidí enviarle lo siguiente "has soñado sexo con chicas?" yo sabía que sí pues un día me dijo que había actrices que le parecían hermosas y que en ocasiones fantaseaba con ellas.

Ya no seguimos el tema, hasta en la tarde, en mi moto, ella me abrazaba y yo le pregunté al oído "y con quien sueñas" Silvia rió, luego continuó abrazándome.

Silvia: la verdad no lo sé, nunca les veo la cara.

Claudia: pero qué sueñas?? –pregunté intrigada

Silvia: sueño que hacemos el amor, pero nunca puedo verles la cara, solo sé que me agrada demasiado.

Ya no hablamos más del tema, regresando a mi casa, tomé mi USB y fui a un cyber a consultar lo relacionado al lesbianismo y a lo bisexual. Al día siguiente se lo conté todo a Silvia y ella me dijo "entonces soy bisexual" y yo le dije "yo igual". Ese día al salir de clases íbamos por la calle comentando entre bromas;

Claudia: y tu novia Hermione??? Jaja creo que te pone el cuerno con Ron Weasley –las dos éramos fanáticas de la saga Harry Potter.

Silvia: lo sé –rió por un momento- pero yo también le quiero poner el cuero –dijo seductora-

Nos despedimos y prometió pasar por mí para ir al ensayo.

En mi casa comí, me quité en uniforme, y me puse unos jeans deslavados con una playerita blanca, una gorra roja y unos tenis verdes. En eso llamaron a mi puerta

Claudia: adelante –la puerta se abrió despacio, era mi madre-

Tere: hola clau, podemos hablar??? –se veía triste-

Claudia: claro mami, que pasa??

Tere: he tenido esta sospecha desde hace algún tiempo

Claudia: habla por favor –le supliqué-

Tere: tu amiga –enseguida supe a quien se refería- Silvia, es homosexual????

Claudia: no lo sé mamá –me sonrojé demasiado- por qué la pregunta???

Tere: te abraza demasiado, te besa, todo el tiempo te toma de la mano y pues creo que sobrepasa las actitudes de una amistad

Claudia: tranquila mamá –traté de mediar las cosas- Silvia es mi amiga, pero solo eso.

En eso mi celular sonó, era Silvia que ya estaba fuera de la casa. Mi madre se retiró y yo salí disparada a ver a Silvia, nos subimos en la moto y nos fuimos a los ensayos, terminando estos dijo Silvia que quería tomar una cerveza, por lo que fui a comprar dos cervezas a una tienda muy cercana al lugar donde nos encontrábamos. Bebíamos nuestras cervezas en la moto, días antes leíamos en un libro que con el alcohol se despertaba el deseo sexual.

Silvia: tengo ganas –dio una pequeña carcajada-

Claudia: de que- me hice la inocente

Silvia: hay ya sabes –se avergonzó-

Claudia: anda, dime –insistí-

Silvia: que tengo ganas de hacerlo

Claudia: de hacer qué –me fascinaba ponerla en esa situación-

Silvia: no te hagas –dio el último trago a su cerveza- pues que estoy caliente, tengo ganas de tener sexo

De inmediato una corriente eléctrica recorrió mi cuerpo con brusquedad, era una sensación deliciosa lo que su vos había provocado al hablarme al oído. Sus piernas comenzaron a presionar mis glúteos, yo conducía mientras ella me abrazaba y rosaba sus piernas en mi trasero, algo que me excitaba demasiado, pero solo con ella, con nadie más que se subía a la moto conmigo.

La dejé en su casa, y al llegar a la mía no pude evitar masturbarme pensando en ella y en lo delicioso que hubiera sido por lo menos fajármela, mi deseo por ella iba aumentando cada día más.