Te odio por hacerme amarte tanto (3)

Disculpen la ortografía, y muchas gracias por sus comentarios, espero sea de su agrado esa parte. un beso y gracias por pertmitirme darles a conocer esta historia

Silvia y yo pasamos los primeros 13 días de ese mes planeando la convivencia del 14 de febrero en nuestro grupo, sería algo sencillo pero emotivo. Silvia y yo pasábamos todas las tardes escuchando música, solas en mi habitación, en ocasiones no abrazábamos, todo era una inmensa ternura. Recordábamos entre risas que el 11 de enero ella chocó en mi moto, y me hizo pactar que a nadie más se la prestaría, una promesa que simplemente por ser ella estaba dispuesta a cumplir. Además, el día del choque me quedé e dormir en su casa, también Jessica se quedó, Silvia durmió entre Jessica y yo, pues además de tener mucho frío, tenía aun miedo y pánico por lo que había pasado.

Al estar mirando películas esa noche fría de enero, Silvia inconsciente (eso creo) me abrazó, sentí mil cosas, que ahora, estando en mi habitación recordaba con ternura y un poco de excitación. Sin duda, Silvia se había convertido en mi mejor amiga. El esperado día llegó, y lo primero que hicimos en el grupo fue el intercambio de regalos, mi regalo fue nuevamente para Silvia, quien estaba fascinada con el peluche que le regalé (desde que la conocí vi su debilidad por esos regalos).

Además, le regalé una rosa blanca en representación de mi fiel y tierna amistad hacia ella. El día transcurrió y ella estaba demasiado feliz, y yo, simplemente complacida al ver su carita de ángel con esos hermosos ojos brillar y una sonrisa perfecta, me abrazaba y tomaba de la mano, algo ya normal entre nosotras pero que me hacía temblar, esas sensaciones provocaban que mi corazón palpitara a mil por hora.

Por la tarde, como siempre, nos vimos en mi casa. Fuimos a comprar un café frappe, y fue ahí que todo cambió

Caminamos hasta la cafetería, calladas y tomadas de la mano. Al llegar, pedí dos frappe, el chico encargado preguntó el sabor

Silvia: de Cappuccino –dijo sonriendo

Claudia: Mocha –pronuncie sin dejar de ver a los ojos a esa ternura de niña.

El encargado estaba realmente en otro planeta, pues no distinguió cual era cual, y dijo "la verdad no sé cual es el de quién, pero los prueban y si no pues se los cambian", Silvia rió, yo lo miré con cara de "si claro", pagó y nos salimos riendo de lo sucedido. En cuanto probé supe que era de Cappuccino, y ella supo que ese no era el de ella

Silvia: este es el tuyo –pronunció al tiempo que sacó su popote del vaso.

Claudia: creo que no está tan mal – Silvia introdujo su popote en mi vaso, y sin darme cuenta comenzamos a tomar de mismo café al mismo tiempo, abrazadas y tomadas de la mano, caminamos un poco entre risas sin dejar de tomar (o simular que lo hacíamos). Vimos pasar a unos amigos, a los cuales solo les hicimos una seña de "amor y paz", y continuamos en nuestro rollo. Así nos terminamos los dos cafés, entre risas, luego me dijo que se tenía que ir, mi tristeza se hizo evidente, me abrazó y se fue.

Por la noche mi madre me marcó a celular.

Claudia: si

Madre: clau, te buscan.

Claudia: -no quería bajar, pues eran cuatro pisos los que había que bajar- quien ma?? –le pregunté a mi madre

Madre: Andre –andre es una chica que está es un grupo distinto al mío, pero nos llevamos muy bien, es una gran amiga.

Claudia: le puedes decir que pase?? Please.

Madre: claro, bye.

No es que mi madre sea una floja que no quiera subir, pero atiende una papelería que le ha pertenecido a la familia desde hace 30 años, y ahora el negocio le pertenecía a ella, claro que mis abuelos (paternos) aun le ayudaban y la asesoraban, pero reconozco que es muy buena comerciante, y excelente madre.

Llamaron a la puerta de mi habitación, era obvio quien era. Dije "ya pasa" entre risas. Andre entró, pero me alarmó su expresión.

Claudia: qué pasa? –dije mientras me incorporaba de mi sillón reclinable que se encontraba detrás de mi escritorio, donde la música de mi lap-top era demasiado alta en volumen.

Andre: cómo qué pasa? –ahora si estaba realmente alarmada, cerré la lap-top para que no viera que de escritorio estaba una foto de Silvia y yo, y para que la música parase.

Claudia: habla por favor –le supliqué.

Andre: Claudia no mames –andre siempre me habla así- crees que no vi como iban tu y Silvia por la calle??

Claudia: ah! Eso –mi alma descansó- que tiene de malo??

Andre: como que qué?? Silvia tiene novio, como crees que Ricardo se sienta con esto???

Claudia: a ver Andreina, vamos a aclarar las cosa, yo no ando con Silvia, y lo que piense la gente no me importa, y si a Ricardo le molesta es muy su problema, yo no dejaré su amistad. –dije muy molesta-

Andre: es que no chingues wey, ellos son novios solo por así decirlo, nunca platica, se la pasa contigo.

Claudia: lo siento, no tengo nada más qué decir.

Andreina se fue, tratando de comprender lo que pasaba. El teléfono de la casa sonó. Era Silvia.

Silvia: hola, como estas? –por un momento pensé en decirle lo sucedido, pero no lo hice.

Claudia: bien, y tu??

Silvia: bien, oye mañana vamos a caminar a una montaña???

Claudia si claro –dije en sarcasmo.

Silvia: lo digo enserio.

Claudia: yo también –recordé mi platica con Andre- pero no solas

Silvia: porqué??

Claudia: no lo se –en verdad yo quería ir sola con ella- que valla Ricardo, va??

Silvia: para que lo queremos??

Claudia: como que para qué mi niña?? –reí un poco- anda si??

Silvia: está bien -dijo desanimada- hasta mañana Clau

Claudia: dulces sueños señorita –hasta por teléfono le coqueteo-

Cené con mis padres, luego me duché y dormí. Al día siguiente mi padre me llevó a la escuela,

Silvia ya había llegado. La saludé y nos fuimos a clases. Pasé el día en su compañía, pero no dejaba de pensar en lo que Andre me dijo, a caso, ¿¿¿en verdad parecemos lesbianas???

El día pasó, y al finalizar las clases Silvia y yo quedamos que a las 5:00, en eso se acercó Miriam, una amiga nuestra.

Miriam: hola chicas que hacen??

Claudia: nos ponemos de acuerdo para ir a caminar en la tarde

Miriam: ah si, Ricky me comentó algo de eso

Silvia: quieres ir??

Miriam: si, a qué hora?

Claudia: a las 5:00

Miriam: ahí las veo

Silvia: si quieres llevar a lalo llévalo –lalo era su novio- para que Ricardo no se aburra

Miriam: ok

Miré a Silvia, ¿cómo que para que Ricardo no se aburra?. Qué piensa hacer. En fin. Nos fuimos juntas, como siempre. Y por la tarde llegamos juntas, estaba Miriam, Jessica, Ricardo y Lalo.

Claudia: hola a todos –todos respondieron "hola".

Silvia: ya vámonos –me tomó del brazo y caminamos adelante de todos.

Jessica: oye Silvia, no le vas a saludar a Ricardo?? –dijo tratando de intrigar- o están peleados

Silvia: hola Ricardo –no dijo algo más.

Miriam tomó de la mano a Silvia y la llevó hasta donde Ricardo, y los obligó a besarse, Silvia no quería, mientras tanto, Lalo y Miriam se fueron a darse un faje atrás de un árbol. Jessica y yo íbamos platicando, Silvia y Ricardo siguieron atrás de nosotros. A Jessica se le ocurrió casarlos, así que jugamos a que Jessica era al madre naturaleza, Jessy casó primero a Miriam y lalo quienes no dejaban de besarse, Ricardo abrazaba a Silvia, quien solo me miraba, yo intentaba no hacer caso a su mirada y divertirme. Cuando llegó el turno de Silvia y Ricardo yo tomé la botella de agua de Silvia, que era de un litro, y la vacié mientras se besaban, pues ella me contó que siempre había deseado un beso bajo el agua.

El beso duró muy poco, Silvia se separó de Ricardo, y regresamos porque ello parecían molestos, bueno Silvia parecía molesta con él. Lalo se tuvo que ir, y los demás no quedamos platicando bajo la sombra de unos grandes álamos. Ricardo abrazó a Miriam, a Silvia no le importó, ella seguía tomada de mi mano. Un rato más, Silvia terminó con Ricardo, le dijo que en realidad no lo quería. Miriam se fue tras de él a consolarlo, Jessica, Silvia y yo fuimos a mi casa.

Definitivamente a Silvia no le importó dejarlo. Semanas después yo llevé a Silvia a mi casa, y Luis llevó a Santiago, otro ex de Silvia. Los encerré en mi habitación para que hablaran de lo sucedido en su relación. Cuando salieron Silvia me abrazó y dijo que solo quedaron como amigos. No sé porqué pero aquello me provocó sentimientos encontrados; felicidad y angustia.