Te odio por eso te...
Una vecina cotilla, fea vieja que se mete en todo...
Siempre la misma historia, es sentir que estoy en mi casa, y ya toca la vecina para cualquier chorrada, esa vieja fea amargada. Si no es porque pensó que tenia la televisión alta, era porque hace tiempo que no tiendo ropa en el patio, y quiere saber si no he lavado.
Que le importará, la verdad que al principio iba todo bien, no me metía en la vida de nadie y nadie en la mía, pero desde el principio me fijé, que era una cotilla profesional.
Daría es la típica señora regordeta, que piensa que los años no van con ella, siempre con faldas dejando ver unas piernas llenas de varices, camisas con demasiado escote con un canal largo como sus dos tetas grandes pero seguro caídas, se nota
Encima es fea, dos lunares gruesos en su mentón, boca pequeña, y siempre con dos coletas, es una mezcla de colegiala y portera.
Quiere saberlo todo, que a que hora llegué, que porque no he tendido, que parece mentira, que si no huele nada bien de esa cocina.
Debo decir que son mini apartamentos y que casi por el patio nos podemos dar la mano, todo lo que hace uno, a poco que interese lo sabe el otro, pero de ella no soporto ni el mirarla.
Siempre me pone cara de suficiencia y cree saberlo todo, ¡ya te metía yo en vereda!, dice unas veces. ¡conmigo sí que aprenderías!, ¡ya te enseñaría yo a tratar con respeto a una mujer!,… Otras. Me mira con cara de saberlo todo, yo procuro ser cortés pero lo más que hago es mirarla y saludar
Recuerdo una noche de fiesta que llegue peor de lo esperado, lo había pasado muy bien con unos amigos y volviendo una vez mas solo a casa, allí estaba ella “en mi descansillo”, ¿te lo habrás pasado bien no, sabes que hora es?”
Y a usted que le importa? Dije como pude, déjeme pasar. Sin esperar que se apartara la empujé abriendo la puerta y caí rendido en el sofá, hasta el día siguiente que desperté en la misma posición, mi cabeza era un mar revuelto, abrí los ojos como pude y allí estaba ella la vecina, urgando en mis cosas, caminando de aquí para allá, tendiendo mi ropa…
- Pero ¿oiga, que hace? Fuera de mi casa inmediatamente, ya esta bien
- Sssshhh, menos lobos, (mirándome mientras sujetaba el cesto de ropa, mi cesto de ropa, me mandó a callar)
Me levante un poco mareado y fui a tomarla por el brazo, cuando me arreó un bofetón que me dejó un fuerte silbido en el oído, me fui hacia atrás y caí otra vez en el sillón.
- A mi no me vuelvas a hablar así nunca mas, ¿entendido?, después de lo que hiciste ayer, estoy entre llamar a la policía, o enseñarte a comportarte y ser agradecido y como no soy mala persona, haré lo segundo y toma esto es para ti…
Me tiró un sobre y se cruzó de brazos tan fuerte que la mitad de sus pechos sobresalían por su amplia y escotada camisa, con su cara fea me miraba esperando mi reacción.
- Esto no puede ser, esto es mentira, vieja bruja, esta trucado, la denunciaré, es us….
- ¿A quién crees que van a creer? A un muchacho que llega borracho? ¿o a una indefensa señora mayor que solo fue a ayudar a un vecino? Y las mujeres podemos ser muy persuasivas
En el sobre habías varias fotos, impresas en papel de escribir, no con buena calidad, pero en todas ellas, estaba yo en mi sofá, ¡desnudo encima de mi vecina!, en otras tenia mis manos en sus pechos, en otra mas ella parecía que se encontraba atrapada en despaldas en el sofá y yo encima de ella empujando, pero como….
Estoy seguro que esto no ha pasado, pero no sé cómo pudo ingeniárselas para…
- Bueno ya está bien de charla, ahora te me vas al baño rápido y date una buena ducha, y cuando digo buena, es que uses la lavativa que te he dejado en el lavamanos, a saber cómo estás por dentro, …venga ¡corre! Me dijo tirándome de la oreja
- Que me suelte ya vieja loca, que se olvide
- Como quieras, como quieras, (dijo mientras de entre sus tetas sacaba su móvil, marco un número y la muy cretina, con voz llorosa comenzó …Policía,..policía)
Me levanté y la agarré por el brazo, quitándole el móvil y quitando la batería, tenía que pensar, estoy seguro que sería capaz de denunciarme, me quedaría sin empleo, ya no hablemos de mi familia si se enteran y todo por algo que no había hecho, pero que las pruebas fabricadas por esta bruja lo parecían.
Sentado y reflexionando, noté como se acercaba ante mi, levante la mirada, y ella orgullosa me miraba y exclamó, ¿y bien?
Bonita forma de empezar mis merecidas vacaciones, justo en el primera día de ellas, me levante lentamente y le dije, - Bien me bañare como usted dice y luego usted me devuelve las fotos.
Rassss, otro bofetón y al sillón, quería matarla en ese momento, - que pare ya viej…..
- Cuidado con como hablas, a partir de ahora me llamaras señora, ¿queda claro?. Esto no es por la ducha, esto es así, te voy a enseñar modales, jovencito, vas a ser el mejor vecino del barrio ya verás
- Como me desobedezcas una sola vez derecho a prisión por intentar forzar a una señora como yo
Otra vez aturdido, no supe contestar o mi cabeza no estaba para razonar mas, me levante me fui al baño, una especia de embudo, con unos botes, como pude me puse la lavativa, muy incomodo, de inmediato tuve que evacuar, de todo y sin ganas de repetir la experiencia. Solo quería agua fría, refrescar mi cabeza, me metí en la bañera, me enjaboné con ¿champu femenino?, me había cambiado mis geles.
Salí perfumado, y me asome a la puerta y ya controlándome, le pedía una toalla
- ¿me puede dar una toalla…por favor?
- ¿Por favor que? Decía ella sin mirarme mientras doblaba sábanas.
- Pues si por favor…
Se acercó a la puerta empujó con su gran culo, me miro y me dio otra bofetada, ¿cómo te he dicho que me llames?
- Me…me puede dar una toalla ¿señora?
Eso está mejor, y se fue caminando al salón, retocándose el pelo, y orgullosa, desde allí me dijo.
- Aquí está ven a cogerla
Caminé desnudo, tapando mis partes y con la cabeza baja, ella otra vez con los brazos cruzados y medio pecho fuera que empujaban me miraba y me dijo
- Sécate delante de mí y quédate desnudo quiero verte así
- Pero necesito ponerme algo
- ¿Cómo dices?
- Que necesito ponerme algo… señora
- Lo único que necesitas es que recojas las cosas de tu cuarto y vengas de inmediato al sofá, estoy rendida y me vas a dar un masaje en los pies, venga date prisa
Nunca había estado tan colorado, esto no iba nada bien, pero la veía muy capaz de denunciarme, no sabía que hacer, fui a mi cuarto y lo recogí
- Ya estas? Pues ven
- Aquí estoy…señora
Toma usa este aceite, cuidado con los juanetes, ponte aquí en el suelo mientras yo veo un la tv
Me arrodillé frente a ella, muy colorado y sin saber muy cómo hacerlo, unte mis manos con aceite y empecé a acariciar sus pies pequeños que odiaba como a toda ella, dos grandes juanetes que intentaba no tocar. Pasados unos minutos, ya hacia fricción por sus tobillos y vuelta a sus pies, no se cómo pero una breve erección se hizo patente en mi, con disimulo toque mi polla y la atrapé entre mis rodillas, ahora parecía que no tenia sexo
Este movimiento no paso por alto por Daría, que me tomó por la barbilla y acercándose me dijo ¿Qué tenemos aquí, si pareces una mujercita, jajajaja? Siguió riendo mientras subía la tv
Yo me sentía totalmente humillado, ya había pasado mas de una hora y yo seguía con sus pies, pero como no sabia que mas hacer, subía por sus pantorillas y llegue hasta las rodillas, donde mirándolas, podía ver que la muy guarra iba sin bragas, un coño depilado se mostraba ante mi (pero si esta vieja debe ser virgen, pensaba yo)
En eso ella me tomo por el pelo, agarrando fuerte me que me hacia daño y dijo, - Es hora de tu medicina, y empujo mi cara hasta su coño depilado, me restregaba la nariz, la boca, toda la cara
Me hizo para atrás me miró otra vez y me dijo, chupa y bebe, ¿esta claro?
- Si…señora
Chupaba y bebía sus jugos, mientras oía como primero su risa y luego su aliento cada vez mas fuerte y cada vez mas fuerte agarraba mi pelo que no había soltado en ningún momento.
Mi erección brotó, y ya no quedaba nada oculto, al contrario, como un mástil apuntaba a ella que por suerte no veía, pues solo jadeaba con los ojos cerrados.
No entendía como podía excitarme, salvo porque soy un hombre y llevaba tanto tiempo sin sexo, que un cuerpo es un cuerpo me justificaba.
Mi lengua no paraba, (esta vieja sabe bien me decía, pues olía muy perfumada y debajo de esa cara de angustiada y horrible, había un cuerpo suave, limpio y caliente)
Yo seguía besando su coño, lamiendo, chupando, metía mi lengua, se que le gustaba porque de apretar mi cabello, paso a acariciarlo, para empezar unos espasmos, que anunciaba que se iba a correr, cosa que hizo con gozo, y debió gustarle pues seguía acariciando mi pelo, yo mientras besaba sus alrededores, la ingle, el muslo…
En ese instante me apartó, se levantó y luego de refrescarse un poco la cara, me dijo
- ¿Lo ves?, ¿ves como te ha gustado?, así tienes quien comportarte conmigo cada vez que lo indique. Ahora túmbate en el sofá, tienes que dormir la siesta, porque te lo digo yo
Me puse de pie y mirando al suelo, líquido corría por mis mejillas, pero no me atrevía a quitármelo, no sea que me llevara otra torta. Daría detrás mía primero me dio unas suaves palmadas en el trasero, luego unas caricias, como quien revisa su mercancía en propiedad y yo era ahora de su propiedad.
Esa vieja a la que no soporto, ahora me estaba tocando el culo, y yo le había masajeado los pies y chupado, que horror y encima me había empalmado
Una torta fuerte y me indico que me tumbara boca arriba. Con la misma aceite que use para sus pies, se untó sus manos, la pasó por mi polla y huevos, luego se quito el exceso pasándoselas por su escote, que relucía, grande y ahora brillante, se quedó sentada a mi lado y me dijo
- Mastúrbate
- Yo…eh..no es fácil, no….plassss (otro bofetón en la cara y repitió sin expresividad , ¡mastúrbate ya!)
Yo empecé a maneármela pero claro estaba totalmente flácida, no tenia ningún estimulo, al contrario, intentaba pensar en alguna escena de película, en alguna famosa, en….
Daría se dio cuenta, y sin hablar, se desabrochó la camisa por completo, saco cada uno de sus pechos del sujetador, que colgaban con generosidad, dos grandes pezones de color rosado, me miraban, leves palpitaciones noté en mi polla
Yo seguía dándole y empezó a funcionar, no quitaba mi vista de mis pechos, ella no hablaba no decía nada, solo me miraba. Levantó sus manos y se quito las trabas del pelo, dejando libre una extensa y larga melena, que con coqueteo, dejo caer por sus hombros y por parte de sus pechos, esto lo hacia mas erótico aún.
Yo intentaba concentrarme en toda la vista sin mirarla a la cara, y funcionó, estaba empalmado del todo, ….y estaba disfrutando… ella no decía ni gesticulaba, solo me miraba.
Cuando estuve a punto quise moverme un poco e intentar acercarme a sus tetas, pero ella se puso a decir – ssshhhh, ssshhh, asi, asñi y me acariciaba la barriga
No pude mas y me corrí, abundante (me había corrido delante de la persona que mas odio), un fuerte sueño me vino y cuando iba a cerrar los ojos, ella exclamó
- ¿Te he dicho que te duermas? Primero tomate la leche, y fue recogiendo con su mano de mi barriga toda la lefa que había eyaculado, y me la fue echando en mi boca
Una arcada me venía, cuando ella con total autoridad me dijo ¿Cómo lo eches te lo vuelves a tomar?
Después de intentarlo pude tragarlo, me costaba, era pastoso, insípido, per lo terminé.
- Ahora duerme
Llegada la noche, me había parecido una eternidad, pensaba que todo habría acabado, que se daría por satisfecha y que había tenido suficiente castigo, pero nada de eso sería.
Daría me ordenó que fuera a la cocina y preparara la cena, desnudo por supuesto mientras ella iba a su casa un momento.
No pensé en escapar tampoco pensé en contradecirla estaba muy claro que todo lo tenía atado y muy bien atado y vi como cuando le masajee los pies me hacia fotos con su móvil
Ella llegó y me dio una bolsa, y me dijo – A partir de ahora llevaras esto en casa, solo para mi, y siempre para mi, este mes vas a hacerme tanto caso y te voy a educar tan bien, que ya veras lo agradecido que estarás. Me vas a querer con locura
(Maldita psicópata, loba, vieja, pensaba para mis adentros, vaya historia que se ha montado, si cree que yo voy a querer a este adefesio alguna vez)
Abrí la bolsa, un tanga, blanco, con un lacito rosa, no dije nada y me lo puse, otra vez mi cara parecía un poema, estaba avergonzado, humillado, ella miraba desde la puerta de la cocina.
Cenamos y dormimos, ella en mi propia cama, yo a sus pies, encorvado como un perrito y sin taparme.
Los días fueron pasando y una rutina exacta se practicaba, donde mis eyaculaciones en el sofá ya eran ms fáciles de obtener, de hecho ya la miraba a la cara, me centraba en sus dos grandes lunares del mentón, que ya hasta….
Más a menudo, estábamos todo el día en su casa, donde hacíamos lo mismo, yo me duchaba, me ponía mi tanga, la masajeaba los pies, luego me masturbaba para ella, me lo tomaba todo sin dejar una sola gota, hacia la cena, dormía a sus pies
Por inercia ya me dirigía a ella para cualquier cosa con “señora”, no discutíamos, cada uno tenía su papel, yo la miraba de otra forma, alguna vez me atrevía a rozarme con su culo en la estrecha cocina, otras veces sentados mientras ella veía la tele y yo a su lado, con el brazo le rozaba un pecho, ella se dejaba hacer y yo se lo agradecía, no estaba tan mal del todo
Si alguna vez no cumplía alguna orden, rápido yo me sonrojaba miraba hacia abajo y sin querer pero como pidiéndole perdón, me empalmaba, ella se daba cuenta entonces extendía su mano que yo besaba con avidez y o bien me dejara poner mi cara en su pecho, o me los mostraba un poco y yo los besaba y daba las gracias a mi señora
El mes pasó y debía volver a mi trabajo, las ordenes fueron muy claras, cualquier comentario y se haría publica mi falsa afrenta.
Iría vestido al trabajo como quisiera pero siempre con mis tangas y siempre que ella me llamara iría a su casa sin preguntar.
Termino mi primer día de trabajo, llegue a mi casa impaciente, me puse mi lavativa, me duché me repasé y depile como ya hacía de costumbre, me puse una bata, salí de mi casa y toque en la suya.
Tardó un poco en abrir, vi como me miraba por la mirilla, giró la llave, abrí la puerta estaba sublime, no llevaba nada especial, pero era …mi señora…
La rodee con mis brazos por su cuello, y le di un beso, introduciendo mi lengua y luego besando sus lunares, ella me hizo caminar unos paso y cerró la puerta, caminamos abrazados hacia el salón yo seguía besándola sin mirar, solo quería sentir su piel, la piel y los brazos y las ordenes de mi señora.
En eso ella exclamó - ¿Te he mandado llamar?
Y yo contesté, - Pensé que lo harías y deje caer mi bata, mostrándome desnudo ante ella y con una erección solo para sus manos, su boca, su cuerpo
Ella poco a poco fue riendo mas y mas, me acarició con sus manos viejas, me acarició el pelo y diciendo, - oh cariño mío, buen chicho, buen chico, giró mi cuello y dijo
- Te presento a mis amigas, ya que te ofreces vamos a pasarlo bien
Solo quería desaparecer y salir de allí, fui a volver a la puerta, cuando noté como agarró mi miembro con su mano y con la habitual disciplina y moviendo mi polla, me ordenó
- Saluda a cada una de ellas, vamos,…