Te necesito, amo
¿Qué ocurre cuando una esclava no puede dormir por la excitación?..... carta real a mi amo dos días antes de nuestro primer encuentro
Te necesito, amo
Empiezo este correo cuando son las tres y cinco de la mañana, tengo el dilatador metido en mi culo, las gomas en mis tetas y dos pinzas en los pezones.
Después de tu llamada y aunque no me lo habías dicho, me parecía verte escribiendo: a dormir, esclava. Así que me dirigí al baño para mi aseo íntimo. Mientras me lavaba, aprovechando la suavidad del jabón, introduje dos dedos en mi culo para irlo preparando, esta noche me he puesto el dilatador. Esa era tu orden: dormir con algo dentro de mi culo para irlo dilatando y preparando para cuando lo desvirgues.
He untado mi culo con crema y el dilatador también y lo he ido metiendo muy despacio, imaginando que era la polla de mi amo. La tercera bola, como siempre, se resistía un poco más pero al final también ha entrado entera. No sé lo que sentiré cuando tenga tu polla estrenándome lo que sentiré, pero hoy me ha gustado sentir el dilatador dentro, tanto que miles de imágenes se agolpaban en mi cabeza. (son las tres y trece, las pinzas duelen pero no me las quito).
Empiezo a frotarme contra el colchón, imagino que ya estamos juntos, que estas entrando en mi culo por primera vez, tengo miedo de que me hagas daño, pero tu sabes como hacerlo y además me vas tranquilizando con tus palabras.
Agarro con fuerza la almohada, no es por el dolor sino por la excitación que siento, no quiero tocarme, tengo prohibido tocarme. La excitación crece por momentos.
El dilatador en mi culo me está dando placer por primera vez, pero no es suficiente. Siento que esta noche tampoco dormiré mucho. (son las 3,19h., no aguanto las pinzas, me están matando, debería quitármelas ya).
Presa de la excitación, sin saber que hacer y sin poder aliviarla cojo el vibra. Me doy cuenta de que las pilas están agotadas y las cambio. Lo meto en mi xoxo húmedo a toda potencia y pongo una almohada entre mis piernas para sujetarlo más dentro y amortiguar su sonido. Lo hago como castigo, pero no me sirve, así que me lo quito (3,23 h., las pinzas muerden mis pezones produciéndome un dolor horrible).
Pienso que quizás podría entrar a terra un rato a chatear, pero ni siquiera sé que nick podría ponerme ni que actitud debería tomar, ¿debería entrar como esclava_María ahora que ya tengo nombre? ¿y si otros amos quieren disponer de mí?, no he vuelto desde que conocí a mi amo. Nunca lo hemos hablado y no se si te gustaría, amo, así que creo que debo buscar otra cosa que apague mi excitación, el miedo al castigo no está siendo efectivo esta vez.
Decido levantarme y encender el ordenador para contarte como me siento.
(Estoy sudando, amo, en tres minutos me quitaré las pinzas. No lo resisto amo. Tengo que aguantarlas hasta la media, no sé si lo lograré, pero tengo que hacerlo).
Mientras se enciende el ordenador, saco las gomas y busco dos pinzas que duelan menos que las habituales. Ya las he conseguido, las pruebo, parece que estas me van mejor, pero solo es una falsa impresión, en menos de 5 minutos ya me duelen como las otras.
(3.30 h. me quito las pinzas, ayyyyyyyyyyyyy amo, no sabes como duelen a quitarlas. Mis pezones se han quedado planos por la parte donde han sido mordidos, es otra marca más que me llevaré a la cama).
Continuo escribiendo con las gomas y el dilatador puesto. Ni siquiera me he tocado los pezones, los dejo sintiendo el dolor de las pinzas. He tenido que cambiar una de las gomas porque ya no apretaba como antes, la nueva me lastima más. El dilatador ha dejado de ser placentero, ahora es una molestia en mi culo, me gustaría sacármelo pero no estás aquí para preguntártelo y de todas formas ya sé que tu respuesta será que no. Lo único que me preocupa es tener mi culo lastimado para el miércoles.
Acabo de llevar mi dedo a mi xoxo y lo he notado mojado. Mucho me temo que una vez más, esta va a ser una larga noche para mí.
Espero que por lo menos, el enviarte este correo sea de tu agrado, amo y no castigues a tu esclava por sentir tanto.
Ahora voy a retirar las gomas de mis tetas, las masajeo bien. Ufffffffffffff, esta vez si se han quedado bien marcadas. Los pezones parece que ya van volviendo a su forma original.
Amo, te necesito, ahora que te tengo cerca, a apenas unos Km. de distancia, y sin embargo es cuando más lejos te siento.
En fin, amo, un poco más tranquila ya y antes de irme a intentar dormir, quiero hacerte un ruego, una súplica que espero tengas a bien concederme: que el martes me dejes dormir sin tener nada en el culo, ni en el xoxo, ni en la boca, mi solo pensamiento me basta para estar excitada y me gustaría estar descansada para mi encuentro del miércoles contigo.
Fdo: esclava María