Te invito un café (3)

Aquí les va el final, espero lo disfruten. Déjenme saber. Bsts.

Ya mis labios estaban en sus pechos, los lamía, chupaba y daba pequeños mordiscos en sus pezones. La empuje hacia la pared, ya sus suspiros eran cada vez más rápidos y sus gemidos cada vez más fuertes, inundaban la casa por completo. Besé una vez más sus labios, esta vez, lo hice despacio, mis manos en sus pechos rozandolos y de vez en cuando los pellizcaba, bajé mi boca rozando con la punta de mi lengua su cuello, ahí me quedé un poco más, y poco a poco una de mis manos bajó hasta su entrepierna, que para ese entonces ya estaba totalmente húmeda, roce mis dedos por toda esa zona muy lentamente, pero haciendo un poco de presión al llegar a su clítoris, alcé mi vista y me encuentro con la de ella totalmente excitada y así mirándola fijamente la penetré con un dedo, su cuerpo se estremeció, abrió un poco su boca y dejó escapar un gemido, un gemido que hasta ese momento, no había escuchado ninguno igual.

  • Por favor... Ahahaha... - casi en un susurro.

Ahora era yo la que reía descaradamente.

  • Si? -

  • No me hagas esperar más, esto es una tortura.

Y sin dejarla decir más, le metí otro dedo haciendo cada vez más presión y apresurando mis movimientos. Sus caderas se movían al compás de mis embestidas y cuando estaba a punto de llegar saqué mis dedos y la lleve a la cama, la tiré en ella y le ordené que se pusiera en el medio. Ella solo me miraba y dejaba que yo hiciera lo que quisiera. Ahí estaba ella completamente desnuda ante mí y yo no me había quitado ni una prenda de ropa, pero no me importaba, quería probarla y hacerla disfrutar al máximo.

Me recosté sobre ella, besé su frente, dí un pequeño mordisco en el lóbulo de su oreja, volví a besar sus labios, su cuello, sus pechos, su abdomen, hasta llegar a su ingle. Abrí un poco más sus piernas, y con mis dedos abrí sus labios mayores e inale despacio esa zona, un escalofrío nos recorrió a las dos y metí mi cabeza entre sus piernas y sin saber casi que hacer me dediqué a hacerle el mejor oral de su vida.

Pasé mi lengua desde su ano hasta su ya excitado clítoris, y ahí me quedé dando pequeños lengüetazos, subsionaba y lamía. Al parecer le estaba gustando, porque se retorcia de placer, gemía cada vez más fuerte y apretaba mi cabeza contra ella, con mi mano derecha penetré dos dedos dentro de aquella vagina que cada vez quería más, y con la otra le masajeaba las tetas a mi antojo. Sentí que le faltaba poco y sin dejar de mover mis dedos hice presión en su clítoris con mi lengua, lo agarré con mis labios y lo subcioné.

  • ahahahaha... mmmmm... Gritaba mi nombre y movía sus caderas.

De pronto su cuerpo se tensó y comenzó a salir de ella un torrente de liquidos, saqué mis dedos y puse mi boca, y así me los tragué todos, no quería desperdiciar ni una sola gota.

Me levanté despacio y me quedé mirándola, estaba súper excitada, sus ojos aún cerrados, su pecho subía y bajaba, su respiración entre cortada y se mordía el labio. Me quedé ahí parada, quería guardar aquel momento en mí mí menten, me sentía triunfadora. Abrió sus ojos y me miró un poco confusa.

  • Puedo preguntarte algo?- me dijo.

  • Jajaja, lo que quieras.

  • Ya lo habías echo antes?

  • No... - con un poco de pena, bajé la mirada.

  • Lo siento es que fue tan....

Alcé mi vista y me encontré con la de ella.

  • No te gustó? - le pregunté con miedo de su respuesta.

  • No-

Quería salir corriendo de aquel lugar y cuando me di la vuelta para salir, se levantó y me abrazó fuerte, pegó su cabeza a mi cuello y me dijo:

  • Me encantó- y besó mi cuello.

Me di la vuelta para verla con unos ojos de asesina en serie jaja.

  • Que humor mujer jajaja.

  • Entonces no estuve tan mal?

  • Nada mal, por eso creí que ya habías estado con otras mujeres.

  • Pues no... - sentía que mi cara estaba al explotar.

  • Sabes,te vez más linda así colorada jajaja.

  • Aceves me pregunto, dónde compraste tu humor?- sacándole la lengua.

  • Desde que nos conocimos, me gustastes muchísimo, pero como estabas casada nunca me atreví a decirte nada.

  • Tú también tenías novio.

  • Nada serio, lo sabes, pero tú estabas casada, casada y con una bella familia... Nunca pensé que lo dejarías, se veían tan bien juntos.

  • Si pero nada es para siempre.

  • Pues si... - me besó-  y me alegro mucho. Cuando lo veía besándose, me preguntaba si algunas vez yo podría hacerlo.

  • jajaja celos?

  • Si, pero ahora mismo esos labios son míos.

Pegó su cuerpo al mío y nos besamos, con cada beso nos sentíamos más unidas, los besos se fueron incencificando y nuestras respiraciones se volvían cada vez más entrecortadas. Separé mis labios y la miré:

  • Me tengo que ir.

  • Qué? No porfa, quédate otro ratito. - haciendo un puchero.

  • Ya es tarde y ......

Volvió a besarme y recorría mi cuerpo con sus manos.

  • Llevo años esperando esto. - me besaba cada vez más impaciente.

  • Por favor ya es tarde. - la separé y le sonreí.

  • Está bien, pero espero que vuelvas pronto a tomar café, jaja- esto último me lo dijo guiñandome el ojo.

  • Así que todo era tu plan?

  • Pues claro, si espero por tí, me muero de vieja jaja.

  • Me encantas, lo sabías?

  • No, pero ahora ya lo sé...  La pasé súper hoy, ya me gustabas desde antes pero ahora, me gustas más. - me volvió a besar.- Nos vemos mañana?

  • Jajaja, no me he ido y ya me extrañas?

  • Tenemos que terminar lo que empezamos hoy, ni te pienses que te me vas a escapar. - y me vió con cara de lujuria.

Tragué en seco, que estará pensando? Y esa mirada?

  • Ok. - fue lo único que se me ocurrió decir- Ya me voy.- Le dí un beso, cogí mis cosas y salí.

Eran ya las doce de la noche y sonó mi móvil. Un mensaje:

  • Estoy deseando un buen café, y tú?

  • No te imaginas cuanto.

  • Te espero mañana, ya tengo la cafetera preparada. Mmmmmmm.

  • jajaja, sueña conmigo.

  • Mejor hago otra cosa, pensando en ti.

  • Nos vemos mañana. Besos.

Por su puesto, nos vimos unas cuantas veces más y no precisamente para tomar café. Después de unos meses nos distansiamos y no nos hemos vuelto a ver. Quien sabe, si algún día, volvamos a tomarnos UN BUEN CAFÉ.