Te hubiese tenido que poner contra la pared

Cuando pillo a una sumisa bien pasiva, me gusta meterle la polla sin piedad para ver su aguante. Los gritos de zorra me encienden.

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Bruno: Ey, ya he llegado a casa

Después de que se marcharan Bruno y Francisco de mi casa, ordené un poco las cosas y me metí enseguida en la cama. Tenía la intención de dormir, pero la verdad… estaba demasiado caliente. Necesitaba una buena paja. Hacía sólo un momento tenía a esos dos culazos en mi sofá, tocándose entre ellos, pidiéndome que eligiera el mejor culo de ambos… de pensarlo…mi rabo ya se estaba volviendo a poner duro.

Me había metido en la cama sólo con un pantalón corto de deporte, me gusta que mi polla tenga libertad de movimiento, despertar con una tienda de campaña notable, con todo el mástil duro, saber que, si duermo con alguien al lado, es fácil desnudarme de un sólo tirón.

En ese momento no se estaba formando la tienda, mi polla estaba creciendo por el lado, saliendo por una de las perneras del pantalón. En lugar de quitarme los pantalones, decidí hacerlos a un lado y sacar fuera la parte del tronco de mi rabo que aún seguía cubierta. Cada centímetro de mi rabo al descubierto  Ahí estaba, duro, con todas las venas marcadas apuntando hacia el techo. No era el primer momento de la noche que se ponía así, por lo que ya se notaba algo mojado y el olor a polla era muy notable. Tengo un olor fuerte que a todos los tíos les suele excitar, me gusta empujar la cara  de un tío contra mi polla y sentir como se vuelven locos oliéndome un rato antes de meterles un buen pollazo en la boca. También me gusta apretar la cara de un tío contra mis axilas y mis pies, pero eso ya es otra historia.

Mi mano empezó a subir y bajar lentamente por mi tronco cuando recibí el WhatsApp de Bruno diciéndome que ya había llegado a casa.

No tenía prisa por terminar la paja, así que le contesté con una sola mano.

-Yo: Genial, yo estoy en la cama ya. Me lo he pasado bien esta noche, guay con tus amigos.

Bruno estaba escribiendo, yo seguía con una mano en mi móvil y la otra en mi polla jugando con mi glande, completamente mojado a esas alturas.

-Bruno: Sí te lo has pasado bien, sí, tanto como para ponernos la polla en la cara.

-Yo: jaja vas a escandalizarte ahora por eso? Te recuerdo que esta tarde te la has metido tú solito en la boca.

Mi polla notaba que estábamos hablando de ella y estaba expectante por cómo podía terminar esa conversación de whats.

-Bruno: Tienes que hacer mucho más para escandalizarme a mí, yo te la hubiese comido ahí mismo sin problema, es a Francisco a quien sí le ha dejado flipando. Todavía debe acostumbrarse a ti.

-Yo: jaja pero si ha sido por vuestra culpa! que me habéis pedido que os toque el culo! qué menudo culo se gasta tu amigo Francisco también!! jaja

-Bruno: jaja sí, lo que querías era petarnos el culo a ambos en el sofá.

-Yo: Si fueses un buen amigo, te habrías dejado!

-Bruno: Me daba cosa por Francisco, nunca he hecho nada parecido con él y no era el momento, hubiese sido raro

-Yo: La conclusión, es que os habéis ido los dos y a mí me habéis dejado con el calentón.

-Bruno: pues ya sabes, paja y a dormir.

La verdad, con eso estaba cuando me había escrito, a punto de marcarme una paja. Pero ya que me había escrito…¿por qué no aprovechar? Guardé de nuevo mi polla en los pantalones, me la coloqué apretando el pantalón alrededor de modo que se notara todo su tamaño, con la punto asomando por debajo. Le hice una foto y se la mandé a Bruno.

-Yo: Eso es lo que voy a hacer ahora mismo.

Ya llevaba un rato pajeándome, pero preferí enviarle esa foto antes a Bruno y no directamente una foto de mi rabo duro con mi mano machacándomelo.

-Bruno: Qué cerdo!

-Yo: No te animas?

Bruno se desconectó, pensé que se estaría quedando dormido, pero a los 3 minutos vi que me estaba llamando por videollamada. Yo estaba medio borracho, caliente y con la polla dura en la mano, ¿por qué no iba a aceptar una videollamada en esas condiciones?

Al aceptar la llamada vi la cara de mi amigo. Estaba recostado en la cama, sin camisa por lo que podía ver.

-Bruno: Que? estás dándole?

-Yo: Todavía no, pero ahora mismo me pongo.

Bruno se incorporó, dejó su móvil en la mesa enfocando su silla y se apoyó en ella poniendo todo su culo en pompa. Sólo llevaba unos boxers oscuros. Las vistas eran geniales.

-Bruno: Si me pongo así mejor?

Enfoque mi polla con la cámara mientras seguía teniendo esa visión del culo perfecto de Bruno.

-Yo: Aquí la tienes

-Bruno: Necesito que me folles ahora mismo, quiero tu polla en mi culo

La de pajas que me he hecho en la cama por las noches con Aleix al lado durmiendo, pensando en las folladas que le metía a Bruno y deseando que eso volviese a pasar, imaginando todos los escenarios posibles, ¿mi escenario favorito? Montarme un trío con Aleix y Bruno, pedirle a Aleix que desnude a Bruno y se arrodille delante de él a chuparle la polla. Me pone la idea de ordenar a mi novio que le coma la polla a otro tío delante de mí, y más si ese tío es Bruno, me excita mucho la idea, ver humillado sexualmente a Aleix delante de su “enemigo", por mucho que yo quiera a Aleix.

-Yo: anda putilla, déjame verte el culo.

Bruno se bajó un poco los bóxers mostrándome la mitad de su culo

-Bruno: Así? así te gusta mi amo?

Amo…nunca hemos tenido una relación amo-sumiso Bruno y yo, pero siempre me ha gustado bromear con la idea y Bruno solía llamarme “amo” cuando se ponía cachondo y quería que se la metiese.

-Yo: Joder, cómo me estas poniendo

Bruno vuelve a acercarse al móvil, lo coge y se lo aproxima a la cara.

-Bruno: Menudo pollón el de mi amo, eso me revienta por dentro si me lo meto

-Yo: (sin dejar de enfocar mi polla mientras me pajeo) No paro de pensar en la tarde del hostal, te hubiese tenido que poner contra la pared y hacerte de todo en ese momento. Te pusiste como una perra.

-Bruno: mi amo podría haber hecho lo que hubiese querido. El culto de esta perra está para lo que mi amo quiera.

Bruno dejó el móvil de nuevo en la mesa y regresó a la silla. Esta vez se desnudó completamente y se apoyó, arrodillado, encima de silla. Su culo completamente desnudo en mi pantalla . Pero esta vez tenía algo nuevo, había cogido un consolador de la mesa y lo tenía en la mano.

-Yo: y esa polla de plástico? qué vas a hacer con ella?

-Bruno: ¿Qué quieres que haga?

-Yo: Fóllate el culo, quiero correrme viendo como te metes eso por el culo, imaginándote que es mi polla la que te revienta

Bruno no me hizo esperar. Se metió el consolador en la boca para lubricarlo bien y luego se lo aproximó al culo. No era un consolador muy grande, por lo que no costó que entrara la puntita. Mi polla es más grande, especialmente el capullo, suelo necesitar más esfuerzo que un poco de saliva. Aunque a veces, cuando pillo a una sumisa bien pasiva, me gusta meterle la polla sin piedad para ver su aguante. Los gritos de zorra me encienden mucho. Bruno es una buena zorra y sabe cómo gritar para calentarme.

Bruno empezó a meterse y sacarse el consolador apoyado contra la silla. Luego, puso el consolador en la silla y se sentó lentamente sobre el tal y como le pedí.

-Yo: Pon una pierna en cada reposabrazos, quiero ver bien como te metes eso.

Bruno lo hizo, podía ver perfectamente su culo abierto, ver cómo se follaba el culo con esa polla de plástico mientras se pajeaba. También veía su cara, una cara de perra a punto de correrse del gusto. A mí tampoco me quedaba mucho, quería correrme ya.

-Yo: Dile a tu amo, ¿qué es lo que más te gustaría ahora?

-Bruno: Que me dieses tu polla, que me llenes de leche por dentro y vuelvas a hacerme tuyo. Ser tu puta.

Chorros de leche empezaron a salir disparados de mi polla cubriéndome todo el abdomen. Tuve que esperar unos segundos para recuperar la respiración. Durante esos segundos oí  a mi amigo al otro lado del teléfono corriéndose también. Cuando cogí el teléfono de nuevo, vi su cara en la pantalla, mirándome, riendo.

-Bruno: Que cerdos! jaja

-Yo: Mejor, así dormimos más tranquilitos.

-Bruno: Venga, hasta mañana! Por cierto, que ya te lo he dicho, pero me alegro de que te hayas venido.

-Yo: Me alegro de estar en Madrid contigo, te quiero

-Bruno: Y yo a ti, buenas noches

-Yo: Buenas noches.

Hacía mucho tiempo que no le decía a Bruno “te quiero”, pero realmente es lo que sentía cuando estaba tan a gusto con él como en ese mismo momento.

Ya, por fin, hora de dejar el móvil y dormir. La próxima semana tenía que empezar el trabajo y la universidad, además, Aleix vendría a verme en un par de días. Muchas aventuras por delante aún.

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