Te estaba esperando
Esperaba la llegada de mi esposa... y ella me regaló una buena sesión de sexo. Un relato corto de una experiencia con mi esposa.
Te estaba esperando
Estoy medio adormilado viendo la TV. Tu aún no has llegado y miro el móvil para ver la hora. Las 5 de la mañana. Saliste con tus amigas el viernes por la noche. Oigo las llaves; parece que por fin llegas. Ahora me terminaré de dormir.. ¿o no? Oigo el taconeo y mi cuerpo se pone en tensión (es que hasta tu taconeo me excita). Te veo llegar y estas hermosa con esas botas largas, la falda corta que deja ver más allá de lo prudente y la camiseta corta que deja ver perfectamente tu ombligo y muestra tus generosos pechos. Vienes alegre.
¿Cómo te fué? Pregunto.
Divinamente. He bailado toda la noche y estoy muy cansada.
¿Y con quien bailaste?
Con varios.
MMMM
No quiero esperar más y la tensión puede conmigo. Te tomó por la cintura con fuerza y te doy un beso. No me importa que estés cansada, tengo necesidad de ti, de sentir tu cuerpo, de que bailemos sin música, de unirme a la reina de mis fantasías. Tienes mucho olor a cigarrillo y estás muy sudada. Me pides que te deje quitar la ropa pero me niego. Te quito las braguitas que están muy húmedas (¿será el sudor?) y te comienzo a chupar...
Siento que mi paloma se va a reventar. Tomo tu sexo y lo saboreo poseído, como quien toma agua luego de una larga caminata por el desierto. Emites un pequeño gemido que ocasiona un cosquilleo intenso en mí. Lo que faltaba!!!
Adivinas que estoy excitado y con esa maestría que no sé de donde sacas, tomas mi pene con suavidad... te deseo tanto cuando me haces esas cosas!!! Es una mezcla de placer y de rabia.., si un poco de rabia, porque siempre controlas la situación, sabes que ardo en deseos de poseerte. Sabes que no puedo controlarme... eres tu quien me controla.
Dejo de pensar y sigo con mi plato de frutas... estoy decidido a regalarte un orgasmo que te deje extenuada. Quiero sentir nuevamente como tus jugos inundan mi boca y mojan nuestra cama... Tú mientras me sigues acariciando con suavidad... me vuelves loco. Otro gemido.... ¡detente por favor! te digo. Siento que así voy a correrme demasiado rápido y es mucho lo que quiero disfrutarte. Así, delicada, suave, intensa, que controlas todo pero también te dejas hacer. Muy mía y muy pero muy puta.
Logro controlarme para no acabar. Te retiro el pene porque me excitas demasiado. Comienzo nuevamente o comerte pero esta vez mi dedo explora tu intimidad. Deseo producirte el máximo de sensaciones, y espero tus gemidos con ansiedad. Pero te mantienes callada.
Esta tregua me hace bien... podré reponerme. Observo tu rostro porque quiero que tu rostro me hable. Permaneces en silencio con los ojos cerrados. Adivino que estás disfrutando, lo cual me impulsa a continuar... ahora son dos dedos dentro de tí... y te gusta. Mi pene está nuevamente en tensión, quiero penetrarte, deseo disfrutarte por completo... pero me detengo. Quiero que primero tengas un orgasmo...
Tus gemidos me indican la aproximación de lo que deseo. Te doy con más fuerza esperando tu grito. Y soy recompensado con la tensión en tu cuerpo, tu gemido, tu mano deteniendome, y con el líquido de tus entrañas.... lo quiero chupar todo. Eres una hembra maravillosa y cada día te quiero más. Estoy orgulloso de mi hembra y quiero hacerte correr una vez más.
Pero tomas el control nuevamente y me acaricias el pene... se me va a reventar. Mi reina, mi hembra, quiero que me lo mames, y te lo pongo en la boca. Comienzas lentamente, con suavidad, hasta con ternura. No te lo he dicho, pero esa mezcla de ternura y lujuria me enloquece. Mientras lo chupas me agarras las bolas... que sensación!!! ahora si no sé lo que hago, estoy descontrolado... bajas con tu boca traviesa y pasas tu lengua en la base... Esto es demasiado!!! La sensación de disfrute es muy intensa. No puedo más y tengo que penetrarte, buscar la cueva que me enloquece. Te tomo en los brazos y te doy el beso más profundo del que soy capaz. Con tu mano me masturbas un poco ----- ¿me quieres enloquecer? tu misma buscas la penetración y la hacemos fácil... estoy dentro de ti. Eres hermosa, cómo me gusta estar dentro de tí, de penetrarte, de tomarte con fuerza. En ese momento levanto mi tronco y te doblo las piernas... quiero llegar más adentro de ti. Siento un impulso animal que me invade. Tomo tus tetas con fuerza al tiempo que aumento el ritmo. Soy tu esclavo y haré cualquier cosa que me pidas. Pídeme lo que quieras mi hembra....
En ese instante me hablaste .... "Córrete" ....