Te deseo
...necesito sentirlos en mi boca, parece que tuve esa necesidad guardada durante años, oculta y latente...
Me acerco a ti y te miro frente a frente, nuestras respiraciones se mezclan, pausadas, profundas, te doy un beso en la mejilla, lento muy lento, luego la otra mejilla y siento que tu quieres besarme pero no te animas.
Te miro profundamente a los ojos y veo como estar tan cerca no me afecta a mi sola pues tus ojos revelan una pasión contenida, semejante a la mía que puja por ser liberada.
No lo soporto mas y acerco mi boca a la tuya nuestros labios se rozan y un fuego invade mi cuerpo y siento que te estremeces y me alejo para observar tu rostro, tu no me dejas porque te acercas para darme el beso mas dulce que nunca nadie me supo dar.
Tus labios besan los míos uno a uno y luego delicadamente tu lengua se abre paso en mi boca y comienza una danza con la mía que me lleva a la gloria.
Siento que te amo, pero no puedo decirlo ahora, no puedo decirlo, más puedo expresarlo con mi ser y es así que comienzo a besarte el cuello... aprisiono el lóbulo de tu oreja entre mis labios y lo masajeo con mi lengua, luego bajo y disfruto del contacto de tu cuello en mis labios, saboreo la unión de tu cuello con tu hombro, te estremeces con mis caricias, siento que me deseas.
Y al mirarte a los ojos confirmo que es así y tu expresión provoca en mí la necesidad de que seas mía.
Lentamente bajo mis manos de tus hombros a tus pechos casi sin tocarlos en una caricia muy suave, ya siento tus pezones luchando por salir firmes debajo de tu ropa, sin dejar de mirarte te saco la blusa y libero esos generosos pechos de tan innecesario sujetador y victoriosos tus pezones se esgrimen turgentes y provocadores.
Ya no entiendo nada y es que necesito sentirlos en mi boca, parece que tuve esa necesidad guardada durante años, oculta y latente. Me acerco y expectante rozo uno de ellos con mis labios mientras acaricio el nacimiento de tu otro pecho con la mano, no pensé que fuera posible que se erectara aun mas... lentamente lo aprisiono con mis labios sintiendo cada roce, tu respiración se transformo en suspiros, lo acaricio con mi lengua y no puedes evitar gemir.
La expresión del placer que te brinda mi gesto de amor provoca que mi volcán interior estalle en un orgasmo exquisito y el que no pasa desapercibido por ti, ya que mientras permanezco saboreando el final del mío mientras disfruto de tu otro pecho, siento la maravillosa reacción de tu cuerpo al regalarme un increíble e inevitable orgasmo...
Aún con mi entrepierna latiendo despierto, es temprano, tengo que ir a trabajar.
Interlina.
Valeria.