Te atreves?
Sólo era un juego con una buena amiga...
Sabía que esas palabras algún día me traerían problemas, pero no fue de la forma que esperaba, ni siquiera puedo llamarlo problema. Fue... una sorpresa.
Mi nombre, no importa. El de la chica, tampoco. Lo único importante es lo que paso. La conocí por internet, y empezamos a hablar. Me cayó muy bien desde el principio, nada estirada, simpática agradable y muy liberal. Creó que fue recíproco, o al menos eso me gusta pensar.
Un día quedamos para conocernos. Viviamos en ciudades cercanas y yo iba a estudiar a la suya, asique sólo era cuestión de tiempo el que acabaramos quedando.
No era ninguna belleza de revista. Era una chica normal, pero como todas las chicas, con su propia belleza, sólo hay que saber buscar, y en este caso era fácil. Tenía unos ojos verde grisáceos preciosos y unos gestos vivarachos que te hacían sonreír al verla. Y su sonrisa, esa sonrisa pícara que te obligaba a preguntarte ¿En que estará pensando?
Un día hablanod por internet me dijo que había tenido una mala experiencia. Había ido a probar algo y la habían hecho daño, con la conversación me pareció que no habían sido muy correctos con ella, pero me confeso que le gustaba que la ataran y la vendaran los ojos. Ese fue el momento, una chispa saltó en mi cabeza e hice la pregunta.
-Te atreves?
Sólo era un pequeño juego de dominación muy ligera, más bien un asunto de complicidades, la propuse una especie de 'Simón dice...' Se podía negar en cualquier momento, cuando se negara se acabaría el juego... Pero me respondió que no había problema, que aceptaba. Me sorprendió un poco, no lo había planeado, pero era prometedor.
Empezamos con cosas sencillas, vete a trabajar sin ropa interior, masturbate en un servicio público con alguien en el de al lado. Eran pequeñas cosas sin importancia, travesuras picantes que servían para romper la monotonía... Entonces volvímos a quedar, tomamos un café, volvimos a hablar del tema (ultimamente hablamos de eso casi todos los días, como se había sentido, si la habian mirando rara...) y entonces le di una cajita que había traido desde mi casa y le mandé hacer una de las cosas más difíciles de hacer, según mi parecer. No abrir la caja hasta que se lo dijera.
Como la caja era de un anillo, se río de la broma, diciendo que si le iba a pedir la mano por internet. Los dos reimos agusto con la gracia, pero le dije que ya se enteraría.
Al día siguiente la mandé un mail:
'Esto es lo que quiero que hagas, coge plastico del de envolver los alimentos y cubre bien tu móvil, aunque antes tendrás que cargar totalmente su batería. abre caja y haz lo mismo con lo que hay dentro, además le pondras un imperdible, con cuidado de no dañarlo. Mañana cuando vayas a la oficina, llevarás el móvil metido en tu sexo, con la función de aviso por vibrador encendida, no creo que tengas muchos problemas, lo que te dí lo prenderas en tus bragas con el imperdible de manera que te quede a la altura del clítoris. Te recomiendo que le quietes el sonido a tu móvil. Si no quieres hacerlo, enviame un sms antes de ir a trabajar'
Lo que le habia puesto en la caja era un pequeño aparatito que me había comprado mi madre para mi primer móvil. cuando estaba a menos de un metro de un movil, se le encendia una pequeña luz y vibraba. Hacía mucho que no lo usaba, pero al verlo en mi cajón antes de ir a la anterior cita con ella, se me había ocurrido la idea. Obviamente, el plástico era para proteger ambos aparatos de 'presuntas humedades'.
Cuando me levante al día siguiente mire mi móvil. No había ningún sms. Había accedido al juego. Me la imaginaba toda nerviosa, camino del trabajo, mojada de la emoción y con miles de preguntas sin respuesta.
Estaré haciendo bien?
No será esto algún problema?
Se me notará?
Y si mojo demasiado?
Bueno, era hora de que se contestara algunas preguntas. LLamé a su móvil. Lógicamente nadie contestó. fue una llamada breve, un par de toques, sólo para que recordará lo que llevaba entre las piernas. Me imaginé el respingo que habría dado en mitad de la calle. Un aviso de erección me hizo notar que todavía no me habia vestido. Desayune y me vestía tranquilamente, puse un poco la tele y ¿por qué no? la hice otra llamada, esta vez un poco más larga. Una sonrisa se dibujo en mi cara pensando en lo que debía de estar pasando ella. Yo no podía saberlo (me lo contó más tarde) pero estaba firmando un recibo en la tienda y se le escapo un pequeño gemido de la sorpresa. El repartidor le preguntó cuanod acababa su turno, que podría ir a tomar un café. Me dijo que se negó y entró en la tienda, pero seguro que se sonrojó hasta las orejas.
En la televisión, por las mañanas, sólo hay basura, nada interesante. La apague y me vestí para salir a la calle. La llamo, dos toques, cuelgo. Espero cinco minutos, otra llamada, dos toques, cuelgo. Espero un poco menos, la vuelvo a llamar, esta dejo dejo que de tres toques. Fui todo el camino hasta el ciber repitiendo el proceso, daba entre dos y cuatro toques entre cada 3, 4 ó 5 minutos. Pensaba que a estas alturas, o se lo había quitado todo, o debía estar... 'algo alterada'
Lo que no había tenido encuenta es que, el pequeño vibrador que le había dado, funcionaba con cualquier móvil cercano. Y tampoco sabían que era un metro si no un par de ellos. Cuando llegué al ciber me conecte a ver si la veía. No estaba conectada. La llamé un par de veces, con insitencia, 9 ó 10 toques. Tardó un rato en aparecer. Me contó que había tenido una reunión con su jefa, otra empleada y el encargado de la informática. Iban a cambiar el programa de cuentas y le estaba explicando todo. Os preguntaréis porqué dijo lo del alcance del mini vibrabor. Resulta que en la reunión, todos tenían móvil, y estaban a menos de dos metros. A la otra empleada la habían llamado una vez (su hijo por lo visto) pero al informático le habían llamado varias, y a su jefa de continuo, debido a algo del nuevo catalogo. Mi amiga llevaba unos 45 minutos recibiendo descargas de placer por todo el cuerpo, provocadas por el pequeño vibrador que tenía rozando su clitorís, mientras permanecía de píe alrededor de una mesa con su jefa y dos compañeros de trabajo. Más tarde me confesó que había tenido dos orgasmos, que había disimulado como podía. Cuando llegó el tercero, tuvo que irse al baño con una excusa. Ya no estaba mojada, chorreaba casi literalmente y dentro de poco, una mancha de humedad empezaría dibujarse en sus vaqueros.
Yo había imaginado que eso podría suceder, asique no la había hecho vestirse con falda. Además, el pantalón ayudaría a que todo permaneciera en su sitio. Afortunadamente ella también se había imaginado algo así y habia lelvado un par de mudas. Volvío a su puesto de trabajo después de cambiarse.
Cuando terminó la reunión conectó a internet y me comentó todo lo que pasaba. Me dijo que no podía más, los nervios, la excitación, el riesgo y, ahora, el deseo. Todo se había combinado en una mezcla explosiva. Volví a llamarla mientras me hablaba. Fueron 7 toques de telefono durante los cuales la pantalla permaneció, muda.
En la pantalla aparecieron una letras, casi podia ver a mi amiga, temblorosa, escribiendolas al otro lado de la linea. Me dijo que estaba a cien, que no podía ni pensar, no recordaba otra vez en que lo hubiera pasado peor, pasandolo tambien. Necesitaba a alguien, necesitaba una polla. Tuve una erección inmediatamente, creo que hasta entonces no había tomado conciencia de la situación. Le dije que en eso no podía ayudarla, estaba muy lejos, además no podría entrar en su trabajo, y ella no podía salir, almenos si quería conservarlo...
Me dijo que tenia que cortar, el informático había entrado. Al cabo de diez minutos, nuevas frases aparecieron en mi pantalla.
-'Sólo quería saber si estaba bien, que había oido algo desde fuera y creía que necesitaba ayuda'
'La necesitas' le dije 'diselo, dile que quieres sexo, que necesitas sexo con él'
-'No puedo hacer eso...'
Volví a llamar, 9 toques 'Qué decías?' le pregutne con total inocencia.
-' Tengo las bragas empapadas, estoy correando, creo que tengo manchados los pantalones y me siento todo el culo mojado'
Volví a llamar 'Tienes dos salidas' le dije 'terminar el juego o llamarle. También puedes vovler al servicio, pero creo que no es eso lo que buscas'
-'Cabrón...'
Eso me sorprendió, creí que se había enfadado, cuando apareció la siguiente frase
-'Le he llamado, pero no me he quitad'
Entendí que seguia con todo el 'invento en su sitio, asique me dedique ha llamarle todo el rato. Cada vez que se cortaba volvía a llamar. Me imaginaba lo que estaba pasando y más tarde ella me lo confirmo. Mientras estaba pensando que decirle al informático, la habia llamado, y no paraba de vibrarle, en el clitorís y en el coño, que empezaba a escurrir por todos los lados, asique se quito los pantalones y le dijo que no podía más que no sabía que le pasba pero que estaba totalmente mojada, que necesitaba su ayuda.Él se acerco, dispuesto a quitarle las bragas y poseearla encima de la mesa, pero ella se dió la vuelta y, apartando un poco el tanga le mostró su otro agujero, todo mojado con sus jugos. Sólo quería sexo, nada más. Qué se la metiera una y otra vez hasta correrse. Él se encendio con esas palabras, metiendosela de un sólo empujón. Estaba todo totalmente mojado. Ella se olvido de todo. Sólo sentía las vibraciones en su clítoris, el móvil en su concha, y al hombre en su culo, empujando una y otra vez. Se liberó de todo lo que había aguantado toda la mañana, allí, tumbada bocabajo sobre la mesa, mientras oleadas de placer recorrían su cuerpo, tuvo un orgasmo detrás de otro. Mordió un lapiz para no chillar de placer, pues de morderse los labios se habría hecho herida. Después de unos viente minutos, duranto los cuales no deje de llamar, apareció lo siguiente en mi pantalla.
-'Insuperable, sólo lamento que no fueras tú el que se ha corrido dentro de mi. Estoy totalmente exhausta y satisfecha, mis genitales ya están insensibles de tanto trabajo. Mi culo esta satisfecho. Voy a casa a ducharme y a relajarme. Según acabamos de vestrinos entro mi jefa, me vio todo sudando y con cara rara y em dijo que me marchará, que no tenía buena pinta, que me metiera en la cama a descansar que mañana estaría mejor. Creo que una hora será suficiente. Podrías pasarte por mi casa dentro de un par de horas? Quiero agradecerte esta mañana.Besos, tu diablesa'
Llevaba toda la mañana como lo debía estar pasando mi amiga, mi única respuesta fue un 'allí estaré' pero esa, es otra historia.