Te amaba y no lo sabía (parte 20)
Aveces la realidad es muy cruel...
Mil gracias por sus comentarios, aquí les dejo esta parte, es lo que pude hacer. En los exámenes no me fue muy bien, tengo que seguir rindiendo esta prox semana, estoy cansada de estudiar, quiero vacaciones :(
Te amaba y no lo sabía (parte 20)
Al instante toda la realidad volvió a caer sobre mí, la había encontrado, estaba bien, pero esto no había terminado aun, teníamos que salir de ese lugar. Ella desde ese allí podía ver la puerta, yo hice señas de la navaja para que entienda que venía a sacarla, me hizo un gesto con la cabeza para que me apurara. Entré rápidamente, cuando me acercaba las ganas de abrazarla y besarla eran muy fuertes, pero me dispuse solo a sacarla de allí, me coloqué detrás de la silla por si Simón espiaba no pudiera verme. Corté las cuerdas de sus manos, de igual manera ella seguía con sus mano hacia atrás, cortar las de sus pies fue un poco mas difícil, pero ya estaba, ya la había desatado. Rápidamente la tomé de la mano y comenzamos a escapar por el mismo lado en donde había entrado, de mientras se oía como al parecer Simón discutía con Tomas, lo tenía bastante distraído porque no se percató al momento de lo ocurrido.
Ni bien saltamos esa especia de ventana, ya estábamos al otro lado de la habitación. Yo terminé de bajar y me encontré atrapada entre la pared y unos labios hermosos que me invitaban a un beso tan deseado todo este tiempo. Sin decir nada ella tomo mi cintura y yo me aferré a su cuello. Nuestros labios tan necesitados se volvían a encontrar, a los segundos nuestras lenguas hacían lo mismo, era todo tan rápido aun teníamos la adrenalina del momento. Ese beso culminó con un fuerte abrazo, ya estaba conmigo, ya estaba entre mis brazos y yo en los suyos. Susurré a su oído
SOFIA: mi amor, te amo, no sabes todo lo que deseé este momento, temía a que no llegara nunca
MARIANA: mi amor no te das una idea por todo lo que pasé y lo peor es que temía que creyeras que te había abandonado
SOFIA: jamás pensé eso bebé, desde el momento que desapareciste supe que era él y no pare hasta encontrarte
MARIANA: te amo tanto
Volvimos a fundirnos en un beso interminable, nuestros cuerpos no querían separarse.
SOFIA: salgamos ya de acá… Tomas está entreteniendo a simón pero no se por cuánto tiempo
Tomé de la mano a Mariana, pero olvidé decirle que el lugar estaba lleno de escombros. Ni bien comenzamos a acelerar el paso tropezó con unos tachos provocando un ruido infernal. El corazón me palpitó a mil, ella me miró como diciendo, me quiero morir. Quedamos congeladas lo único que sentía era el latir de nuestros corazones. Y pocos segundos después se oyen gritos
SIMON: mierda… peón hijo de puta vos hiciste que se escapara… no debe estar muy lejos me la vas a pagar… nadie conoce mas esta fábrica mejor que yo
Al instante sentimos como Simón se aproximaba a donde estábamos, comenzamos a correr de la mano, en vez de Salir por el lateral nos metimos por no se que pasillos abandonados, lleno de cosas por el suelo, creo que nos encontraría fácilmente por el ruido que íbamos haciendo
MARIANA: amor, sabes a donde estamos yendo?
SOFIA: no tengo la menor idea, solo estoy corriendo
MARIANA: estamos perdidas, nos va a encontrar
SOFIA: hay que correr amor, en algún lado vamos a salir
MARIANA: no veo nada… nos vamos a caer
Corriendo por un pasillo, esquivando cosas tiradas en el suelo, apenas se veía por la oscuridad, de vez en cuando iluminada algún claro de luna que entraba al lugar, llegamos como a un gran salón, tenía un a construcción de fierro enorme, al parecer era el centro de la fabrica. No teníamos ni idea hacia dónde ir. Yo seguía tomada de la mano a Mariana, cuando giro para indicarle que nos escondamos, ella miraba con desesperación hacia el pasillo. Levanto mi mirada y al final del mismo estaba parado Simón. Me paralicé al igual que ella, el tenia una cara de desconcierto, pero me miró fijamente a los ojos y en su rostro se formó una gran sonrisa. Ver esa cara hizo que me temblara todo el cuerpo, Mariana se aferraba a mi mano cada vez mas fuerte. Sin bajar la mirada a Simón, susurré a Mariana.
SOFIA: a la cuenta de 3 corremos y nos metemos detrás de esa construcción de hierro…
El corazón me latía a mil, lo podía escuchar perfectamente. Mi voz se entrecortaba cuando hablaba…
SOFIA: uno… dos… tres, a correr…
Nos metimos por detrás de una especie de maquina gigante de hierro. Al instante se oía como simón venia caminando tras nosotras, al parecer él estaba muy tranquilo, solo caminaba a pasos firmes y lentos. Nosotras estábamos recostadas contra la estructura, sería difícil que nos viera. Miré a Mariana, podía sentir como temblaba, pero nuestras manos jamás se soltaron. Respirábamos a la par. Lo único que se oía eran nuestras respiraciones y los pasos que se acercaban a esa gran sala. Tomé mi tel y comencé a escribir un mensaje a Tomas, me costaba marcar las teclas ya que las manos me temblaban. A los pocos segundos sentimos como Simón estaba muy cerca de nosotras, ya no se escuchaban sus pasos, pero comenzó a hablar en vos alta
SIMON: he estado horas ideando cómo hacer para traerte hasta aquí… mi Sofi querida… quien diría que vendrías solita a mis manos… no te das una idea de lo que te extrañé…
MARIANA:- dirigiéndose a mí, en voz baja- ya sabe donde estamos, no sirve de nada ocultarnos, esto va a ser horrible mi amor
SOFIA: shhh bebé, tranquila, el solo quiere torturarme psicológicamente, pero no lo va a lograr
SIMON: no vas a venir a saludarme amor… no es de buena chica entrar a la casa de alguien sin permiso y menos sin saludar….
Aferrada a mi amor, cerré mis ojos y mis lágrimas de igual manera salieron de ellos. Trataba de pensar que hago, como salimos de acá. Le expliqué a Tomas donde estábamos y que venga ya pero no me contestaba, que habrá hecho con Tomy. Estaba perdida, no sabía que hacer, solo rogaba a que llegara Gonzalo con la policía. Por que no lo llame antes? me lamentaba tanto no haberle hecho caso a Tomas, por que no esperar. Lo único que me daba fuerzas era tenerla a ella a mi lado, pero a la vez pánico no quería que le pasara nada. Encima el loco de simón seguía hablando solo, mientras caminaba por toda la sala en la cual nos encontrábamos.
SIMON: me encanta musicalizar los momentos, sabes que me encantaría cantar ahora Sofi
El es como un Dios, y ella como una virgen
Y los dioses les enseñaron a pecar
Y en la eternidad los dos unieron sus almas
Para darle vida a esta tiste canción de amor
SIMON: te gustaría mi amor, estar juntos en la eternidad, si no es posible nuestro amor en este mundo entonces lo será mas allá de el… es my romántico si lo pensas
MARIANA: hijo de puta, te va a matar
SOFIA: shhh mi amor tranquila
Quería tranquilizarla pero no podía ni conmigo misma, si es algo en lo que es experto simón, es en torturar con las palabras, te hieren mil veces más que sus golpes, sabe cómo convencerte. Aunque esta vez no eran solo palabras, yo sabía que lo que estaba diciendo era capaz de hacerlo, es capaz de matarme y matarse con tal de que no esté con Mariana y no ir preso. Estamos en manos de un maniático, un desquiciado.
En eso escuchamos la voz de Tomas
TOMAS: simón… voy a entrar, solo quiero hablar, no estas en condiciones de hacer nada la policía va a llegar en cualquier momento
SIMON: mierda… peón de porquería, maldita la hora en que te pedí ayuda… de acá no me llevan ni muertos, malditos Uds. y la hora en que decidieron entrar
No fue muy buena idea haberle dicho lo de la policía, Tomas calculó mal. Ahora simón estaba nervioso, toda esa pasividad que minutos antes tenia se habían ido por completo. Se podía oír como caminaba de un lugar a otro y golpeaba la pared.
TOMAS: acá estoy, desarmado, hablemos, esto se puede solucionar, déjanos en paz y escápate
Tomas ya estaba en el lugar, lo único que esperaba era la reacción de simón. Otra vez lo íbamos a perder si se escapaba.
SIMON: no, no, no…. yo de acá no me voy sin Sofía
TOMAS: no tenes opción Simón, aparte ellas no están acá
SIMON: te crees que soy idiota, que no las vi entrar… dale Sofía, da la cara, Salí ahora que está tu protector acá
Mariana solo me miraba con desesperación, negándose con la cabeza. Ninguna de las dos decía nada solo nos mirábamos, temblábamos aferrada una a otra.
SIMON: no me dejas opción Sofía… voy a tener que matar a su héroe rescatador, a su valiente peón
TOMAS: es mentira sofí… no hagas caso
SIMON: jaja viste que estaban acá… y no, no es mentira te doy unos minutitos amor, si no salís este peoncito es boleta
TOMAS: no te das cuenta que estás perdiendo tiempo, la policía viene en cualquier momento
En eso se escucha como alguien le pega muy fuerte a otro, a tal punto que cae al suelo. Por el grito de dolor calcule que el herido fue Tomas, pero era muy raro porque alguien salió corriendo en dirección al pasillo. No, simón no se iría y Tomas tampoco. No me animaba a espiar y tampoco a preguntar.
MARIANA: le pegó a Tomas, tenemos que salir
SOFIA puede ser una trampa
Sujeté a Mariana que quería salir a ver lo ocurrido.
TOMAS: ha… chi… chicas… salgan rápido… ya salgan
Esta vez no pude detenerla, esta salió del lugar y yo fui tras ella. Encontramos a Tomas recuperándose de una enorme piña en la cara, estaba ensangrentado. Acudimos a él rápidamente, me pareció muy raro que simón no esté en el lugar. El no es tan cobarde.
MARIANA: Tomas como estas, donde fue simón?
TOMAS: estoy bien, no se que hizo, no tengo ni idea pero puede aparecer por cualquier lado.
SOFIA: escondámonos, no podemos estar acá
No terminaba de hablar que se escuchan pasos acercarse nuevamente.
TOMAS: debe ser él salgan, corran… vallan en dirección a la camioneta, yo voy a intentar detenerlo
SOFIA: ven con nosotras
TOMAS: no discutas Sofía, váyanse ya
Tomas hablo con mucha convicción. Mariana me tomó de la mano y salimos sin objetar nada. Fuimos en dirección al fondo de la fábrica. Luego de unos minutos estaba afuera de ella, en plena oscuridad, ya no se escuchaba nada.
MARIANA: donde está la camioneta?
SOFIA: la dejamos en la entrada, en la calle… amor esto me suena muy raro, conozco a simón el no nos dejaría ir tan fácilmente
MARIANA: Tomas se expuso a detenerlo, aprovechemos y salgamos de acá
SOFIA: como digas amor, vamos
MARIANA: te amo
SOFIA: yo aun mas
Le di un beso fugaz, tomé su mano y comenzamos a rodear la fabrica para llegar al frente de ella y asi ir hasta la camioneta por el mismo camino por donde vinimos con Tomas. Estábamos ya en el lateral, solo nos faltaba cruzarnos hasta el campo y caminar por el hasta llegar a la calle.
SOFIA: hay que cruzarnos hasta allá y luego caminamos por entre las plantas
MARIANA: dale vallamos
SOFIA: esto es muy raro
MARIANA: no perdamos tiempo
Jalé su mano y comenzamos a correr rumbo al campo. Hasta que alguien nos gritó.
SIMON: tan rápido se van a ir, no se despiden de mi o quizás de Tomas
Ni siquiera detuve mi marcha, solo corría llevando a Mariana de mi mano. Pero cuando pronunció el nombre de Tomas ambas giramos y nos detuvimos al instante. Ahora entendí por que simón salió corriendo de esa manera, yo tenía razón, no nos dejaría tan fácilmente, el había idos a buscar su arma y tenia apuntando a Tomas con la misma. Quedamos paralizadas.
TOMAS: váyanse, corran no se dejen atrap…
No terminaba de gritarnos que simón lo golpeó en la cara, cayendo Tomas al piso.
SIMON: cállate idiota…
Ahora nos apuntaba a nosotras
SIMON: se van a acercar o quieren morir allí mismo
SOFIA: voy yo, ella se queda acá ya bastante es lo que tuvo que aguantar
MARIANA: no te voy a dejar sola
SIMON: que romántico…jaja ya acá las dos
Seguía de la mano junto a Mariana, la mire como diciendo quédate pero ella me susurro
MARIANA: estamos juntas en esto, es el trato
Comenzamos a caminar hacia simón, lentamente, el nos apuntaba y se podía ver la sonrisa en sus labios. Tomas seguía tirado en el suelo sin hacer nada por miedo a que nos disparara. Nos detuvimos frente a él, yo no baja mi mirada quería transmitir seguridad aunque por dentro el miedo me consumiera. El observó nuestras manos, me volvió a mirar directo a los ojos, en ese momento sentí como si no lo conociera, no era la persona que estuvo todos estos años junto a mi, era un perfecto desconocido, un loco que se cruzó en mi camino.
SOFIA: no te reconozco simón, donde quedo aquel chico que me cuidaba, me protegía, me amaba, tan ciega estuve para no ver lo que realmente sos?
SIMON: no intentes desconcertarme, si me convertí en esto es por tu culpa mi amor, yo te amo, no hay nadie que te ame mas que yo
Se acercó a mi mientras su arma apuntaba a mi cabeza, el cuerpo me temblaba pero no bajaba mi mirada. El pasó su otra mano por mi mejilla y posó sus labios sobre los míos, el miedo que tenia hizo que se me escapara una lagrima. No le correspondí en lo absoluto, solo quedé inmóvil, tampoco corrí mi cara.
SIMON: mis besos siempre fueron tu debilidad y tus labios la mía
Lo decía mientras se alejaba con una leve sonrisa en su rostro. La impotencia que sentía hizo que lo escupiera en la cara. Aun tenía mi mirada firme y sentía como Mariana apretaba aun mas fuerte mi mano. El me miró ya con odio y no como hace un rato
SIMON: sos una mierda, arruinaste todo, nuestra relación, nuestro amor, mi vida… te di miles de oportunidades de volver conmigo pero no, prefieres revolcarte con tu puta amiga… pero ya está, me cansaste…
Podía ver como se enfurecía cada vez más, ahora no solo me miraba a mi sino también a Mariana. Quería sacarlo, golpearlo, reaccionar pero la imagen de ese arma apuntándonos me paralizaba. Ahora el apuntó a Mariana
SIMON: subí al auto ya
SOFIA: no, devuelta no, simón esto es conmigo no con ella
SIMON: no te apresures amor vos también venís con nosotros
La jaló a Mariana de un brazo mientras la apuntaba, todo lo hacía con brutalidad, la hizo subiera a la parte trasera del auto. Luego cundo estaba cerrando la puerta y emprendía a dirigirse a mi. A todos nos desconcertó un ruido proveniente de la calle, era como muchos vehículo, al instante calculé que era Gonzalo con la policía, un alivio entró en mi, pero al instante me apoderó el miedo a como reaccionará simón. Fue todo tan rápido lo que pasó, que mientras yo reaccionaba… Simón miraba el camino… Tomas se paró y lo empujó intentando quitarle el arma, ambos cayeron al suelo pero simón seguía aferrada a ella. Ahora ambos estaban prendidos del arma forcejando. Yo inmediatamente me alejé de ellos.
SIMON: hijo de puta me las vas a pagar, te voy reventar peón de mierda
TOMAS: solta el arma idiota es por tu bien, ya estás perdido, no te compliques
Todo pasaba muy rápido, el ruido de la policía que se acercaba, Tomas y Simón que se revolcaban en el piso forcejeando, yo intentando huir para no recibir ningún tiro. Fueron unos 30 segundos en los cuales todo esto pasaba. Hasta que un disparo cortó el aire, por unos segundos, todo quedó en silencio, lo único que se oía ahora era los autos que se acercaban, ninguna voz, nada. Me giré para ver, muchas imágenes se me cruzaron por la mente. Intentaba ver donde fue a parar ese tiro. Hasta que veo a Tomas gritando y aferrando con su mano su pie izquierdo. Tuve el impulso de ayudarlo pero para eso Simón ya estaba de pie a mi lado nuevamente, la impunidad me superó a mi, así que no lo dejé acomodar su arma que saqué la navaja de mi bolsillo y con todo el odio acumulado, se la clavé en la mano, al instante el soltó el arma y la navaja quedo clavada casi atravesando su mano. Me miraba con desespero, su respiración se entrecortaba. Todo se detuvo al instante solo notaba sobre mi la mirada fría de Simón, la mirada de dolor y desconcierto de Tomas y la temerosa de Mariana. En eso veo como los auto entran por el camino ahora ya con las sirenas, efectivamente era la policía.
Aun estaba en estado de shock cuando siento las manos de Mariana que me toman de la cintura y me alejan del lugar. Simón estaba de rodillas en el suelo aferrándose su mano sana a la herida. Tomas ya se había arrastrado unos metros lejos de la escena. La policía bajó y junto con ellos Gonzalo quien les indicaba quien era Simón. Yo le daba la espalda porque iba caminando llevada por Mariana, todo parecía como si pasara en cámara lenta sin ninguna palabra, solo ruidos. Veía como los policías cruzaban a mi lado rodeando a Simón. En eso escucho una frase que rompe ese estado
SIMON: siempre te amé Sofía, siempre…
Esa frase acompañada de un disparo y muchos gritos. Esa frase quedará marcada en mi vida para siempre… cuando giré a ver la situación, vi a Simón tirado en el piso, boca arriba con al arma en su mano y su cara destrozada…
No pude evitar que mis ojos se llenaran de lagrimas, no se bien por que lloraba, no podía salir del estado de shock… deseé tanto verlo sufrir, hasta el punto de verlo destruido, pero la realidad es muy cruel, es mucho peor que cuando lo imaginas. Cuando de verdad sucede, es muy fuerte, miles de pensamientos llenaban mi cabeza que no dejaban de abrumarme. Llevé mis manos para limpiar mis ojos cuando las veo llenas de sangre caí de rodillas al piso llorando desconsoladamente. Mariana me abrasó muy fuerte, me tenia aferrada a su pecho.
MARIANA: ya pasó mi amor, ya está mi vida, ya todo termino…