Te amaba y no lo sabía (parte 2)

Gracias por sus comentarios, me dan mucho ánimo. Espero les guste esta segunda parte.



Gracias por sus comentarios, me dan mucho ánimo. Espero les guste esta segunda parte.

Te amaba y no lo sabía (parte 2)

Al día siguiente, me levante con mucho dolor de cabeza, producto de lo que había tomado la noche anterior, procedí a tomar una ducha. Cuando estaba bajo la lluvia muchas imágenes vienen a mi mente; Mariana… sus manos… su risa… sus besos… no podía creer todo lo que había pasado, lo que había hecho. Me sentía extraña,  sabia que estaba mal, pero no podía parar de seguir recordando ese momento, sentirlo. ¿que me pasaba?

Solo atino a salir de la ducha, mirarme en el espejo y me digo, autoconvenciéndome –“fue todo producto de la bebida, nada mas”.

Otra imagen aparece en mi cabeza… Simón… inmediatamente busco mi celular, seguro habrá estado llamando. Cuando lo encuentro  lo único que veo son 3 llamadas perdidas. Una de mi madre y otras dos de Mariana. También había  un mensaje de ella

MENSAJE: sofí corazón como estas? te fuiste muy mal anoche de casa, no quería que terminara así porfa tenemos q hablar

Era obvio que teníamos que hablar en algún momento, aparte con Mariana nos vemos casi todos los días. Seguro ella también ha de saber q lo q pasó no fue mas q un juego, producto de la bebida, una amistad de años no se romperá por una situación tan insignificante… es aquí donde dudo… ¿realmente era insignificante?…  deje de pensar tome mi celular y le conteste

MENSAJE: está todo bien amiga cuando podamos hablamos.

Paso el fin de semana. Sin ver ni hablar con ella y con barios intentos de comunicarme con Simón pero no me contestaba era seguro estaría muy enojado.

El lunes por la tarde Salí temprano de la universidad por lo que invite a Mariana a tomar un café a un bar, no se porqué, pero no quería estar totalmente a solas con ella. La espere en el lugar indicado, hasta que la vi llegar siempre con una sonrisa como es habitual en ella. Nos saludamos normalmente y tomamos asiento.

MARIANA:  resultaste ser un poco insegura corazón, que paso? Jeje

Era muy raro como me sentía, estaba nerviosa, su presencia me incomodaba, jamás me había sentido así con ella, que es como una hermana.

SOFIA:– sonreí y note como me sonrojaba- el alcohol no me deja pensar je

MARIANA. claro el alcohol jeje...¿cómo eta todo con Simón?

SOFIA:  no se no me responde, pero tampoco se que decirle

MARIANA: “el alcohol”…. decile eso. Me dijo en tono irónico

SOFIA:  es que fue eso no Mariana? Fue solo la situación no? No hubo nada mas?

MARIANA: te fuiste obvio que no hubo nada más.

Esa frase me desconcertó yo estaba segura de que no era nada pero…

SOFIA: por favor mariana somos amigas como se te ocurre decirme eso, pensé que no significó nada para vos. En eso llega el mozo, ella solo bajo la mirada, yo hice el pedido.

MARIANA: no, no significó nada, solo un error producto de lo que tomamos. Sos mi mejor amiga casi te considero mi hermana. Lo dijo en un tono muy serio y tajante

Lo que decía era lo que debía escuchar porque así lo consideraba pero sentía que sus palaras me destruían a tal punto de querer llora. Que me pasaba.

SOFIA: lo que menos quiero en este momento es perder una amiga.

MARIANA: esta todo bien Sofí cerremos el tema acá.

Tomamos nuestros cafés y no tacamos mas ese tema,  aunque ninguna de las dos había dicho todo lo que sentía, esa charla con Mariana bastó para saber que lo que había pasado no fue insignificante, pero por ahora era lo mejor no hablarlo.

Pasaron 2 semanas de de aquella charla con Mariana, seguimos como siempre las mejores amigas, sin hablar de ese tema. Yo por mi parte trato de no recordar porque me genera un compilado de sensaciones que no se describir. A todo esto traté de hablar con Simón pero no puedo ubicarlo, sus amigos me comentaron que se fue unos días al campo y que estaba bastante raro, la verdad me sentía mal porque lo hice sufrir y  a pesar de que el hizo varias veces lo mismo conmigo esta vez había sido muy extrema la situación.

Era sábado en la tarde y habíamos organizado para ir a bailar en la noche, con Mariana y unas amigas conocidas de la universidad, el plan no duro mucho ya que al caer una intensa lluvia ninguna de las chicas quiso salir, por ende esa noche fui al depto. de Mariana a pasar un rato. Íbamos a cenar y mirar unas películas.

Durante la cena ella me conto de su nueva conquista je.

MARIANA: te acordás que hace unas semanas te conté que estaba conociendo a alguien?

SOFIA: he… si algo me acuerdo.

MARIANA: se llama Gimena, la verdad me gusta bastante, nos llevamos muy bien y… -se sorió pícaramente-

SOFIA: y?

MARIANA: según mi instinto jeje a ella también le gusto mucho jaja

SOFIA: jaja sos terrible, pobre chica. La tengo que conocer, como siempre tengo que darte mi consentimiento jaja.

MARIANA:  ok la próxima semana organizo y las presento. Seguro te va caer muy bien, es muy simpática, tenemos muchas cosas en común salvo… el cuerpazo que ella tiene y yo no jeje.

SOFIA: dale, me encantaría conocerla aunque… sabes que tus noviecitas nunca se terminan llevando bien conmigo.

MARIANA: la misma relación que tengo yo con tu noviecito jeje… en realidad ex – noviecito

SOFIA: no hablemos de mi novio. Dije en un tono cortante. Mejor contame de tu chica, asi la voy conociendo.

MARIANA: es alta, morena con unos ojos color miel que te hacen suspirar cada vez que la miras y de su cuero no tengo más que decir que es una escultura jeje. Lo decía mientras cerraba sus ojos imaginando.

SOFIA: por favor Mariana, detalles físicos no, compórtate hablemos de la persona.

MARIANA: ok… ok… me olvide que no te gustan las chicas jeje. La verdad hay algo que no me gusta de Gimena y de ninguna de las chicas con las que Salí hasta ahora.

SOFIA: a ver… que es lo que no te gusta de tooodas tus chicas jajaja

MARIANA: sus besos…

SOFIA: no me mientas por favor jajaa. La interrumpí gritando, irónicamente.

MARIANA: nadie… pero nadie jamás me regalo un beso tan dulce, ingenuo, pero apasionado a la vez como vos. Lo dijo y me miro directamente a los ojos como esperando mi reacción. Yo me puse nerviosa y baje la mirada al instante y lo único que atine a responder solo para seguir el juego y no mostrar mis nervios fue:

SOFIA: te vas a quedar con las ganas porque no te voy a regalar ninguno mas.

MARIANA: parece que los voy a tener que robar entonces jeje

SOFIA: Marianita querida, me parece que a tu chica no le gustaría para nada enterarse que estas acosando a tus amigas

MARIANA: mi chica no se tiene porque enterar, ¿miramos la película?

Todo ese juego de palabras me dejó bastante rara, yo quería seguir para ver hasta donde era capaz de llegar ella y también yo. Pero por otro lado sabia que Mariana simplemente jugaba, no creo que sea capaz de hacerlo, solo lo decía para ver como reaccionaria, ella siempre quiere ser la dueña de la situación.

Nos sentamos sobre unos almohadones en el suelo a ver la peli. Era de drama y romance bastante buena yo me enganche tanto en la trama que no me percate que Mariana estaba recostada sobre mi  hombro. Cuando volteo a verla se había dormido, a ella no le atraen mucho los dramas. Por primera vez la veía distinta, era muy linda con su piel blanca, su mechón de pelo sobre la cara y… su boca, la cual yo había probado y aunque lo niegue, era como ella decía, había sido el beso mas rico de toda mi vida. En ese momento corro el mechón de su cara y tenía unas ganas de abrasarla, de volver a sentir esos labios que ya casi no podía contenerme. Acerco mi cara a la suya y puedo sentir su respiración, calculo que ella también la mia, porque en ese momento abre sus ojos y me ve, yo totalmente sonrojada y ella, sonríe

MARIANA: parece que no soy la única que quiere robar besos.

En ese momento me aparte bruscamente.

SOFIA: so… solo… estaba por acomodarte, te estabas cayendo. Lo dije con vos muy temblorosa. Mariana sonreía, sabía perfectamente que no era así, pero tampoco quiso insistir era obvio que yo estaba confundida y eso le encantaba.

SOFIA: ya termino la peli es hora de irme. Quería salir corriendo, me sentía muy incomoda.

MARIANA: estas loca, no ves como llueve, quedate a pasar la noche.

Había quedado miles de veces a dormir en su dpto.. pero hoy era diferente.

SOFIA: me tomo un taxi no hay problema

MARIANA: porfa, quedate …o tenes miedo?

SOFIA: de que tendría que tener miedo?

MARIANA: de vos misma… de no poder controlarte cada vez que me ves, o crees que no me doy cuenta que cada vez que insinúo algo te ruborizas y te pones nerviosa. No podía creer Mariana me estaba encarando, pensé que solo jugaba pero, me mira distinto.

SOFIA: no es verdad, me pongo nerviosas por tus comentarios, porque me hacen acordad a lo que paso nada mas. Mariana comenzó a caminar acercándose a mi lentamente yo retrocedía hasta que me tope con la pared.

MARIANA: jamás me había fijado en vos como mujer, porque sos mi amiga, pero después de esos besos… no se que paso en mi, comencé a verte distinta, me atraes mucho, y veo que te anda pasando lo mismo.

Ella seguía avanzando, hasta colocar sus manos sobre la pared, a ambos lado quedando yo en el medio, con su cara a centímetros. Si seguía avanzando no podría contenerme, quería salir corriendo pero mi cuerpo no se movía.

SOFIA: somos amigas Mariana… acá no pasa nada, por favor no empieces con tus jueguitos. Ya me temblaba la voz.

MARIANA: te recuerdo que la que estuvo a punto de besarme mientras dormía fuiste vos, la que comenzó todo fuiste vos amor, y si no queres jugar conmigo podrias alejarte simplemente.

En ese instante bajé unos de sus brazos, e intente salir pero ella no me dejó, tomó mis manos y comenzó a besarme a lo que yo quise negarme pero el deseo era tal que no resistí. Nuestros labios  se rozaban tan dulce y apasionadamente, primero era suave hasta que comenzó a ser intenso a tal punto de que los entreabrimos y dimos paso a nuestras lenguas que se enredaban y recorrían todas nuestras bocas. No lo podía negar sus besos me volvían loca y la situación aun mas. Estaba contra la pares y nuestras manos entrelazadas haciendo fuerza para que yo no me soltara.

Ya iban como 5 minutos besándonos sin parar, hasta que Mariana suelta mis manos para tomarme por la cintura, yo apoye mis manos en sus hombros. Necesitábamos respiras así que separamos nuestras bocas sin decir una palabra. Con los ojos cerrados juntamos nuestras frentes, nuestra respiración era en un mismo tono.  Ella comenzó a besarme el cuello y sus manos iban bajando hacia mis nalgas, lo cual me hizo apartarla ella se alojó y me quedo mirando fijamente. Sus ojos estaban brillosos, nunca los había visto así.

MARIANA: perdón, pero es más fuerte que yo.

Tenía tantas emociones juntas, no sabía cómo reaccionar, solo note como mis ojos se humedecían y una lagrima rodó por mi mejilla. Mariana me abrasó muy fuertemente a lo que yo respondí, sabía que en ese momento estaba abrasando a mi amiga y no a la chica con la que antes me había besado.