Te amaba y no lo sabía (parte 16)
A tu lado el dolor desaparece...
muchas gracias por los comentarios en todos los capitulos, realmente me encanta que me escriban porque me da animos para seguir... disculpen si me demoro, pero hago todo lo posible para hacerlo lo mas rapido... besos a todos!!!
Te amaba y no lo sabía (parte 16)
Los chicos me levantaron del suelo lentamente, parecía que un tren me hubiese pasado por encima, estaba bastante dolorida, al instante los de seguridad se acercaron a nosotros, nos preguntaron como había pasado todo, Diego le explicó que estaba bailando conmigo, a Simón no le cayó bien, comenzó a insultar, nosotros no reaccionamos pero el si y así termino todo, golpeándonos. Todos nosotras ratificamos lo dicho por Diego. Ellos me ofrecieron asistencia médica pero dije que no, muchas gracias pero prefería arreglarme sola con mis amigos, insistieron pero dijimos que no, que no fue problema de la disco sino de Simón. Ellos entendieron y me comentaron que a él lo llevaron a la comisaría del lugar, pero que si no lo denunciábamos saldría libre al día siguiente.
Mis amigos me dijeron que tenia que ir al médico, pero yo insistía en ir a la policía a denunciar, lo único que quería era que ese idiota quede entre rejas y volver a la estancia junto a mi novia. Subimos al auto y me dispuse a llamarla, obvio no le contaría por el momento lo de los golpes.
SOFIA: hola mi amor
MARIANA: hay bebé por Dios cuanto esperé este llamado… como estas? Como salió todo? Fue la espera más larga de mi vida
SOFIA: tranquila bebé, tranquila salió todo bien… bueno si se le puede llamar bien a semejante escándalo que provocamos
MARIANA: de verdad salió todo bien? Estaba muy asustada, vos como estas?
SOFIA: si, salió todo como lo previmos, ahora estamos yendo a l policía a declarar, lo único que me preocupa es que Simón estaba muy borracho, espero y no se justifique con eso, ahora está preso
MARIANA: ya está preso, tan grave fue todo? Te lastimó
SOFIA: salió todo bien… está preso porque lo llevó la seguridad del lugar nada mas
MARIANA: espero y no lo larguen nunca mas
SOFIA: asi será, ahora voy a hacer mi declaración y de inmediato voy para allá mi amor
MARIANA: ok bebé, te espero, cuídate y te amo
SOFIA: yo también te amo mucho, y ahora se lo voy a poder demostrar a todo el mundo sin que nadie me impida amarte
DIEGO: llegamos
Me comunica Diego
MARIANA: obvio bebé, mucha suerte, te espero
Corté la comunicación con Mariana y un suspiro de dolor contenido salió de mi cuerpo, los chicos ayudaron a bajarme y seguían insistiendo en llevarme a un médico, pero les dije que eran golpes, solo con unos días de reposo bastará.
Ya en la comisaria fui la primera en declarar, relaté todo: mi relación con Simón, cuando nos separamos, mi relación con Mariana, sus mentiras para separarnos, su negación a la separación, sus amenazas a no poder estar con nadie y sobre todo lo que pasó en la disco, cada golpe, cada palabra, cada gesto, dejé bien en claro que él lo único que quiere es lastimarme y si no hubiese sido en un lugar público, no sé que hubiese pasado. Aparte de la declaración tomaron fotos de mis golpes, también ofrecieron asistencia médica pero dije que luego iría yo a mi doctor articular. Aparte de la inmovilidad de mi brazo, el golpe en mi cara estaba cada vez mas morado.
Luego de todo ese trámite declararon los chicos y las chicas, jamás mencionamos lo del plan, obvio, todo fue como una casualidad. El que más aportó fue Diego que estuvo a mi lado durante el escándalo y que también recibió golpes de Simón. Quedó todo archivado, obviamente iban a hablar con el personal de la disco, y la orden de captura para Simón era casi segura, quedaron en confirmarme la resolución del juez. Yo también expresé el miedo que me provocaba llegar a encontrármelo, pero me aseguraron que es muy probable que por un buen tiempo el no vuelva a la calle.
Estaba tranquila todo salió bien, aparte del dolor una paz recorría en mi ser. Agradecí eternamente a todos los chicos, los cuales me dijeron que les encantó colabora con una buena causa. Me disponía a tomar un taxi, habían pasado unas largas horas en la policía y ya era momento de volver a casa, cuando Diego se ofreció llevarme.
DIEGO: de verdad te llevo, aparte me aseguro de que estés bien
SOFIA: es muy lejos, no quiero molestarte mas de lo que hice
DIEGO: no es ninguna molestia, me encanta ayudar a mi familia
SOFIA: es verdad somos familia, bueno entonces en marcha quiero, llegar a casa cuanto antes
El camino a la estancia se hacía eterno, yo no veía las horas de llegar y ver a mi amor. Pensar en ella hacía que me olvidara un poco del dolor.
DIEGO: como esta tu brazo? No se ve muy bien
SOFIA: es solo un golpe, ya pasará
DIEGO: sos muy caprichosa, yo creo que es mucho más que un golpe, tendríamos que haber ido al medico
SOFIA: o son los genes, o tendré que creer que es verdad, pero Marian también dice lo mismo de mi
DIEGO: jaja Mariana, se nota que se quieren mucho, yo no sé que hubiera hecho en sus lugares
SOFIA: si la amo mucho, es la persona más importante en mi vida y creo que hubiese sido aun peor separarnos que enfrentarlo
DIEGO: las admiro mucho, a Marianita la conozco y sé que siempre lucha por lo que quiere
SOFIA: si es muy valiente, pero en su momento sufrió mucho
DIEGO: mis tíos al principio fueron duros con ella, pero también pudo enfrentarse a ellos,
SOFIA: ella me contó que vos la apoyaste mucho
DIEGO: antes que ella hable con su familia yo ya lo sabía, y no lo voy a negar me costó aceptarlo, aunque nunca se lo dije, pero después, ante el rechazo de todos, lo único que me importó es ayudarla, solo dándole mi apoyo, se veía tan valiente enfrentándose a todos, pero a la vez tan frágil, que no lo pude soportar
SOFIA: me haces acordar a mi abuelo, el también lo aceptó y me apoyó sin decir nada
DIEGO creo que es lo mejor, nadie es superior para andar juzgando a las personas, y menos por lo que sienten
La conversación con Diego se puso cada vez mas interesante, a tal punto que no me percaté que estábamos llegando. Me sentía con mucha alegría de estar en casa con mis personas amadas, pero tenía miedo, a Mariana no le va a gustar nada verme así. Ni bien paró el auto, mi bebé salió corriendo a recibirme
MARIANA: mi amor, no sabes todo lo que sufrí esperándote, bebé te amooo
Me abrazó muy fuerte sin notar mis golpes en el rostro, debido a la oscuridad de la noche y menos el de mi brazo, traté de contenerlo pero su efusividad era tal que no pude evitar gritar
SOFIA: haaaay... haaa… mas despacio amor
MARIANA: amor que tenes, que te pasó Sofia?
Caminé hacia el alero donde la luz nos permitía vernos, yo iba con mi cabeza gacha sin decir nada. Ella me seguía, me tomó del mentón y me miró a los ojos
MARIANA: hay no bebé, que te hicieron, yo sabía que no tenías que ir, te lo dije que era peligroso
SOFIA: es solo un golpe, va estar todo bien
MARIANA: fue esa bestia no? Fue el hijo de puta de Simón el que te dejó asi?
SOFIA: si fue él, pero sabíamos que podía llegar a pasar, de hecho creo que fue lo mejor, esto va a demostrarle a la justicia lo que es, una bestia como lo vos lo decís
Ella volvió a abrasarme y esta vez apretó fuerte mi hombro izquierdo, haciendo que soltara hasta una lagrima, ella no se dio cuenta pero Diego lo notó al instante
DIEGO: perdóname Sofia pero lo tengo que decir
Lo miré fuerte, no quería preocupar mas a nadie, lo del brazo ya iba a pasar.
MARIANA: que tenes que decir primo?
DIEGO: su brazó… no está nada bien, fue muy fuerte el golpe
MARIANA: porque no la llevaste a un medico Diego, puede ser grave, me dijiste que la ibas a protegerla
SOFIA: espera amor, no es para tanto, ellos quisieron llevarme pero yo me negué y no tenes nada que reclamarle, el fue muy valiente de hecho, también se llevo unos golpes
MARIANA: sos una caprichosa Sofia, puede ser muy grave, no se puede jugar con la salud… vamos ya mismo de regreso a la ciudad, no podes quedar así
SOFIA: no mi amor no, por favor, te prometo que mañana si pero hoy no, estoy muy cansada, aparte creo que gran parte del dolor es por eso
MARIANA: mañana a primera hora vamos a ver al medico
SOFIA: a la orden mi capitán
MARIANA: no estoy para bromas amor, esto es grave
Mariana seguía regañándome, hasta que Diego nos interrumpió para despedirse, ambos le agradecimos eternamente por todo. Yo me dirigí hacia la cocina a buscar hielo para mis golpes, mientras Mariana lo acompaño hasta su auto. Luego de unos minutos ya estaba a mi lado, no se si era preferible tenerla cerca jeje, en momento así se pone muy intensa y en vez de cuidarme me regaña porque dice que soy una “caprichosa”
MARIANA: ve a la habitación, que yo te llevo hielo y el botiquín para curarte esos golpes
SOFIA: está bien me voy a duchar, si puedes busca en el botiquín del abuelo, tiene unos analgésicos
MARIANA: además de no querer ir al médico, te quieres auto medicar?
SOFIA: por favor bebé, no me regañes mas
MARIANA: perdón Sofi, es que me hace sentir muy mal verte así, no sabes la rabia que tengo, si me lo cruzo a ese idiota te juro que lo reviento a …
SOFIA: pará bebé, no digas mas nada, él ya lo está pagando, ya pasó todo solo son golpes no mas de lo que le hizo a mi corazón
Ella comenzó a derramar unas lagrimas, estaba muy triste, ninguna de las dos nos lográbamos comprender. Todo había pasado, pero el dolor queda, las huellas quedan, pero lo vamos superar. Acerque limpié sus lagrimas con mi mano sana, besé su mejilla y me recosté en su hombro, ella intentó abrasarme pero me separé, le brinde una leve sonrisa, insinuando lo de mi brazo y me dirigí a la habitación.
Llegué, el cansancio se hacía notar, me senté sobre la cama y las imágenes de lo ocurrido en la disco venían a mi mente como flashes, recordar cada golpe, cada palabra que me dijo, cada mirada suya, me hacia entrar en un estado de shock, quería hacerlo sufrir pero recordar su imagen me daba miedo, ya no quedaba nada del Simón que una vez quise como novio. Me hacia mal recordar, me levanté e intenté quitarme la ropa para bañarme, pero mi brazo se sentía cada vez mas inmovilizado, no podía siquiera quitarme el saco que tenia sobre mi vestido, en ese momento, me vi al espejo y no me reconocí mi mejilla estaba morada casi abarcando mi ojo, en la comisura de mi labio había un pequeño hilito de sangre, verme así me destruyó por completo, me sentía débil, me sentía arruinada por ese inútil. Traté de recobrar fuerza y quitarme de una vez mi saco, lo jale fuertemente y un grito de dolor invadió toda la casa, caí de rodillas al piso con mi brazo casi colgando, mis lagrimas salía recorriendo el golpe de mi cara, el cual comenzaba a arder.
Escucho como abren la puerta muy fuerte
MARIANA: amor que te pasó? Bebé que hiciste?
Mariana estaba arrodillada frente a mi, quería abrazarme pero no se animaba, temía lastimarme. Yo no levanté mi vista, no quería que me viera así, pero la necesidad fue mas fuerte, entre sollozos le dije
SOFIA: ayud… ayúdame amor… ayudame
MARIANA: si bebé siempre, siempre te voy a ayudar. Déjame cuidarte por favor, sos lo único que tengo y lo que mas quiero
Ella levantó mi cara y nuestras miradas volvieron a juntarse, ella también lloraba, tomó mi mano sana y beso mi mejilla. Me ayudó a levantarme del suelo y me sentó al borde e de la cama.
MARIANA: déjate cuidar amor, va a estar todo bien
SOFIA: no quería que me vieras sufrir, pero me duele mucho
MARIANA: shhhh… tranquila yo estoy para ayudarte, solo hazme caso, si
SOFIA: si… me da vergüenza pedirte… pero me ayudas a bañarme
MARIANA: jamás vuelvas a decir que te da vergüenza, yo lo hago con todo el amor del mundo, si no te ayudo yo quien, lo va a ser bebé, soy tu mujer, tu amor, tu novia
Dentro de tanto dolor, solo ella podía hacer que de mi rostro asomara una sonrisa. Me besó muy sube en la frente y en los labios. Me dio a tomar los analgésicos, y suavemente comenzó a quitarme el saco, sentirla cerca me ponía muy tranquila, luego quitó mi vestido dejándome en ropa interior, su cara no era lo mas agradable.
SOFIA: que pasa bebé, ya no te gusta mi cuerpo
MARIANA: no es eso, es que tu hombro no está nada bien, está muy hinchado y rojo
Me llevó frente al espejo y era verdad no se veía nada bien. Ella solo me trataba con mucho cariño, no me preguntó mas nada, ni me tampoco me regañó mas, solo me cuidaba y me encantaba. Para no hacerme sentir mal se duchó junto a mí, en realidad me bañó, lo hizo de una manera tan delicada, con tanto amor. Luego ayudo a vestirme y curó el golpe de mi cara, podía ver en sus ojos su amor y mi dolor reflejado en ella. Creo que sufrió aun más que yo.
Me recosté en la cama, el dolor ya empezaba a mermar un poquito, debido a los analgésicos. Estaba muy cansada, ya estaba por amanecer y no había dormido nada. En un momento veo que Mariana se va de la habitación y vuelve con muchos cubrecamas, los cuales coloca en el suelo.
SOFIA: mi amor que haces?
MARIANA: me preparo una cama, no te voy a dejar dormir sola o quieres que me valla?
SOFIA: lo que quiero es que vengas aquí, a mi lado
MARIANA: no voy a dormir a tu lado, porque tengo miedo de lastimarte aun mas
SOFIA: pero bebé recuéstate de mi lado derecho que está sanito… porfa no seas mala, me prometiste que me ibas cuidar
MARIANA: una cosa es cuidarte… y otra darte todas las mañas
SOFIA: sabes que cuando estás muy cerquita de mi, el dolor es como que desaparece
MARIANA: no hay necesidad de que mientas, dormiré a tu lado, pero cualquier molestia que sientes me avisas
Así lo hizo, se recostó a mi lado, yo apoyé mi cabeza cerca de su pecho, ella acariciaba mi pelo, podía sentir como el dolor calmaba de a poco hasta quedar dormida. A la mañana siguiente desperté bastante dolorida, solo abrí los ojos, las fuerzas no me daban ni para levantarme, estiré mi brazo sano y alcance a divisar la hora, era casi mediodía. Me encontraba sola en la habitación, ni siquiera recuerdo cuando Mariana se levantó. Estuve unos minutos así, cuando estaba por levantarme ella entra a la habitación
MARIANA: hola hermosa, como amaneciste? Al parecer dormiste muy bien
SOFIA: si parece que esos analgésicos son buenos, aunque ahora me duele un poco
MARIANA: en realidad lo que te di anoche fueron unos calmantes bastante fuertes
SOFIA: como es eso… uno no se puede auto medicar, pero si a la otra persona?
MARIANA: no, no es asi, anoche revisé los remedios de tu abuelo y me llamo la atención ese calmante, recordé a una amiga que está casi recibida de medica clínica y sin importar la hora la llamé y me lo recomendó
SOFIA: si es así gracias, dormí muy bien… una pregunta, el abuelo ahora que recuerdo no lo vi anoche
MARIANA: anoche cuando le avise que todo había salido bien, se fue a dormir, hoy temprano vino a verte pero dormías entonces aproveché y le conté todo… estaba tan preocupado que de inmediato llamó un medico, que de hecho te está esperando para verte
SOFIA: veo que todos deciden por mí últimamente
MARIANA: pasa que ya no confiamos en tus elecciones, últimamente no fueron muy acertadas
SOFIA: reconozco que algunas cosas no salieron del todo bien, pero en una no me equivoqué
MARIANA: y se puede saber en que no te equivocaste?
SOFIA: en elegirte a vos como la mujer de mi vida
MARIANA: hasta convaleciente sos tierna, te amo bebé, me muero por abrazarte bien fuerte… pero ahora vamos que el doctor espera
SOFIA: podrías ser que me atienda aquí en la habitación
MARIANA: me parece bien, ya lo llamo
Al momento, llegó el doctor, era un hombre no muy grande, muy amable. Le pedí a Mariana que se quedara conmigo, el observó delicadamente mi golpe en la cara y luego fue a mi hombro, me tocó un poco, lo cual hizo que me doliera bastante. Luego me comentó que al parecer el golpe fue muy fuerte y afectó mi tendón, inflamándolo demasiado lo cual provocará un dolor intenso durante unos días. Me dijo que parecía que mis huesos estaban bien pero para mejor seguridad tendrá que hacerme una radiografía. Me recomendó unas pomadas para la desinflamación de la cara y el hombro, también unos calmantes para el dolor, me colocó unas vendas en el hombro para inmovilizarlo. Me recomendó no realizar esfuerzos con el mismo y mantenerlo en reposo.
Mariana atendía muy bien al médico, le pidió todo tipo de recomendaciones, al parecer será mi enfermera particular. Yo estaba mejor, me alegró saber que no fuera tan grave. Mariana lo acompañó a la salida y yo me dispuse a cambiarme, tenía ganas de comer algo y además ver al abuelo. Ella volvió y me encontró vistiéndome.
MARIANA: amor que estás haciendo?
SOFIA: no me ves? Me estoy cambiando
MARIANA: realmente sos caprichosa, que acaba de decir el doctor, reposo. Estuviste a poco de que te quebrara el brazo
SOFIA: aclaremos, el doctor dijo, inmovilizar el brazo, pero mis piernas están perfectas puedo caminar no me voy a quedar postrada en esta cama
MARIANA: si no fuera porque te amo ya estaría dejándote, sos muy caprichosa… ven que te ayudo a cambiarte
SOFIA: de verdad me dejarías –lo dije haciéndole un puchero-
MARIANA: jamás te dejaría, que harías sin mi
Terminé de cambiarme, entre varios besos que le robé a mi bebé que se ponía seria, se tomó de verdad el rol de enfermera, y me coloqué un sujetador para el brazo, que me dejó el doctor. Fuimos al comedor y me pareció raro aun no ver al abuelo.
SOFIA: mi amor y el abuelo? Aun no lo he visto
MARIANA: no lo sé, la última vez que lo vi, me dijo que me encargara del doctor que el resolvería unos tramites
Almorzamos las dos solas. Me parecía raro, el abuelo siempre se preocupa por mi y mas si no estoy bien. Cuando estábamos saliendo del comedor lo veo llegar, y junto a él un hombre joven, de unos 30 años aprox. Ni bien me vio se dirigió casi corriendo hacia mi
ABUELO: mi niña como estas? Anoche no te esperé despierto porque me dijeron que todo había salido bien, pero ahora me siento muy culpable por verte así
SOFIA: abuelo está todo bien, era una de las consecuencias esperables
ABUELO: no Sofi acá hay un culpable. Que dijo el doctor?
SOFIA: son golpes fuertes, nada grave, me recomendó reposo nada mas
ABUELO: Sofi hoy cuando me enteré no me pude quedar de brazos cruzados, así que me adelante y averigüé como iban las cosas
SOFIA: a que te referís abuelo?
ABUELO: vamos hacer todo lo mas prolijo posible, te presento a Gonzalo Saenz, tu abogado
Me quedé perpleja ante la situación, se ve que hoy todos se pusieron de acuerdo para decidir por mi.
SOFIA: hola, he… soy Sofia
GONZALO: mucho gusto, tu abuelo me estuvo contando sobre vos y tu caso
SOFIA: ella es Mariana, mi novia
MARIANA: encantada
El abogado nos saludó muy amablemente a ambas
SOFIA: la verdad estoy un poco perdida me encantaría que me expliquen un poco
ABUELO: llamé a mi amigo, para ver que había pasado y me comentó que la causa estaba en marcha, me recomendó que lo mejor sería tener asesoría legal. Gonzalo, es el hijo de un gran amigo mío, es un profesional muy importante y de mucha confianza, perdón por hacer esto sin consultar, pero creo que es lo mejor, me encantaría que aceptes su ayuda
SOFIA: obvio que lo voy hacer, confió en vos abuelo. He… Gonzalo, estas al tanto de todo?
GONZALO: mas o menos, fui recién a presentarme como tu representante legal y me dieron toda la documentación, pero me encantaría que me cuenten absolutamente todo
ABUELO: también hay un dato importante, el juez dictó la orden para detener a Simón por esta causa
SOFIA: parece que de a poco se va haciendo justicia
Nos miramos con Mariana y ambas sonreímos, nuestro amor estaba empezando a ser cada vez mas fuerte ante los demás. Contamos todo a Gonzalo, desde que Simón era mi pareja hasta lo ocurrido anoche. Él me inspiraba mucha confianza, pero no nos atrevimos a decirle que esto último había sido todo planeado, solo le dijimos que sucedió normal, yo fui a la disco y me lo crucé.
GONZALO: bueno chicas creo que tengo bastante información, es muy probable, de hecho estoy seguro que lo van a procesar, y vamos a ganar nosotros, tendré que valerme también de sus antecedente, serán de gran ayuda y la denuncia tuya Mariana, también es una herramienta muy buena a nuestro favor
SOFIA: ojalá y todo salga como vos lo decís Gonzalo, no te podes imaginar lo que es vivir pensando que alguien te puede lastimar o pude hacerlo a alguien que amas.
GONZALO: de seguro, debe ser horrible
Estuvimos hablando durante mucho tiempo con él, nos encantaba escucharlo como seria todo, como haríamos para demostrar cada cosa que ocurrió. De verdad me dio mucha esperanza escucharlo, me hizo sentir segura de que lograríamos justicia. Seguimos conversando hasta que suena su tel, se dispuso a atender. Con Mariana estábamos muy contentas, nos enganchamos mucho con las propuestas de Gonzalo y queríamos colaborar. Hasta que él se acerca nuevamente a nosotras, su cara estaba seria, parecía que no le hubieran dado una buena noticia
GONZALO: chicas me llamaron por su causa…
SOFIA: que pasó Gonzalo?
MARIANA: no nos asustes
GONZALO: Simón… está en libertad…