Tarea para el hogar (narusasu) 1

porque kakashi? Porque sasuke?

Hola este es relato no es mío me lo dio un amigo mío diciéndome que era de una amiga suya yo le pedí su teléfono para que me permitiera publicarlo y cual fue mi sorpresa porque me dio el numero de una amiga mía que me permitió que este relato este aquí, ambos me han pedido que no de sus nombres para que nadie los relacionara. este primer capitulo es un poco flojo pero los siguientes son los mejores no puedo publicarlo entero al menos eso me a dicho mi amiga comenten y puntúen esta nota no es para mi es para mi amiga si tienen sugerencias escríbanme un mail. Gracias

Título: "Tarea para el hogar"

Fandom: Naruto

Status: En progreso, cap. 1/4.

Género: Humor, romance.

Parejas: Naruto/Sasuke, Kakashi/Iruka.

Rating: PG-13.

Línea temporal: Futuro alterno, los muchachos tendrán alrededor de 18-19 años. T

Acerca del título, "doushite" significa "por qué".

Resumen: Iruka y Naruto llegan a un acuerdo: demostrarle al otro en una semana porque se enamoraron de sus respectivas parejas.


TAREA PARA EL HOGAR

Capítulo 01: Doushite?!

Ah, el mediodía. Un momento muy especial. Los trabajadores se toman un descanso para comer algo, los chicos salen del colegio, madres y esposas en sus casas ya tienen listo el almuerzo... Por supuesto, para la gente que no tiene tanta suerte, siempre existen los lugares como el local de ramen Ichiraku. Un espacio familiar, acogedor, pacífico...

-¡¿QUEEEEEEEEEEEÉ?!-

...bueno, tal vez durante este mediodía en particular, no contaba precisamente con el más pacífico de los clientes...

-¡Juro que voy a agarrar a ese pervertido y hacerlo tragar su propia máscara! ¡Y pensar que había empezado a respetarlo como sensei! ¡Se va a enterar de lo que pienso ahora! ¡YO-LO-MA-TO!-

-¡Naruto, por favor, siéntate y deja de hacer un escándalo que nos están mirando!

En efecto, toda la gente que se encontraba en esos momentos disfrutando de una buena sopa, paró sus actividades para contemplar a cierto adolescente rubio que se había parado de repente, tirando la silla al suelo y golpeando la mesa, mientras gritaba a todo pulmón amenazas de muerte a la que parecía ser la peor persona que hubiera conocido en su vida. Su compañero de mesa (un ninja mayor que se comportaba como el padre del muchacho, aunque en verdad no se parecían en nada) trató de calmarlo, haciendo que regresara a su asiento y luego de que el hombre se disculpara con su audiencia, cada uno volvió a lo suyo.

-¿Se puede saber que necesidad hay de armar semejante escándalo?

-¿Cómo qué, qué necesidad qué hay? Iruka-sensei, me acaba de decir que ese PERVERTIDO lo... lo... ¡argh! ¡No puedo ni decirlo! ¡El solo hecho de pensar en ello hace que me den más ganas de asesinarlo!

Iruka no pudo hacer más que suspirar y terminar de un trago lo que quedaba de su copa de sake. Naruto se estaba tomando la noticia peor de lo que esperaba. Y si quieren pruebas de ello, pueden fijarse en el hecho de que el joven apenas había tocado su bowl de ramen.

Nunca pensé que vería el día en que yo terminara de comer antes que él.

-A ver, Naruto, ¿me puedes explicar cómo llegaste a malentender algo tan simple como "Hace unos meses ya que formo parte de una relación formal con..."?-

Pero el profesor fue interrumpido por una voz gruñona.

-¿Perdón? ¿Has dicho simple? Se puso nervioso y empezó a tartamudear a un estilo parecido al de hinata- (O al menos eso es lo que entendió Iruka, era difícil de adivinar lo que decía con la boca llena).

Al menos ya está comiendo otra vez.

-¿Y eso te llevo a la conclusión de que alguien estaba abusando de mí?-

-..................-

-¿Naruto?-

-¿Me estás diciendo que cuando mencionaste las palabras "relación formal", hablabas en serio?-

-A ver...- Iruka empezó a contar con los dedos mientras se hacía el que pensaba con dificultad. -Me escapé unos minutos durante el recreo en la academia, te busqué y te invité a comer, pedimos el plato más caro del menú e incluso una botella de sake para relajarnos. Luego te pregunté si te molestaba ir a una mesa en lugar de la barra como hacemos siempre, sólo para que podamos hablar más tranquilos. ¿Te parece que yo haya preparado todo esto con el único fin de jugarte una broma?-

-Pero... pero... pero...-

-¿Puedo saber qué es lo que te parece tan increíble de todo este asunto?-

-¿Increíble? ¿Increíble? ¡Estamos hablando de KAKASHI, por todos los cielos! ¡El hombre que lee porno mientras trabaja, siempre llega tarde, se hace el misterioso al no querer mostrarle su cara a nadie, vive para criticarme y nos hace completar misiones de día completo en UNA HORA!-

Naruto esperaba que, después de su discurso a alta velocidad (que lo dejó respirando entrecortadamente), finalmente le hubiera abierto los ojos a su antiguo sensei. Pero se quedó con la boca abierta cuando vió que Iruka empezó a reírse a carcajadas.

-Ya me parecía raro que no os hubierais dado cuenta. ¿Sabes qué razón detrás de eso? Como Kakashi no puede manejarse con horarios normales, los hace terminar antes para poder llegar en hora. Según él, si seguía entregando sus informes al ritmo de siempre, nunca llegaba a verme porque yo ya me había ido.-

-¡No puedo creer que se haya dejado enamorar por semejante ridiculez!- Exclamó Naruto, tirando la cabeza para atrás y tapándose la cara con ambas manos.

-Yo pienso que es tierno.- Naruto volvió a mirarlo de frente, con una expresión de "dígame por favor que me está tomando el pelo". El sensei tuvo que contener la risa. -¿Te vas a sentir mejor si te cuento que no es tan misterioso como parece, ya que a mí sí me dejó ver su cara?-

Esta vez, Iruka tuvo que hacer un gran esfuerzo para contener la risa, ya que la imagen de Naruto golpeándose la cabeza contra la mesa mientras murmuraba algo acerca de "pervertidas imágenes mentales" era demasiado graciosa como para no tentarse. Fue entonces cuando llegó la pregunta que había temido desde un principio: ya la había visto venir en los momentos en los que planeaba la conversación que iba tener con el joven al que quería como un hijo y del cuál temía su reacción ante la noticia. Por supuesto, su ex-alumno no lo defraudó.

-¿Porqué Kakashi?-

-Realmente te conozco tan bien como la palma de mi mano, mi querido Naruto.

Iruka ya tenía planeada su respuesta y sin perder un minuto, con una gran sonrisa de arlequín remató:

-¿Y porqué Sasuke?-

¿Alguna vez vieron a alguien cambiar el color de su cara de un momento para el otro, y encima, dos veces seguidas? Créanme, es algo digno de observarse. Era algo fascinante ver como, tan sólo en una milésima de segundo, Naruto (que justo estaba masticando un bocado) pasó de rojo-escarlata-de-vergüenza a un violeta-me-estoy-ahogando. Iruka se levantó rápidamente y le dio unas palmaditas en la espalda. Como no funcionaba, se apuró a servir un poco de sake en una copa (bueno, che, pedir agua le iba a tomar tiempo) y dársela al pobre antes de que se muriera asfixiado. Nuestro nuevo héroe esperaba al menos un "gracias" por parte del muchacho, pero lo único que consiguió fue que el rubio se pusiera de pie y apuntándolo con su dedo índice le gritara "¡TRAMPOSO!", lo que hizo que todos los presentes, una vez más, giraran para ver quién era el loco escandaloso.

La audiencia incluso empezó a murmurar cuando vieron a Naruto torcer la cabeza y quedarse mirando al vacío por unos segundos, como si escuchara una voz que provenía de lejos; para luego amenazar con el puño al "amigo invisible" que tenía delante al tiempo que reclamaba "¡Y tu no le des la razón, bola de pelos!". Entonces el rubio regresó a su silla, limitándose a cruzar sus brazos y refunfuñar por lo bajo:

-Estúpido zorro.- Entonces Iruka entendió.

Lo había olvidado. El Kyuubi.

El pobre sensei todavía no se acostumbrada al hecho de que Naruto no sólo había hecho las paces con el demonio, sino que incluso mantenía conversaciones con él (en su mente, obviamente). Pero cuando las emociones se adueñaban de esa loca y amarilla cabecita, ésta no se daba cuenta de lo que hacía (para variar) y hablaba en alto (o más bien gritaba) como si tuviera al zorro a su lado. Ante tal espectáculo, Iruka nunca sabía si reír o llorar. Pero esta ocasión sacó provecho de la distracción de Naruto para intentar hacerlo entrar en razón.

-Me pregunto que le habrá dicho Kyuubi sobre mí para que se enfadara tanto...

Pero la decisión ya había sido tomada el momento en que invitó al muchacho a comer. Así que Iruka, como buen ninja que era, ignoró a todas las personas de su alrededor y también regresó a su lugar, resuelto a terminar lo que había empezado.

-¿Te acuerdas cuando te me acercaste por primera vez con tu "problema", Naruto?-

No hubo respuesta, pero Iruka se percató de que tenía la atención que quería y continuó.

-Estabas confundido. No sabías que te pasaba, incluso mi sola presencia te cohibía. Pero después de mucho balbuceo de tu parte y algo de mi astucia, por fin comprendí. Y te dije que no era algo de lo que preocuparse: yo había pasado por lo mismo y había sobrevivido. Te calmaste bastante después de mi confesión. No hay nada tan reconfortante como saber que no eres el único ahí afuera con tales preferencias, ¿verdad?-

Naruto seguía con el ceño fruncido y los brazos cruzados, mirando hacia cualquier lugar menos al hombre que tenía enfrente. Aún así, la anécdota le trajo (no tan) viejos recuerdos y eso formó una sonrisa en sus labios.

-Pero lo que realmente me sorprendió fue cuando me contaste sobre la persona en la que depositaste esos sentimientos. Quién en principio era tu rival, se transformó en tu mejor amigo y antes de que te dieras cuenta, ambos compartíais una importante relación. Y cuando al fin la aceptaron y la hicieron oficial, yo no abrí la boca al respecto: simplemente les dí mi bendición. ¿No es así, Naruto?-

Eso sí trajo de vuelta al joven de sus divagaciones, quién se dirigió a Iruka bastante indignado.

-¡Eso es injusto! ¡No se trata de lo mismo, y lo sabes! Como dijiste antes, nosotros ya éramos amigos, nos conocíamos muy bien, no había nada por lo que preocuparse...-

-Sí, es lo mismo, Naruto. Tal vez no te lo parece, pero yo estaba muy preocupado. ¿Y si no salía bien? ¿Y si vuestras diferencias terminaban siendo más fuertes que sus lazos y ambos terminaban lastimados? Pero eras feliz, y yo no iba a sacarte eso. Fui tolerante, y mira como salió: ¡hasta vivís juntos! Fue bueno que os dejara expresarse, y todo terminó más que perfecto. ¿Es mucho pedir por lo mismo? ¿Una oportunidad de mostrarte que yo también soy feliz?-

Naruto volvió a desviar la mirada, pero Iruka podía adivinar lo que pensaba: ambos argumentos peleaban para poder llegar a una solución acerca de quién tiene razón. Fue entonces cuando se prendió la lamparita que combinaba la psicología del profesor y la astucia del viejo bromista de la clase.

-¿Qué tal sí vos y yo hacemos un pequeño experimento? Una tarea que te mantenga ocupado el resto de la semana.-

-¿Experimento? ¡Ya no estoy en la academia como para que me ande mandando tarea, sensei!-

-Sólo una pequeña ayuda para que puedas esclarecer tus ideas, Naruto. Es simple: una vez terminemos nuestro almuerzo, vuelve a casa y seguí tu vida normalmente. Yo voy a hacer lo mismo.-

-¿Y...?-

-Convive normalmente con tu pareja, pero presta mucha atención a esos momentos especiales que ocurren cuando menos te lo esperas.-

-¿Y...?-

-A medida que van pasando los días, anda anotando cuales son las cosas que te gustan de esos momento, y especialmente de él.-

-¿Y...?

-Al cabo de siete días, volvemos a encontrarnos aquí y comparamos resultados. Quiero al menos una lista de diez, nada con andar viniendo con dos renglones porque "no se me ocurría que escribir, sensei".-

-¿Y...?-

-Y... si te digo el resultado, ¿cuál es el punto de hacer esto?-

Obviamente esa respuesta no le gustó nada a Naruto, pero al verse traicionado por sus propios sentimientos y con esa cara bondadosa y sonriente en frente suyo (en algún otro lado, a Kakashi le está sangrando la nariz por instinto nomás), no le quedó más opción que aceptar la propuesta.

-Está bien, jugaré bajo sus reglas. Más vale que salga algo bueno de todo esto, sino prometo, como que me llamo Naruto Uzumaki, ¡que no pararé hasta hacerte comprender tu error!-

Y entonces el rubio se tragó de una todo el ramen que quedaba, se limpió la boca con la manga de su campera (tranquil@s, Sasuke ya está trabajando en eso) y después de dejar el dinero sobre la mesa, se retiró con tan sólo un "¡Lo veo en una semana, sensei!".

Iruka se sirvió un poco más de sake mientras analizaba lo sucedido. No salió como él esperaba. Creía que al haber sufrido la experiencia personalmente, su alumno lo iba a comprender un poco más. Era obvio que no iba a recibir la noticia con los brazos abiertos, pero...

-¡Ah! ¡Y será mejor que no me entere que ese pervertido se aprovechó de la semana que tendrá libre, porque entonces SÍ LO MATO! (Sí, gritos provenientes de la calle. Nuestro protagonista tan discreto como siempre)

...pero tratándose de Naruto, Iruka llegó a la conclusión de que la sacó bastante barata.

-Continuará-