Tarde lluviosa

Su reacción fue tardía, la otra mano se apodero de su culo, y ya no hubo remedio. Y más cuando Ferrán le dijo, chaval, vas a ser mío. Si en ese instante era lo que más deseaba. Su polla al oír esto, alcanzo su mayor tamaño. Parece que a ésta le ha gustado la idea, le dijo.

La tarde estaba lluviosa. Eran las 6 de la tarde y ya parecía de noche. No tenía nada que hacer y la tele no le distraía. No quería ir, pero su mente iba y venía a esa idea que le atemorizaba pero que también le atraía. Por fin se decidió. Claro que iba a ir, por que no.

Se duchó, mientras lo hacia se rasuró el pubis, dejándose una pequeña cresta encima de donde comenzaba su polla. Mientras lo hacía, su miembro empezó a engrandecerse. Le gustaba rasurarse el pubis, porque siempre se empalmaba. No sabía que mecanismo erógeno que activaba pero no fallaba. Todas las veces acababa pajeándose. Esta vez no, quería ir totalmente excitado, para no tener límites.

Se enfundo unos vaqueros, no quiso ponerse slips, le daba morbo sentirse solo con los vaqueros. Cogió una camiseta y también un chubasquero. No estaba mal. Había tíos mejores que él, pero él era resultón. Gustaba a un tipo de gente que busca algo especial. El equilibrio entre lo físico, lo mental, y lo que las personas transmite. La vida le había demostrado que eso era así, tanto a nivel amoroso, como de amistad.

Se encaminó lentamente, por la acera intentando evitar los charcos y algo de lluvia que aún caía. Por un instante pensó en volver, pero enseguida olvido ese pensamiento. Hoy se había propuesto disfrutar del sexo por el sexo. Por qué no, el podía y estaba decidido hacerlo. Quería follar, ser follado, lamer ser lamido, dejarse ir, que lo acogieran, en definitiva emborracharse de emociones.

Pensó, que la mejor idea era irse, a aquel local, del que le hablaron, mitad sauna mitad cuarto oscuro. Nunca había frecuentado ese tipo de locales, sus pocos o muchos escarceos habían sido en zonas de cruising, Se sentía nervioso y emocionado, sus orejas ardían, quizás debido al estrés. Por fin llegó, pago la entrada. Opto por ir a la zona vestida. Pidió un gin tonic y se fue a explorar el laberinto de pasillos que se adivinaba al fondo del local.

Recorrió unos cuantos metros, se detuvo en un entrante y unas manos le atraparon por la cintura. Se dejo hacer. Palpaban con desenfreno, por delante y por detrás. Su polla, empezó a crecer, lenta pero segura. Le gustaba sentirse objeto de deseo de otros. Se bajo la cremallera para hacerle accesible el paso a esas manos. No fueron ellas, si no una boca caliente la que atrapó su insinuante pene que aparecía tímido al aire de la oscuridad. Noto una humedad caliente que activo el fluir de sus líquidos, haciendo que su miembro se endureciera.

El desconocido no paraba de chupársela. Intentó atraerlo hacia el interior. No quiso. Y le dijo, ya has tenido bastante, aun es pronto. Se la guardo, en cuanto se bajo un poco. Ya estaba entonado. La notaba entre sus piernas como un ser dotado de vida propia, con deseos propios a parte de los suyos.

Entró en una gran sala donde había varias personas viendo videos pornos. Se sentó en una esquina. Se detuvo en un chaval que parecía nervioso. No tendría más de 30. Estaba bien. ClavÓ su mirada en el. Parecía que respondiera a su cortejo. Pasaron unos minutos. Y se le acerco. Es mi primera vez, le dijo. También la mía dijo. Le dijo que si tenía novia, que quería probar si realmente le gustaba aquello y que aquel lugar le pareció lo más discreto que había encontrado. La típica historia que alguna vez había escuchado o quizás había dicho el mismo.

Empezó a tocarle sus piernas, ya que se sentó a su lado con ellas abiertas en postura de ser tocado. El pensó que quería eso. Efectivamente estaba en lo cierto. En los primeros tocamientos aquel tipo se abandono a el. Se dejaba hacer. Le comía la boca, como ya hace tiempo le habían enseñado. Intercambia su saliva con él mientras no dejaba de apretarle el paquete. Mientras dos o tres individuos ya no miraban la peli, para que, la tenían en vivo y en directo a sus espaldas.

El otro le decía, aquí no, él le respondía por que no. Hay gente, y qué, le respondió. A mí no me importa, mejor me gusta incluso. El otro no pudo responde porque él le atrapo su boca y empezó a comérsela de nuevo con desenfreno.

Empezó a bajarles los pantalones, estaba totalmente rasurado, su polla era grande y estaba suave y caliente. Su culo estaba prieto pero aun podía agarrarlo con sus manos. No me los quite, le dijo. Por qué no, estarás mejor. Tiro para abajo y se los saco. Qué imagen, se quedo contemplándolo. Tenía la camiseta subida, se veía un cuerpo hermoso, una polla endurecida por el placer. Acomodo el pantalón al sillón, y empezó a comerle la polla. Sabía bien, se notaba que la había preparado para este festín. Mamaba de arriba abajo, con su legua recorría los rincones de su glande dejando al otro indefenso abandonado al placer. Le pedía más,y busco su culo, que se alzaba temeroso.

El otro le dijo, no tío, no lo he hecho nunca. No quieres, lo has pedido tu, no? le contesto. Tío me muero de placer, pero me da miedo. Miedo por qué, le dijo. Tengo novia, no sé. Ahora vas a saber lo que siente ella, le susurro a l oído. Mientras sus dedos ya habían traspasado aquel agujero virgen, con el consentimiento tácito de su amo. A lo lejos se oían susurros de fállatelo bien tío. Hazlo disfrutar.

Sus dedos habían hecho sitio para que entrara su más preciada arma. Mientras su partenaire se ofrecía a él cómo perra en celo. Métemela, quiero sentirla, solo esas palabras salían de su boca. Se cogió el preservativo y se lo coloco. Ahora vas a sentir lo que es rico. Empezó a follarlo suavemente. Ummmmmm, asi, así. Hazme tuyo. Al oír esto mas se exitó y empezó a bombearle todo lo que pudo. No era un experto follador pero había conseguido llegar al éxtasis y no podía parar el mete y saca. Mas, mas, mas, le pedía y mas que el daba, su cuerpo empezó a sentir espasmos de placer cuando le salpico unas gotas de semen de su compañero que empezaba a correrse. Ante eso, se dejo ir y su polla empezó a fluir dejando arrastrar el liquido blancuzco que le daba tanto placer. Mientras el resto de su cuerpo explosiono en un sudor que lo hizo bañarse.

Ha estado genial, tío, y eso que yo no quería. Jeje, menos mal que no quisiste, si hubieras querido no se qué hubiera pasado. Se presentaron, soy Juan, yo Fran, le contesto. Me tengo que ir. Me gustaría que alguna vez esto se repitiera. Por qué no, le contesto. Intercambiaron email y su compañero se fue.

Mientras se acomodaba la ropa, pensó me voy o no me voy. Pudo más su polla que él y que quedo.

Volvió a la barra y repitió bebida, subió por una escalera, donde daba paso a la zona húmeda.

La verdad que es sitio era un complejo del placer, funcionaba las 24 horas de jueves a domingo. Jeja, pensaba él, le falta comida, que si no me quedaba todo el fin de semana aquí.

Cogió la llave de la taquilla y se dirigió a cambiarse. La sala de vestuario era totalmente de espejo, de manera que se veía bien los cuerpos cambiándose. Se miró y se gustó. Cogió y se la anudó a la cintura. Y se dijo allá vamos.

Había incluso más gente que en el otra ala, estaba iluminado con luces de neón, que hacia atractivo incluso al que no lo era. Un transitar de gente de la duchas a las saunas secas o húmedas y luego a los laberintos, le hizo parase por un momento y decidirse por donde iba a empezar.

Aun no estaba muy caliente, así que se dijo, algo relajadito, se fue para el jacuzzi, apenas había gente. Qué bien. Retozo con el agua, ante la mirada indiscreta de algunos. No pasa nada he venido a eso a que me miren y mirar, pensaba.

Al poco rato, totalmente relajado pensó en salir, pero le paro un nuevo visitante, que tío más rico, pensó, cuarenta y tantos, fuer tote, barba negra y cuidada, vello bien puesto y un tono de piel broceado natural. Me quedo, me quedo pensó.

Efectivamente, al poco tiempo, el tipo empezó a rozar su pie con el suyo. Se presento, soy Ferrán, que tal por aquí, no te he visto nunca.No, es la primera vez que vengo, contesto. Me alegro de haberte visto le respondió.

Mientras se hacia las presentaciones oportunas, los roces por debajo del agua, iban y venían. Le contó que estaba de viaje de negocios por la Capital, y que de vez en cuando se daba ciertos homenajes. Dicho eso le empezó a comerle la boca, el se quedo inmóvil, si hacer nada, solo abrió su cavidad y dejo entrar los fluidos húmedos de su compañero. Mientras por debajo su polla había sido aprisionada por una de las manos de su acompañante. Que sensación apoderamiento sobre su persona le había causado que tardo unos minutos en reacciona.

Su reacción fue tardía, la otra mano se apodero de su culo, y ya no hubo remedio. Y más cuando Ferrán le dijo, chaval, vas a ser mío. Si en ese instante era lo que más deseaba. Su polla al oír esto, alcanzo su mayor tamaño. Parece que a ésta le ha gustado la idea, le dijo.

Salieron de jacuzzi, fueron a un apartado más o menos privado. Ferrán le empezó a comer los pezones de improvisto, y no se pudo resistir, tuvo que tumbarse del placer que le daba. Vio como sus piernas se abrían enseñando su agujero desafiante.

Umm, mi niño, que caliente se me ha puesto, oía esos comentarios como en sueños de lo embriagado de placer que estaba. Umm, como vas a disfrutar conmigo. Si así era, oleadas de placer iban y venían en cada embestida de la follada de su compañero. Su culo estaba totalmente dilatado, mientras la polla de Ferrán entraba y salía como si siempre hubiera sido así.

Notó algo extraño ya que una boca extraña se apodero de su polla, intento reaccionar, unas palabras le calmaron. No te preocupes es Jose, mi chico, que también quiere disfrutar de ti.

No lo había previsto, pero porque no. Se dejo hacer. Estaba ensartado por Ferrán y su polla pertenecía a José. El solo se dejaba hacer, se abandono al placer. Noto como su culo se empezó abrir más, era la polla de José que intentaba hacerse sitio. De golpe, noto como su cuerpo se abría de par en par a esos dos machos sin poderlo evitar. Los tenia dentro inmóviles pero dentro del él. Sus manos jugaban con sus pezones y su polla haciendo entra en éxtasis. Su cuerpo se convulsionaba, haciendo que las pollas que tenia dentro lo follaran hasta abrirlo por completo.

Se corrió y su culo se cerró, después de sacar el zumo de esos dos pollones que lo poseyeron.

Tardo tiempo en recuperase, quedo exhausto tendido, y veía como los dos tipos se alejaba satisfechos y con un simple hasta otra. No pasaba nada, había disfrutado.

Una mano le dio un caramelo de menta, que le refresco, Te conozco, le dijo al desconocido.

Le contesto, si y no, hace unas horas me ofreciste tu polla, ahora vengo por tu culo. Que, pensó él, este tío debe ser el del principio. No le dio tiempo a mas, vio como lo asia de su cintura y su polla se adueño de él. Su culo totalmente dilatado no opuso resistencia, empezó a ser follado por aquel tipo. No pensaba en nada, se dejar follar plácidamente, por qué no, había venido a eso. Su polla empezó a reaccionar, no por la follada si no porque una boca se la estaba comiendo.

Si sin remedio, estaba siendo la puta de dos desconocidos, que habían visto toda la escena anterior y quería parte del botín de guerrero exhausto. Lo consiguieron, fue follado por ambos a turnos, y cuando ya no pudo más su polla se corrió sin apenas echar semen. Había sido totalmente ordeñado. No le quedaba nada por expulsar. Los tipos una vez satisfecho se largaron.

Se duchó, y se vistió, había dejado de llover. Volvió a casa, era casi las dos. El tiempo había volado en nada. No quiso pensar en nada. Se relajo y se durmió.