Tarde erótica para tres

Alejandra y yo decidimos compartir a una chica "petite".

Mi nombre es Julián; tengo 40 años y tengo la suerte de trabajar en lo que a mi me gusta; vivo de forma despreocupada en una casa de soltero y tengo a la novia más chula del mundo. Ella es una mujer tipo “petite” de 30 años, morenita, cabello negro, cara de niña buena y unos ojos de cachonda que no puede evitar. Tiene un cuerpo firme de gimnasio, con un culito bien puesto y apretado, un par de tetas deliciosas que le encanta presumir y unas piernas que se antojan. Ella es Alejandra y es la mujer de mis fantasías; tanto así que soy el primer fan de sus relatos.

Cuando la conocí yo tenía 26 años y ella 18; yo estaba soltero y Alex estaba en una relación… pero eso jamás fue problema para ella. A pesar de su edad, siempre ha sido una mujer fogosa y con un imán sexual que se huele a distancia; y fue precisamente eso lo que en un principio me volvió loco de ella. Bastaba con estar cerca para tener una erección; es algo muy animal que solo he experimentado con esta mujer. Ella siempre tuvo muy claro lo que quería conmigo y a partir de la segunda cita basamos nuestros encuentros en largas y deliciosas sesiones de sexo. Nos volvimos amantes y mas adelante una pareja formal durante algunos años.

En realidad esa fue la primera temporada, luego vino una separación de varios años y un reencuentro. Historia a parte.

Para acercarme al punto de este relato; después del reencuentro de dos amantes que se ansiaban el uno al otro, no se hizo esperar el recuento de algunas cosas vividas en el pasado y empezamos a disfrutar otra forma de erotismo: las fantasías. A Alex y a mi nos encanta platicarnos sobre las experiencias que tuvimos en el tiempo que estuvimos separados; ha sido un gran material para jugar en la cama. Comenzamos planteando diversos escenarios ficticios: tríos con otra mujer y otro hombre, intercambio con otra pareja, juegos de seducción, etc… pero casi siempre con la constante de involucrar a un tercero. Hemos vivido juntos algunas cosas y otras esperamos probar algún día; pero aquí escribiremos algo de nuestro repertorio. Un día, sin planearlo ni esperarlo, sucedió un primer acercamiento a una de nuestras fantasía.

Después de varios días de trabajo y estrés, además de casi no vernos ni tener tiempo para los dos, decidimos darnos un pequeño respiro y salir por unas cervezas a un bar de moda; el día estaba estupendo y prometía que al final tendríamos una sesión de sexo guarro. Siempre me ha prendido mucho coger con Alex cuando trae alcohol encima; se pone particularmente puta y sumisa, es una muñeca totalmente a mi merced y muchas veces mientras me montaba como a caballo soltábamos la imaginación para recrear alguna situación.

-Te gusta como te monto, Papi?

-Me encanta como me cabalgas, chiquita; me enloquece como mueves el culo para tragartela toda. Te mueves como profesional.

-Es que me gusta hacer un buen trabajo y cogerme rico a mi macho. quiero que sepas que puedo ser muy puta para ti.

-Sabes como te verías mas zorra? si mientras me montas le comes la verga a otro tipo que esté de pié a tu lado.

-Si, Papito? quieres ver que tu putita se coma otra verga? si mi amor, me la como con gusto y sería la golfa de los dos si me lo pides; yo me encargo de exprimirlos.

-Y sabes como te verías mas guarra todavía, si nos haces acabar a los dos mamándonos la verga al mismo tiempo mientras nos miras con esos ojos de cahonda…

-Si mi Rey; quiero hacerlos venir en mi boca, quiero que me la llenen de leche y embarrármelos en la cara y las tetas, frotarme sus pollas en la cara y labios, lamerles todo desde los huevos a la cabeza y limpiarles todo hasta dejarlas bonitas y satisfechas. Que sientan que acaban de cogerse a la mejor puta del mundo.

Mientras habla su voz se convierte en gritos de placer, con un orgasmo que la hace clavarme las uñas en el pecho.

En ese tono, mas o menos, fue el último encuentro que incluyo una botella de vino.

Regresando a la historia; llegamos al bar, que estaba lleno de gente como de costumbre, y nos apostamos en la barra para pedirnos unas cervezas artesanales y oscuras. Alejandra se veía deliciosa en sandalias, una mini de tela liviana color naranja y una blusa blanca pegadita, sin mangas y con un escote que mostraba algo apetecible de sus senos. Esas maravillosas tetas es lo primero que llama la atención de ella, lo segundo son sus ojos y lo tercero sus piernas perfectas. Mi niña se sentó en una silla alta y cruzando las piernas la faldita cubría apenas lo suficiente para considerarse apropiado. Platicamos un rato y de tanto en tanto aprovechaba para meterle mano y tocarle las piernas, o en ocaciones agarrarle las nalgas debajo de la falda; ella me facilitaba el camino descubriendo casi la totalidad de sus muslos; la conozco muy bien y se que le pone muy caliente que la toque en lugares públicos. La verdad es que ambos somos muy calientes.

En eso estábamos cuando vimos entrar a una conocida mía (digamos que su nombre es Yoli), que miraba para todos lados buscando a alguien y revisando su cel. Me la habían presentado unos amigos hacía poco y ya me la había topado en otras ocaciones, pero nunca estando con mi novia. Yoli es una chica que a primera vista da la impresión de ser una niña ingenua, de piel bastante blanca, también pequeña de cuerpo pero con más carne que Alex; linda de carita (mas joven que nosotros), de labios delgados y ojos pequeños, de pechos chiquitos, un par muy buenas piernas y nalgas paraditas (se dedica a la danza y la animación) y a pesar de ser muy femenina yo sabía que es lesbiana. Venía vestida con unos shorts color caqui bastante cortos, una camisa de cuadros, unas plataformas que le paraban más las nalgas y la melena recogida en cola de caballo.

Alejandra y yo nos reímos un rato viéndola buscar entre la gente hasta que nos vio y su cara mostró alivio de ver a alguien conocido. Le llamé para que se viniera con nosotros y como pudo se abrió paso entre la gente y llegó:

-Julián, que onda! (un beso en la mejilla de saludo) Tienen mucho tiempo aquí?

-Hola, Yol! No mucho en realidad, unos 20 minutos. Tu vienes sola o qué?

-Pues si… en realidad vine para encontrarme con (Mujer X) pero me quedé sin señal y no se si ya vino y se fue, o no llega aún o si me cambió la cita y nunca me enteré.

-Pues no la he visto, eh? Mira te presento a Alejandra…

-Hola; mucho gusto. Ya te conozco pero de lejos.

-Hola Yoli. También te conozco de vista, pero ya ves que no nos habían presentado…

-Bueno, ya (interrumpí). Mejor bebamos un trago a la salud del encuentro; así que, Yoli, tómate esta fría con nosotros o tienes otro plan?

-Pues no se que hacer con (Mujer X)...

-Quédate un rato con nosotros para que no andes como perdida en el bar (le dijo Alex). Mira como está de lleno el lugar.

La invitación de Alex me sorprendió un poco, pues no es de abrir tanta confianza a la primera y, para ser sincero, los dos nos lo estábamos pasando muy bien.

-Ay, amigos… pero en verdad no interrumpo?

-Claro que no! (habló Alex de nuevo) al contrario; verdad mi amor?

-Claro, claro! Siéntate un rato en lo que llega (Mujer X); por mí feliz, seré el hombre mas envidiado del local, con una súper mujer a cada lado.

Todos reímos y bebimos. Yoli se colocó pegada a la barra al lado de Alex que estaba sentada y yo frente a las dos. Mi mano siempre sobre los muslos o cadera de mi chica.

Pasado un rato bastante divertido, las cervezas fueron y vinieron sin darnos cuenta. Mi mente andaba algo febril; no estoy seguro si era algo en el ambiente, si era algo entre Alejandra y yo, si fue la presencia de Yoli o era el duende de la cerveza que comenzaba a hablarme al oído… pero yo empezaba a sentirme muy caliente y poco a poco fui subiendo el tono a las caricias. En ocasiones, Alex me miraba de una forma que hacía que mi erección se viera muy bien debajo de los jeans. Debido a la gente y el ruido, nos fuimos aproximando uno al otro más para poder escucharnos. Había momentos en que les hablaba a las dos y acercábamos nuestros rostros para escuchar y contestar. La mezcla de sus perfumes y los roces de ambos cuerpos pequeños me estaba poniendo muy mal; cada comentario, cada vez que alguien tomaba su cerveza de la barra, cada acomodo de lugar provocaba que los cuerpos estuvieran en constante frote... y me dedique a disfrutarlo mientras seguimos hablando de cualquier cosa. Alejandra me miraba de vez en cuando y nuestras miradas hablaban solas; ella me conoce muy bien y en ese momento sabía muy bien lo que pasaba conmigo.

También me di cuenta que las dos chicas se la estaban pasando bomba; le bajé el ritmo al trago para cuidarlas y dejarlas divertirse. Me gusta ver como se divertían juntas y se hablaban como grandes amigas. Yoli ponía una mano sobre la pierna de mi chica cuando se acercaba a decirle algo casi al oído; Alejandra no se turbaba en absoluto, si no me pareció que se dejaba querer. Cuando se cambiaron de lugar, Yoli se sentó con las piernas abiertas, quedando mi chica y yo entre ellas. Todos estábamos bien enfiestados.

En algún momento ellas comenzaron a hablar algo sobre baile; Alex le decía algo al oído mientras apoyaba las manos sobre los mulos de Yoli, metiéndose más entre las piernas; los tocaba suavemente y las movía un poco mientras hablaba… aunque de pronto me pareció que las acariciaba muy sutilmente. Me sentí excluido por un instante; pero debo confesar que estaba encantado con la escena, y me gustaba mas saber que mi nena lo hacía para encenderme; parecían más que amigas y Alejandra podría pasar por la mujer-alfa. me junté aun más a su cuerpo para ponerle mi verga entre las nalgas y empujarla mas hacia Yoli. Empecé a acariciarle las piernas y meterme bajo su falda, demandando atención. Nuestra amiga solo se reía. cuando Alex se dio cuenta que estaba jugando con ella, le dijo a Yoli:

-Espérame, déjame tranquilizarlo un momento a la bestia y te sigo contando. No te vayas…

Cuando Alejandra dijo esto, con la mano derecha agarro a Yoli de la parte delantera de los shorts, como para retenerla, pero metiendo algo de los dedos por dentro; llevó la mano libre hacia atrás para tomar mi cabeza y girando la suya me dio un beso delicioso, suave, húmedo, mordiendo ligeramente mi labio inferior y dándome una lamida final. Terminó y regreso la vista hacia su nueva amiga con cara de triunfo. Después de un largo segundo, Yoli soltó un carcajada y todos reímos.

-Waaau. Eso estuvo muy rico, pero no coman el pan delante de los pobres, por que es feo irse a la cama en ayunas.

-Por que quieres. (dijimos al mismo tiempo Alejandra y Yo)

Yoli se río y nos lanzó una mirada pícara.

-Ay, Chicos! Me están invitando a cenar?

Y la respuesta vino de Alejandra:

-Que clase de amigos seriamos si te dejáramos hambrienta? Además, "donde comen dos, comen tres".

-No me lo digan dos veces, por que me siento con ánimo de seguir con fiesta pero con menos gente.

-Pues tenemos una botella en la casa (dije yo); podemos ir a descorcharla y poner música, cómo ven?

-Dale (dijo Alex), me gusta. Pero antes necesito pasar al tocador. Vas conmigo Yoli?

-Si, por favor.

Alejandra tomó tomo a Yoli de la mano y se la llevó a los baños. Nuestra amiga se dejó guiar. Antes de desaparecer entre la gente, Alex volteó a verme con una mirada de puta que solo ella puede hacer. Yo me quedé a tomarme la última cerveza y pagar la cuenta. Esperé durante unos 10 0 15 minutos cuando apareció Alejandra con la respiración acelerada y un brillo especial en los ojos. se acerco muy pegada a mi y la sentí muy caliente; le apreté las caderas como a ella le gusta y paso sus brazos sobre mi cuello para atraerme hacia si.

-Que pasó? Pensé que se habían ido sin mi. (le dije en broma) Y Yoli?

-Se adelantó a salir para pedir taxi. Te cuento rápido. fuimos al baño y solo había un lugar desocupado, así que nos metimos las dos; al principio nos costó trabajo y nos pareció muy pequeño por que además ya andábamos mareadas por las cervezas, pero nos acoplamos bien; entre las dos nos agarrabamos para no caer, y ambas tocabamos un poquito mas con el pretexto de cuidarnos. Me tocó hacer a mi primero; me baje las braguitas despacito y me senté, no sin antes asegurarme de mostrarle mi pubis depilado; Yoli estaba bien pegada a la puerta para darme espacio pero no perdía cada detalle de lo que hacia; nos miramos a los ojos y nos reímos; terminé y fue el turno de ella. Yo hice lo mismo y no me perdí detalle cuando se abrió los shorts y los bajo junto con una bonita tanga; a diferencia mía ella me exhibió un momento su montecito bien recortado antes de sentarse (confieso que en ese momento se me antojo tocarla descaradamente, aun que me orinara los dedos); con una mano se sostuvo la camisa por delante y se sentó sin dejar de mirarme. Me sonreía muy coqueta y me pareció muy sexy; di un pequeño paso hacia adelante y mis tetas quedaron no muy lejos de su cara. Cuando terminó se paró para subirse los shorts y yo permanecí quieta y cerca; cuando ella se enderezó, paso su cara por mis tetas y aspiró mi perfume; quedamos de frente un instante sin decir nada, solo nos miramos sonriendo; se le notaba ya mareada por el alcohol y eso le hacía ver mas cachonda. Miré sus labios delgados y se me antojaron muchísimo así que se los acaricié; la tomé de las caderas para acercarla a mí y con una mano la tomé del cuello para llevarme esos labios a la boca. se me hicieron muy ricos y suaves; se los besé y se los lamí mientras ella me ponía los brazos atrás de la cabeza para entregarse. metía su lengua muy adentro de mi boca, también olí su perfume a coco y no pude evitar besarle el cuello y llevar mis manos a sus senos. Ella metía sus dedos en mi cabello y guiaba mi boca a sus pechos; esa gesto tan femenino que yo hago contigo, en ella me pareció muy erótico y me sentí empapada de mi puchita. Afuera se escuchaba a la gente que entraba y salía de los baños y eso me excitó más; le abrí la blusa, le subí el brasier y besé despacio los pezones que tiene rosaditos y me supieron muy ricos en la boca; se los comí unos minutos hasta que corté para que ya nos fuéramos y venir a contártelo todo.

Yo estaba muy divertido por el relato y mientras la escuchaba metía las manos bajo la falda y con los dedos jugaba con el elástico de sus bragas. Ella ahora me cortó a mi:

-Vamonos mi amor, por que Yoli debe estar esperando y la verdad es que me la quiero comer.

Ese comentario final me puso a tope. Nos reímos ambos y salimos por el taxi. En el camino nos despejamos un poco, bromeamos y nos reímos mucho; Alex y yo nos limitábamos a compartir miradas cómplices, pero con ninguna expectativa de lo que pueda pasar después; la aventura era ya muy divertida.

Llegamos a la casa y las chicas fueron a escoger la música mientras yo iba a servir unas copas. Antes me di el tiempo de ir al baño a lavarme la cara y despejarme un poco; quería estar lúcido y dejar que ellas agarren la fiesta con confianza. Fui a la cocina por unas copas y a servir el vino; las chicas habían puesto algo de música salsa. Cuando llegué con ellas me encantó lo que ví: ambas estaban bailando, de forma muy cahonda, pero lo que más me prendió es ver a Alex guiando a Yoli en el baile; la movía para ponerla de espaldas a ella y pegar su pelvis a las nalgas, guiando la cadencia del baile; llevó los brazos hacia arriba, para luego deslizar las suyas como una caricia de arriba a abajo hasta llegar a las caderas. luego volvía a voltearla y le hacia bailar para ella; a todas luces la estaba seduciendo, y la otra se dejaba hacer. A momentos me miraba para asegurarse que yo no me perdía detalle. Después de admirarlas un poco me acerque para darles sus bebidas que tomaron sin dejar de bailar.

Apenas dimos un trago del vino y Alex nos quito nuestras copas para dejarlas a un lado, siguió bailando y ahora me tomo de la mano para situarme detrás de Yoli. Yo le bailé entonces detrás, tomándola de las caderas y encontrándome ahí con las manos de mi mujer; deslice mis manos hacia ella para acariciarla y eso nos acerco más. Hice un movimiento con ambas manos a ambas mujeres para cambiar de posición y dejar a Alex ahora en medio. Ella comenzó a bailar para los dos, alternando frentes para dedicarle sus manos a uno, mientras restregaba las nalguitas al otro. En una de esas se detuvo hacia Yoli y con la mano derecha la tomó de la nuca y le dio un beso suave y delicioso, mientras con la izquierda me jaló de los jeans para pegarme a ella por detrás. Yo le acariciaba las piernas hasta meterme debajo de la falda mientras le daba besos y pequeñas mordidas en el cuello. Me soltó para dedicarle a Yoli ambas manos y agarrarle las tetas mientras le besaba y lamía el cuello. yo tenía la cara de nuestra amiga a unos centímetros y la veía disfrutar con los ojos cerrados; me encantaba saber que mi hembra le estaba poniendo muy caliente. MI novia, que para ese momento dominaba la voluntad y el cuerpo de su nueva amiga, la hizo girar para colocarla de nuevo entre ella y yo. Sentía el cuerpo de Yolí reaccionar a las manos de Alex que jugaban a recorrerla debajo de la blusa de cuadros; era como sentir temblar a un pajarito. El perfume de ambas me volvía loco y hasta ese momento me di cuenta que una olía a coco y la otra a vainilla; esa idea me puso muy exitado y me sumé al juego de comernos a Yoli. Mi chica y yo empezamos a jugar besando ambos lados del cuello de nuestro juguete nuevo, que apenas se movía a nuestra merced; Yo le acariciaba las piernas mientras Alex jugaba con los senos y las caderas; de ves en cuando cambiábamos coordinadamente, como si lo hubiéramos hecho toda la vida. Yoli ya gemía de placer, nos besaba alternadamente y pasaba sus manos tratando de colgarse y jalarnos a los dos de la cabeza, las nalgas, las piernas o donde pudiera tomarnos.

-Si así, que ricooo! (decia Yoli, entrecortadamente) Me están poniendo muy cachonda!

En un arranque de calentura, Yoli agarro a Alejandra y la volteó, practicamente apoyandola sobre mi para comerle el cuello. Me encantó y divirtió la forma instantánea en que Alex cambió su papel de hembra-alfa a sumisa; se dejó hacer por Yoli, quien pegó tanto su pelvis que ambas quedaron con las piernas montadas, fundidas en su solo cuerpo lujurioso. Yo hice lo propio atacado a mi mujer por detrás, apretándole las nalgas, buscando sus labios y tetas, en la medida que la otra me lo permitía. Con un brazo Alex me jaló hacia si para besarme mientras Yoli pasaba del cuello a las tetas de mi novia para besarla. ambos le quitamos la blusa hacia arriba y luego el sostén; Alejandra nos tomo a ambos de las cabezas para guiarnos a sus senos, que los dos besamos y mordimos con suavidad. ahora era mi chica la que gemía de placer y se le iban las piernas mientras Yoli y yo le acariciábamos y nos acariciábamos también. habíamos dejado de bailar hace rato y solo nos besábamos, tocábamos y desnudábamos mutuamente, cambiando de roles entre ellas y yo asistiéndolas y ayudando a hacerles pasar la mejor de las noches.

En algún punto muy desordenado de la sesión, Alejandra nos separo de su cuerpo como pudo, nos miro de forma perversa y me miró a mi para pedirme permiso. Yo entendí de inmediato y asentí. Alex miró entonces a Yoli, la tomó de las manos y la jaló a la habitación. Volteó a verme y me dijo:

-Dame 15 minutos y entras.

Yolí solo acertó a mirarme y rió como tonta antes de desaparecer tras la puerta de mi cuarto. Me reí al quedarme solo; me divierte mucho cuando hacemos este tipo de cosas en complicidad y Alex es mi mejor partner de fechorías. Recogí las cosas para volver a encontrar mi centro antes de acercarme a la puerta para escuchar lo que ahí pasaba. Escuchaba gemidos que me parecieron muy dulces y a la vez muy excitantes. Me da mucho morbo espiar a Alejandra en la intimidad y saber las cosa que experimenta cuando se deja llevar con plena confianza. Escuche algo así:

-Te me antojaste mucho cuando te vi llegar y te acercaste a Julián. Normalmente soy de las novias celosas, a pesar de lo abiertos que somos; pero cuando te vi acércate a él hubo algo que me prendió.

-Yo ya te había notado antes y también te me antojaste; pero no creí que te abrieras a esto y menos que lo hicieras tan bien… mmmmm… eso está rico.

-Te gusta lo que te hago?

-Si… sigue, por favor, asíii… no pares

-Aaaaah… si, también eso está rico; comeme así despacito… mmmmm.. que rico.

Decidí que era el momento de ver lo que pasaba y me encontré con un 69 perfecto de mi morenita con su amiga de piel blanca; ambas desnudas con los cabellos desparramados; el de Yoli sobre la cama y el de alex sobre su cara mientras se comía el sexo de su nueva amante. Alejandra levanto el rostro para mirarme con ojos de puta y la boca empapada en jugos femeninos; se relamió los labios. A mi se me paró aun más la verga y me acerqué mientras me quitaba la ropa. Mi chica se desmontó de Yoli y se colocó para seguir dándole sexo oral mientras me paraba las nalgas en clara invitación. Yo me acerque para chuparle toda la entrepierna y noté su vagina y el culo llenos de jugos y saliba de Yoli. Le comía todo mientras le metía dos dedos cuando ella me pidió:

-Papi, ya métemela, por favor.

Acerque mi tranca para frotarme en la entrada de su puchita, mojando un poco antes de metérsela. Alex empujaba las nalgas hacia atrás rogando ser penetrada; se la dejé ir despacio para sentir cada centímetro de su interior abriéndose para mi. la escuche dar un gemido profundo mientras seguía lamiendo el sexo de Yoli y empezaba a meterle unos dedos. Nuestra amiga se acariciaba y apretaba los senos con una mano y con la otra empujaba la cabeza de mi novia hacia su entre pierna. Mi perspectiva era maravillosa: tenía el culo de Alex delante mío y más adelante le comía todo a Yoli, que estaba con las piernas abiertas recibiendo la lengua y dedos de mi nena. Yo la penetraba suave para no interrumpir la comida de coño que le daba a la invitada.

Alejandra interrumpió después de unos minutos para zafarse de mi y tirarse completamente sobre Yoli para besarla en la boca, el cuello y las tetas. Le dio un muy buen faje; solo le falto tener un pito para cogersela; luego se giro para jalarme y acostarme boca arriba. Se sentó sobre mi verga e hizo que Yoli se sentara sobre mi cara.

-Quiero que mi macho te coma la concita mientras te cachondeo. (dijo mi chica)

Y así fue, ella me montaba muy suavemente mientras besaba y lamia los senos de Yoli y le acariciaba el clitoris. Me pareció que nuestra amiga hacia algo similar. Yo pasaba la lengua sobre el culo y vagina de Yoli para lamerle todos los jugos y saliba de mis mujeres; con la otra mano acariciaba el cuerpo de Alex y en ocaciones me encontraba con las manos de nuestra compañera. Ahora solo escuchaba sus gemidos y los chasquidos de besos y chupetones, era como estar y no estar al mismo tiempo. Así estuvimos un rato, cuando sentí que me aproximaba a llegar como nunca; pero Alejandra cortó el juego saliendo de mi y ordenarle a Yol que me montara. Nuestra novia casual lo hizo muy obediente, me paso las piernas a los lados y Alex agarro mi tranca para ponerla en la entrada de su cuevita. Yoli se dejó caer despacio ensartándose todo y empezó a moverse con el ritmo que alex le sugería; montándose detrás de ella y mientras le besaba apretaba los senos muy rico; con la otra mano empezó a masturbarla. De pronto me miró y dijo:

-Te gusta como tu puta se coge a otra mujer? la puse muy caliente para ti, papito. Cógetela rico, así como me coges a mi. Sabes? me gusta esta chica para mi; me das permiso de cogermela? Dime que si y tendrás esto siempre que quieras.

Yoli Se movía para sentir mi verga y los dedos de mi mujer; también buscaba sus labios para darse unos besos deliciosos y jugar con las lenguas. Yo juntaba mis manos con las de Ale para tocarla completamente y alternarnos para masturbarle. Me encantaba ver a Alejandra muy cachonda dándose un gusto cogiéndose una vieja que a los dos nos prendió. Eramos los dos cogiéndonos a una chica que se nos antojó en el momento y la hicimos nuestra mujer por una noche.

De nuevo me sentí cerca de un gran orgasmo cuando mi novia aceleró el movimiento de sus manos, hasta que nuestra invitada se vino con unos gritos que casi provocan que la llene de leche. Cuando terminó, se salió de mi y se dio un faje fenomenal con Alex, como muestra de agradecimiento. Alejandra se separó de ella para acercarse a mi, pero trayéndola con una mano. Ahora era su turno: me montó, sentándose sobre mi palo y trajo a Yoli para ponerla detrás… y eso fue suficiente para expresar lo que quería. Alex siempre había fantaseado con que una chica le masturbara y besara mientras me montaba para venirse. Primero había enseñado a Yoli lo que quería para luego cambiar de lugar. Así fue como llegó nuestro orgasmo; Alejandra me montaba y se besaba con Yoli, quien a su vez le acariciaba el clitoris; yo las veía y tocaba mientras mi hembra me hacia llegar a un orgasmo simultáneo. Los gritos de Alejandra eran magistrales:

-aaaaah. así Yol! que rico me hacen venir. me encanta que me traten como zorra. aaaah! méteme unos dedos así también, bebé.

Yo sentía como le llenaba el interior de leche cuando las dos se dejaron caer sobre mi. tenía el cuerpo de alex sobre mi, y el de Yoli sobre ella… sus cabelleras me caían sobre la cara; podía sentir aun el olor a coco y vainilla y el dulce olor a mujer.

Ojalá les guste esta aventura. Los comentarios serán bien recibidos.