Tarde de sexo y orgia (2)

Mi novia me agradecio por aquel festin sexual diciendome que era el mejor regalo que pude haberle dado. (Leer 1ra. parte para entender toda la historia).

TARDE DE SEXO Y ORGIA II

Al percatarme de la forma en que todos los demás nos miraban de mi se apodero una gran incertidumbre por el hecho de que mi novia podía estar ahí. La maestra y Yo nos dirigimos hacia al salón para tener la clase de asesoría, para mi suerte mi novia Claudia aun no estaba presente en la escuela, aunque en realidad a mi no me importaba que descubriera la aventura entre mi maestra Erika y Yo; en lo que a mi se refiere todavía estaba caliente, daba lo que fuera por revivir nuevamente la aventura de la que tan solo unos minutos atrás nos había tenido como protagonistas. Las probabilidades de que se volviera a presentar eran altas, una vez mas solos en aquella aula, la puerta aun se encontraba abierta por si alguien mas llegaba tarde, entre los únicos dos presentes se daba aquel intercambio de miradas de coquetería que tienen dos amantes, yo ya no aguantaba mas, estaba dispuesto a todo, apenas me iba a levantar para dirigirme a mi maestra. Cuando una voz interrumpe.

-Hola, puedo pasar teacher. –al mirar hacia la puerta me percate de que era mi novia la que apenas se hacia presente.

-Claro, pasa Claudia, ¿Cómo estas?

-Muy bien –contesto mi novia al tiempo que se dirigió a mi y me dio un beso en la boca, saludándome. –Hola mi amor

-A lo que conteste –Hola bonita.

Se veía increíble, digna de nuestro aniversario, su cabellara color de pasión que caía hasta los hombros, una blusa ajustadísima a su cuerpo que parecía que sus grandes senos iban a reventar, una falda ligeramente suelta que llegaba un poco debajo de sus rodillas, pero que tenía una abierta que iba hasta su muslo; dejando ver poco mas de lo que acostumbra, ya que Ella es un poco reservada, por lo que me sorprendió.

La clase dio inicio primero para mi novia, ya que fue a Ella a quien la maestra comenzó a hacerle las preguntas acerca de la lección que le tocaba presentar. No paso mucho tiempo para que empezara a sentir un pie que iniciaba unas ligeras caricias en mi tobillo y que poco a poco fue subiendo hasta llegar a mi pierna y mis genitales, de por si Yo estaba caliente y, con esto ya se imaginaran como estaba; por la posición en que estábamos no fue difícil saber que quien era aquel travieso pie, mi novia a un lado de mi y, Erika, mi maestra exactamente frente a mi. Quería irme en ese momento contra Erika no aguantaba mas, pero mi novia se hallaba presente, era nuestro aniversario, era parte del juego de erotismo y seducción que en ese momento se estaba llevando acabo, por lo que decidí hacer participe a Claudia. Al principio se negó, al mirarla hasta note una mueca de desaprobación y molestia en Ella; pero al final accedió y, creo que mas por gusto, fue por mi insistencia. Como les dije al describirles su falda me permitía sin ningún problema llegar hasta su ropa interior, esto termino por excitar a Claudia.

Me percate de esto al momento de sentir su ropa interior algo húmeda. Erika seguía dándome aquel masaje fenomenal en mis genitales, en ese momento le mandaron llamar, por lo que se disculpo y abandono aquel lugar que ya para aquel momento se sentía impregnado de lujuria. Ni bien mi maestra salió del salón, cuando Claudia me volteo hacia Ella y me brindo un beso maravilloso; nunca me había besado de tal forma, tal vez lo sentiría de ese modo por lo excitado que ya estaba, pero, en verdad, no les miento, en aquel beso que se prolongo por algunos momentos; podía sentir una gran pasión y desespero, combinado con deseo, ternura, cariño. Nuestras lenguas se dejaron trenzar, Ella ya bajaba su mano a mi entrepierna. En verdad me estaba sorprendiendo el comportamiento de mi novia; no se que hubiera sido lo siguiente que hubiéramos realizado, de no haber sido, por que la maestra nos sorprendió, diciéndonos que no se nos olvidara que estábamos en una escuela.

Las siguientes preguntas fueron para mi persona por lo que al terminar de responderlas la clase se dio por terminada y al disponernos a partir, la maestra nos detuvo:

-¿Por que no faltan hoy a la escuela?, es para allá a donde se dirigen, ¿no es así?

-De hecho hoy teníamos pensado faltar, como cumplimos cuatro meses, habíamos pensado ir al cine y, tal vez a comer –respondió mi novia

-Es que mi hermana, menor vino de visita y pensé, claro si no les importa, ir a algún lado. Y por eso es lo de faltar a la escuela, porque no vamos todos juntos

-Por mi no hay problema teacher –respondió mi novia –Tu que piensas amor?

-¡Claro, porque no!

A pesar de que ya le había fallado a Claudia, al serle infiel con la maestra, y que quería que aquello se volviera a repetir, tenía el temor de esta salida, de que Claudia descubriera lo que paso mas temprano en la escuela entre la teacher, como Ella le decía y Yo. Ya en el carro, Erika le hablo por teléfono a su hermana que estuviera lista, que ya iba por Ella para ir con unos amigos al cine.

Durante el trayecto, solo estuvimos conversando de temas sin mucha importancia, la escuela, trabajo, la familia, en fin. Yo venia sentado en el asiento del copiloto y, mi novia en el asiento trasero. Erika hizo algo que me dejo a entender muy claro, que estaba tramando algo ya, que recorrió su falda lo mas que pudo dejando prácticamente descubiertas sus piernas, no pude evitar ver, Claudia se dio cuenta y claramente por su gesto me dejo a notar su desaprobación.

Llegamos y por lo visto la hermana ya estaba esperando nuestro arribó, al momento de que Erika apagó el motor del carro, la hermana salió de la casa y se monto al carro. Vaya hermanita que se cargaba la maestra, algo fea de la cara, pero con unas tetas y un culo tan bien formadito, que no pude evitar pensar en lo grandioso que sería penetrarlo. Se dieron las presentaciones y dijo llamarse Estela, nos platico, que hacia seis meses se había mudado junto con sus padres a Chihuahua, que estaba estudiando tercer semestre de la Lic. de Comercio, bla, bla, bla; al llegar al cine optamos por ver una película mexicana, que por ese tiempo estaba precedida de buena fama.

La película termino y durante ese tiempo no paso nada fuera de lo inusual. Al pensar en algún restaurante para ir a comer, decidimos comprar algo para llevar e ir a comer a casa de la maestra. Estábamos pasando un rato realmente agradable por lo que no me pareció mala idea y absolutamente no fue así.

Al arribar a la casa nos dispusimos a comer, Estela sacó una botella de vino y sirvió cuatro copas, durante la comida la platica seguía, no había ningún tema en particular y solo hablábamos cualquier cosa, al terminar de cenar, Yo pensé que aquel día ya había tenido su conclusión, pero la maestra no lo tenía planeado de esa manera, tomo la botella de vino ya vacía y la giró sobre aquella misma alfombra en la que recién unos minutos atrás acabábamos de cenar, según las reglas de este viejo juego conocido, creo que por todos, debía de darme un beso, vino hacia a mi y se dispuso a darme el beso, pero gire la cabeza y me lo dio en el cachete:

-¿Qué pasa Lorenzo, ahora no sientes ganas de besar a tu maestra? –decía Erika dirigiéndose a mi persona, Yo me quede por un momento sin palabras, no supe que responder, Estela se reía, mi novia me veía desconcertada

-De que esta hablando la teacher, Lorenzo, ¿Es verdad? –me preguntaba mi novia, no pude mentirle, pero mucho menos decirle la verdad, simplemente le respondí diciéndole que era hora de irnos.

-Así que es con este con el que acabas de coger en la escuela, hermanita. –Lo sentencia Estela sin parar de reírse

-Entonces es verdad –Me dijo mi novia con un coraje que se le notaba a leguas. –Como pudiste hacerme esto pendejo, yo pensaba que eras diferente, no me lo merezco, maldito idiota, poco hombre.

Los insultos que recibía por parte de Claudia venían al por mayor y no solo era eso, también me cacheteaba, estaba fuera de si. Erika intervino pegándole tremendo empujón a claudia que fue a parar al sillón de manera realmente brusca:

-Contrólate muchachita estúpida –Le decía tocándome la entrepierna. –No me digas que querías esto para ti solita, tienes que compartir

-¡Cállate, no lo toques maldita puta barata!, te gusto verdad cabron, te gusto como te cogió esta puta, que bueno por que ahora vas a ver como me lo hace a mi. ¡Cogéme teacher, házmelo por, favor! –Lo veía y no lo creía, como les dije Claudia estaba fuera de si.

Erika se fue hacia Claudia y de un tirón le quito la falda, le acariciaba su rajita por encima de la tanga.

-Te gusta chiquita, vas a ver como te vamos a dejar, ya quiero probar tu panochita. –Era parte de lo que la maestra le decía a mi novia.

Estela se puso a un lado mío, me saco la verga del pantalón y comenzó a jalármela. –Así es que te cogiste a mi hermana, Lorenzo, pues ahora yo me voy a coger a tu noviecita.

Mi novia Claudia ya se encontraba sin ropa, totalmente desnuda, a la disposición de aquellas dos hermanas que se notaba les gustaba jugar toda clase de juegos de perversión y placer. Estela se dio a la tarea de masajear y deleitarse con aquellas dos montañas de gran tamaño que tenía mi novia por senos, la maestra recorría en distintas direcciones con su lengua el clítoris de Claudia, era majestuosa aquella escena de la cual era espectador, lejos de estar celoso, estaba ansioso por hacerme participe de aquella orgía femenil, Yo seguía jugando con mi hombría, tan solo esperando en el momento en el que de lo calientes que ya se encontraban suplicaran por tener una verga dura, una verga que las atravesara una y otra vez. Estela puso su coñito en la boca de Claudia, mi novia movía su lengua inexperta, pero a pesar de eso era notorio que daba placer, a sus amantes. Para este momento mi novia ya había tenido su primera corrida y ya tenia cuatro dedos que iban dentro y fuera de su coñito a un ritmo acelerado, haciéndola alcanzar un grado de excitación realmente alto.

Aquellas tres mujeres sin ropa a pesar de ni siquiera tocarme me estaban dando un placer difícil de explicar, Estela retiró su conchita de la boca de mi novia al momento de terminar de venirse sobre Ella y se dirigió a otra de las habitaciones:

-Piensas que te necesitamos, Lorenzito, que necesitamos un verga y que solo tu no la puedes dar, no, no, no. –Me decía Estela al momento que iba a otra de las habitaciones.

No entendía exactamente las palabras de Estela, mi novia y mi maestra, seguían metiendose, todos lo dedos que podían dentro de su vagina mutuamente, sin impedir a sus bocas besarse y a sus lenguas juguetear sin algún pudor. No pasó mucho tiempo para que Estela saliera con una especie de cinto atado a su cintura, en este se destacaba una verga postiza, eso era algo que no estaba dispuesto a permitir, que mi novia fuera penetrada por tal cosa, que inclusive superaba en tamaño a la mía. Mi novia misma al ver aproximarse a Estela directamente hacia Ella y disponerse a introducirle aquel libido, se negó diciéndome:

-Hazme tuya mi amor, quiero tenerte dentro de mi, quiero que me hagas vibrar de placer, quiero que me beses, solo tu verga puede estar dentro de mi.

Me dirigí hacia mi novia para besarla, su boca conservaba un sabor que no era propio de Ella, pero que era delicioso, no tarde en adivinar que seguramente era culpa de los jugos divinos que habían sido desprendidos por Estela. De esa que en ese momento se estaba encargando de meterle los dedos a su hermana y, darme una mamada espléndida para dejarme a punto para que mi novia me recibiera.

Mi novia recibió mi miembro de un solo golpe, estaba inundada producto del placer que la habían proporcionado, por lo que mi miembro entro sin mayor dificultad. La maestra se dedico a alimentar su deseo mediante los senos de mi novia, su hermana levanto sus nalgas de aquel sillón y dispuso a clavar aquel miembro de plástico, en aquel orificio que se encontraba entre esos glúteos y, que además no tardo mucho en tener la dilatación adecuada para ser penetrado. Las embestidas por parte de ambos eran con fuerza, queriendo entregar el máximo placer que se pudiera a nuestras victimas. Los jadeos y los gemidos eran los alaridos de placer, que todo amante quiere escuchar por parte de pareja.

-Por atrás mi amor, quiero que Tú seas el primero, quiero que seas tu a quien le entregue mi culito virginal por primera vez. –Me decía Claudia.

Erika y Yo nos dedicamos al culito de Claudia, al lograr que tuviera una buena dilatación, lo recorríamos con nuestras lenguas, ellas chocaban entre si, la sensación era placentera, la fricción que se daba entre nuestras lenguas teniendo como superficie el culo de mi novia me daba un placer que mas que nada se externaba mentalmente. Estela se ocupaba de mi pené recorriéndolo con sus manos y su lengua, poniéndolo en su boca, tragándoselo completo hasta ser que me viniera, Ella misma se encargo de volverlo a dejar en buena forma para procede a incrustarse dentro de mi novia.

Los gemidos de mi novia era una combinación de dolor de y placer en Claudia, al poder entrar tres de mis dedos en aquel agujerito virginal me dispuse a penetrarlo con mi miembro. Fui metiendolo poco a poco, hasta lograr tenerlo todo adentro, el ritmo del sexo era lento al principio; mi intención era proporcionarle placer a mi novia y no ir a lastimarla, empecé a acelerar las embestidas, mi novia gritaba decía que le dolía, pero que no parara, que quería que me viniera en su hoyito.

Erika y su hermana. Se hallaban en el mismo sillón que nosotros, a un lado, miraban la imagen que proporcionábamos, sin dejar de masturbarse una a la otra, con una mirada de vicio, que tan solo con verlas, me ponían mas caliente.

Termine en el culito de mi novia, Ella cayo rendida sobre la alfombra, Yo fui sobre Ella para entregarle un beso en su boca. Ella me dijo -¡Gracias!, mi amor, me diste el mejor regalo que me podías dar. Yo le dije que la adoraba y que su culito también era el primero que tenía, Claudia me dio un beso.

La maestra nos invito a pasar la noche en su casa, puesto que ya era algo tarde; aceptamos la invitación. Claudia llamó a su casa para avisar a sus padres que pasaría la noche con una amiga. Esa noche dormimos tanto la maestra, como su hermana, mi novia y Yo en la misma cama.

Sin embargo como les platique anteriormente, tan solo de ver el culito de la hermana de la maestra imagine que sería mío; y no me iba a ir de esa casa sin antes lograr mi cometido.

Como siempre espero sus comentarios. Próximamente les daré a conocer lo que aconteció con Estela la hermana de mi maestra.