Tarde con sorpresa en Grindr (Parte 1)
Una tarde aburrida de invierno que acaba con una sorpresa muy agradable.
Era una fría y lluviosa tarde de diciembre, no había nada en televisión y tampoco ninguna serie interesante para ver en Netflix. Decidí echar un vistazo en Grindr pero tampoco encontraba ningún plan.
Decidí echar una siesta y al despertar tenía varias notificaciones de Grindr. Antes de continuar, me presentaré, tengo 28 años me llamo Alejandro y físicamente soy rellenito, aunque atractivo y con unos ojos muy bonitos. Hay días que busco sexo y otros simplemente encontrar una buena conversación.
Siguiendo con el relato, al abrir las notificaciones de Grindr, ví que eran de un nick que llevaba por nombre ActiDiscret, aparecía a tan solamente 300 metros de mí, estaba cerca pero nunca me había salido hasta ese momento. Al abrir el mensaje vi que era un hola, estamos muy cerca.
Esta fue la conversación que mantuvimos:
ActiDiscret: Hola, estamos muy cerca
MorenoPas: Sí, eso parece. Nunca te había visto por aquí, ¿eres nuevo?
ActiDiscret: Estoy de paso por trabajo
Esto llamo bastante mi atención, el único lugar que no tuviese controlado y en el que podía trabajar de mi pueblo era el hospital.
MorenoPas: ¿trabajas en el hospital?
ActiDiscret: Sí, comienzo hoy mi residencia en este hospital, estaba aburrido y con ganas de pasarlo bien.
MorenoPas: Interesante, ¿cómo eres? ¿tienes sitio?
ActiDiscret: Te envío un par de fotos, busco discrección y un buen mamón.
MorenoPas: Tranquilo, soy discreto. Yo soalmente quiere pasarlo bien. Te envío fotos también.
Entre foto y foto, la verdad que el chaval estaba muy bien, medía alrededor de 1, 80, estaba fuertote y sinceramente su herramienta era de dimensiones importantes.
ActiDiscret: Si vienes a la puerta de externas, podemos quedar y subir a un despacho. Es muy discreto.
MorenoPas: Perfecto, en quince minutos estaré ahí.
Mientras iba de camino, pensaba en lo morboso de la situación así como en lo peligroso, si nos pillaban allí no se que riesgo podía correr él. Tal y como habíamos hablado, a la hora acordada allí estaba, de repente lo vi salir, un chico moreno, en pijama blanco y bata que me saludaba.
Me encamine hacia él y entre hasta el ascenso, una vez dentro subimos hasta la sexta planta, mientras subiamos charlamos sobre nosotros pero parecía que no había mucha química, me preocupaba, correr aquel riesgo para nada.
Una vez que llegamos, entramos en un despacho, pequeñito y fuimos directos al lío, nos empezamos a besar de forma apasionada, mientras nos ibamos tocando, no pude resistirme más, le fui desabrochando la bata, hasta conseguir quitarsela. Tras esto, le baje el pantalón de su pijama y saque su polla.
De rodillas, empece a chuparsela, mientras el gemía suavemente y me decía que le estaba gustando mucho que no parase. Seguí chupando hasta que la tuvo bien dura.
Me puse de pie, mientras él me quitaba toda la ropa y me decía que estaba deseando follarme.
Continuará........