Taras y Marcos en el Teatro Real...

La sexualidad comparte también sutiles argumentos para sobrevivir...se aman y se muerden el alma y las bocas...

...Aún bajo la mesa...gritándole a mi cuerpo un poco de paciencia...sentí...las manos de Marcos deslizándose por mi cara...como si un ciego intentase adivinar mis rasgos con las yemas de sus dedos...se detuvo sobre mis labios y presionó con las uñas dándome un pellizco indoloro y sutil...casi como un beso...o un mordisco voraz y delicado...pero algo de sangre manante de mi corazón manchó la comisura de sus labios...miré hacia arriba..y en su boca...un hilillo de sangre se abría paso...

Me miró...y dijo: ...ha sido delicioso...me he mordido el labio ¡... lo que me has hecho sentir...!

No era solo sexo...

Mi cara continuaba entre sus piernas...me acarició...se levantó...y se alejó en silencio...

Salí sin importarme que alguien mirase, o se diese cuenta de lo que había pasado...lo único en lo que yo pensaba era en Marcos al alejarse...como si un gran peso fuese sostenido por su espalda...tristeza y melancolía...dudas...no sé...intenté no asustarme...y miré sobre los libros...al coger mi chaqueta...sobre ella encontré una entrada para la

Opera de esa misma noche en el Teatro Real y sujeta con un clip...una nota...(De traje...a las 7.30 en el Alabardero)...

En casa bajo la ducha...evocando a solas lo sucedido...sentía mi cuerpo poseído por una extraña fuerza de seducción...en Marcos...había una entereza capaz de alcanzar barreras con sólo su mirada...sentía sus ojos sobre mi...como si realmente estuviese aquí en el baño...como si siempre me mirase...siempre...siempre...

Y el tallo de mi pene...alargó su fuerza...movía mis dedos sólo sobre mi glande...con el jabón...la espuma...y superé mis miedos estallando una vez más...pensando en él...

Mi traje no era perfecto...ni el perfume...nada en mi hace suponer que me sobra el dinero...pero mi cuerpo suple la falta de medios...Al llegar al Alabardero...Marcos fumaba...con una mano en el bolsillo...impecable de ropa y gestos...su traje...era un Armani de corte perfecto...su olor volvió a traspasarme...

Eligió la cena para los dos, lomos de lenguados al limón con almejas y solomillos con trufa...y el vino... "queremos tomar un vino rosado y joven con algo de aguja y afrutado...frío..."dijo

Comenzó a hablarme en voz muy baja..."no será sólo sexo...no me preguntes la razón...pero habrá más...mucho más...algo en mi lo dice...hay magia..."Y brindamos en silencio...los dos...y la vida...

Ya en el Teatro, Juntos...mientras las voces se elevaban sobre la cornisa del mundo...noté que tomaba mi mano entre la suya...y juntos así escuchamos el dolor de la princesa Turandó y la llegada del amor...

A bocanadas...salímos entre la gente...dejándonos llevar en el trasiego...noté nuevamente su mano enlazando la mía...y me dejé llevar...en los Jardines de Palacio...hay entre los cipreses una pareja de fuentes...que en la noche permanecen iluminadas mientras el agua borbotea...era tarde...y nadie, sino nosotros habitábamos el lugar entre las lechuzas...me dio la vuelta y mirándome de frente...a los ojos...me besó...comenzó a morder mis labios, a buscar mi lengua enloquecida en su propia lengua...a tomar mi cabeza con sus manos y mirarme enajenado...para volverme a besar mientras apretaba su cuerpo contra el mío...y clamó en voz alta...¡Yo soy el esclavo...!

Ven...Taras...vamos a casa...

Y le seguí...