Tanto tiempo valio la pena
Un amor que tardo mas de 5 años y ahora se libera en un sexo pasional y ardiente.
Empezare diciendo que esta es la primera parte de una serie de relatos eróticos. Mi nombre lo guardare por seguridad y me conocerán como Derek esta historia empieza yo a los 17 años, para esa edad tenia un cuerpo como se podría decir de niña. Delgado, unas piernas delgadas y un poco marcadas, con un cinturita, una cara de muchacho tierno y lindo, con un trasero redondito y paradito, de una piel entre blanca y morena. De pelo negro.
Tadeo era el nombre del muchacho que me gustaba, alto, de una piel blanca, de pelo castaño, unos grandes y musculosos brazos, el típico machón que tiene a 3 viejas atrás de el, pero yo sabia que el era gay, siempre lo sospeche, mas de 6 años que me echaba unas miradas y mas cuando traía el short apretado de deporte.
Todo esto lo comprobé un día que teníamos exámenes finales, solo quedábamos el y yo que no habíamos terminado el examen, el tiempo se acabo y el profesor nos quito los exámenes y se fue. Nos quedamos el y yo solo, me pregunto que si que haría en vacaciones, le dije que no sabia la verdad tal vez saliera fuera del país. Después estuvimos hablando un rato mientras por que no llegaba por mí y el solo estaba esperando a que yo me fuera. Tardarían una hora en llegar por mí. De la nada salio el tema del sexo, me pregunto si era virgen a lo que yo respondí que si. Empezó a contarme sus experiencias sexuales, yo me estaba excitando mucho con lo que decía. De repente sentí sus labios besando mi cuello, después me beso la boca con su lengua húmeda y caliente, lo hacia con una gran experiencia. Me dijo que se masturba pensando en mí y que solo se había acostado con personas que le recordaran a mí. Mis sospechas eran ciertas. Nos tiramos en el escritorio del salón, era algo muy excitante el saber que nos podían cachar en pleno acto. Me subí arriba de el todavía con ropa, lo bese y empecé a bajar poco a poco. Su cuerpo tenía un olor que me volvía loco, olor de hombre, de un semental, de un macho.
Le desabroche el pantalón y pude ver por fin su paquete largo de unos 19 cm. y unos 5 cm. de ancho, blanco con un glande rosa, me lo metí lentamente a mi boca, el me revolvió el pelo en medio de gemidos, estuve un rato chupándosela y masturbándolo hasta que el me detuvo y me subió arriba del escritor, me quito la ropa y me empezó a lamer los pezones, su lengua se movía por todo mi cuerpo, se notaba que ya tenia experiencia, llego a mi culito y me empezó a lamer, yo gemía, pero no del todo lo que yo quería por miedo a que nos oyeran. Sentí como trataba de meter su pene en mi culito virginal, primero trato lentamente, pero como no entraba dio un gran empuje y me entro toda, sentí su verga caliente en mi culo, primero me dolía mucho y empecé a llorar, pero el se detuvo y me beso, sus besos tan calientes y pasionales, después lentamente movía su verga y después un gran placer nacía desde mi culo y se recorría por todo mi cuerpo. El iba más rápido y mas rápido, mientras me besaba, mis gemidos ya eran totalmente fuertes, ya no me importaba si nos oían, hablo:
-Tanta espera valió la pena, para romperte el culo, ¡GIME PERRA!- me decía
Si dame mas, todo lo que tengas-le contestaba yo- No pares métemela mas, quiero ser tuya,
Eres mi puta, la mejor de todas
Me sentía en el cielo, como me daba, tan salvaje. Sentí un líquido muy caliente que salía del pene de mi hombre, dio unos grandes gemidos de placer y callo rendido en mi pecho, me abrazo y se bajo y me empezó a mamármela me hizo acabar en mi boca y se trago todo mi semen. Los dos caímos rendidos nos quedamos abrazados, después nos vestimos y me dio un gran beso, me dijo que quería que yo fuera su amante en secreto. Pero ahí no acaba la historia después vinieron mas cosas.