Tania

Tania era una mujer que quería ser sumisa24/7 y por fin lo consigue.

TANIA, SUMISA 24/7

Tania era una sumisa española que llevaba unos meses buscando un Amo o Ama que la sometiera 24/7. Era su sueño, solo pensar en dar placer y complacer a su Dueñ@ y lo había encontrado, llevaban tiempo hablando bueno más bien, El llevaba tiempo puliéndola para convertirla es una gran sumisa. El día D y la hora H habían llegado. Ella había cogido un autobús la noche anterior y se iba a presentar en la ciudad de su Amo al día siguiente. Cuando llegase ella tendría que poner a buscar empleo porque él quería que ella tuviera también su independencia económica pero ese verano la quería toda para él.

El día escogido había sido elegido con toda la idea del mundo, el 24 de julio, entre comillas el día más sado de todo el calendario. Como era verano ella debía de vestir un vestido vaporoso blanco llevaría ropa intima pero antes de presentarse a su Amo se la debía de quitar. El no la iría a recoger a la estación, solo la había indicado donde dirigirse. La había ordenado también que llevara un collar de cuero con una plaquita que pusiera su nombre de perra(Tania). Para mantener la discreción la había permitido que lo cubriera con un pañuelo de seda negro.

Ella cumplió todo y allí estaba ante la puerta del ascensor que subía a la casa de su Dueño. Subió y mientras subía se quitó las braguitas y las cogió con la boca. Salió llevando la maleta y llamó al timbre. Alguien dijo desde dentro que estaba abierto y ella franqueó el umbral de la puerta, era un paso muy importante a partir del cual ella cumpliría su deseo de ser una sumisa 24/7. Dejó la maleta a un lado e hizo lo que su Amo le había indicado como instrucciones del viaje. Se quitó el pañuelo del cuello y el vestido dejando todo doblado a un lado en el suelo. Puso las manos a su espalda justo por encima de sus nalgas para no impedirle la vista de su cuerpo. La cabeza gacha y la mirada al suelo.

El la observaba, morena de pelo corto, ojos marrones, pechos pequeños con pezones redondos pequeños de color rosa, culo redondo como respingón pero no duro y pubis con vello negro pero rasurada en el ano y los labios vaginales. El la besó en el cuello y la hizo ponerse a gatas colocándole una correa al collar y llevándola a la sala. Allí la hizo sentarse en una silla. Luego soltó la correa y la sirvió una cerveza para que bebiera. Llamaron a la puerta y la ordenó que abriera como la había enseñado en unas largas charlas.

Ella se levantó y fue a la puerta, al de poco rato llegó acompañada de una mujer vestida con unos pantalones de cuero negro y una blusa blanca con botas por encima de los pantalones y tacones de aguja. La mujer se sentó y el Amo hizo a la perra que se pusiera a gatas delante de ella pero que antes la trajera algo para beber. La sumisa obedeció. Cuando se puso a gatas la mujer colocó las piernas sobre la espalda de la chica. Volvió a sonar el timbre y la sumisa volvió a salir a abrir.

Ahora era una chica joven de unos treinta años vestida con una blusa rosa y unos pantalones vaqueros bastante ajustados pero sin marcar en exceso, mejillas rosadas como si estuviera avergonzada. Llegaron a la sala, Tania se fue a situar arrodillada al lado de su Amo lo mismo que la otra chica lo que indicaba que también era sumisa. La Ama presentó a la otra chica como Violeta una chica a la que estaba adiestrando como perrita. La Ama dijo que su perrita iba a hacer el trabajo que el Amo deseaba. Se levantaron l@s dos dueñ@s y las condujeron a una habitación. La abrieron, era una gran sala con multitud de artilugios en las paredes y por todos lados cosas relacionadas con la Dominación. El Amo condujo a Tania a una silla de ginecólogo y la colocó ahí con las piernas bien abiertas y la ató las muñecas y los tobillos.

La Ama la ordenó a la otra sumisa que se desnudase y que empezara a rasurar a la otra chica. Violeta se movía muy bien y al de unos pocos minutos había acabado. Ahora el Amo la pasó un par de sondas para enemas y los introdujo en la vágina y el ano de la chica llenos de agua caliente y los vertió dentro. Los sacó avisando a Tania para que apretando los músculos pélvicos pudiera llegar al baño.

La chica llegó a la taza y allí descargó entera. Cuando terminó se lavó bien en el bidet y avisó. Ahora Violeta tenía que ducharla pero antes de eso Violeta iba a ir a orinar, Tania con solo un gesto de su Amo se puso debajo de la otra chica en la bañera bajo el coño de Vio y recibió en su cuerpo toda la orina. Se levantó y Violeta puso en marcha el agua caliente después de salir ella de la bañera. Llenó la misma y echó unas sales de baño para que Tania se lavase, la dejó allí un rato.

El Amo mientras había estado observando todo en un pequeño sofá besándose con la otra Ama y ésta mamandole la polla para ponérsela dura. Llegó él al cuarto de baño, se sentó en la taza del wc cerrada y cogiendo a Vio del brazo la hizo que se clavase sobre su verga. Ella obedeció comenzando a botar mientras él la sujetaba de los pechos. Violeta era una sumisa de cara muy inocente pero en la cama una autentica puta. Violeta era alta, casi medía 1,80, ojos negros, labios finos y algo resecos, pechos pequeñitos muy parecidos a los de Tania también con pezones pequeños rosados, pubis completamente rasurado, culo alto duro y pequeño.

Ella botaba sobre el pene del hombre hasta que después de tener un orgasmo y jugar con los músculos de su vágina para que el disfrutara todavía más y al levantarse él eyaculó sobre la espalda de la chica. Violeta siguió duchando a la otra sumisa hasta que estuvo completamente limpia. Ahora la condujo a la sala y la ató en forma de aspa entre dos columnas de mármol besándola en la boca como consuelo ante lo que la esperaba. Ahora la Ama la dio a ella una fusta y la hizo que diera 10 azotes a Tania. Si eran muy fuertes ella sería castigada y si eran suaves también.

Se los dio y afortunadamente no se llevó un castigo pero ahora fue colocada justo enfrente de la otra como si fuera su espejo, atadas una frente a la otra pinzadas en los pezones con unas pinzas especiales con pesas. La Ama azotaba a Tania y el Amo a Violeta, cada azote hacían que se removieran y sintieran bastante dolor. Tania aguantaba porque en la orden había una segunda orden que era que la que chillase haría que a la otra le fueran dados 20 azotes más por chillido.

Al de diez minutos de tortura fueron desatadas y se arrodillaron para lamer los pies de l@s dos Am@s . Tania no sabía que Violeta era completamente novata. El Amo cogió a Tania y la tumbó en el suelo echándose encima y cogiendose la polla con la mano la puso sobre el ano de la chica y fue empujando penetrándola hasta que la tuvo toda dentro y empezó a follarla con fuerza y determinación, la chica gemía y se quejaba pero después el Amo cogiendola de los pezones la dio la vuelta teniéndola ensartada para que la Ama que se había puesto un arnés la penetrara por su coño y así la tuvieran los dos follandola, Violeta puso su coño a la altura de la boca de Tania, la cual lamía como podía el clítoris de la chica. Violeta sin avisarla se corrió llenado toda la boca de la otra sumisa de sus fluidos. La Ama de la excitación y el roce del arnés también se corrió. El Amo se la sacó a su sumisa e hizo que las dos perras se la comieran a dos bocas. Ellas dos se pusieron a la tarea lamiendo el tronco desde los lados para luego alternativamente meterse el glande en la boca y mamandolo con tal rapidez que parecía una lavadora hasta que el Amo eyaculó sobre sus bocas besándose ella para compartir el néctar.

Esa noche Tania después de marcharse las dos mujeres tras un día de lujuria y obediencia tuvo que dormir en el suelo.

Este relato es imaginario pero va dedicado a una sumisa que le gustaría ser sumisa 24/7. Si queréis podéis escribirme a:

Picante100@hotmail.com