También te puede ocurrir a ti

Me sentía mal de camino a casa, sintiendo nauseas y al mismo tiempo disfrutando lo ocurrido, andaba como un “vaquero” por estar todo impregnado de leche mía y ajena.

También te puede ocurrir a ti…

Siempre he pensado que he desperdiciado ocasiones de haber tenido a tiro a un o una y haberla dejado ir, siempre he pensado que he tenido oportunidades tan claras que ni me las creía.

Miento si digo que no he provocado alguna situación, pero es verdad que no todas acaban en buen puerto, soy de los que piensa que hay arriesgar… que nadie nos lo da echo. Me seducen aquellas oportunidades que se me ponen a tiro, me pone cuando veo en sus ojos el deseo y no se atreven a dar el paso, tanto en ellas como en ello… pues en ellas, provoco la situación pues me encanta cuando están nerviosas, delatan que desean dar ese paso pero ignoran como darlo, piensan en los prejuicios antes que en sus deseos e incluso necesidades.

En ellos… algunos son previsibles, nada más verlos rondarme ya me he imaginado como actuaran, otros nervioso e indecisos son aquellos en los cuales soy yo quien da el primer paso, nerviosos desde el principio… pero cuando están en plena faena, son mas tolerables e incluso moldeables… sobre todo cuando hay mirones o hay otros que desean participar.

Soy de los que van de bueno e ingenuo a veces y en otras de pícaro y socarrón, ya que debemos de aprovechar todas aquellas oportunidades que tengamos, todas aquellas ocasiones que estén a nuestra mano. Pues no sabemos que nos queda en esta vida y que nada nos llevaremos a la otra, debemos de irnos con la lección aprendida, pues pienso en aprovechar todo lo que pueda como se han aprovechado de mí.

Algunos me dicen que me han ocurrido muchas y otros que siempre he sido yo el objeto de ellas, haciéndoros saber que tampoco es así… pues no me diréis que no habéis tenido oportunidades, no me diréis que a estas oportunidades ya sea por las circunstancias u otros motivos les habéis dado la espalda.

Pero tenemos lo que tenemos o mejor dicho lo que nos merecemos, no todos nos arriesgamos… no todos miramos la vida como el presente, como el día a día y no como el futuro. Quizás no entendáis nada… pues es mi forma de pensar y de vivir, me han ocurrido más y espero que me dejéis hacéroslo saber, no es una crítica sino un pensamiento.

Bueno comenzare… con algunas anécdotas, mirad no hay nada más que me excite que me metan mano en lugares público, aquellos que son más propenso a que te cojan o eres sorprendido, aunque sea yo el objeto de esas caricias.

Desde que tuve edad para desplazarme solo sin la necesidad que fuera acompañado por algún adulto, no había vez que no tomara mi autobús ya sea urbano o interurbano sin caer en las posibles consecuencias. Quizás os parece pesado leer una vez más este tipo de situaciones, pero como a muchos o muchas yo también las he presenciado y las he tenido que aguantar.

Las líneas de autobuses más normales que te pudieran pasar son las de mayor recorrido, pues desde la línea 6 hasta la C1, C2, etc., son focos para este tipo de personas. Aun recuerdo cuando estaba en el autobús de la línea 6, recuerdo que estaba de pie mas porque para mí me es más cómodo, además soy de esos que se ponen su auricular e intenta alejarse… intento pensar en otras cosas y relajarme. Mientras y no lo hago con mala intención, miro a la gente… descubriendo o al menos me lo imagino sus pensamientos, observo sus ojos y rostro… descubriendo si están ausente o pensativos, manifiestan son maliciosos o hipócritas, descubres por sus ojos si son picaros o amargados.

La línea 6 tiene la peculiaridad como otros autobuses de largo recorrido que en horas puntas, van más lleno que lo normal y más parece una lata de sardina que un medio de transporte. Va lleno de humanidad y no mejor dicho, aquel día y posiblemente como otras, notas a la gente pegarse mucho y lógicamente no puedes protestar. Me explico si vez como  mucho pues observas a las chicas quejarse y no hacen nada por ayudarla,

La primera vez me comporte como un necio, no aprovechándome de la oportunidad que se me brindo, como olvidar aquel día en que un hombre de aspecto por su forma de vestir abogado o medico. Como olvidar como colocaba su abrigo sobre sus piernas y parte de las mías, te extrañas pero tras una disculpa por su parte asientas. Como aprovecha este la oportunidad y con descaro bajo el abrigo comienza a acariciarme la pierna, mi rostro era más que expresivo… asombrado por el hecho, sorprendido por la persona y encima sin saber qué hacer.

Ignorando que si lo mando a la “mierda” o le “parto la cara”, tras levantarme le mire con cara de “mala leche” al tiempo que pedí paso, este solo se echo hacia atrás no facilitándome el paso como es debido. Por lo que pase como pude, sintiendo su mano en mis nalgas al tiempo que se disculpaba, manos que mas que posar lo que hizo fue magrear mi culo mientras me soltaba

  • “Podrías haberlo pasado bien”, soltó.

Piensas que podría haberme marcado, piensas que aquel echo o episodio me hubiera traumatizad pero no era así, pues lo que realmente pensaba en la oportunidad que perdí, teniendo esa experiencia tan cerca y actué con mala cabeza.

Pero como digo… “El tiempo pone todo en su lugar”, no para menos pues tiempo más tarde me ocurrió otro suceso, no igual pero de similares características. Creo recordar que ese día como era costumbre en mí y como la gran mayoría de jóvenes íbamos en ropa deportiva, además venía de jugar un partido en el “Tardón” (un barrio de Sevilla). Me había puesto mis auriculares y estaba en lo mío cuando noto algo duro presionar mis nalgas, evidentemente intentas moverte pero me fue imposible. Intente mirar hacia atrás y ver esta persona, pero cualquiera de ellos hubiera sido pues en ese momento se movió y en vez de haber una persona… hubo dos.

Nuevamente mire hacia delante y en pocos segundos notas una mano posarse sobre mi muslo, notas la palma de una mano en mi pierna derecha. Claro está me asuste… pero calle, calle porque quien me iba a creer… calle por la vergüenza de delatar a esta persona, pues si eres mujer te hacen caso pero eres hombre te avergüenzan, acabando por sentir humillación y menosprecio.

Dejándole hacer… sentí como esa mano se deslizaba por mi pierna hasta donde le permitía la longitud de su brazo para nuevamente ascender, calle y permití sus degradantes caricias que en el fondo de mi… me gustaban. Notando como mi miembro se me endurecía dentro de mis calzoncillos, notando como a este le gustaba también. Pues note como ese bulto se alojaba entre mis glúteos a pesar del pantalón deportivo, llevado por la excitación acabe por morderme el labio como muestra.

Pero si pensáis que la cosa no va más allá os equivocáis, pues como todo está a expensa de que el autobús se vaciara, cosa que hasta que no llega a la Avenida de Reina Mercedes no hace. Pues es la zona universitaria… zona donde el 75% de los ocupantes del autobús se bajaban, claro está en sentido contrario también ocurre, pues la zona de la Isla de la Cartuja hay más universidades.

Bueno pues esta persona no contenta con aquella maliciosa intenciones, acabo por introducir su mano por dentro de mi pantalón deportivo, cuya facilidad lo sabemos todos. Pues no me digáis que no lo habéis echo con vuestra amiga o novia, pues yo si… he disfrutado de estas mismas caricias a ellas, demostrándole que pueden disfrutar en cualquier sitio o lugar, haciéndoles llegar sin que se dieran cuenta lo demás… mmm!!!.

Este personaje me hizo sentirme en la gloria cuando tomo mi miembro, adivinando por la textura de su mano que era un hombre mayor… que era un viejo (o anciano). Tomo mi miembro y comenzó a pajearme dentro de mis calzoncillos, increíblemente nadie se percato, menos aun se dio cuenta cuando este me bajo el pantalón por detrás, bajando los justo para introducir su miembro en mi ingle, haciéndome sentir entre mis muslos no solo la dureza de su miembro sino la calentura que transmitía.

Vergüenza pase cuando sentí su aliento en mi cuello… tan cerca como unos amantes, note su respiración en mi cuello y para mas ofensa escuchar sus palabras, escuchar cómo se mofaba de aquello, escuchar entre susurros…

  • “Que cuerpo tienes precioso… mmm!!!”.
  • “Estas disfrutando tanto como yo, verdad… uuummm!!!”.
  • “Te noto excitado y no es para menos verdad, siento que deseas que te penetre… ooohhh!!!”.

Aquello no solo eran susurros sino más bien balbuceos de un cerdo salido, sientes como ese degenerado se aprovecha de la situación, acabando por hacerme descargar… sintiendo como llena mis bóxer de mi propio orgasmo, sintiendo un extraño placer pero de reciproco cuando notas una nueva descarga, notando como este se ha corrido dentro de mis pantalones, sintiendo con nauseas como se diluye entre mis muslos.

Dándome cuenta que lo ha tenido que hacer muchas veces más, pues le ha dado tiempo satisfacer y disfrutar, caes cuando se separa de mí justo cuando entra en la calle que gira a la derecha, pasando por detrás el Instituto Herrera. Caes que el tiempo que le proporciona el recorrido es el tiempo que se aprovecha de alguno, tiempo que abusa de que podamos denunciarlos, pues en un chico es mayor vergüenza.

No sé cuando me sentí peor si cuando caminaba hacia casa y con la sensación de un “vaquero” por mi forma de andar, pues estaba todo impregnado de leche mía y ajena. Sintiendo nauseas y al mismo tiempo disfrutando al recordarlo, deseando que me volviera a pasar, teniendo en mi memoria la cara de ese sujeto cuando le mire antes de bajar. Un señor mayor… trajeado y engominado, una persona de aspecto abogado o empresario y cuya fantasía ha hecho realidad conmigo, mostraba una expresión pícara e incluso pervertida.

Nada más llegar a casa me dirigí al aseo sin apenas hablar, más tarde das la explicación más lógica…

  • “Me estaba meando”.

Creo decir con justicia que mi mejor experiencia en un autobús fue aquel en que regresaba, después de haber estado un fin de semana en la casa que tiene los padres de mi novia (ojo, por aquella época) en Matalascañas (Huelva), donde solían disfrutaban de sus vacaciones. Fue ese fin de semana como otros tantos en que no dejaba de follarme a esta, más aun en su dormitorio mientras sus padres dormían en el contiguo, eso nos daba un morbo aun mayor.

Lógicamente al no tener carne aun de conducir, pues hasta los 24 años no llegue a sacármelo, no me quedaba otra que comprarme mi billete en la estación de Plaza de Armas, gastándome casi 17€ que era el precio por la ida y vuelta. Ese día tardo algo más de lo habitual aunque ya me avisaron de antemano, pues si todos duraban una hora y diez minutos este tardaría al menos dos horas, cuyo viaje de ida fue normal pero se torció a la vuelta.

Estaba en lo mío hasta que noto como alguien de detrás de mí, había comenzado hacia unos minutos por restregarse contra mis nalgas, no pudiendo ver a esta persona y creo que mejor os lo hare saber en otra ocasión, vale.

Bueno os dejo hasta una nueva anécdota… vale, ya me contáis que os aparecido y mis “amantes” deciros que me hagáis saber si me he olvidado o dejado algo en el tintero, os dejo y hasta pronto. Una vez más os recuerdo los comentarios que me suelta, no por ser pesado sino que por mucho que lo digo más me lo sueltan…

  • “Joder… no tienes sitio, como me gustaría estar en una cama y hacerlo bien”.

O en plena “faena” e incluso cuando ya habéis finalizado, me soltáis…

  • “No sabes lo que me hubiera gustado haber estado en una cama contigo, no te haces una idea lo bien que lo íbamos a pasar”, entre otros comentarios.

Mientras que a mí me da igual el sitio mientras gocemos ambos, pues para el momento que vamos a disfrutar el lugar es lo de menos, ya que busco encuentros esporádicos a conveniencia y no hay maduro que deseen ser mamados y follar un buen culo, deseando que estos sean bien apretaditos.

Espero que os haya gustado tanto como me gusto a mí… obviamente habréis notado que soy bisexual, Bueno os dejo y espero que no seáis muy crueles conmigo, aunque sea pasivo y me deje hacer como una buena putita que dicen que soy.

Bueno espero que os haya gustado tanto como me gusto a mí… obviamente habréis notado que soy pasivo y algo sumiso, siendo mis preferencia hombre maduros. Bueno os dejo y espero que no seáis muy crueles conmigo, aunque sea una buena putita que dicen que soy, mi email es Jhosua 1970 @ gmail . com , hasta pronto.