Tacones infieles

Algo me decía que esa chica seguramente se vería con otro chico distinto de su novio.

TACONES INFIELES

Soy un lector asiduo a los relatos de este portal magnífico. Puesto que he logrado leer varios de ellos interesantes. Quiero decirles que en lo personal, soy un ferviente admirador de los pies bonitos de las mujeres.

De esta loca pasión por los pies bellos de las damas opté por adquirir una cámara digital que me permitiera fotografiar algunos pies que se me presentaran por los caminos donde deambulo. Debo admitir que con mi camarita no obtengo fotos con la calidad que yo desearía, pero espero que quizá algún día pueda adquirir un aparato que satisfaga mis requerimientos de imagen.

En una de esas ocasiones que estaba por allí de travieso, pues enfoqué unos taconcitos que portaban unos lindos pies (lamentablemente no logré obtener una fotografía buena, pero quise incluirla en este relato). La chica dueña de dichos pies iba acompañada de su novio dentro de la estación del metro. Los que vivimos en México sabemos que las horas pico de viaje, es común que dividan los accesos de las mujeres de las de los hombres. Resulta que esta chica en cuestión se despidió de su novio por supuesto con su besito y se dirigió al espacio de andén reservado para mujeres, y el chico en cuestión a la de los hombres. Yo sinceramente me quedé con las ganas de obtener por allí varias fotografías más de la chica.

Y bueno me quedé observando como se iba "la presa" de mi camarita.

Después veo que la chica se regresa al punto donde había dejado a su novio, y pues yo pensé para mis adentros que podría tomarle más fotos. Pero observé que ella, por supuesto sin darse cuenta que yo le observaba, miraba si su novio ya había abordado el tren, y entonces asegurándose que el no la podría ver, pues se dirigió a los torniquetes de salida. Algo me decía que esa chica seguramente se vería con otro chico.

Y bueno, mi curiosidad malsana me hizo seguirla. Al salir de la estación, efectivamente se metió al coche de un chico que la esperaba. No pude saber más, pero supongo que iban a hacer sus travesuras, mientras que el novio, pues iba todo apretado dentro de un vagón.

En realidad, no sé si se vaya a publicar este relato, puesto que mi imaginación no alcanzó a concebir algo más que lo hiciera suculento para las mentes de ustedes. Sí quiero decirles que la verdad me pasaron por la cabeza varias imágenes, puesto que la niña estaba como quería. Y es cuando uno se pregunta si a dichas niñas se les puede perdonar sus infidelidades, puesto que ellas no tienen la culpa de estar tan sabrosas.

Y yo que soy amante de los pies lindos de las mujeres, me hubiera gustado saborear a una chica sus bonitos ejemplares. Lástima que no haya podido fotografiarlos y menos con lo desconcentrado que ya estaba.

Les envío muchos saludos. Trataré de escribir para la próxima algo que posea mayor contenido erótico.

Varito.