Tabu Familiar (07: Ardiente Pasión)

Su suegro fantasea con una joven chica mientras fallidamente intenta hacerle el amor a su mujer, quien arde en deseos de ser satisfecha.

Tabú familiar VII

  • Capitulo 16 Ardiente Pasión -

Roberto miro como la puerta del baño se abría, y El aun se encontraba con su verga semi erecta, enjabonandose,

"No te preocupes yerno, soy yo"

Era la voz de su suegro que ingresaba en el cuarto de baño, trato de mantener la calma aunque se extraño, que hacia su suegro entrando ahí.

"Voy a orinar, espero que no te moleste, además estamos entre hombres"

Decía Jorge mientras se paraba frente al inodoro, y bajaba su pijama para orinar. Roberto trato de disimular su aun medio erecta verga, pero su suegro mirándolo agrego

"Oye yerno, vaya que tienes una verga grande!, ja y no me mal interpretes, pero con esa verga tuya si que debes levantar chicas"

Roberto escucho el comentario de su suegro, y trato de reír, pero debía admitir algo, su suegro también estaba orinando en el inodoro frente a El, pudiendo ver también su pequeño pene, y es que en realidad Roberto en ese momento se dio cuenta que su viejo suegro tenia el pene pequeño, Roberto se pregunto como un pene como ese podría satisfacer una vagina tan grande como la que había visto a su suegra, mientras la había espiado. Jorge termino de orinar, subiendo el cierre del pijama, salio del cuarto de baño.

Roberto medito, la única vez que había escuchado a sus suegros teniendo sexo habían durado muy poco, ahora comprobaba que su suegro era un viejo con un pene realmente pequeño, imagino cuan insatisfecha debería estar su madura suegra, este pensamiento provoco que su verga empezara a ponerse dura de nuevo, rápidamente recordó donde estaba, así que metiéndose directamente debajo del chorro de agua fría, termino de ducharse.

Jorge bajo a la cocina donde su esposa, preparaba el desayuno, de pronto pensó en jugarle una broma a su recatada mujer, iba a hacerla ruborizar, sabia que su esposa, era una puritana, que se avergonzaba de hablar de temas sexuales. Sonrió.

"Buenos Días, Estela, veo que te has levantado temprano"

Estela saludo a su marido,

"Si Jorge tengo que preparar el desayuno, por cierto porque te ríes?"

Este era el momento, pensó Jorge

"Es que sabes, nuestro yerno, se esta duchando en nuestro baño, entre a orinar, pero sabes te confieso algo, me asuste un poco"

"Porque?" pregunto Estela extrañada.

"Sabes nuestro yerno estaba duchándose, sabes que es normal entre hombres verse desnudo, así que eso no me incomoda, pero lo que me asombro fue el enorme tamaño del pene de nuestro yerno, sabes ese hombre tiene un pene enorme"

Jorge sabía que este comentario incomodaría a su mujer que no estaba acostumbrada a hablar de este tipo de cosas. Y en efecto Jorge vio como su recatada esposa se ruborizo ante su comentario.

"Jorge!, no sea usted tan vulgar, como se le ocurre hablarme a mi de esas cosas, Respéteme!"

Mientras dijo esto, Estela se volvió de nuevo hacia la cocina y siguió con sus labores. Jorge soltó una gran carcajada, su broma había causado el efecto que había pensado.

Lo que Jorge no sabia es que Estela no se había ruborizado porque el comentario la avergonzara, como le hizo creer, sino porque su sangre había ardido imaginando el viril y joven cuerpo de su yerno desnudo y mojado, en la misma ducha donde ella se bañaba.

Después del desayuno, Roberto llevo a su hija a la escuela, luego fue a su trabajo, Estela salio al mercado a hacer las compras, mientras tanto Jorge permaneció en la casa mirando el periódico.

Estela aun se sentía extraña con su nuevo corte y la forma en que se veía, aunque debía admitir que bajo su ropa, sentía una frescura al haber cortado la mata de vello pubico que cubría su vagina. Cuanto había cambiado su apariencia y su forma de pensar en los últimos meses.

Aun era una mujer recatada y conservadora, pero ahora no podía negar que a pesar de cuanto luchaba contra sus sentimientos, sus deseos, se hacían manifiestos en su cuerpo, solamente sus fuertes principios y su moral eran lo que impedía que diera rienda suelta a sus deseos, en alguna ocasión desde que había descubierto solitaria, el placer de la masturbación, tuvo intentos de hacerlo nuevamente, pero sus principios se habían antepuesto y había logrado dominar sus mas bajos deseos hacia su yerno. Y es que las escasas sesiones sexuales con su marido más que satisfacerla dejaban un profundo vacío que nada podía llenar.

Su nieta pronto cumpliría 8 años, cuanto había crecido la niña, era una de sus mayores ilusiones.

Jorge por su parte, pasaba el día entero frente al televisor, y es que desde que había regresado a la casa, su carácter había cambiado, se veía mas tranquilo, su esposa no había vuelto a saber de sus salidas con amantes, definitivamente la edad, lo estaba convirtiendo en un viejo sin aspiraciones, quien gozaba de recibir una pensión por todos sus años de servicio en el gobierno, y que se conformaba con una tranquila y rutinaria vida de casa, había logrado dominar de nuevo a su sumisa mujer, que había vuelto también a la forma de ser que El siempre había querido, una señora de su casa, que anteponía los deseos de su marido a los suyos propios.

Roberto, se dedicaba a trabajar fuerte, para que a su hija no le faltase nada, y para desahogar en su trabajo, todo el deseo que sentía por su madura suegra, es que Roberto cada día estaba mas conciente de que deseaba a su suegra con todas las fuerzas con que un hombre puede desear a una mujer, muchas veces cuando llegaba a su casa por la noche, después de cenar y platicar con su hija y sus suegros, subía a su habitación y ahí en la oscuridad de su cuarto, trataba de desahogar sus mas ardientes fantasías hacia su suegra, que era el único medio mediante el cual podía poseer a aquella mujer que tanto deseaba, con ardientes sesiones de masturbación, pero que podía hacer, aunque la desease con todas sus fuerzas, sabia que aquella decente y madura mujer nunca seria suya.

Tres meses después

Jorge acompaño a su mujer a hacer algunas compras al centro de la ciudad, Estela realizaba unas compras cuando su marido miro con mucha atención a una joven mujer que vendía un nuevo producto.

Jorge recorrió con su vista, el sensual y voluptuoso cuerpo de la chica, era una de esas niñas que contratan para dar exhibiciones de un producto, Jorge miro con atención las largas y torneadas piernas de la chica, una corta minifalda cubría el escaso espacio entre sus piernas y su cintura, una camiseta ajustada de tirantes, hacia que dentro de esta se marcaran un enorme y firme par de senos, que luchaban por salir de su forzado encierro, su cabello por los hombros, oscuro y liso, eran el complemento perfecto para una sensual y provocativa cara en la que unos gruesos y excitantes labios, sonreían mientras demostraba su producto, sus ojos eran claros, y su nariz respingada.

Jorge quedo cautivado con la belleza y juventud de la chica, hacia mucho tiempo que no sentía nada igual, desde su regreso con su mujer, le había sido completamente fiel, y aunque sabia que El no era ningún semental, deseo haber tenido a esa chica en una cama y disfrutar de su cuerpo.

Su mente vagaba en estas fantasías, cuando su mujer lo saco de su éxtasis con una pregunta sobre algunas de las compras, Jorge rápidamente respondió a su esposa, tratando de disimular la fascinación que le había provocado la joven chica.

Después de realizar todas las compras regreso con su esposa a la casa.

Esa noche a la hora de dormir, mientras Estela se cambiaba en el baño, Jorge se sentía muy inquieto, el recuerdo de la joven mujer regresaba constantemente a su cabeza, imaginaba la sensación de tocar aquella joven y fresca piel, el debía admitirlo, su debilidad siempre habían sido las chicas jóvenes.

Sentía como su pene empezaba a endurecerse imaginando sus manos recorriendo aquellos grandes pechos que deberían estar firmes, con aquellos pezones rosados y pequeños, besando aquellos tiernos labios que inspiraban sensualidad y pasión. Sintió como su mujer se acostaba en la cama a su lado, "Buenas Noches Jorge" fue la expresión de esta antes de darle la espalda para dormir.

Pero esa noche Jorge quería algo mas que un simple "Buenas Noches", así que acercándose a su madura mujer por la espalda, suavemente empezó a deslizar su mano bajo la bata de esta, recorriendo con su mano el maduro muslo de su esposa, despacio recorrió con sus dedos, penetrando lentamente entre sus piernas por la parte de atrás, sintió la suave tela del calzón de su mujer, imaginaba que era la sensual prenda de la chica del mercado, despacio con sus dedos aparto un poco la prenda por la parte de atrás, sus dedos tocaron suavemente la lisa vagina de su mujer, sus labios se juntaban, apretando deliciosamente, Jorge no sintió ningún vello en aquella zona, acaso su recatada señora, se había rasurado los pelos de la vagina, esto lo excito mas, así podría imaginar que era la tierna y joven vagina de la chica que tanto lo había excitado en el mercado, despacio deslizo uno de sus dedos contra los apretados labios vaginales de su mujer, se excito mas al sentir como la vagina que acariciaba estaba humedeciéndose, deslizo un poco mas su dedo dentro, y con un suave movimiento empezó a excitar mas a la mujer que tenia a su lado, escucho un suave gemido de esta, e imagino que era la joven chica gimiendo ante la sensación de sus caricias, estaba muy excitado, con una de sus manos deslizo un poco su pijama abajo, su pene estaba completamente erecto, la fantasía de que estaba con la joven chica en la cama lo había puesto muy caliente, acercándose un poco mas, pego su cuerpo al de la mujer en la cama, retirando su dedo de su vagina procedió a empujar su verga entre los apretados y húmedos labios vaginales de su mujer.

Estela se había calentado con las caricias de su marido sobre sus muslos, hacia mucho tiempo que no hacían el amor, por eso cuando este levanto su bata y deslizo un dedo dentro de su vagina, que ella sentía había empezado a humedecerse, no pudo reprimir un gemido de placer, la caricia del dedo deslizándose dentro de su vagina la estaba estimulando, trato de permanecer inmóvil mientras su marido seguía con su tarea, pero pronto había sentido como su marido retiraba su dedo, y el pene de este, empujaba contra los apretados labios de su vagina.

Sintió como la verga de su marido empujaba, por la posición en la que estaba sus labios estaban un poco apretados, uno, dos, tres intentos de penetración, Estela se emociono imaginando ser penetrada por el pene de su marido, que hacia mucho tiempo no le hacia el amor, cuando un caliente chorro de esperma humedeció la entrada de su vagina. Estela escucho un fuerte gemido y de pronto su marido se había retirado de su lado, regresando a su sitio en la cama.

Jorge jadeo satisfecho, la fantasía que había tenido, lo había calentado muchísimo, mas cuando empujando su verga contra los apretados labios de su mujer, sintió su entrada tan estrecha, esto hacia aun mas ardiente su fantasía, imagino que intentaba penetrar la virginal y estrecha vagina de la joven chica, esta fantasía junto con la cantidad de tiempo de no hacer el amor con su mujer, habían provocado que experimentara un rápido orgasmo, aun sin penetrar a su esposa.

Después de algunos minutos Estela escucho como su marido dormía profundamente y había empezado a roncar, como era posible que su marido la hubiese calentado y no pudiera satisfacer el ardor que le había despertado con sus caricias, de nuevo sintió un gran vacío, por un momento, pensó, en levantarse e ir al baño y acariciarse ella misma, hasta satisfacer su calentura, pero reprimiendo con todas sus fuerzas sus deseos, abrazo su almohada e insatisfecha, trato de dormir.

En el silencio de la noche, Estela escucho como la puerta de su habitación se abría silenciosamente, en la oscuridad de las sombras vio una figura que avanzaba hacia ella, se sorprendió al darse cuenta que se trataba de Roberto, su yerno, que se acercaba cada vez mas a su lado, Estela sintió un pequeño escalofrió al darse cuenta que este únicamente vestía un pequeño bóxer de algodón, que marcaba completamente la enorme protuberancia dentro de el, Roberto se aproximo mas hasta quedar prácticamente a su lado en la orilla de la cama, Estela estaba nerviosa que hacia su yerno, en su habitación, a esa hora y vestido así, quiso hablar, pero sintió temor, recordó que su marido yacía a su lado en la cama y que cualquier ruido podría despertarlo.

Entonces vio como Roberto inclinándose con un gesto de su cara, le indico que guardara silencio, inclinándose aun mas, este acerco sus manos a ella, despacio empezó a acariciar sus senos a través de la bata que usaba para dormir, Estela sintió como una mezcla de placer y miedo empezaban a despertar de nuevo en su interior, placer por la caricia que estaba recibiendo, pero también temor, sabia que su marido yacía a su lado, y si despertaba no sabia que cosas tan terribles pasarían, miro como su yerno siguió acariciando sus grandes senos, mientras estos empezaban a endurecerse, sus pezones se estaban poniendo como rocas duras que pulsaban por salir fuera de su bata.

Roberto con ágiles y provocadoras caricias, descubrió sus senos, los veía llenos y duros, estaba muy excitada, no sabia como detener aquellas caricias, es mas no quería detenerlas, bajando su cabeza Roberto poso sus labios sobre el duro pezón de una de las tetas de su suegra, esta gimió suavemente, al sentir la ardiente lengua de su yerno rozar su pezón, su yerno había empezado a mamar deliciosamente sus pechos, y el placer que Estela experimentaba era total, aunque apenas podía moverse, no quería provocar que su marido despertara. Roberto siguió mamando sus grandes tetas durante un buen tiempo, luego levantandose, Estela miro como la protuberancia en su bóxer había crecido convirtiéndose en un enorme monstruo que luchaba por salir.

Roberto tomo la banda elástica de su prenda con la mano y despacio la bajo, Estela se sorprendió al ver el enorme miembro de su yerno, estaba completamente erecto y tan cerca de ella, Roberto empezó a acariciar su verga ahí en la oscuridad, de pie junto a su suegra, esta desde la cama miraba excitada como su mano se deslizaba desde la punta de su verga hasta el final de sus bolas, se veían gordas, seguramente llenas de semen, Estela deseo extender su mano y acariciar aquel duro miembro, que tanto deseaba, pero temía despertar a su marido con el movimiento.

De pronto para su mayor excitación Estela sintió como su yerno se inclinaba y despacio corría suavemente la sabana que cubría su cuerpo, se sentía nerviosa pero muy excitada a la vez, miro como su yerno poco a poco después de acariciar sus piernas tomaba cada una en una mano y empezaba a separarlas, en el pequeño espacio que ocupaba esta en la cama.

Miro como Roberto completamente excitado, empezó a acercarse mas a ella, sintió su caliente y viril cuerpo, colocarse sobre el suyo, mientras suaves crujidos indican el peso extra en la cama, estaba muy nerviosa, la sensación de peligro que llenaba el momento, su marido estaba junto a ella en la cama y su viril yerno la iba a poseer, esto la excitaba aun mas, sintió como Roberto tomando su verga con la mano la acercaba contra la entrada de su vagina, que se encontraba completamente húmeda de excitación, entonces no pudiendo contener su placer al sentir como la enorme y dura verga de su yerno hacia contacto con la caliente piel de la entrada de su vagina, gimió fuertemente "Ohhhh Roberto Si!"

"Que pasa Estela!" escucho la voz de su marido, que la sacudía, mientras ella regresaba de su viaje de placer.

"Estas completamente bañada en sudor y gimiendo, acaso estas enferma?"

Era la voz de su marido, que la regresaba a la realidad de su habitación, todo lo que había sucedido era solo un sueño, producto de su caliente imaginación.

"Mira como estas, que te sucede?, porque gritaste el nombre de nuestro yerno?"

Tratando de tranquilizarse, respondió a su marido lo mas serena que pudo fingir estar.

"Estoy bien, solamente fue una pesadilla, estoy bien, no te preocupes!"

Entonces su marido le hablo.

"Esta bien mujer, trata de dormir de nuevo, y no sueñes tonterías"

De nuevo Jorge le dio la espalda, mientras ella aun empapada en sudor, se tranquilizaba, todo lo que había sentido era un sueño, pero como era posible que un sueño la hubiese puesto así, no cabía duda, aunque Estela lo reprimiera por algún tiempo, el ardiente deseo que sentía por su viril yerno, continuaba ahí, en lo mas profundo de su ser.

Tranquilizándose un poco mas, noto como su respiración volvía a la normalidad, mientras una enorme frustración crecía en su interior, ni siquiera en un sueño, su marido había dejado que esta se satisficiera completamente.

La amargura y frustración consumieron sus sentidos, mientras se inclinaba sobre su almohada para tratar de dormir. Continuara

Comentarios y sugerencias alonso29cr@yahoo.com