Tabu Familiar (02: Una extraña sensación)
Deseos ocultos y nuevas sensaciones empiezan a despertar dentro de la recatada suegra.
Tabú familiar II
Capitulo 4 Una extraña sensación
Estela entro en su habitación en un estado de nervios total, nunca en su vida imagino que sucedería lo que había pasado, estaba en un estado de nerviosismo absoluto, ella nunca podría imaginarse semejante dilema, su yerno completamente ebrio, se había masturbado delante de ella, era una vergüenza total y un deshonor a su honra.
Tratando de tranquilizarse se acostó sobre su cama, pero Estela se sentía extraña, era algo que ni ella misma podía explicarse, se sentía inquieta y nerviosa a la vez, trato de conciliar el sueño, pero no lo lograba constantemente venían a su mente las imágenes de su yerno masturbándose, la sensación del enorme miembro rozando su mano, tan duro, tan grande y firme, que le estaba sucediendo, nunca sintió algo así, sentía una extraña sensación en su cuerpo, de pronto se extraño al sentir un poco húmeda su bata, deslizando su mano, noto como el frente de esta estaba mojada, precisamente frente a su vagina, entonces nerviosa toco con su mano su vagina, esta se encontraba muy mojada, que le estaba pasando porque su vagina estaba húmeda?, nunca le había sucedido algo así.
Al deslizar su mano sobre su vagina para sentir su húmeda, sintió un extraño cosquilleo, era una sensación nueva e inquietante, pero muy estimulante, nunca se había masturbado, de pronto al seguir recorriendo con su mano su vagina, empezó a sentir como su cuerpo empezaba a convulsionarse, "ohhhh ohhhh, " fue lo único que atino a gemir mientras su cuerpo empezó a convulsionar experimentando un fuerte orgasmo, la sensación que estaba experimentando Estela era nueva y desconocida, pero placentera y excitante, apretó sus dientes, reprimiendo sus gemidos, mientras seguía temblando de placer.
Cuando las sensaciones empezaron a desaparecer, Estela se encontraba en un estado total de conmoción, que le había sucedido, miro como su mano se encontraba llena de líquidos que habían salido del interior de su vagina, retiro su mano asustada, muchas veces había escuchado a su amiga comentar de aquellos flujos que lubricaba la mujer cuando tenia un orgasmo, pero para ella, hasta el día de hoy todo eso había sido un mito del cual nunca había gozado.
Los pegajosos jugos de su vagina estaban ahora sobre su mano y bajaban por sus muslos, de pronto recordó todo lo que le habían enseñado del pecado de la lujuria, el pastor lo decía en los sermones dominicales, era un terrible pecado, limpiando su mano en la sabana, empezó a sentirse aun mas culpable de lo que le había sucedido, una mujer de su edad, solitaria, como podía haberle atrevido a hacer algo así. Las lagrimas brotaron de sus ojos, y así entre culpas y angustias, lloro, hasta que vencida por el cansancio se durmió.
La mañana siguiente Estela se levanto, aun se sentía un poco mal después de incidente de la noche anterior, pero decidió que no hablaría del tema con su yerno, si El no recordaba lo sucedido seria mejor, así que se ducho se cambio y se fue a la cocina a preparar el desayuno para su nieta y su yerno.
Roberto despertó con un fuerte dolor de cabeza, la borrachera de la noche anterior lo había maltratado mucho, sentía su cabeza aun dando vueltas, no recordaba ni siquiera como había llegado a su cama, se levanto completamente desnudo, se dispuso a darse una ducha cuando mirando su vientre se dio cuenta de que tenia restos de semen sobre El, acaso en su borrachera, estuvo en condiciones de masturbarse. De pronto una imagen vivo a su mente, recordó que su suegra lo había ayudado a subir las escaleras, y lo había dejado en la puerta de su habitación, pero después no podía recordar más. Sintió vergüenza, su suegra lo había visto borracho, El era un hombre que no acostumbraba este tipo de cosas, duchándose se vistió para ir a su trabajo, sabia que antes debía pedirle una disculpa a su suegra.
Bajo al comedor donde se encontró a su hija desayunando con su suegra, acercando una silla se dispuso a desayunar.
"Buenos días, como amanecieron?" pregunto
"Hola Papi" respondió su hija dándole un beso.
"Hola Roberto" respondió Estela un poco nerviosa.
"Hija me puedes traer unos papeles que deje en mi cuarto" dijo Roberto
"Claro papi" y salio hacia la habitación.
Roberto empezó a hablar: "Suegra quiero disculparme por haberme pasado de tragos anoche, usted sabe que yo no acostumbro tomar tanto"
"No se preocupe Roberto, yo se que usted no acostumbra hacerlo, además usted es un hombre solo, no tiene porque darme explicaciones" agrego comprensivamente Estela.
"Claro que debo, vivo en su casa, usted y mi hija son mi familia, estoy en la obligación de hacerlo" agrego Roberto
"Bueno esta bien, olvidemos el asunto" dijo Estela tratando se finalizar el tema, era obvio que su yerno no recordaba el incidente de su habitación.
"Gracias es usted una mujer muy buena", y acercándose Roberto le dio un beso en su mejilla a su suegra, para salir luego rumbo a su trabajo.
Estela sintió un extraño escalofrió al sentir los labios de su yerno sobre la mejilla, "que me esta pasando?" se pregunto a si misma mientras miraba como Roberto salía de su casa rumbo a su empleo.
"Abuelita, abuelita, me llevas al parque?" era la voz de su nieta que interrumpía sus pensamientos.
- Capitulo 5 Una punzada de celos -
Transcurrieron algunas semanas desde el incidente, nuevamente Estela se sentía tranquila y a gusto en compañía de su nieta y de su yerno. Se dedicaba a atenderlos bien y a sus labores religiosas, era una mujer muy virtuosa y con una gran imagen en la comunidad. Entre las mujeres del barrio se encontraba Susana, era una mujer de 30 años, casada, de bonito cuerpo, que ayuda a Estela algunas veces a la semana con la organización de eventos y actividades de carácter social, a Estela le agrada conversar con ella por su carácter siempre alegre y vivaz.
Roberto se había encontrado con Susana algunas veces cuando regresaba del trabajo, fue así como empezaron a conocerse, primero saludos, luego alguna corta conversación en casa de su suegra, hasta que Roberto empezó a notar que aquella joven mujer vecina, le atraía, y se dio cuenta de que El tampoco le era indiferente a ella.
Una tarde que su suegra había salido a hacer algunas compras, y que su hija se encontraba en casa de una compañera de la escuela estudiando, Roberto estaba solo en la casa, cuando Susana llego a buscar a su suegra.
"Mi suegra no se encuentra Susana, salio, pero quizás gustes pasar y esperarla" le hablo Roberto seductoramente.
Sabia que para El seria fácil seducir a aquella mujer, se notaba que era una chica ardiente. Susana con una sonrisa seductora entro en la casa.
Habían pasado varias horas, Estela preocupada regresaba a su casa, sabia que había tardado más de lo necesario en las compras, pero todos los establecimientos estaban tan llenos de novedades. Había tardado mucho en escoger un buen obsequio a su nieta.
Abrió la puerta de la casa, depositando sus bolsas sobre un sofá, se extraño del absoluto silencio que había en la casa.
Cuando se dirigía a la cocina a preparar la cena, empezó a escuchar unos fuertes gemidos que provenían de la planta alta de la casa, así que un poco intrigada subió despacio las escaleras, tratando de reconocer de que parte de la casa provenían los sonidos, camino por el pasillo de la planta alta, los gemidos eran mas fuertes, ahora sabia de donde provenían, estos salían de la habitación de su yerno.
La puerta estaba entreabierta, por lo que Estela asomándose un poco quedo paralizada al ver como sobre la cama yacía su amiga Susana completamente desnuda, y sobre ella estaba Roberto, su yerno, por la posición en la que estaban Estela veía las piernas completamente separadas de su amiga, y el enorme miembro de su yerno, penetrando fuertemente en la vagina, las piernas de ella se encontraban levantadas y apretadas tras la espalda de Roberto, ambos gemían fuertemente, mientras, este embestía profundamente dentro de la vagina de su amiga con su poderoso pene.
Estela observo un instante, pero luego retirándose apresurada y silenciosamente se dirigió a su habitación, donde cerrando la puerta, empezó a llorar, estaba muy sorprendida con lo que había visto, su yerno y su amiga desnudos teniendo sexo, los gemidos de placer de ambos se escuchaban aun dentro de su habitación, por los sonidos que hacían se notaba que ambos estaban disfrutando del máximo placer, Estela se tumbo sobre la cama sollozando, sin saber como, una de sus manos fue hasta uno de sus pechos mientras la otra bajaba sobre su falda, y se tocaba la vagina a través de su ropa, sentía su cuerpo muy caliente, que le estaba sucediendo, empezó a apretar su pecho en la mano, sintió como este se empezaba a endurecer con su caricia, mientras seguía escuchando los fuertes gemidos que indicaban que su yerno y su amiga estaba llegando al orgasmo. Los movimientos de su mano sobre su falda, unido a lo que había visto y a los gemidos que estaban produciendo, la estaban excitando mucho, mientras se acariciaba, también sentía un poco de vergüenza, sabia que una mujer de su edad y con sus principios no debía hacer eso, pero el deseo que sentía en ese momento era mas fuerte que todo, nunca en todos los años de casada se había excitado tanto.
De pronto los gemidos dejaron de escucharse, entonces interrumpiendo bruscamente su caricia, trato de tranquilizarse, escucho como la ducha se abría en el cuarto de su yerno, recordó que había dejado sus bolsas sobre el sofá en la sala, si alguno bajaba se daría cuenta de que ella había llegado, así que rápidamente salio de su cuarto y bajo, tomando las bolsas del sofá, abrió la puerta y salio, decidió que daría una vuelta en su carro, dando tiempo a los amantes de que estuvieran de nuevo tranquilos cuando ella llegara.
Mientras conducía, pensó en lo que había sucedido, aun se sentía un poco excitada por lo que había visto, pero también empezó a sentir un poco de rabia, de pronto se sintió traicionada, su yerno había estado con su amiga en su propia casa," pero que me pasa?", se empezó a preguntar mientras conducía, "Roberto es un hombre joven, esta solo, porque me siento enojada, el no tiene ningún compromiso, mi hija murió ya hace meses, es que acaso mas que enojo por que El abuso de confianza al tener sexo en mi casa, es que estoy celosa?, no eso no puede ser, que me pasa?, como se me ocurre una cosa de esos, yo soy una vieja!, debo olvidar este incidente, nunca vi nada, si eso es lo que tengo que hacer, olvidar todo, comportarme como la dama y abuela que soy".
Media hora después Estela estacionaba su auto frente a su casa, estaba un poco nerviosa, esperaba que todo estuviera ahora tranquilo, al abrir la puerta de su casa, la sorpresa mas grande que podría tener la esperaba, Jorge, estaba sentado en un sofá de su sala!
Acaso después de tanto tiempo, su marido había regresado... Continuara
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