Susy (2)

Como seduje a mi companero de trabajo.

SUSY II: COMO SEDUJE A MI COMPAÑERO DE TRABAJO

Antes de contarles esta experiencia, quiero comentarles que tengo 25 años y no me gusta el sexo brusco, disfruto del sexo despacio pero constante y cuando me trasvisto me esmero en que mi apariencia y mi comportamiento sean las de una dama o señorita y no las de una puta.

Era virgen hasta que

Así comienzo contándoles que tengo un compañero de trabajo (Mario) con el que permanentemente nos quedábamos hasta muy tarde trabajando, algunas veces íbamos a mi casa a continuar con el trabajo pues nos explotan. Siempre que llegábamos a mi casa, le dejaba en la sala de estudio y me iba corriendo a poner una ropa interior suave y sensual (una tanga, brasier y medias de seda), por supuesto por encima estaba con ropa normal y con demasiado cuidado para que no se me noten mis interiores femeninas. Yo no buscaba nada con él, sólo me cambiaba por el placer de sentirme en el fondo una mujer, algunas veces él se quedaba a dormir y lo hacía en el sillón de la sala, pero yo no intentaba nada, pues pienso que sólo debo hacerlo por amor y no por sexo solamente, y como no pasaba nada con él, era una visita mas.

Tanto estar permanentemente relacionados por el trabajo, me empezó a gustar mucho pues tenía un aspecto muy sensual, hasta sentía celos cuando su novia lo venía a buscar, y como me gusta complacerme en todo, me propuse seducirlo, pero por mucho tiempo la situación ideal no se daba, hasta que un día en mi casa, alegres porque el trabajo lo habíamos terminado mucho antes de lo previsto, decidimos tomar una copa y charlar…. ( Se pone interesante no?)

Empezamos hablando de algunas borracheras que tuvimos y él me contó que un día su amigo quiso quedarse a dormir con él, me cuenta Mario– parece que quería que le de uno (que le clave)- pero de sorpresa llegó mi hermano y el amigo tuvo que aguantarse de ser clavado y se fue, en eso le pregunté ¿hubieras tenido sexo con tu amigo?, me respondió – estando un poco borracho se la hubiera metido toda hasta dejarle satisfecha

Ese era el momento que estaba esperando, tomé un trago más de wisky y se me salio: Mario te quedarías a dormir conmigo?, se sorprendió un poco y me respondió que sólo dormiría con una mujer. Esa respuesta la interpreté como yo quería y sonriendo le dije que esperara un momento escuchando música y vaciamos nuestras copas…..(era hora de llamar a la dama)

Muy rápido pero con mucho detalle empecé a vestir y maquillar a Susy (la mujer que vive en mí), las uñas de color rosa y los labios también, un poco de sombra en los ojos y por supuesto mucho rimel, una tanga y brasier de color negro y encajes, medias de seda color carne muy brillosas, un vestido entero mini con tirantes, muy pegado al cuerpo, zapatos de taco alfiler altos, unos aretes de presión y arreglé mi pelo con una peluca negra de rizos, un poco de perfume chanel 5…(llegó Susy)

Le pedí que cerrara los ojos, entre el la sala y me senté junto a él, cuando me miró estaba desconcertado (yo considero que estaba bella) espero que sea por eso, pensaba él que era una broma y me dijo – carajo que pareces una mujer de verdad -, pero cuando intenté acariciarle me esquivó se dio cuenta que iba en serio, le alcancé una copa y yo tome otra y bebimos un trago mas, yo intentaba acariciarle varias veces más pero siempre me esquivaba. Le ponía mis piernas sobre las suyas, pero me las retiraba, eso me excitaba bastante pues sin querer me las acariciaba, y cuando me arrimaba sobre él me quitaba se su encima agarrándome de la cintura.

Tenía que aplicar un juego agresivo porque si no lograba que tengamos algo fuerte, toda la oficina lo sabría, entonces le dije (esto nunca falla): parece que no eres tan hombre como pareces, no puedes satisfacer a alguien que te pide tu verga, y como con resorte se paró y me dijo: te voy a remangar tu culo no me provoques!, y eso fue lo que hice, empecé muy acaramelada, muy sexy acercaba mi cuerpo para que sienta la sensualidad de mis ropas y de mi cuerpo, ¡me empujó al piso, sacó su verga e intentó encajármela !, no me gustó para nada, y le dije: un hombre de verdad seduce a su hembra no la somete, no seas bruto!.

Empezó un nuevo capítulo, me empezó a besar, acariciaba mis torneadas piernas, delineaba mi cuerpo, frotaba mis ropas por fuera y las interiores, por mucho que deseaba yo no tocaba su miembro, tomamos unos tragos mas, bailamos muy pegados mientras acariciaba mis suaves y firmes nalgas. Empezó a besarme y acariciarme más apasionadamente e intentó metérmela, nuevamente le dije: debes seducirme, no estoy excitada aún, y no sé todavía si aceptaré tener sexo contigo. Continuamos con los besos más apasionados y las caricias más eróticas, me decía palabras románticas como: que bella eres, me gustas, me gusta tu cuerpo y la suavidad de tus nalgas,…, yo esperaba algo y luego de mucho romance apasionado me dijo: quieres ser mi novia?.

Empezó otro capítulo, le dije que me encantaría y comencé a acariciarle su verga, nunca lo había hecho pero por instinto femenino empecé a chupársela, salía un líquido preseminal que lo probé y me excitó mas aún, le fui sacado la ropa mientras acariciaba su verga y se la chupaba, me sacó el vestido y chupó mis pequeñas tetitas, el quedó desnudo y yo solo con la ropa interior (conjunto de tanga y brasier negros de encaje, medias de seda de color carne brillosos y mis zapatos de tacón), estaba lista para ser sacrificada, nos incorporamos a bailar, y mientras lo hacíamos me dio la vuelta y me empezó a penetrar, no conseguíamos hacerlo por lo grueso de su miembro y la falta de lubricante pues yo chillaba, agarre su verga y saqué líquido que lo puse en mi esfínter anal y empecé a gozar de mi primera penetración que por cierto lo hacía el hombre del cual yo estaba enamorada.

Era desde ese momento una mujer de verdad, le pedí que no terminara pues se acabaría el fuego de ese momento, es así que probamos muchas posiciones en las cuales me penetraba y me hacía suya, en cada pose nos tomábamos un trago o prendíamos unos cigarros, mientras yo seguía penetrada (disfruté mucho los momentos que estando penetrada, descansábamos y nos acariciábamos). Eran tantas que se las voy a contar las mas deliciosas, yo encima de él galopando con una potra salvaje con su palo adentro mío, yo echada en el sofá de costado, me levantaba una pierna y con mi culo abierto me la clavaba, aunque ya estaba bastante abierto mi ano, grité de dolor y placer cuando fui penetrada con mis piernas en sus hombros, en la posición que yo estoy de cuatro y el encima mío, sentí realmente que mi ano apretaba fuertemente su miembro, eso le excitaba mucho. Este hombre sabía lo que hacía, no solo frotaba su verga dentro de mi ano, sino que la sacaba y la metía toda entera, en cada entrada y cada salida de mis entrañas, sentía un pequeño orgasmo, que me hacía vibrar y temblar, ¡que hombre mas delicioso!. Entre chupadas y poses, pasaron unas cuatro horas del más rico sexo anal y oral.

En una de esas chupadas de verga que todas sabemos como es, sentí por primera vez llenarse mi boca de semen, intenté no tragarlo pero lo hice, me gustó mucho y me excitó mucho mas, me saco su miembro de la boca, rápidamente lo llevó a mi culo, me abrió las piernas (yo estaba de frente a el), me dio un chorro de semen en el ano, estaba mas excitada aún, sentí como yo empezaba a tener un orgasmo extenso, mi tanga se empezó a mojar producto de mi orgasmo en proceso, y entonces siendo penetrada una vez mas por mi hombre sentí recibir varios chorros de su semen caliente en mi interior, y en ese momento llegué al clímax total.

Nos dimos una ducha y nos fuimos a la cama, me volví a maquillar, me puse una bata transparente de seda color rojo, me dijo muy suave al oído, buenas noches mi amor, y siendo una vez mas penetrada nos quedamos dormidos. Grata fue la sorpresa cuando desperté y sentí en mi interior la verga de mi hombre totalmente erecta , ¡toda la noche esa rica verga estuvo dentro mío!. Nos cambiamos y nos fuimos al trabajo.

Mario rompió con su novia y ahora nos somos fieles, en el trabajo nadie sospecha nada y nos comportamos como buenos compañeros de trabajo.

Ya les contaré (en Susy III) cuando los compañeros de la oficina vieron a Susy y Mario en un profundo romance en la calle.

En Susy IV, les contaré cuando Mario pidió a Susy que hiciera de una vedette para él.

En Susy V, les contaré la boda y la luna de miel de Mario y Susy.