Susurros (3: Aceite para bebe)
Otro relato susurrado, vuelto a vivir por los dos como si fueran una única persona.
SUSURROS
(3 ACEITE PARA BEBE -)
En el abrazo, en plena penetración, total y absoluta, excitados superlativamente, al borde ambos del clímax, después de una sesión intensa de caricias íntimas, comienza ella al oído de su amante un relato que prolonga el placer y los hace volar a ambos a otro tiempo y lugar, los cuerpos se funden, pasan a ser uno solo, en el que viven ambos nuevamente la experiencia del relato susurrado.
I
Entraron en uno de los negocios de turco, una perfumería bastante grande ubicada sobre la avenida, era tarde como las 3 de la mañana, él quiso pasar por el lugar antes de ir al departamento, a la salida del teatro, porque tenía que recoger una documentación para la mañana siguiente para llevarla al Banco.
Desconectó la alarma, abrió la pequeña puerta de la cortina, luego la puerta de blindex, penetraron, volvió a cerrar, prendió algunas luces, que iluminaron el largo local, comenzaron a caminar hacia el fondo, hacia la oficina de él, deteniéndose en una góndola, sacó un frasco de aceite Johnson para bebé, se lo puso en el bolsillo de su saco y continuó.
Estaba muy bonita, sexy, con un conjunto de pollera midi, con chaqueta de gamuza de color verde agua, debajo del cual, una camisa trasparente de encaje, como siempre sin corpiño (realmente no lo necesitaba), tacos altos y medias con portaligas (a el le gustaba y así lo quería), tenia puesta como única ropa interior, una tanga, regalo de él, transparente. - siempre estaba preparaba para el fin de la salida-.
Llegaron a la oficina, turco prendió la luz, era grande, con un escritorio, un sillón giratorio detrás, dos butacas delante, un sillón de tres cuerpos de cuero verde en un costado, con una mesa ratona, pero ese día por una entrega después de hora, casi a la entrada, había unos bultos conteniendo paquetes de algodón apilados hasta una altura de aproximadamente un metro por dos de ancho.
Turco sorteó el obstáculo, se acercó al escritorio, sacó de un cajón la documentación, buscó en otro, extrajo un sobre marrón grande y puso los papeles dentro del mismo, dejando todo arriba del escritorio, luego se acercó hacia ella que estaba junto a la puerta observándolo.
La abrazó, la besó en la boca, le sacó la chaqueta, la cual arrojó al sillón, suavemente la llevó hasta donde estaba la pila de algodón, la hizo girar, y la recostó con el frente a la pila, con los pies al suelo. Poniendo luego otro paquete de algodón a la altura de su cadera, dejándola con su culo en pompa.
Le levantó la falda a su cintura, arrancó la tanga, tirándola también al sillón, acarició suavemente la entrepierna, concentrándose con en el clítoris, luego se arrodillo, puso su boca en el sexo expuesto, pasando la lengua por los labios interiores a la vista , metiendo lo mas posible la lengua en la vagina que se mostraba abierta - desde que salía con turco, su sexo, que fuera generalmente muy cerrado y estrecho, como una línea, estaba permanentemente inflamado, la vagina entreabierta, por el mantenimiento diario que sufría por parte de él, aún cuando no hicieran el amor -.
Abrió el envase de aceite, se puso un poco en sus manos, comenzó a distribuirlo muy lentamente, haciendo masajes, en el sexo y culo, segunda entrada que también esta expuesta .., muy bien expuesta
La obsesión de turco con la segunda entrada, quedó de manifiesto el primer día que se acostaron, al volverla, presentando su espalda, apoyó su pene contra el pequeño aro, haciendo presión, pero su miembro era demasiado grueso, y el acceso demasiado pequeño, lo que motivó que ella pegara un grito de dolor, y se diera vuelta, volviendo a presentar su frente, que si estaba habilitado para la penetración.
En los sucesivo encuentros, turco volvió a intentarlo, no logrando ir mas allá de la primera vez, no obstante, notaba, al tocarle la parte, que después de los encuentros, esa porción quedaba como macerada mas amplia, le era fácil la exploración con un dedo, lo cual no constituía motivo de queja, ya era bien recibido, sobre todo a la altura de la cercanía del clímax de ella, la excitaba mucho.
Turco extrajo su miembro totalmente erecto de su bragueta, embadurnó el glande con un poco de aceite, luego, lo apoyó en la pequeña entrada, haciendo suave presión.
Sintió al pene en su cola, la presión, un poco de dolor, y como poco a poco el esfínter se iba dilatando, facilitando el óleo la penetración, sintió como le atravesaban el esfínter, gritó, involuntariamente hizo un movimiento de su cadera hacia atrás, quedando empalada al el miembro invasor.
Cesó todo dolor, que fue reemplazado por una nueva sensación que nunca había conocido, estaba completamente ocupada en su culo, lo único que le quedaba de virgen a esa altura, el miembro grueso, duro y caliente, la completaba, la sensación era agradable pero extraña, placentera, lo cual se incrementó, cuando él, comenzó a acariciar el clítoris, y el resto de su sexo..
Empalada a fondo, terriblemente excitada, notó como comenzaban a bombearla, una mano, le sacó la camisa, comenzando a torturar los pechos, cuyos pezones se deslizaban arriba de los paquetes de algodón, llevados por las arremetidas en su parte trasera, cada vez mas intensas.
Bombeada a fondo, notó la dilatación de su culo, el miembro cada vez con mayor facilidad entraba y salía, aumentando el ritmo a medida que turco incrementaba su calentura, la excitación hizo que ella llegara al orgasmo casi conjuntamente con él, realmente fue distinto a todos los demás, ya que toda su sensibilidad estaba en ese conducto lleno y terriblemente bombeado, las contracciones del clímax, se notaron de forma muy pronunciada en el pene invasor, que oprimido por los espasmos, estalló llenándola de esperma muy caliente, sintiendo como subía en su interior, hasta tener gusto a él en su paladar.
Siguió recostada contra el algodón, sintiendo las grandes contracciones y espasmos de su orgasmo, hasta que se fueron debilitando y espaciando, que el miembro que estacionado en su culo, terminaba su descarga de semen, y comenzaba a reducirse, hasta que por fin turco lo sacó blando.
Le costó reincorporarse, al hacerlo cayo su pollera cubriéndola, lentamente se fue acercando al sillón, ya que sentía en su culo todavía fuese penetrado, no podía caminar libremente, se recostó en el mismo.
Turco se acercó mientras se limpiaba el miembro con un pañuelo, que luego destinó al semen que había comenzado a salir de ella.
Se arrodilló a su frente, le volvió a subir la pollera, volviendo a dejar en descubierto el sexo, comenzando a besarle el clítoris, que tomó de inmediato su estado de excitación, luego por los a la vista labios internos, después adentrando su lengua por dentro de la abierta vagina. Logrando que ella con la sensación aún nítida intensa de la penetración trasera, y la acción en su sexo, tomó otra vez el estado de calentura y excitación, y la cadera comenzó su movimiento, e involuntariamente acercó aún mas su vagina ardiente a la boca, que la seguía explorando en su el interior inflamado y abierto.
Turco interrumpe la acción, se incorporó y caminó hasta el escritorio, de donde abriendo un cajón, sacó un pene de silicona que estaba en ese lugar, a ese efecto (planeaba las cosas con anticipación, era muy organizado), utilizado en otras ocasiones con distintas mujeres.
El juguete, realmente era muy grande, muy grueso, se acerco al sillón donde ella esperaba, con sus piernas abiertas y el sexo anhelante, expuesto, posición, donde también se veía la gran hendidura que había quedado en el anterior chico y cerrado esfínter.
Turco se sentó en el piso al lado de ella, y comenzó a introducirle poco a poco el objeto en la vagina, que no obstante estar bastante dilatada, resistió en un primer momento, por el ancho, de lo que se le quería poner, la sacó. Puso un poco del aceite infantil, en el glande del pene artificial, y lo inserto en toda su posibilidad en la vagina que esperaba anhelante.
Ella sintió esa inserción, volviendo a tener la sensación que ya había tenido de estar partida en dos, turco vio como penetraba el aparato la hendidura vaginal, dejando adentro el consolador, comenzó a excitar el clítoris, con la lengua, moviéndola en movimientos de arriba y abajo y circulares, moviendo el objeto insertado, lentamente en un saca y pon, y rotándolo
Turco, miraba no solo el sexo totalmente ocupado, sino también la cara de ella, que con ojos cerrados transmitía en su rostro las sensaciones abrumadoras que vivía.
Las sensaciones eran muchas, por un lado su cola terriblemente maltratada y dilatada, con la de penetración constante, por el otro lado la vagina terriblemente ocupada por el juguete de turco, y el clítoris donde jugaba la lengua de el.
No pudo más, y otro devastador orgasmo consumió el resto de sus energías, todo fue contracciones y latidos, olas de placer infinito que la iban alejando, y cayó en una agradable inconciencia, se trasladó al mundo del placer.
Cuando volvió en sí, se dio cuenta que el turco había aprovechado ese viaje incorporal, y la estaba montando penetrando su ahora enorme gruta, con su pene, bombeándola, volviendo a descargar su semen en ella, volvió a cerrar los ojos, quedó profunda y totalmente dormida.
A la hora, turco la despertó, la hizo vestir, la llevó a su departamento, en donde volvió a acostarse, no se despertó hasta muy después del mediodía.
Al día siguiente, le dolía todo, hasta caminar se le hacia difícil, tenia todo tan inflamado, tan dilatado, tanta sensación, que le pidió a turco la llevara a su casa, para poder descansar mejor.
Nunca antes había tenido un ajetreo semejante, por atrás y adelante, necesito varios días para recomponerse, por primera vez en ese tiempo, se negó a atender a turco, que la llamo muchas veces en esos días, fue la primera rebelión
Esto al ser relatado, susurrándolo al oído, tuvo un efecto devastador, fue una especie de tormenta sensual, un torbellino que terminó con la invasión del semen en la vagina palpitante por el orgasmo, que atraía a la pasión hecho liquido, a las profundidades fértiles de ella.
Navegante
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