Suspiros 4

...Te quiero... volvió a decir, dejándose llevar por su corazón acelerado, las mariposas en el estómago y su mente perdida en lo enamorada que estaba de esa chica...

4 Cuarto

-Bueno Amy… no puedes acompañarme más a la escuela, claro que quisiera que vengas conmigo – explicaba Alison mientras volvían a su casa luego del incidente del parque. Ésta última ya no llevaba gafas pues su vista estaba a la perfección al haber sido curada con las lágrimas de aquél Ángel – pero no puedo llevarte a la escuela con el mismo pretexto todos los días, así que lo mejor será que me esperes en la parada del bus a la hora que yo vuelva de la escuela – sonrió Alison.

-Pero… ¿cómo te cuidaré dentro de la escuela? – Preguntaba Amy con el ceño fruncido – debo estar a tu lado…

-Recuerdas… - recordó Alison – dile a tu “amigo” el viento que me cuide él…

-Intentaré hacerlo – sonrió la muchacha. Le miró fijamente, como pensando – oye… ¿y si vuelves caminando de la escuela? Yo iré a recogerte a la hora de tu salida… y vendrás conmigo… yo te cuidaré…

-Amy… - por alguna razón a Alison le gustaba oír esas palabras venidas de aquella muchacha, “yo te protegeré”, “yo te cuidaré”, “yo estaré contigo”; se oían tan sinceras venidas de ella – está bien… entonces desde ahora sólo pagaremos la mitad por el servicio de bus… lo que quede de este mes lo usaremos para comprarte ropa.

Así volvieron a la casa de Alison y al ver que su hermano no estaba allí (pues ya había salido a su trabajo de guardia de seguridad de las noches), se quedaron a ver películas en el sillón de la sala.

-Oye… - comenzó la castaña mientras ponía el disco de la película – mi hermano, a él también lo protege un ángel, ¿Verdad? Es decir… su trabajo es muy peligroso…

-Tu hermano es muy bueno – sonrió Amy – ten por seguro que él también es protegido por un ángel…

Alison sólo le miró sonriente mientras se sentaba con ella a ver la película de animación que había puesto. De manera natural, a medida que iba pasando el tiempo, la trama, se apoyó en el hombro de Amy y se abrazó a ella, quien le apoyó en su pecho y también le abrazó tiernamente. Al abrazarle, tenía la extraña sensación de que podía protegerla más que antes.

De repente le dio un beso en la frente, muy repentino; pero muy dulce.

-Eh? – Se sorprendió Alison, levantando la vista para mirarle, dejando de lado la televisión - ¿Qué sucede?

-Cuando tú hiciste eso en el parque – explicó Amy, radiante – me animé mucho… - le dio otro beso. Alison se sonrojó y se soltó del abrazo.

-Ahh… see… bueno… - se levantó – acción natural… traeré algo para comer de la cocina.

-Está bien – asintió la chica del cabello largo.

Alison caminó hacia la cocina a paso rápido, al entrar, se apoyó en el mesón que estaba pegado contra la pared. ¿Por qué se sonrojaba? ¿Por qué su corazón se aceleraba? ¿Por qué rayos se pegaba tanto a ella? Acababa de conocerla, no podía estar sintiendo esas cosas por una extraña. Pero era tan sincera, era tan tierna y sus compañeros tenían algo de razón, sí era muy bonita, su cabello largo y liso, sus ojos negros y profundos, su piel y sus manos delicadas. Era casi perfecta y por alguna razón la muchachita ya creía que era un ángel. No sabía qué pensar, además, Amy era una chica… no podía estar enamorada o sentir algo como eso por ella… quien además no entendía nada de eso… “Yo te amo, cada día doy un poco de mi vida por ti…” recordó las palabras de la chica; pero era diferente, eso era diferente y no dejaba de repetírselo a sí misma.

Resopló exigiendo cordura a su inquieta mentecilla y a su ansioso corazón. Respiró un momento.

-Alison – oyó la voz de Amy - ¿estás bien? – no se había dado cuenta de que habían pasado varios minutos desde su salida de la sala.

-Err… sí… sí lo estoy – respondió la castaña con la voz un poco ronca al no haberla usado en mucho rato.

Vio entrar a la muchacha por la puerta de la cocina.

-Alison? – Le habló sonriéndole - ¿estás bien?

-Sí, sí… - la muchachita desvió la vista para no mirar esos ojos – sólo quería descansar un poco – se dio la vuelta y buscó una bolsa de galletas dentro de las gavetas de arriba de la cocina. Para su mala suerte estaban al fondo de una de ellas, entonces se estiró sin resultados. Amy se puso a su lado y ella, al ser más alta, tomó la bolsa sin problemas.

-Aquí tienes – se la pasó a Alison, con una mirada dulce.

La castaña le miró fijamente y sin poder evitarlo, ya se veía a sí misma estirándose para darle un beso en la mejilla a Amy, quien se quedó sorprendida y muda; pero con una sonrisa atontada.

-¿Qué fue eso? – le preguntó casi emocionada, no sabía que se sentía tan cálido un beso como ese.

-Expresión de cariño… - Alison se dio vuelta intentando mostrarse indiferente ante la acción que había cometido… pero… no se arrepentía… de hecho revivía varias veces el momento en su mente.

Amy se puso delante de ella, le abrazó tiernamente… y le dio un beso en la mejilla, más largo que aquél que le había dado la castaña, quien sintió cómo la sangre se le subía al rostro y un choque eléctrico se hacía presente en su mejilla y recorría todo su cuerpo. Como acción natural abrazó a la chica, no quería que la soltase, quería sentir ese calor, esa tranquilidad que había sentido en el parque cuando tuvo aquél contacto con ella por primera vez.

-Te quiero… - volvió a decir, dejándose llevar por su corazón acelerado, las mariposas en el estómago y su mente perdida en lo enamorada que estaba de esa chica, quien no dijo nada, sólo continuó abrazándole de esa manera tan dulce y cálida, protegiéndole y cuidándole como era su misión.

Aquella noche, como el día anterior, Amy durmió al lado de Alison, abrazándole, dándole su calor, cuidando su sueño y alejando las pesadillas de la cabeza de su humana. Podía sentir que el corazón de ella estaba inquieto; pero no conocía la razón, tal vez se lo preguntaría al día siguiente al despertar.

Alison despertó antes, como el día anterior; pero a diferencia de aquél, ya no gritó asustada ni nada por el estilo. Simplemente suspiró sonriendo al mirar a la joven a su lado, alzó su mano y acarició suavemente su mejilla… su piel era suave. Bajó su mano y simplemente se quedó observando a la muchacha, era viernes, sería fin de semana y planeaba comprarle a Amy al menos un par de playeras más, ya llevaba más de dos días con la misma ropa.

Observó atentamente cómo la muchacha abría los ojos.

-Waaaa… - se estiró graciosamente, levantando los brazos – este cuerpo mortal necesita mucho descanso – bostezó y miró a Alison – holaa… - le saludó alegre - ¿cómo dormiste?

-A tu lado se duerme muy bien – observó la castaña con el ceño fruncido. Se levantó y fue hacia el baño – ya levántate Amy.

-Aquí está calentito… - se quejó la susodicha. Pero volvió la muchachita con un vaso de agua, la chica de cabellos largos observó asustada – eh?... eso de nuevo???

-Ya levántate (¬¬) – echó el agua en la cara de Amy una vez más, sin miramientos.

-Aj! Arg! – Se quejó ésta – me ahogo! T^T

La chica se levantó y esta vez no había dormido con los tennis puestos.

-Bien, ya vas entendiendo – levantó el pulgar Alison, mientras iba al baño con el uniforme para cambiarse… de repente, se quedó parada en el sitio con una expresión así O.O… dio media vuelta lentamente y miró a Amy, horrorizada – si eres mi ángel y me seguías a todas partes…

-Sí, te seguía a todas partes… siempre debo…

-Entonces… me veías cambiarme… O.O… - no dejaba de lado su horror…

-Eh… - Amy no parecía sorprendida por el asunto, más bien lo veía normal – pues sí, te veía cambiarte… amm… ¿qué pasa? ¿Por qué me miras así?

-Nada… - fue corriendo al baño, horrorizada… “Qué vergüenza”, se decía a sí misma; pero en seguida cambió de expresión. Amy era un ángel, obviamente no miraba de mala forma nada de nada.

Salió bien vestida con el uniforme, como si nada.

Aquél día pasó normal. Amy fue a la escuela en mitad de la mañana, caminando llegaba en unos 45 minutos a su destino. Llegó unas dos horas antes de la salida, no quería hacer esperar a Alison.

La mañana pasó normal para la muchacha de cabello castaño; sin embargo, recibió varias miradas extrañadas por la ausencia de las gafas normales que solía usar. Laura ya no se le acercaba, por alguna razón tenía miedo de que si le hacía algo a Alison, aparecería de nuevo esa chica alta y mayor que ellas para noquearles o alguna de esas cosas inexplicables que les causaron miedo.

Alison por su parte había mejorado un poco en cuanto a relaciones sociales se refería, sin embargo, aún no hablaba con ninguno de sus compañeros de manera natural y confiada, siempre a la defensiva. Así era ella. Pero a la vez se la pasaba pensando en Amy y sabía que si estaba enamorada de ella, estaba arruinada, a pesar de que intentaba no creerlo, en el fondo sabía que ella era un ángel, su ángel y no podía tener ese tipo de sentimientos.

El receso lo pasó sola como siempre; sin embargo, por primera vez pudo conservar su merienda pues ya nadie fue a molestarle. Se había acostumbrado a su soledad dentro de la escuela, cosa que había hecho que por voluntad propia ya no se le acercara nadie a “invadir” su pequeño mundo interior personal que sólo era de ella. No le gustaba que interrumpan sus ocupados pensamientos e imaginación.

A la salida, salió normalmente y fue por el otro camino, no esperaba ver a Amy; pero de todas formas fue hacia la puerta principal para ir caminando hasta tu casa. Se sorprendió y alegró a la vez cuando vio a la chica de cabello largo sentada en una de las banquitas de la entrada, mirando a los niños con sus madres, al resto de estudiantes; con una mirada dulce e inocente.

-Hola! – le saludó, corriendo hacia ella, quien volteó la vista y le sonrió radiante.

-Alison! – exclamó, levantándose y alzando los brazos para recibir el emocionado abrazo de la muchachita castaña. Por allí cerca, pasaba el grupo de Laura  y sus amigas, vieron aquélla escena y comenzaron a comentar entre sí… luego rieron.

Amy llevaba la mochila de Alison en el camino. Ésta última iba tranquilamente a su lado, hablándole, contándole más sobre el mundo de los humanos y su forma de pensar. Pasaron alrededor de treinta minutos, en quince minutos más llegarían a la casa de Alison.

De repente, se oyó un grito lejano…

-Aaaaah!!!!! Ayúdenmeee!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Auxilio por favor!!!!!!!!!!!!!!!

La muchachita de cabello castaño se asustó y aceleró el paso tomando de la mano a Amy.

-Apúrate… hay que alejarse… - decía.

-No, debo ayudar, ¿soy un ángel recuerdas? – replicó la chica soltándose del agarre de la otra y corriendo hacia el lugar de donde provenía el grito con mochila y todo. Alison se quedó parada por un momento; pero luego le siguió.

Cuando llegaron a un vacío callejón vieron a un joven apuñalado por la espalda, casi agonizando. Amy se acercó a él rápidamente y comprobó la gravedad de su herida.

-Por favor, ayúdenme – sollozaba el joven.

-Tranquilo… - sonrió Amy posando su mano sobre la herida. Alison se quedó muda al ver cómo ésta se cerraba poco a poco. Pasaron alrededor de diez segundos y la muchacha dejó la herida, jadeando, el joven logró darse la vuelta para observar a la joven, mirándole asustado y a la vez maravillado.

-He muerto y estoy en el cielo – le dijo a Amy mirándole con los ojos brillantes.

-(¬¬) Clásico… - refunfuñó Alison.

-No lo he curado completamente – se levantó la chica de cabello largo – no sé qué más hacer, si no lo ayudan, puede que de todas formas fallezca…

-Llamaré a una ambulancia… - murmuró la castaña sacando su celular y marcando el número de emergencias.

A petición de Amy, se quedaron a esperar hasta oír las sirenas de la ambulancia. Luego huyeron de allí.

-Menos mal que llegamos a tiempo para salvarlo… - suspiraba la chica, aliviada - ¿verdad Alison? – La muchachita no contestó, de repente sintió algo extraño en su propio corazón – Alison… - llamó – ¿estás bien?

-Sí, sí claro – respondió ésta sin mirarle y con un tono resentido.

-¿Qué sucede? – Preguntó, preocupada - ¿hay algo que te moleste?

Alison no dijo nada, ¿qué pasaba con ella? ¿Tenía celos? ¿No podía aceptar que SU ángel ayudase a otro humano? Y a pesar de que su racionalidad le decía que no estaba bien que sintiera ese tipo de cosas cuando Amy había salvado una vida, de todas maneras no podía evitarlo y estaba molesta con ella.

-¿Así ayudas a todos los humanos verdad? – Reprochó – yo sólo soy una humana más a la que ayudar… sí, sí…

-Eh? – Se extrañó Amy sin entender – no te entiendo Alison…

-Deberías ir con los otros a ayudarlos, de seguro ellos te necesitan más que yo…

-Pero no puedo Alison, yo soy tu ángel… TUYO… debo cuidarte y protegerte a ti…

-No, yo no quiero tu protección, no te necesito… - le dijo dándose la vuelta. Mientras sentía que Amy se quedaba parada y estática en el sitio. Dio media vuelta con el ceño fruncido; pero al instante su expresión cambió y se arrepintió de lo que dijo “no quiero tu protección, no te necesito” todo por sus celos y su posesividad.

-Entonces… no me necesitas – decía Amy mientras comenzaban a caer lágrimas de sus ojos – no me necesitas… - bajó la cabeza – entonces para qué he estado aquí… todo el tiempo… cuidándote…

-Amy no… perdóname… lo siento…

-Tú eres la humana que debo proteger… - decía sin escuchar a Alison – pero si me dijiste que me querías… ¿qué te hice?…

-Amy – la muchachita se acercó a ella – perdóname – le agarró de los hombros – perdóname… te quiero… yo te quiero… - pero Amy no dejaba de llorar, le abrazó y ella seguía triste sin responder al abrazo.

Alison le miró fijamente y ella parecía no tener remedio. Tomó aire y con el cuerpo temblando de nervios y el corazón palpitando a mil por segundo. Se estiró un poco… y juntó sus labios con los de ella, lenta, suave y tiernamente. Era increíble, era el contacto más dulce que había sentido jamás en su vida y podía sentir la cálida respiración de Amy en su rostro. La chica dejó de llorar al instante mirándole sorprendida; pero a la vez sonriendo atontada.

-¿Qué fue eso? – le preguntó olvidando la razón por la que había estado llorando – se sintió… tan dulce… tan cálido… - Alison comprobó con sorpresa que Amy mojaba sus labios con su lengua, recogiendo el sabor de aquél beso tan dulce. Ella hizo lo mismo y le sonreía casi eufóricamente, controlándose para no explotar de la emoción en cualquier momento.

-Fue un beso de amor…

Fin del capítulo :3

Fuf! Ahi terminaba el capítulo... hey los capítulos de este relato me salen muy cortos... O.O... bueno como siempre, responder a sus amables comentarios ^^

lokii (gracias por tu comentario lokii y si, jaja me di cuenta que no son solo tuyos ;) pero son geniales xP! jaja espero te haya agradado este capitulo), HombreFX (pues si, creo que ambas personajes, Alison y Amy tienen un toque y un aire diferente a las de los otros relatos ;) ), angeles 2875 (qué bueno que el relato te guste tanto, me alegra mucho oir eso y bueno, este si es diferente de los otros relatos que publiqué y publicare O.O ^^ ) , alanna (jaja, si, cuidare mucho al Ángel que tengo, tan bonita que es... no te preocupes siempre le cuido ;) ), karina (gracias por tus palabras, de verdad, animan mucho a seguir escribiendo y seguir mejorando como se debe, la historia ya se pondra mejor ^^), Monnet (gracias!! espero te haya gustado este capítulo! pronto subiré la continuación ;) ), leti 88 (wow venezuela ¬ gracias por tu comentario! es bueno saber que el relato agrada ^^), aurora la diosa (mmm si, seria muy bueno tener un ángel materializado O.O... jaja pero no sé dónde se lo podría poner O.O jajaja xD), Zoe (gracias por tu comentario y de verdad es un honor para mi el que quieran utilizar mi idea. Bueno yo seguire con este relato ^^ espero que te haya gustado este capitulo ;) )

Muchas gracias a todos mis lectores y lectoras, se los quiere mucho, pronto subire el siguiente capítulo; pero antes de ese, como siempre subiré Encuentro Accidental 9 ^^.... gracias por leer Suspiros... se seguirá mejorando para ustedes. Gracias! Atte: Wind