Suspiros 10 - FINAL Parte 1

...expulsando de la memoria...

Aquí vuelve Wind con suspiros ;)

Gracias por sus comentarios a...

angeles2875, HombreFX, Alejandra, marie, Shantyy, kitxie, Sof14, Ambar, leti88, Zoe, Condesa de Rostau, Ladrodectus mactans, lisa, Sachiko, PATYLOVE, absa, karina, luccy, jophssi21 , aurora la diosa, QueenB, alanna, contadora12, karina, VicCas, ross2712, braguitas, Alejitax, Rebeca, lokii, verdecita, Kismet, Roxanne, natzi, Maria Gregoria Gu, Ana Maria, Lulota, WindsAngel, centinela, zahory, barker, AlexCQ

Le daría la respuesta a cada uno de ustedes personalmente; sin embargo, estaría adelantándome al capítulo que les presento aquí... Disculpas por la tardanza, espero sea de su agrado

Y tal como dice, es la parte 1 del final, así que aún no dejaré mis agradecimientos finales.

Aquí va el Décimo Suspiro...

10 Décimo – Final Parte 1

-Amy… - Alison no podía dejar de repetir el nombre de su ángel. Y se encontraba allí, sola, arrodillada en el piso del cementerio. ¿Por qué tenía que haberse ido en ese momento? ¿Qué era cuando más la necesitaba? Era cierto, seguía con ella cuidándole; pero a la vez necesitaba tenerla cerca, necesitaba ser abrazada por ella. Qué tonta fue, había perdido los últimos momentos a su lado sólo por haberse desquitado por la muerte de su hermano… su hermano… a pesar de que sólo estaba con ella los fines de semana, lo extrañaba y sabía que lo extrañaría más aún, ya no encontraría los papelillos que decían “Cuidate monstrito”.

Mientras caminaba por la calle, se sentía la persona más huérfana del mundo, volvía a su casa con el corazón en la mano de la angustia y pensando que toda su familia le había abandonado. Ya no tenía a su hermano que era como su padre… y ya no tenía a quien ella creía, que era el amor de su vida.

Llegó por fin a su casa y se echó en el sillón, se dedicó a llorar todo ese día, esperando que Amy apareciera como siempre por las escaleras del segundo piso, con su sonrisa traviesa e inocente, dispuesta a regalarle mil abrazos y mil besos para que se tranquilizara. Esperaba que apareciera su hermano por la puerta, con su sonrisa malvada, dispuesto a hacerle miles de cosquillas y miles de bromas con tal de que dejara de llorar.

Pero no, estaba sola, no tenía a nadie y sus padres a quienes consideraba unos extraños, llegarían recién al día siguiente.

A la mitad de la tarde recibió una llamada de Laura.

-Hola? – contestó con la voz quebrada y apenas ocultando sus sollozos en el teléfono.

-Hola Alison, soy yo, Laura… - se oyó la voz de la chica - ¿cómo estás?

-Muy mal… - la muchachita prefirió ser sincera y decir cómo realmente se sentía, por primera vez ya no iba a hacerse la fuerte, ya no podía.

-Necesitas algo? Puedo ir a acompañarte, no quiero que estés sola…

-No lo sé… - pensó un momento – no… está bien, no quiero que me veas así…

-Pero Alison…

-No.

Y con esto, Alison colgó el teléfono, sabía el estado en el que estaba, había llorado en el sillón de manera desconsolada durante mucho tiempo, sus ojos seguramente estarían hinchados y colorados. No, no quería que la vieran así. Subió al baño para lavarse la cara y peinarse un poco el cabello, a pesar de que lo hizo sin ganas, no tenía ganas de nada y su dolor aumentó más al ver la bañera en la que por primera vez tocó la piel de Amy.

De repente oyó el timbre. Bajó las gradas rápidamente, esperando que tal vez sean sus padres; pero… era Laura.

-Alison! – exclamó ella y sin previo aviso se lanzó a abrazarle.

-Hey… - intentó separarse la muchacha; pero no tenía fuerzas ni para eso, sólo alcanzó a acurrucarse en el pecho de la muchacha, sin levantar sus brazos para abrazarle, como siempre había hecho con ella.

-Alison, abrázame, ya verás que te ayudará – musitó Laura tomando los brazos de la chica y rodeándose ella misma con ellos.

-Siempre haces eso – rió tristemente, abrazándole fuerte y deseando una vez más… que fuera Amy.

Luego de un rato se sentaron en el sillón, una separada de la otra, entonces guardaron completo silencio, mientras extrañamente la presencia de Laura evitaba que Alison rompa a llorar de nuevo, tal vez su orgullo no quería en verdad que le vieran así.

-Oye… - rompió el silencio la chica de negros cabellos.

-Sí? – respondió Ali, volteando la vista hacia ella.

-Y… Amy?

-Era un Ángel… tuvo que irse… - respondió Alison con normalidad, Laura no parecía entenderlo, pues levantó una ceja, confundida. Era mejor así, nadie lo entendería, cualquiera creería que fue una locura de su mente.

-¿Pelearon?

-No, nunca peleamos…

-¿Entonces?

-Ya te lo dije, es un Ángel… tuvo que irse – la muchachita se levantó del sillón para evitar cualquier otra pregunta - ¿quieres algo de comer?

-Sólo… un poco de agua estaría bien… - respondió Laura, pensando en lo que Alison había dicho en cuanto la vio alejarse. ¿Un Ángel? No lo entendía, ¿acaso Alison le hizo algo? Qué extraño, se oía muy extraña la respuesta que le dio su amiga.

Y era así, como terminó de pasar la tarde. Laura intentaba animar a Alison, aunque había momentos en los que parecía ser imposible; pero logró que sonriera al menos dos veces.

-Alison – habló cuando ya eran las ocho de la noche - ¿Estarás bien durmiendo con tu casa sola? Si quieres puedo quedarme…

-¿No te regañarán en casa? – preguntó ella tímidamente.

-No, puedo quedarme, tú sólo dime…

-Está bien… - asintió, mientras subía a su habitación a sacar algo de ropa de dormir para Laura. Poco después entró al baño y se cambió. Por alguna razón. Extrañaba los suspiros de Amy, hasta parecía que no estaba allí, no sentía su presencia… tal vez sería algo a lo que debía acostumbrarse. Pero subconscientemente, su corazón no dejaba de invocarle, que apareciera de nuevo en su vida, que llegase y sea ella quien durmiera con ella, que le abrazara como antes… La extrañaba tanto, y eso que sólo eran las primeras horas en que no estaba con ella. Tal vez lo hubiera aguantado, si no hubiera sabido que no le volvería a ver.

Esa noche, durmió con Laura a su lado, ésta no le abrazó ni nada por el estilo, simplemente hizo acto de presencia, sabiendo que Alison no estaba de ánimos para recibir los cariños de nadie, que no sea Amy. Salió muy temprano en la mañana hacia la escuela, llevando un justificativo en el cuaderno de Alison, quien le agradeció por haberle acompañado esa noche, en la que casi no había dormido pues fue víctima total del insomnio que le producía la tristeza.

Sus padres llegaron a eso del medio día, los recibió sin emoción. Ellos angustiados fueron a ver la tumba de su hermano en el cementerio, ella de nuevo se quedó sola y triste, con su mundo destruido. Y así los días comenzaron a pasar y a veces convocaba a Amy para oír sus suspiros; pero no, no se hacían presentes, a veces sentía el viento envolverle cálidamente y era eso lo que le hacía creer que el Ángel estaba allí, con ella, como le había prometido.

Un día en la tarde, en que se había quedado sola en su casa pues sus padres se fueron a llevar flores a la tumba de Oscar al cementerio, se encontraba en su cuarto tumbada en la cama, mirando por la ventana, el cielo estaba nublado, y el pequeño viento frío que entraba por la comisura de ésta acariciaba levemente su rostro. De repente, oyó pasos subiendo por las escaleras, se levantó rápidamente, asustada, caminando hacia la puerta de la habitación con lentitud.

Divisó la figura que se hizo presente y… era Amy.

-Amy!!! – le gritó, abalanzándose hacia ella mientras una felicidad inmensa se apoderaba de su ser.

-Alison!! – abrazó fuertemente la chica.

-Te extrañé!! – decía la muchachita mientras no podía evitar que algunas lágrimas de emoción cayeran por sus ojos.

-Yo también te extrañé – musitó Amy de manera dulce y calmada; pero tenía una mirada angustiada, cosa que Alison notó.

-Hey… ¿estás triste? – murmuró, esperando lo peor.

-Sólo tengo un momento para estar contigo, es lo último que me dejarán hacer pues… ya no tengo permitido… estar contigo de esta forma – bajó la vista la muchacha.

-Pero… - Alison miró a otro lado - ¿no podrías convertirte en humana?

-No puedo Alison…

Una vez más, la emoción repentina de ver a Amy, se había esfumado de una sola vez y de nuevo se sentía hundir en aquél mar de tristeza.

-¿Entonces para qué viniste? – preguntó casi molesta y resentida, caminando hacia su cama – si ni siquiera podemos estar juntas, ¿para qué viniste?

-Para despedirme… y poder sentirte una vez más… - susurró Amy con tristeza.

-¿Y viviré así? ¿Por siempre? – Reclamó Alison – sólo con tu recuerdo… yo no quiero estar con nadie más que no seas tú…

-No te preocupes… me olvidarás – comenzó el Ángel – Mi destino no era estar aquí en ningún momento, el mundo mortal no debía saber de mi existencia, tú no creías en los ángeles hasta que me presenté ante ti… Alison, yo no soy un ser terrenal, así que me olvidarás, poco a poco tu memoria y la de todos aquellos que me vieron, se olvidarán de mi, de mi nombre… de que alguna vez estuve aquí porque… yo no debía haber estado aquí…

-¿Qué? – Alison le miró casi incrédula – estás diciendo que…

-Que te olvidarás de mi por completo, así como yo olvidaré el haberte amado… porque esa parte de tu vida y la mía, no debía haber existido, porque rompí las reglas, yo no tenía permitido enamorarme de un humano… - bajó la vista Amy – es por eso, que esta será la última vez que nos veremos, antes de que tu mente comience a expulsar todo recuerdo mío…

-Amy, yo no puedo olvidarte… - comenzó a sollozar la muchachita – no puedo Amy… tú… todo lo que me diste está grabado en mi cuerpo y en mi alma… Amy, quédate… - lágrimas y más lágrimas salían de sus ojos, mientras Amy se acercaba a ella y le abrazaba cálidamente, lentamente le recostó de nuevo en su cama y se quedó así con ella, sin más, simplemente abrazándole y dándole su calor por última vez – Amy no te vayas – repetía Alison abrazándole fuerte.

-No me iré, te prometí que me quedaré siempre contigo y así será… te amo, eso no lo olvides – la muchacha tenía un semblante de extrema tristeza y angustia.

-Amy… yo también te amo…

-Tranquila Alison… duerme tranquila, a mi lado… - la muchachita cerró los ojos poco a poco, grabando ese último contacto en el fondo de su corazón, deseando que aquello que le había dicho el Ángel fuese mentira.

-Alison!! Alison!!

-Eh? – la muchachita abrió los ojos aún sintiendo esa calidez angelical de Amy, ¿en verdad había estado con ella? ¿Sólo había sido un sueño? ¿Por qué veía el rostro de su madre frente a ella? - ¿Qué pasó?

-Estabas muy dormida hija – explicó la madre – parecía que tenías una pesadilla, por eso te desperté.

Alison miró a su alrededor, Amy ya no estaba.

Al día siguiente, una vez más, fue a la escuela. Llevó la foto que ella y Amy se habían tomado una vez en el parque que solían frecuentar en la ciudad. Era imposible, ¿cómo podría olvidarla? Si sabía que era Amy, su Ángel y el ser que más iba a amar en toda su vida. Era ilógico. Rió para sí misma negando con la cabeza y se dirigió al bus escolar como siempre.

En el receso de la escuela, como siempre se reunió con Laura, quien se había dedicado a acompañarle y animarle día tras día que había transcurrido desde la muerte de su hermano.

-Amy volvió? – preguntaba Laura, mientras Alison le miró extrañada.

-No lo hizo… te dije que es un ángel, que no puede volver…

-¿Le pasó algo? – insistía la chica intentando entender qué era lo que ocurría – acaso… Alison, confía en mí…

-Laura, Amy era un Ángel, mi Ángel de la guarda… y se materializó para poder protegerme un día en el que… - se trabó, como si tuviera un vacío mental, hizo un esfuerzo – un día en el que unos hombres me perseguían… ella apareció como una silueta… - se sintió horrorizada, casi olvidaba algo tan trivial como eso.

-¿Eh? – abrió los ojos su amiga.

-Laura… ayer… ayer me visitó Amy… sé que crees que estoy loca; pero Amy me dijo que poco a poco mi memoria comenzará a expulsara de mi mente… por favor, no permitas que eso suceda… - comenzó a desesperarse Alison – por favor, permíteme hablarte de ella… por favor… - Laura sólo asintió con el ceño fruncido, mientras la tortura comenzaba.

Día tras día, Alison le contaba a Laura sobre Amy, cada cosa que hacía, su forma de ser, poco a poco su amiga iba entendiendo de qué se trataba todo eso del ángel y demás cosas. Poco a poco comenzaba a creer en la existencia de ellos. Pero día tras día, Laura sufría al ver a Alison, pues veía cómo poco a poco, le costaba más acordarse de varios detalles, cómo poco a poco iba perdiendo el hilo de lo que estaba hablando, cómo poco a poco iba olvidándose de Amy, en contra de su voluntad y lo peor era que… poco a poco ya no se daba cuenta de lo que le estaba ocurriendo.

-Y entonces… - decía animada Alison mientras caminaban por un puente hacia la plaza principal, el viento soplaba levemente; pero el cielo yacía nublado  – ella y yo, fuimos a conseguir un trabajo… - rió – de pollo…

-Entonces se vestía de pollo? – preguntaba Laura, casi riendo.

-Eh… no sé… - rió – sólo sé que tenía algo que ver con pollo…  eh… - se quedaba callada por un momento - ¿de qué te hablaba?

-Amy…

-Oh sí, Amy, ella… amm… nos tomamos una foto mira… - sacó de su bolsillo una foto donde estaban ella y Amy, cuando Laura la vio, sonrió; pero volvió la vista a Alison y ella yacía perdida – eso es lo más valioso que tengo de ella…

-Ustedes, se amaban mucho verdad? – preguntó entristecida la otra.

-Amarnos… sí… con un ángel… el Ángel me amaba… - decía perdida Alison.

-¿Había alguna comida favorita de ella? – insistía Laura, para quien poco a poco, había comenzado a ser más difícil también, el hecho de acordarse de Amy; pero la tenía muy presente, debido a la promesa que le había hecho a Alison de no dejar que se olvide de ella; pero ya parecía inútil.

-En realidad… - pensaba Alison – comía mucho…

-¿Pero qué comía?

-Te digo que no sé – rió la chica tomando la foto y observándola. El viento comenzó a soplar más fuerte y por un momento… soltó la foto, dejando que el viento se la llevara.

-Hey!! – exclamó Laura horrorizada, corriendo detrás de la imagen - ¿Por qué hiciste eso???!!! – corrió a mucha más velocidad; pero no logró alcanzarla, pues salió del límite de la baranda del puente.

-¿Era importante para ti? – levantó una ceja Alison, como si no supiera lo que había ocurrido en realidad.

-Era importante para ti!!!!! – se enfadó Laura - ¡¿Cómo pudiste hacer eso?! Era lo único que no evitaba que te olvides de Amy!!

-Amy?

-Sí! Amy…

-Quién era… ella…?

CONTINUARÁ...