Susana 3

De golpe entra con más fuerza en mí no puedo evitar gemir, siento como su pulgar juega con mi clítoris siento que me voy a correr..

Bueno les daré un resumen de lo que ha pasado de algunos meses para acá:

No volví a mi país después de lo que paso aquella mañana con Susana, no quise, no pude, sobra mencionar que mi familia quedo en shock, mis padres me llamaban todos los días, intentaron de todas las formas habidas y por haber convencerme de que regresara, desde “soborno” hasta “amenaza” pero mi respuesta siempre era la misma –me quedare a estudiar- una gran mentira, no era que no pensara estudiar, pero mi verdadera razón era ella y solo ella, Susana.

Les decía a mis padres que mi carrera de Diseño Gráfico la daban mucho mejor en este país, pero igual no  ellos escuchaban de razones y me quitaron todo apoyo económico, por la tanto no pude estudiar, Patty trato de convencerme en volver pero al ver que estaba realmente decidida a quedarme me ayudo a conseguir una modesta habitación por tiempo indefinido, su madre me dijo que me quedara con ellas pero quería evitarles problemas con mi padre.

Me deprimí un poco este tiempo por la actitud de mis padres pero Susana siempre aparecía con esa sonrisa y para mí no existía nada más, nos hicimos muy buenas amigas rápido, me decía que ella me apoyaba y que había que tener mucho valor para tomar una decisión de ese tamaño, que estaba segura que yo sería una gran artista –si ella supiera- aunque si lo deseaba. Me ayudo a conseguir trabajo de mesera el algunos lugares, no era mucho pero lo apreciaba, irónico me había quedado  para verla feliz y demás y ella era la que hacia todo eso por mí. Poco a poco hice nuevos amigos, también me hice amiga de Gisella y Marta, a veces se reunían las tres y me esperaban para platicar de todo lo que se nos ocurriera, aunque después del trabajo yo llegaba realmente muerta de cansancio, no estaba acostumbrada ese ritmo de vida, pero igual las acompañaba a por unas copas. Pasaba algo curioso con Susana cuando ya estaba pasada de copas empezaba con “Quien quiere uno piquito!” Le daba un piquito a Gisella luego a Marta, era gracioso pues las tres estaban en el limbo literalmente, intento darme uno a mí pero me aparte. (Si, se lo que piensan que soy una boba, pero no podía aprovecharme así de ella). Con el tiempo le conté que me gustaban las chicas, estaba algo asustada por reacción, pero solo me dio esa sonrisa encantadora, me abrazo por los hombros y me dijo “que le importa al mundo quien te coma el co…. O no!” reímos como nunca ese día. Ella me conto que su sueño era ser una famosa modelo, ya sabía  que podía ayudarla aunque no de momento, pero igual sabía que lo lograría era hermosa bastante alta delgada con sus ojos azules tan azules y profundos, su risa coqueta blanca y perfecta su gran cabellera castaño claro.

Todo era muy bien con ella aunque debo admitir a veces me sentía mal por no poder expresarle mis sentimientos, más aún porque sentía que le mentía al no contarle “como la conocí”. Cuando estaba pensaba “¿debería decírselo?” “¿Era realmente relevante?” Para mí era como ya les había dicho anteriormente, sumamente vergonzoso. Volvió con Marco, esto me tomo un poco de sorpresa, el chico no me agradaba, la había hecho sufrir mucho, le dije que tuviera cuidado y ella me dijo que lo amaba eso retumbo en mi cabeza, me dolió no lo negare, pero yo estaba ahí para asegurarme que ella fuera feliz con quien estuviera su felicidad, debía aceptarlo. Gabriella volvió a viajar a España, como todos los demás a tratar de convencerme de volver a mi país, me dijo que ella no se tragaba ese cuento de que me había quedado por “estudios” y que no se iría hasta que le dijera la verdad, le pedí que me acompañara mi trabajo y que esperara sentada en las mesas hasta que saliera, ella debía verlo por si misma o no me creería ni yo misma lo hacía a veces.

Susana llego puntual como siempre a mi hora de salida pude ver a Gabriella cambiar de colores como un semáforo con la boca abierta, caminamos hacia ella seguía que perpleja, las presente y cuando por fin la hice reaccionar nos dirigimos a una disco donde ya nos esperaba el grupo, en un momento Gabriella me alejo de todos y me llevo al baño.

Gabriella: ¿Ella sabe lo de?

Yo: No…no lo sabe…

Gabriella: ¿De verdad deseas quedarte?

Yo: Créeme que si – dicho esto salimos del baño y disfrutamos el resto de la noche como si nada, se llevó bastante bien con Susana, se quedó pocos días ya casi caducaba el permiso que pidió en la universidad, le pidió su correo de vez en cuando se mandaban cosas, mantenían el contacto. Marco volvió a dejarla me partió el corazón verla llorar de esa manera, a veces el amor puede ser tan despiadado, llego en la madrugada totalmente alcoholizada casi arrastrándose a mi puerta, la cargue hasta su habitación con un poco de dificultad pues Susana era un poco más grande que yo. Era mejor que el casero no la viera en ese estado, era el típico viejo cascarrabias. Cuando entramos cerré la puerta y le saque el abrigo  que estaba mojado, quien sabe dónde habría estado, le saque los zapatos y la acosté, la abrigue con una manta, a los minutos se quedó dormida, yo me senté el piso “que frio que estaba joder” cuando estaba logrando quedarme dormida escuche su voz quebrantada

Susana: Ro abrázame…por favor -Comenzó a llorar de nuevo, escucharla así era una tortura para mí, me subí a la cama y la abrace, ella recostó su cara en mi hombro sin parar de llorar pasamos la noche así abrazadas, yo tratando de consolarla explicándole que eran cosas que pasaban, que ya llegaría quien viera lo maravillosa persona que era. Luego de esa noche nos unimos aún más, estábamos siempre juntas para arriba y para abajo, iba a su casa, ya su madre me trataba como una hija más, Marco trato de acercársele algunas veces yo lo corría a empujones, sus amigas me llamaban el perrito guardián, hasta Marta en carcajadas me decía que le había quitado el puesto, Susana decía que era como su hermana mayor, comenzó a salir con otros chicos fue un poco incómodo al principio pero me resigne, yo no salía con nadie, todo mi tiempo era para ella. Un día mis padres aparecieron de improviso, de nuevo con su discurso para que volviera a casa, les sorprendió ver el pequeño lugar donde vivía pero a mi padre le sorprendió más, aún que saliera adelante sin su ayuda, pero no le gustaba que no estuviera estudiando.

Me devolvió el apoyo económico, me  compro un piso de tres habitaciones, al que me costo acostumbrarme después de haber estado tanto tiempo en un espacio reducido, cuando se iba me sorprendió dándome unas llaves y unos papeles de lo que parecía un local me dijo que hiciera algo con él, que cuando ganara dinero empezara a estudiar y se fueron. Con ayuda de Patty empecé a decorar el local lo haría una disco (esto se llevó un buen tiempo para sacar la licencia de expendedor de licores) con ayuda de Luca, un Bartender, era  un amigo que hice mientras trabajaba de mesonera, fui contratando a las personas para trabajar. Al poco tiempo nos hicimos de fama y gane contactos, contactos que sirvieron para ayudar a Susana en su carrera de modelaje, ella había cambiado un poco su look a sugerencia de un fotografió profesional, después una sesión, ahora era un poco más elegante pero sin dejar de verse con esa picardía que la caracteriza, se volvió completamente rubia y tenía un corte más estilizado con flequillo. Me sentía algo sola en mi nuevo piso así que convencí a Gabriella de que se viniera a vivir conmigo, no fue fácil pero sacamos los papeles para que pudiera hacer equivalencia de su carrera y en menos de dos meses ya estaba aquí, me ayudaba de vez en cuando en el negocio.

Susana comenzó a tener problemas en su casa a veces no iba por días y cuando iba eran muchas discusiones con su madre, la invite a vivir conmigo, le fascino la idea, al fin y al cabo casi siempre estábamos juntas y ella se llevaba de maravilla con Gabriella. Todo iba perfecto en mi vida o por lo menos eso me parecía.

Una noche en la disco, estábamos en la barra, podíamos estar en la zona vip pero la barra se había vuelto nuestra zona favorita, estábamos Gabriella, Marta, Gisella, Patty y yo coqueteando con un chico y Susana que ya empezaba a pasarse de tragos

Marta: ¿Ro cuando vas a buscarte una novia?

Gisella: Si sigues así te volverás casta pura y virginal -Soltaron una carcajada al unísono con Luca que estaba ahí trabajando en la barra, Gabriella y yo nos quedamos viendo.

Yo: Bueno… es que no he conocido nadie que me guste -Miraba disimuladamente a Susana que no decía ninguna palabra estaba entretenida con un electric limonade especial que le había hecho Luca.

Gisella: Si quieres puedo presentarte a alguien, Mmmm que tal Irene!? –Dijo ya casi en grito mirando a marta

Marta: Si! Tienes que conocerla Ro, es hermosa!- Mire de nuevo a Gabriella como buscando una ayuda.

Gabriella: ¿Bueno puedes conocerla, no tienes nada que perder, o sí?- volví  a ver a Susana y no decía nada pues de todas formas ¿Qué podía decir?

Yo: Bueno creo que no estaría mal conocerla -Suspire resignada, Marta y Gisella ya hacían un bailecito de victoria ahí sentadas. El resto de la noche transcurrió como siempre bromas, alcohol, risas, Susana ya estaba borracha, créanme no tenía otra palabra, le pedí Gabriella que se encargara de todo el resto del a noche, que la llevaría a casa  la monte con dificultad en el auto.

Susana: Vamos…vamos a la infinidad de la noche plutónica…

Yo: …Susana por Dios el piso está a una cuadra…-conversación de borrachos-

Llegamos al piso la lleve hasta su habitación y la deje en sentada en su cama mientras le buscaba un vaso de agua, se lo entregue y mientras se lo bebía le sacaba los tacones, ya esto era costumbre, se acostó en la cama y dio dos golpecitos a su lado, era la señal para que me acostara. Me acosté y se recostó en mi pecho.

Susana: Eres mi oso Teddy

Yo: Aahh soy tu juguete

Susana: Eres mi mejor amiga, no sé cómo hacia antes sin ti -No pude evitar sonrojarme, por suerte ella no me estaba viendo la cara -¿Me prometes que siempre estarás para mí? ¿Así tengas novia? -Me reí ante esto último-

Susana: Es en serio, no te rías

Yo: Te lo prometo, estaré siempre.

Susana: Cántame algo -“what? que le cante que?” cántame un flamenco -Me quede pensando, al final siempre termino haciendo lo que me pide.

Te prometo vida mía que nunca te dejare por eso te canto y te digo a la  cara que me tienes loca que estoy enamorada que te quiero mucho y es inexplicable, son mis sentimientos los que canto aquí, que Dios me maldiga si te hago daño, si te hago sufrir, si yo a ti te engaño, que yo te prometo mi amor que nunca abra una persona que te amé más que yo.

Bese su frente ya ella dormía, tal vez algún día le diría esas palabras realmente de frente…


Tendríamos un evento en la disco, aún no estaba muy convencida de hacerlo, pero las chicas incluyendo a Gabriella se encargaron de eso, según ellas sería un éxito, no me entrometí en los preparativos, en lo único que tome una decisión fue en que trajeran unas modelos y bailarinas, Susana quería participar pero le dije a Gabs que la convenciera de que no, por suerte lo hizo. Y llego la gran noche que ellas habían bautizado como “La noche celestial”  me sorprendí cuando vi unas cuantas “angelitas” de aquí para allá sirviendo tragos, cuando las chicas me vieron entrar Marta y Gisella me jalaron hasta una mesa y me dijeron que esperara ahí que ya venía Irene y yo a estas alturas ya me había olvidado de tal chica, Gabriella me había lanzado una mirada desde la barra, entre nosotras no hacía falta palabras y esa mirada decía claramente “¡lo que te espera!”

Se apagaron las luces y la música se detuvo, ahora estaba más confundida, se prendió un foco y alumbraba a alguien que no podía distinguir bien pero se iba acercando a mí, era una mujer, comenzó a sonar lo que creo era una canción drumpster, no sé porque me quede anonadada; llevaba un vestido algo corto plateado con un corte que lo habría entre su pecho hasta su ombligo, cabello rubio, llevaba un sombrero de copa plateado y un bastón que hacia juego, ella caminaba como si estuviera en una pasarela, se escuchaba con la gente silbaba y gritaban lo guapa que era, se puso frente a mí, puso la punta del bastón en mi pecho y sus ojos verdes se clavaron en los míos ¡wow con que Irene!

Enseguida que termino el show le pedí su número, empezamos a salir, congeniamos bastante rápido, era divertida, seductora, íbamos bien pero había un pequeño problema, a Susana no le agradaba. Si me llamaba y estaba con Irene me colgaba y debía mandarle textos todo el día hasta que se dignaba hablarme, decía que desde que estaba con ella ya no pasamos tanto tiempo juntas, para calmarla un poco le dije que nos fuéramos con las demás unos días a Galicia se alegró mucho por otro lado Irene no estaba muy contenta, me iban a partir en dos.

Y así es como llegamos al día de hoy voy llegando a mi piso para encontrarme con Irene, las demás se han quedado con Susana en el piso de Marta.

Veo a Irene recostada de la puerta me acerco para saludarla con un abrazo pero ella me toma del cuello y me da un gran beso apasionado como con desespero, me pega contra la puerta, quiero continuar pero no así alguien podría vernos.

Yo: Déjame abrir la puerta -Le digo con dificultad entre besos me doy la vuelta y ella aparta mi cabello con una mano y comienza a besar mi cuello, siento su otra mano pasear por mi abdomen debajo de mi camiseta. Por fin abro la puerta y entramos me toma de la cintura y me voltea frente ella y me sigue besando con ansias, cierra la puerta tras ella, me lleva entre pasos torpes a mi habitación pero no llegamos pegamos con una pared y me tumba al suelo, me saco la ropa como pudo yo le ayudo a quitarse la de ella, no era la primera vez que la veo desnuda pero sencillamente no puedo dejar de admirarla, pase mis manos por su cuerpo subiendo desde su glúteos hasta sus hombros  sin dejar de mirarla a los ojos volvió a besarme sentí su lengua rodear la mía.

Bajo mis manos de nuevo a sus glúteos los aprieto, deja de besar mis labios para besar mis pechos acomoda una mis piernas entre las suyas comienza frotarse y poco a poco la siento entrando en mí, se siente muy bien mantiene un ritmo lento pero seguido, empiezo a gemir suavemente, ella no aparta su mirada de la mía ni yo de la suya, entre cierro los ojos por un momento me dejo llevar, los vuelvo abrir veo que ahora mira hacia el frente su mirada ha cambiado no entiendo, de golpe entra con más fuerza en mí no puedo evitar gemir siento como su pulgar juega con mi clítoris siento que me voy a correr, me penetra con más fuerza veo que sigue mirando a la misma dirección, sonríe no entiendo escucho algo caer y me volteo como puedo.

Susana…estaba ahí parada que demonios hacia viendo…hay algo en su mirada, aparto a Irene de mí, tomo algo de ropa para cubrirme, me levanto me acerco hacia ella pero retrocede, esa mirada…es parecida a la que tenía en su mirada en la playa aquel día, le pregunto qué le pasa y no responde solo abre la puerta y se va ¡joder ahora sí que no entiendo! Me siento en el sofá me llevo mis manos a mi cienes y me masajeo tratando de entender lo que acaba de pasar ¿se molestó por lo que vio? ¿Se incomodó? Irene se sienta en mis piernas.

Irene: Esa chica siente cosas por ti

Yo: Somos como hermanas

Irene: Pues yo creo que te ve más que como una hermana

Yo: Claro que no, a ella le gustan los chicos

Irene: Bueno entonces ¿porque no seguimos donde estábamos? -Se acercó a besar mi cuello, suavemente la aparte, estaba algo molesta, ella la vio ahí parada y debió decírmelo.

Yo: Creo que debemos seguir en otro momento, te parece?

Irene: Mmmmm aguafiestas- me sonrió y beso en los labios se levantó, se dispuso a vestirse me dijo que esperara la llamara pronto y se fue. Llame como loca a Susana no me atendía o mandaba la llamada directo al buzón de voz, le mande textos pero nada que responde. Espere que anocheciera pero no vino a casa,  llame a Gabriela y me dijo que no la ha visto, ni modo deberé esperar hasta mañana. Fui temprano a la disco para dejar todo listo para la noche, me disponía a llamar a Irene cuando vi a Susana, la llame gritos pero no respondió, le pregunto a Marta y Gisella si sabían que le pasaba, me contestaron que no sabían, pero que andaba de mal humor desde ayer.

Nuevamente trate de hablar con ella en la noche cuando la vi en la barra, pero me ignoro, se alejó, la tome del brazo y ella me aparto, le dice a un chico que estaba cerca que si quería bailar con ella, eso me hizo enojar y me aleje gritándole

Yo: Que te den! -Ella solo respondió haciendo aquella señal obscena con su dedo-

Los siguientes días los pasamos así y hasta peor, ya no intentaba hablar con ella, yo no había hecho nada malo para que me tratara de esa forma. Luca, Marta y Gisella nos preguntaban que nos pasaba, yo los ignoraba y ella les contestaba diciendo que no se metieran en lo que no les incumbía.  Gabriella y Patty no decían nada fingían demencia. Ya teníamos dos semanas así “no te hablo, no me hablas y que viva el orgullo”.

En la noche llegue al piso, estaban Gabriella y Susana en la sala sentadas en el sofá, pude notar que se quedaron calladas apenas entre, me pareció curioso pero no le preste mayor atención. Apenas me metí a la habitación, ellas empezaron a jugar como siempre lo hacían, parecían dos niñas pequeñas, se tiraban los cojines, se mordían los cachetes, y Susana tenía la costumbre de pasarle la lengua por la cara a Gabs. Cuando las miraba en eso les gritaba “inmaduras” y ellas se reían y se me lanzaban encima a morderme también, “diviértete amargada” me decían. Esta noche fue la excepción, pues no estaba de ánimos para aguantar la mala cara de Susana ni sus malos tratos.

Me levante en la mañana para tomar jugo y no había, cuando trato de abrir la puerta para salir a comprar no abre, qué extraño busco las llaves pero no las encuentro, mientras entro a mi habitación para buscar mi teléfono veo a Susana salir por el pasillo apresurada, tampoco encuentro mi celular.

¡JODER! -Escucho a Susana gritar desde la sala y corro hacia ella, estaba con su cara visiblemente roja, molesta, arrugaba un papel en su mano, papel que me extendió de muy mala gana y que recibí de la misma manera, parece ser una nota de Gabs-

Mi abuelo solía decir que cuando dos animales no se llevaban bien había que encerrarlos juntos para que aprendieran a convivir, dado que ustedes últimamente parecen dos bestias salvajes se ha ocurrido la brillante idea de comprobar la teoría de mi abuelo… Por cierto este sábado me han invitado a una fiesta y no regresare sino hasta el lunes, espero que cuando regrese las encuentre vivas. Sé que más adelante me lo agradecerán, las amo.

Posdata: Los teléfonos desaparecieron y el internet dejo de funcionar misteriosamente ejem ejemJ! Att: Gabs

Yo: La mato….